martes, 30 de junio de 2015

Con referéndum o sin referéndum la solución de Grecia pasa por salir del Euro

Alexis Tsipras ha señalado en una entrevista en la televisión griega que si los acreedores hubiesen ofrecido la semana pasada un acuerdo sostenible, Grecia pagaría hoy al FMI. Es decir, que ahora está trasladando a sus votantes que la culpa del impago de Grecia hoy al FMI no es de él sino de sus socios europeos que no le pagan lo que su país debe y se comprometió a devolver cuando rescataron a Grecia tras asumir importantísimas quitas a cambio de unas reformas que no ha llevado a cabo.

¿Cómo puede pretender pedirle a sus acreedores que le presten dinero de forma gratuita y decirle que no se lo va a devolver? Y lo más irritante es lo siguiente. Como no se atreve a decir que había engañado a sus votantes prometiéndole cosas que sabía que no podía hacer realidad, ahora le pasa el “marrón” a los ciudadanos griegos para que certifiquen la salida de Grecia del Euro.
Pues no, aunque no todo lo que está ocurriendo en Grecia esta semana sea culpa de Tsipras (la herencia no era la mejor posible), lo que ha acelerado los acontecimientos y ha llevado en sólo 6 meses a Grecia a un “corralito” y la más que posible salida de Grecia del Euro ha sido la llegada al poder de Syriza. El problema de Grecia no es sólo que el macro-estado no va a poder devolver todo lo que debe (175% del PIB) sino que sus bancos estarán quebrados la semana que decidan abrir sus puertas. Las fotos de este fin de semana de los griegos haciendo cola en los cajeros es sólo la punta del Iceberg. Los altos patrimonios griegos bien asesorados ya habían comenzado a sacar los euros no sólo de los bancos sino del país. En el siguiente gráfico se aprecia cómo la salida de depósitos comenzó a final del año pasado, justo cuando se adelantaron elecciones y Syriza ya apuntaba a ser el partido de gobierno. Según elblogsalmón.com, desde noviembre del 2014 hasta ahora, han salido de los bancos 42.000 millones de euros, entre 200 millones de euros y 500 millones de euros por día y 4.000 millones de euros sólo en junio. Es más según la prensa los ahorradores griegos entre el lunes y el viernes de la semana pasada llegaron a retirar 4.200 millones de euros.



Así pues, se vote “si” o se vote “no” el próximo domingo, el principal problema al que se enfrenta Grecia no es el de su deuda sino la necesidad de rescatar a la banca. ¿Se atreverá el partido de extrema izquierda a decirle a sus votantes que hay que pedir más dinero a sus socios europeos para salvar a la banca que tanto han criticado? Y es que un banco por muy solvente que sea, no puede soportar más de una semana con todos sus depositantes haciendo cola para retirar sus ahorros. Están abocados a la quiebra y todo el mundo lo sabe. Es más, mañana mismo, cuando se produzca el impago de Grecia el FMI, el BCE deberá decidir si sigue prestando asistencia financiera de urgencia a los bancos de un país que ha hecho default. Pero es que aunque lo haga, los bancos no tienen colateral suficiente para seguir recibiendo esa asistencia financiera que necesitan.

Y después de todo esto, llega el señor Tsipras y dice que ellos quieren permanecer en el euro. Quiere todas las ventajas de la Eurozona y de Europa sin asumir ninguna de sus responsabilidades. No parece que haya a estas alturas forma de que consigan revertir la situación actual salvo saliendo del euro y volviendo al Dracma y tener un banco central independiente que imprima billetes y deprecie su moneda al menos un 50% o 70%, con un estado fallido que no puede conseguir financiación externa y con los ciudadanos perdiendo casi todo su poder adquisitivo. La pérdida de poder adquisitivo que exigen los acreedores a los pensionistas sería nada comparado a lo que tendrán. Para hacer el equivalente en pesetas y poder entenderlo, los pensionistas podrían cobrar de media 500.000 pesetas o la renta que quiera poner el gobierno, pero esas 500.000 pesetas podrían ser perfectamente 200 euros.
Y no lo digo yo. La semana pasada el gobernador del Banco de Grecia aprovechó para lanzar un mensaje al primer ministro griego de que debería asegurar que llegue a un acuerdo con sus socios europeos, ya que las consecuencias económicas serían desastrosas para Grecia. Dice que no llegar a un acuerdo llevaría a Grecia en un camino muy doloroso, comenzando con la suspensión de pagos con grandes riesgos para el sistema bancario y para la estabilidad financiera y, por último, a la salida del Euro y dice que muy probable, la salida de la Unión Europea (UE) también.
Así pues, la labor ahora de la instituciones europeas no debería ser tratar de salvar a Grecia (su destino ya lo ha decidido su presidente), sino de salvar a Europa. Tenemos cortafuegos suficientes y datos en la mano que demuestran que la decisión (más sacrificada a corto plazo) que tomaron países como España, Irlanda y Portugal) está resultando ser la más acertada, como demuestran las tasas de crecimiento y la mejoría de la financiación externa. El BCE seguirá comprando bonos del resto de países periféricos por lo que los especuladores tienen limitada la posibilidad de apostar por que algún nuevo país periférico siga los pasos de Grecia.
Está claro que en euros o en Dracmas, Grecia no va a poder pagar todo lo que debe y ahora la unión europea debe negociar con Grecia una quita razonable de su deuda. Y en cuanto se sepa cuál es esa quita, ya todos podremos cuantificar las pérdidas para los estados que le han prestado el dinero a Grecia, se provisionarán y acabará el problema de Grecia para sus acreedores. Y en unos meses, el mercado se olvidará de Grecia. Aunque sea duro para los ciudadanos griegos, pero es la verdad de los mercados. La volatilidad actual se mantendrá hasta que se eliminen las incertidumbres, pero el mercado sabe que los bancos griegos están abocados a la quiebra y que los estados no van a poder recuperar lo que prestaron a Grecia.

Y como lo saben, debería estar descontado. Ayer las bolsas europeas perdieron todo lo ganado la semana pasada, por lo que pase lo que pase no aparenta que sea un cisne negro. Tal y como estamos comentando desde principios de junio sí que es sorpresa que el Grexit se esté adelantando en el tiempo. Esperábamos que hubiera un acuerdo de último minuto y retrasar la salida de Grecia del Euro para cuando la recuperación de la economía europea fuese más consistente.
Pero ahora, con la más que probable salida de Grecia del euro, la posibilidad de un giro alcista de los índices de renta variable a corto plazo disminuye y aumenta la posibilidad de que los índices europeos busquen soportes en niveles inferiores. En el gráfico del Eurostoxx 50 comparado con su volatilidad implícita (V2x) se aprecia que el rebote de la semana pasada no tuvo continuidad confirmado por nuevos máximos de la volatilidad. Habrá de nuevo que esperar a que se relaje la volatilidad para incrementar riesgos. Podría ser el nivel de 3.300 puntos el nivel de soporte relevante que se encuentra el Eurostoxx 50.


En el gráfico del Eurostoxx 50 se aprecia la multitud de soportes que tiene el Eurostoxx 50 desde los niveles actuales hasta la zona de 3.300 puntos. Así que tras estas correcciones, a buen seguro habrá muchos inversores tratando de encontrar oportunidades dentro de la renta variable europea.  

viernes, 26 de junio de 2015

El mercado sigue creyendo en el acuerdo de último minuto

A pesar de que ayer se rompieron las negociaciones y Grecia se la juega todo a la carta del sábado (aunque visto lo visto no se descarta nuevas reuniones el domingo o lunes), los mercados no terminan de desplomarse. Hoy las bolsas europeas tienen ligeras pérdidas pero los índices no pierden los mínimos de la semana que coinciden con el hueco abierto en la apertura del lunes. En el Ibex por ejemplo tenemos la apertura del lunes en 11.168 puntos y el hueco se dejó en 11.029 puntos, por lo que desde el punto de vista técnico podría corregir incluso hasta la zona de 11.029 puntos y seguiría siendo factible el suelo que se generó la semana pasada en la media de 200 sesiones (10.800 puntos).  



El Eurostoxx 50 lleva cuatro sesiones cotizando junto a la media de 50 sesiones. Parece que deja para la sesión del lunes la resolución definitiva del movimiento a seguir. Si el lunes hay acuerdo el Eurostoxx 50 confirmará que rompe la directriz bajista de corto plazo (canal en rojo) y media de 50 sesiones y nos vamos de nuevo a máximos anuales. De lo contrario, el Eurostoxx volverá a testear la zona de 3.350-3.400 puntos que fueron los mínimos de la semana pasada.




Lo mismo ocurre con el DAX 30 alemán. Si hay acuerdo, romperemos la zona de 11.500 que es la directriz bajista iniciada en abril y nos iríamos de nuevo a máximos anuales. De lo contrario nuevas bajadas hasta la zona de la media de 200 sesiones que pasa por la base del canal bajista (10.500 puntos).  


El problema es que los inversores no quieren perderse una fiesta similar a la vivida este lunes y por eso no se están produciendo ventas en las sesiones de ayer y de hoy a pesar de que el lunes parecía que a día de hoy el acuerdo estaría firmado.

En bonos pasa igual. Los inversores esta semana han comprado bonos periféricos pensando en un acuerdo a última hora de Grecia con sus acreedores, mientras que los bonos alemanes están bastante estables. En el siguiente gráfico se aprecia cómo esta semana la corrección de la rentabilidad de los bonos se ha producido en todos los plazos.



Sin embargo la bajada de TIR es sólo de los bonos periféricos. Los bonos corporativos no han sufrido esta mejoría. Y es que los Swaps de bonos europeos, que es la curva que se usa de referencia sigue esta semana con repuntes de las tires de los bonos de largo plazo y contención de los cortos. Es decir, la pendiente de la curva de tipos europeos sigue empinándose reflejando claramente la mejoría de las expectativas de crecimiento de la eurozona.

Evolución de los Swap europeos por plazo.



Por tanto, el efecto griego no está afectando a las expectativas de crecimiento de la eurozona y los inversores prefieren asumir el riesgo de nuevas correcciones antes que asumir el riesgo de perderse un lunes como el vivido esta misma semana. Sin duda son buenos síntomas que nos hacen pensar que aunque no se produzca acuerdo, y evidentemente haya correcciones la semana que viene, no serán correcciones que auguren un cambio de tendencia de largo plazo de los índices de renta variable europeos.






jueves, 25 de junio de 2015

A pesar de Grecia... SOY OPTIMISTA

Esta mañana, tras ver de nuevo todos los titulares de los medios de comunicación dedicados casi en exclusiva al monotema griego, me he decidido a buscar noticias positivas. La verdad es que me ha costado trabajo encontrarlas. Y eso que ayer supimos que el gobernador del Banco de España, Luis Linde, en el Congreso la sostenibilidad del sistema de pensiones elevó tres décimas la previsión de crecimiento del PIB de España de 2015, hasta el 3,1%, desde el 2,8%. De hecho, con los datos conocidos hasta ahora, en el primer semestre del año el crecimiento medio de nuestra economía se sitúa en tasas anualizadas del 4%.

Esta noticia merecería la portada de los periódicos nacionales, o al menos de la prensa económica especializada. Sin embargo, en el periódico “Cinco Dias” ni siquiera se hace mención. En el periódico “Expansión” hablan de la comparecencia de Linde pero para reflejar la preocupación del BCE por la sostenibilidad del sistema público de pensiones (se quedan con la noticia negativa) y el periódico “El Economista” sí que lo refleja en portada con un pequeño titular y hay que ir a la página 42 del periódico para ver la noticia desarrollada. En definitiva las noticias negativas venden más que las positivas y hoy quiero quedarme con las noticias positivas. Y que España crezca a tasas del 4%, no recuerdo cuantos años hace que no lo vemos y creo que debemos tenerlo presente a la hora de “hacer nuestras apuestas” al invertir. Hace sólo un año la mayoría encuestas tanto privadas como públicas estimaban un crecimiento máximo del PIB del 1,5% y un año más tarde éstas tasas se están duplicando. Pero es que no sólo el PIB, sino que también los datos de expectativas de crecimiento de consumo se han triplicado y los de creación de empleo se están duplicando.

Pero claro, si la prensa le dedica mucho tiempo a estas noticias positivas, alguno los puede acusar de apoyar al gobierno ahora que se acerca nuevo periodo electoral. Pero aquí no estamos para ver qué partido puede ganar las elecciones sino para ver si España (o mejor dicho sus empresas) es un país que resulte atractivo para los inversores. Esta misma semana se ha publicado el dato muy importante. Los inversores no residentes alcanzaron en 2014 su nivel máximo histórico de participación en la Bolsa española con el 43% del valor de mercado. Es decir mientras que en España pensamos que la incertidumbre de Grecia y de las elecciones nacionales, será un lastre para la bolsa, los inversores extranjeros son los que están viendo el potencial de España y están comprando lo que los españoles están vendiendo. Así pues, sí que parece que las empresas cotizadas españolas resultan atractivas para los inversores.

Es verdad que la recuperación española se ha visto muy favorecida por la depreciación del euro, por la caída del precio de las materias primas y por la actuación del banco central Europeo. Pero estos factores son comunes al resto de Europa y resulta que los principales importadores de nuestros productos son nuestros socios europeos (que compran en Euros), y sin embargo Francia, Italia e incluso Alemania crecen a ritmos inferiores. Una de las principales razones es que los españoles hemos hecho un gran esfuerzo (todos) con una fuerte rebaja de los costes laborales y aumento de la producción. Y esto es malo para los trabajadores españoles evidentemente, pero bueno para las empresas cotizadas que es lo que buscan los accionistas cuando compran en bolsa.

En vez de analizar la evolución del PIB español frente a otros países, voy a insertar la evolución del PMI Manufacturero. El PMI es un indicador macroeconómico que pretende reflejar la situación económica de un país basándose en los datos recabados por una encuesta mensual de sus empresas más representativas que realizan los gestores de compras. La importancia del PMI radica en que es un inmejorable indicador de la situación y dirección de una economía, y por ser el primero que se publica cada mes en contraste con los índices oficiales publicados por los organismos gubernamentales. El índice PMI se obtiene a partir de las respuestas a unos cuestionarios que se remiten mensualmente a los profesionales de compras y a los ejecutivos de empresas de los sectores manufacturero y servicios. Las preguntas que se les formulan están relacionadas con variables tales como producción, nuevos pedidos, precios y ocupación y deben ser respondidas con mayor, menor o igual. Por ejemplo «¿La producción de su empresa es mayor, menor o igual que el mes anterior?». El índice PMI es un índice compuesto que se calcula a partir de cinco índices ajustados estacionalmente (agosto y Navidad) según la siguiente ponderación:
  1. Nuevos pedidos (30%)
  2. Producción (25%)
  3. Ocupación (20%)
  4. Término de entrega de proveedores (15%)
  5. Stock de compras (10%)
Si el índice PMI resultante está por encima de 50, indica una expansión; por debajo de 50, contracción y si es inferior a 42, anticipa una recesión de la economía nacional. Pues de las principales economías del mundo, España es la que ofrece el índice PMI manufactuero más alto. En el gráfico es la línea roja. El último dato publicado es el de mayo, 55.8 que indica claramente que estamos en terreno expansivo con un recorrido similar a los que vivieron a final del 2013 economías como las de Japón (línea verde), Reino Unido (línea rosa) y Estados Unidos (línea amarilla).

  
Si miramos los últimos meses vemos cómo el PMI manufacturero (ISM en Estados Unidos) son una muestra clara de la evolución macro de las distintas zonas geográficas.

·         Estados Unidos en fase expansiva, y los dos últimos meses el ISM está repuntando dejando claro que la contracción del PIB del primer trimestre es algo pasajero cómo ocurrió el año pasado.
·         La eurozona en fase expansiva (línea blanca) y acelerando el crecimiento desde final del año pasado cuando este indicador amenazaba con situarse por debajo del nivel crítico de 50 puntos.
·         España acelerando el crecimiento de forma continua desde el verano del 2012. Hace ya casi dos años que el indicador se sitúa sobre 50 de forma sostenida.
·         Japón (línea verde), tras dos años claramente por encima de 50, lleva un año bordeando la zona de 50, lo que indica que está contracción pero dentro del terreno expansivo de la economía.
·         He insertado Brasil y China (línea azul y naranja), puesto que se aprecia que ambos países llevan dos años con sus PMI al borde de 50 puntos y en los tres últimos meses es Brasil la que se está desmarcando a la baja adelantando la posibilidad de que su economía entre en recesión mientras que China se mantiene en fase de contracción pero nada de recesión en el horizonte.

En el siguiente gráfico comparo el ISM manufacturero con el PIB de Estados Unidos. Donde se aprecia la clara correlación que hay y cómo el año pasado el ISM ya adelantó que la corrección del PIB norteamericano fue temporal al igual que está adelantando actualmente.




Por tanto, viendo estos datos macro adelantados, vuelvo a ser optimista y sigo sin mirar las noticias que me llegan desde Grecia y sigo apostando por la renta variable sobre todo europea,  puesto que tal y como decíamos hace unas semanas, los árboles no nos dejan ver el bosque. El árbol es Grecia y no representa más de un 2% de la economía de la eurozona por lo que más que un árbol es una rama que están viendo cuando es el mejor momento de podarla. Quizás si esperamos a que desaparezca este árbol para ver el bosque sea demasiado tarde.  

miércoles, 24 de junio de 2015

Las promesas de Tsipras no van a funcionar... Y el mercado lo sabe.



Ayer el FMI calmó los ánimos de las bolsas europeas al decir que no le cuadran los números en las medidas que ha planteado el gobierno griego. Y es que sólo hay que echarle un vistazo a los números que presentaron…

1.       La nueva propuesta griega se aplicaría de inmediato y no el 1 de enero de 2016.

2.       Ajuste de 8.000 millones de euros (2.700 en 2015 y 5.200 2016), gracias a una subida de impuestos, a la reforma del sistema de pensiones y al recorte de gastos en defensa.

3.       Superávit primario del 1% en 2015, 2% en 2016, 3% en 2017 y 3,5% en 2018, que es lo que pretendían los acreedores.

4.       IVA 6%, 13%, 23% (660 millones en 2015 y 1360 millones en 2016). Son los tramos que existían pero algunos bienes y servicios pasan a escalas superiores.

5.       Recorte jubilaciones anticipadas 60 millones en 2015 y 300 en 2016.

6.       Sube edad jubilación 67 años en 2025.

7.       Subida del 4% al 5% contribuciones salud de jubilados (135 millones en 2015 y 250 en 2016).

8.       Subida contribuciones sociales 4% a empresas y empleados (350 millones en 2015 y 800 en 2016).

9.       Recorte gasto defensa (200 millones en 2016).

10.   Impuesto de 12% empresas que ganen más de 500.000 euros (900 millones en 2015).

11.   Subida del IS del 26% al 29% (410 millones).

12.   Venta de licencias de tv + impuesto a la publicidad (100 millones en 2015).

13.   Además de un impuesto a ricos y lujo sin cuantificar.

…. Para darse cuenta de que los griegos siguen sin ver cuál es el problema del país. No se trata de aumentar los ingresos sino de reducir los gastos. Y subida de impuestos en un país en recesión y con altísimas tasas de fraude fiscal, nunca tendrán éxito.

Evidentemente, el escenario de que haya un acuerdo esta semana sigue siendo el más probable. Hoy tenemos reunión del Eurogrupo para debatir de nuevo las propuestas y el jueves y viernes hay cumbre europea. Entiendo que con las posturas más acercadas, tres días de negociaciones, el vencimiento al FMI la semana que viene, el BCE inyectando cada día millones de euros al sistema bancario heleno, y la presión del mercado, habrá antes de que acabe la semana una foto con Tsipras y sus acreedores dándose la mano aprobando una nueva patada hacia adelante.
  
Pero todo el mercado sabe que Grecia no puede pagar todo lo que debe y lo de esta semana es una negociación “cosmética”, palabra a la que nos estamos acostumbrando a oír de los discursos de nuestros políticos. Por tanto, tras el acuerdo de esta semana habrá que ir pensando y descontando en nuestros escenarios una nueva fase de negociaciones mucho más dura que la vivida este semestre para negociar un tercer plan de rescate en la que los acreedores solicitarán recortes de gastos que Tsipras no va a aceptar, por lo que el escenario de que Grecia acabe saliendo del Euro a medio plazo es hoy igual de probable que hace sólo una semana. Incluso no se descarta nuevas elecciones en Grecia. Lo único que ha cambiado en nuestro escenario es que la probabilidad de que la salida del euro sea en julio se ha reducido drásticamente.

Y este último matiz es importante y muy positivo, lo que ha posibilitado el giro alcista del mercado. Entiendo que no era el momento para que Europa afrontase la salida de Grecia del Euro, ya que la situación macro, aunque es realmente buena, no es la mejor para afrontar un hecho tan relevante. La recuperación europea es incipiente y necesitamos mayor consolidación de los datos macroeconómicos para afrontar la salida de Grecia del Euro. Si esto ocurre, la salida de Grecia del Euro no debería contagiar al resto de Europa.

Así pues el entorno al que nos enfrentamos hasta final de año será un entorno más volátil, con distintas fases de crecimiento económico (Europa en fase inicial del ciclo, desaceleración en EE.UU pero creciendo por encima de su potencial, Latinoamérica bordeando la recesión y Asia creciendo con fuerza pero por debajo de su potencial), y tipos de interés bajos. En este entorno, pues hay que seguir apostando por carteras diversificadas con activos descorrelacionados y poco volátiles y visión alcista de largo plazo para la renta variable, riesgo en la renta fija de largo plazo, aunque sigue habiendo recorrido para los bonos corporativos de grado de inversión y high yield.

Esto para una visión a largo plazo. Para los inversores más a corto plazo, el rebote generado tras evitar el colapso de Grecia esta misma semana es una clara ocasión para reducir riesgos en cartera. Y con la volatilidad que promete el ruido griego, vemos complicado que los índices europeos superen los máximos del año, por lo que entre los niveles actuales y los máximos del año, serán oportunidades para reducir riesgos en cartera. Y para estos mismos inversores, la recomendación es seguir aprovechando los repuntes de volatilidad que se suelen traducir en correcciones del mercado para aumentar de nuevo los riesgos en cartera.

Esto último es lo que tenemos que tener más claro. La macro y los bancos centrales seguirán apoyando la tendencia, y por eso los incrementos de volatilidad deben ser aprovechados para incrementar riesgos en cartera (sobre todo de renta variable) en vez de dejarnos llevar por el pánico. Y es que la salida de Grecia del Euro este año o en el próximo ya no sería una sorpresa y por tanto está en buena parte descontada por el mercado.




martes, 23 de junio de 2015

Las aguas vuelven a su cauce y los mercados retoman la tendencia

Tras disiparse en las últimas sesiones las dos principales dudas que afectaban al mercado y provocaron las correcciones, el mercado parece estar atendiendo por fin a los fundamentales y recuperando la tendencia. Hoy mismo los datos macro que se han publicado en Europa están demostrando que la recuperación económica va por buen camino. En Francia, Alemania y conjunto de la Eurozona el PMI Manufacturero, el de servicios y composite han mejorado previsiones y datos del mes pasado. Estos son indicadores adelantados y bastante correlacionados con los datos del crecimiento del PIB, por lo que para este segundo trimestre del año parece que se cumplirán las previsiones optimistas del crecimiento económico de la eurozona elaboradas tanto por fuentes oficiales como privadas. En concreto, El indicador PMI composite de la eurozona da la mejor lectura desde mayo de 2011, muy buena señal. Sube de 53,6 a 54,1 y cuando se esperaba 53,5. Parece que el crecimiento se acelera en la eurozona.
Así pues, mayores expectativas de crecimiento económico en Europa, ralentización en Estados Unidos pero manteniendo expectativas de un crecimiento fuerte y sostenido (amparado sobre todo en los datos de empleo e inmobiliario), así como un claro apoyo de los bancos centrales debería ejercer sobre los inversores de nuevo apetito por el riesgo. La renta variable y los bonos periféricos deberían ser los activos más beneficiados.

Hace unos días advertíamos que el giro a la baja de la volatilidad sería condición indispensable para el suelo de los mercados. Sobre todo para la renta variable. En el gráfico actualizado se aprecia cómo el giro del V2X (volatilidad implícita del Eurostoxx 50) ha confirmado el rebote al alza del Eurostoxx.





Si vemos el gráfico del Eurostoxx 50 se aprecia que está dejando hoy atrás la directriz bajista de corto plazo y superando la media de 50 sesiones. Justo tras confirmar la semana pasada el suelo en la media de 200 sesiones.



Así pues, todo lo que hace unos días parecía negativo, ahora pasa a tener tintes positivos. Y la situación macro no ha cambiado. Muy atentos debemos estar en las bolsas europeas al comportamiento del sector bancario. Hace semanas comentábamos que era de los pocos sectores que no había sido capaz de superar los máximos del año 2014. Con el más que posible acuerdo de Grecia con sus acreedores para prolongar el acuerdo del segundo plan de rescate y facilitarle los 7.200 millones que faltaban por desembolsar, los bancos están en disposición de superar esta vez los máximos del 2014, lo que daría consistencia al rebote de las bolsas europeas.

Evolución del sectorial bancario europeo.




Evidentemente el acuerdo aún no se ha firmado con los griegos, y aunque se termine firmando, seguirá habiendo titulares sobre Grecia las próximas semanas o meses. Y es que hay que recordar que lo que la negociación que está prolongándose durante 6 meses ha sido para desbloquear el último tramo de ayudas del segundo plan de rescate. Y Grecia necesita un tercer plan de rescate para no quebrar, que comenzará a negociarse después del verano.


Pero insisto. No debemos estar pendientes de los titulares de Grecia y sí de la tendencia macro. Nuestra teoría se ha ratificado con el comportamiento de estas dos últimas sesiones. La tendencia de las bolsas es alcista y el ruido de Grecia ha sido una oportunidad para incorporarse al mercado o aumentar riesgos para los inversores independientemente del horizonte temporal con el que operen. Y todo apunta a que este ruido seguirá interviniendo en el mercado en los próximos meses y habrá que seguir viéndolo de la misma forma. Si hay correcciones, habrá que aumentar riesgos y si hay subidas durante varias sesiones seguidas, pues habrá que reducirlos. Hoy, a pesar de las fuertes subidas de los dos últimos días, conviene mantener los riesgos y vigilar el comportamiento de los bancos. Si estos rompen los máximos del año pasado, habrá que retrasar el momento de reducción de riesgos en cartera.  

viernes, 19 de junio de 2015

No voy a leer ningún titular más sobre Grecia

No voy a leer ningún titular más sobre Grecia. No es sano y no me va a aportar nada a nuestra visión de futuro de los mercados. Si no fuese por Grecia, ayer en Europa la apertura las bolsas habrían sido más alcistas. Y es que las excusas de las correcciones desde abril de los mercados era la posibilidad de una subida de tipos muy agresiva por parte de la FED y la posibilidad de un default de Grecia.


La primera duda la resolvió favorablemente Yanet Yellen en la rueda de prensa de la FED. Habrá subida de tipos este año pero no será muy agresiva. El mercado no descuenta más de dos subidas en lo que queda de año por lo que los tipos podrían irse como mucho al rango 0.50%-0.75%. Esta noticia ha provocado que los inversores vuelvan a tener apetito por el riesgo en general y sobre todo en activos norteamericanos en particular. El índice que estaba más fuerte, el de las compañías de menor capitalización (Russell 2000) superó en la sesión de ayer los máximos históricos con bastante solvencia, confirmando que los índices americanos siguen en una clara tendencia alcista de corto y largo plazo.  



  
Así pues, los índices de renta variable de Estados Unidos que iniciaron el año con dudas, ahora están dando soporte al resto de bolsas mundiales y posibilitaron que los índices europeos intenten dibujar una figura de suelo en la zona de mínimos de mayo que en las últimas semanas estamos comentando que son niveles claves desde el punto de vista de corto plazo.
  
Evolución del Eurostoxx 50. En las últimas semanas, hasta en tres ocasiones ha tocado o perforado el nivel de 3.400 puntos. Ayer justo al tocar la media de 200 sesiones se giró al alza. Gracias al apoyo de las bolsas USA, estamos llegando a unos niveles en los que los inversores que apostaban por caídas más acentuadas del Eurostoxx empiezan a no tenerlo claro y deshacen posiciones. Y tras parar varias veces en el 3.400 empiezan a tomar posiciones especulativas los que dibujan rayas de análisis técnico. Además, tras una corrección del 10% del Eurostoxx empiezan a haber bastantes inversores que piensan que es más probable tener rentabilidades atractivas a medio plazo comprando hoy que comprando cuando cotizábamos por encima de 3.800 puntos. En definitiva, que en estos niveles empiezan a haber más compradores que vendedores, y matemáticamente esto es una clara señal de posible suelo.



El resto de índices europeos presentan figuras similares. El Ibex 35 también ha aguantado muy bien la media de 200 sesiones. He ampliado el horizonte temporal del Ibex 35 a posta, puesto que es cómo mejor se aprecia que la corrección que hemos vivido desde máximos de abril no es ningún hecho aislado incluso si analizamos una tendencia claramente alcistas como la vivida por nuestro índice desde el verano del 2012. Así que viendo este gráfico, parece que estamos más en una zona de compra que de venta.



Y el DAX 30 alemán ni siquiera ha corregido hasta la media de 200 sesiones. Se ha girado al alza al tocar justo el 38.2% de toda la subida desde los mínimos de octubre. Además he puesto en todos los gráficos de los índices europeos el estudio del indicador de momento MACD ya que se aprecia que en todos los casos, la corrección ha servido para eliminar toda la sobrecompra que marcaban los índices a mediados de abril.



Y respecto a la incertidumbre de Grecia, pues entiendo que el mercado ya ha llegado a la conclusión de que Grecia saldrá del Euro en las próximas semanas o en los próximos meses, dependiendo de si en la reunión del lunes (otra más) hay una patada hacia adelante al problema. Es más, la mayoría de inversores parece estar ya deseando que lo dejen caer, y ver correcciones adicionales para terminar incrementar riesgos en cartera. Así pues, ocurra lo que ocurra con Grecia, los inversores ven el ruido de Grecia más como una oportunidad para comprar que para vender, tal y como comentábamos en abril. http://labolsaenclave.blogspot.com.es/2015/04/pendientes-de-grecia-pero-para-comprar.html

Entiendo que las compañías europeas no van a ver afectadas sus ventas, ingresos y beneficios por el simple hecho de que Grecia salga del Euro. ¿Acaso BMW (por poner un ejemplo) verá afectada su cuenta de resultado porque los griegos compren menos coches? Evidentemente puede afectarles, pero para nada justifica una caída de sus cotizaciones como las vividas en los últimos meses (la acción ha caído de 120€ a 95€). Si la compañía tenía fuerte potencial a largo plazo en 120€ evidentemente hoy que está en 99€ tiene un potencial mayor. He usado el caso de BMW por ser una multinacional conocida pero el ejemplo podría valer casi para cualquier compañía del Eurostoxx 50 o del Ibex 35.

Así pues, no voy a mirar ningún titular más de Grecia y sí los fundamentales de los mercados. Y los fundamentales me indican que el potencial de revalorización de las bolsas europeas hoy es mayor que el que ofrecían a mediados de abril. Evidentemente no sé si los titulares del lunes provocarán que los índices pierdan los soportes comentados hoy, pero nuestra visión a largo plazo no va a cambiar por ello.


jueves, 18 de junio de 2015

Lo vivido en los mercados las últimas semanas es la adaptación a la nueva realidad.

Ayer en la rueda de prensa de Yellen tras la decisión de no subir tipos (casi descontada al 100%), la FED revisó a la baja las expectativas de crecimiento de la mayor economía del mundo. En marzo estimaba un crecimiento para 2015 entre el 2.3% y 2.7% y ahora la banda de fluctuación está entre el 1.8% y 2%. Estos datos contrastan fuertemente con la horquilla que estimaban para finales del 2014 (proyectaban crecimientos en torno al 3% para este año). Viendo las declaraciones de ayer de la FED se comprende un poco mejor el comportamiento en lo que va de año de los mercados.

Un primer trimestre con un buen arranque de los activos de riesgos, y clara apuesta por una subida de tipos incluso en el primer semestre del año. Algunos miembros de la FED incluso auguraban que los tipos en Estados Unidos podrían cerrar el año por encima del 1.5%. A este se unió el QE por parte del BCE y ancha es Castilla, lanzándose todo el mundo a incrementar a la ligera los riesgos en cartera, sobre todo en activos europeos. Pero ahora tenemos que Estados Unidos seguirá creciendo, pero no a un ritmo tan elevado. Los emergentes creciendo pero no todos ya que hay muchos países latinoamericanos en recesión y tampoco ayuda la situación de países más cercanos a Europa cómo Turquía (cambio en las elecciones) y Rusia (sanciones y más sanciones económicas por el conflicto con Ucrania). Sólo se salvan los países asiáticos aunque también crecerán por debajo de su potencial y por debajo de lo que se estimaba hace unos meses. Y en Europa tenemos la buena noticia de que estamos creciendo más de lo que podíamos imaginarnos hace unos meses, pero la falta de acuerdo y posibilidad de que Grecia salga del Euro puede echar al traste la incipiente recuperación.

Así las cosas, tras un primer trimestre espectacular en la renta variable europea, las aguas están volviendo a su cauce en forma de recortes para adecuar la renta variable al contexto de menor crecimiento. Los índices europeos están recortando buscando soportes dónde girarse. Ayer comentamos que debe producirse un giro a la baja de la volatilidad para que se produzca el suelo fiable. Si hay acuerdo esta misma semana consideraríamos la corrección suficiente y veríamos suelo en la renta variable europea. No obstante, según la prensa nacional e internacional tampoco parece que será hoy la última oportunidad y esto podría alargarse hasta el 13 de julio. La verdad es que ya empezamos a tener fatiga intentando buscar información acerca de Grecia e intentar saber cuál será el último match ball para Grecia.  Creo que el gráfico del Eurostoxx 50 en velas semanales es el que mejor explica la situación comentada. En el inicio de año, la bajada de materias primas, del euro y mejora de expectativas de crecimiento provocó una subida en vertical del Eurostoxx superando incluso la parte superior del canal alcista iniciado en el verano del 2012.


Ahora con la crisis de Grecia y ralentización económica global el mercado se está adaptando a la nueva normalidad y entiendo que la zona que he sombreado (entre 3.100 y 3.300) serían los peores escenarios a corto plazo para el Eurostoxx 50 y nivel en el que la liquidez volvería a apostar por la renta variable europea.  


En renta fija ha ocurrido lo mismo. La tir de los bonos americanos ha estado subiendo los últimos meses anticipándose a la subida de tipos por parte de la FED. Así que ahora que parece que la subida no va a ser tan acelerada, los tipos están volviendo a bajar. Al igual que hemos comentado con el Eurostoxx 50, la rentabilidad de los bonos se han pasado de frenada. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución de la rentabilidad de los bonos del tesoro de Estados Unidos a 2, 5, 10 y 30 años. Vemos que el 10 años ha pasado de una tir cercana al 1,5% en enero a niveles del 2.5% la semana pasada. Sin embargo en las últimas sesiones la rentabilidad se ha girado a la baja adaptándose a las menores expectativas de crecimiento.


Y para sobrerreacciones tenemos el ejemplo de los bonos europeos. El bono alemán sobrerreaccionó a la posibilidad de deflación en Europa, a lo que se sumó las compras especulativas apostando por el QE europeo. Esto llevó al bono alemán a 10 años al 0.05% de rentabilidad y a todos los bonos hasta 8 años a rentabilidades negativas. Esto no era sostenible y de esa sobrerreacción a la baja, hemos pasado en un solo mes a una sobrerreacción al alza, subiendo la rentabilidad hasta niveles del 1%. Pero ahora, los bonos parece estar corrigiendo la última reacción y están bajando las tires adaptándose a la nueva normalidad. En el gráfico se aprecia la evolución de la rentabilidad de los bonos alemanes a 2, 5, 10 y 30 años. Entiendo que mientras las expectativas de inflación no se trasladen a la inflación real las rentabilidades deberían estabilizarse en los niveles actuales o incluso corregir un poco más (la inflación de la eurozona está al 0.3%).



La rentabilidad del bono español no ha seguido la tendencia de los bonos alemanes y de Estados Unidos por la sencilla razón del incremento de la prima de riesgo debido a Grecia. Pero si se vislumbra un posible acuerdo temporal con los griegos, la prima de riesgo debería estrecharse y también bajaría la rentabilidad de los bonos españoles.

En definitiva, hemos vivido estas últimas semanas un proceso de desinversión por parte de los inversores adaptándose a la nueva normalidad. Y esta nueva normalidad es la de un crecimiento económico global pero a un menor ritmo de lo que se preveía hace unos meses. Así que la renta variable seguirá siendo alcista pero no es sostenible una subida vertical y en renta fija las ventas que hemos vivido desde mediados de abril son una corrección para llevar las tires a niveles más razonables, pero con los datos macro actuales, no parece que el movimiento sea mucho más acusado en los próximos meses (el bono alemán no debería irse mucho más allá del 1%-1.25% ni el americano del 2.5%-3%). Por tanto, mientras haya crecimiento global y tipos de interés en zona de mínimos,  tras los recortes en precio que estamos viviendo estas semanas, la liquidez volverá al riesgo, tal y como ha venido sucediendo desde el año 2012.  



miércoles, 17 de junio de 2015

Si tras el "día D" se reduce la volatilidad tendremos giro alcista del mercado.

A priori mañana vuelve a ser la última oportunidad para renegociar las condiciones del desbloqueo de las ayudas del segundo plan de rescate a Grecia. Tenemos reunión en Luxemburgo de los ministros de finanzas del Eurogrupo y no parece que haya tiempo material para que, de no haber un acuerdo mañana, pueda Grecia pagar al FMI los 1.600 millones de euros que le deben al FMI. Durante el lunes, y al inicio de la sesión de ayer parecía que las negociaciones estaban rotas, y a raíz de la fuerte presión bajista de los mercados, parece que no terminan de desvanecerse las oportunidades de un acuerdo de última hora. Así, los inversores han (o hemos) reducido riesgo pero mantienen algo con la esperanza de que haya una solución temporal a la crisis griega.

Ayer se supo que  El Banco central de Grecia dice que no alcanzar un acuerdo con los acreedores marcaría el comienzo de un camino muy doloroso, el default y la salida de Grecia del euro. También dice que alcanzar un acuerdo con los socios es un imperativo histórico. También comenta que parece que hay un acuerdo alcanzado en las condiciones principales y que ya queda muy poco para un acuerdo total. Y es que la salida de depósitos ronda los 30.000 millones de euros entre octubre y abril, mucha de esta cantidad en efectivo. El banco central griego considera que debe evitarse el riesgo de evento de crédito de una vez por todas. La prioridad principal debería ser crear un ambiente para Grecia que pueda beneficiarse del entorno global favorable y también de la política acomodaticia de la zona euro.

En definitiva, sí que parece que hay presiones suficientes como para que mañana al menos se sienten de nuevo a negociar deudores con acreedores. Y viendo la evolución de las primas de riesgo de los países periféricos del lunes e inicios de la sesión de ayer, no parece que el QE europeo sea capaz de frenar un contagio del default griego al resto de periféricos. Evidentemente, el alargamiento de las negociaciones de Grecia está creando incertidumbre y la incertidumbre se suele traducir en correcciones e incremento de la volatilidad cuando hablamos de mercados y sobre todo de renta variable. Pero no todo incremento de volatilidad es malo en renta variable. En las primeras correcciones de abril hablé del incremento de la volatilidad implícita del Eurostoxx 50 (medido por el V2x) como señal de suelo de mercado. Cada vez que la volatilidad se ha girado a la baja desde niveles superiores al 25%, el mercado se ha girado al alza. En una tendencia alcista de mercado hay que aprovechar los recortes e incrementos de volatilidad para aumentar riesgos en cartera.


Ayer la volatilidad implícita del Eurostoxx 50 cerró por encima del 28%, niveles similares a los vividos tras las correcciones de enero y de octubre pasados.




Así pues, si tras la reunión de mañana, desaparecen incertidumbres, evidentemente bajará la volatilidad implícita, y por tanto tendremos asegurado un giro alcista del Eurostoxx 50. La zona desde el punto de vista técnico no es mala para intentar un rebote. Desde hace varias semanas (aunque a largo plazo hemos insistido en el 3.300 o 3.100 como zonas de soporte), hemos visto el nivel de 3.400 como el soporte de corto plazo que no podría descartarse. Ayer vimos de nuevo cómo el 3.400, tras perderlo en el intradía, lo recuperó con creces. Además la zona de 3.366 (media de 200 sesiones) puede funcionar como soporte de medio plazo.



En Europa sigue estando más fuerte el Eurostoxx 600, que ayer volvió a aguantar la zona de mínimos del mes de mayo, situada en 380 puntos. Y por 370 puntos tenemos la media de 200 sesiones y la tendencia alcista desde octubre. Así que soportes tenemos cerca y apetito por parte de los inversores por no perderse un hipotético rally alcista también.



Fuera de Europa, los índices americanos, también están bastante fuertes. El índice de las grandes compañías, el S&P500 sigue en un claro movimiento lateral cerca de los máximos históricos con un nuevo rebote ayer en la zona de mínimos desde mayo….



… y al índice de las compañías de menor capitalización (Russell 2000), manteniéndose en clara tendencia alcista y a punto de cerrar superando máximos históricos.


Sólo los mercados emergentes han perdido claramente en este mes de junio la zona de soportes de mayo y se están dirigiendo a la zona de mínimos anuales. Pero si vemos el gráfico de los últimos años del MSCI Emerging Markets, vemos que tampoco ha ocurrido nada nuevo en este mercado. El índice lleva moviéndose entre 900 y 1.050 puntos nada menos que cinco años, por lo que tras estas bajadas habrá quien piense que empieza a ser el momento de ir incrementando riesgos en cartera.



Así pues, lo que suele ocurrir en estos momentos es que la mayoría de inversores, ya ha tenido tiempo de reducir riesgos en cartera ante la incertidumbre del momento. Y a diferencia de otros momentos del mercado, la única forma de reducir riesgos ha sido aumentar la liquidez, ya que la renta fija también está sufriendo incluso más que la renta variable. Y el dinero en liquidez no renta, por lo que a nada que se reduzca la volatilidad, el dinero volverá a asumir riesgos y el mercado se girará.

Tal y como venimos comentando estos días, lo que no sabemos es si esta reducción de volatilidad y giro del mercado se producirá mañana mismo o en los soportes de medio plazo que comentábamos ayer. Todo apunta a que habrá que esperar a que acabe el mes para saberlo.