miércoles, 31 de agosto de 2016

El aumento del volumen en septiembre debe confirmar la ruptura alcista

El pasado 17 de agosto analizábamos la evolución del DAX y del S&P500 y la posibilidad de que la ruptura de resistencias fuese una trampa alcista. Eran los dos índices que (apoyados por la situación macro) habían roto más claramente sus resistencias. El primero dejó atrás la tendencia bajista de los últimos meses y el segundo superó máximos de 2014 y 2015.
 
También a lo largo de las últimas semanas estamos comentando que parece que por fin hay que prestar algo de atención al sector bancario europeo. La media del sector ha llegado a cotizar cerca del 50% del valor en libros, nivel sólo alcanzado en la caída de Lehman y en la crisis de deuda de 2012. Pensábamos que a estos niveles, es muy probable que los escenarios pesimistas ya estuviesen descontados. Un sector cotizando al 50% del valor en libros lo que descuenta no es una caída de beneficios, sino altas probabilidades de quiebra. Si el problema de la banca es sólo una caída de beneficios, entonces comprar al 50% del valor en libros es una oportunidad. Evidentemente habrá bancos en los que el riesgo de quiebra si esté justificado por su valor en libros, pero es bastante probable que la mayoría se haya visto contagiado de forma injustificada. Pues bien, esta semana hemos visto que a la ruptura del S&P500 y del DAX de mediados de agosto, se ha unido la ruptura de los bancos, tanto de Estados Unidos como de Europa.
 
Actualizo los gráficos de ayer. Empezando por el sectorial bancario del S&P500 vemos que, ayer, a pesar de que los índices americanos acabaron la sesión con leves recortes, el sectorial bancario subió un 1.41%, confirmando la ruptura de la directriz bajista producida la semana pasada.  
 
 
En el sector bancario europeo vemos que, por segundo día consecutivo, está liderando las alzas en Europa. Con menos fuerza que los de EE.UU., pero está confirmando la ruptura.

 
En los gráficos he insertado el volumen de negociación. Es, sin duda, el parámetro que nos hace dudar de la ruptura. Al producirse en el mes de agosto, la ruptura se está produciendo con un bajo volumen. De ahí que, en el asunto de hoy digamos que el volumen de septiembre deberá confirmar el movimiento. A la vuelta de las vacaciones de la mayoría de inversores, el conjunto deberá decidir si las subidas desde el Brexit son una oportunidad para hacer caja o si, por el contrario, piensan que hay un suelo fiable de largo plazo y hay que aumentar riesgos en cartera.

Fijaros el principal índice de la bolsa europea, el Eurostoxx 600 cómo está esperando la vuelta de las vacaciones justo en la línea que une los máximos significativos. El lateral entre 335 y 347 puntos ya dura desde el 12 de julio y en el mes de septiembre se deberá romper al alza o a la baja, y con gran probabilidad se romperá con incremento de volumen. Si rompe al alza, tendremos tendencia alcista nueva y si rompe a la baja habrá que esperar mejor ocasión para volver a incrementar riesgos.  

 
Por último, hoy mención especial al Ibex 35. Sin duda el alto peso en el sectorial bancario hace que en las últimas sesiones se esté comportando mejor que el resto de plazas europeas (aunque similar a la bolsa italiana). En el gráfico vemos que sí que rompió la tendencia bajista y en la segunda quincena de agosto la corrección no fue sino un Pull-back a la resistencia rota. Hoy está cotizando justo en la zona de máximos de agosto, por lo que también la vuelta del volumen de septiembre nos debería confirmar si la ruptura es fiable o no.


En todos los gráficos señalados vemos un importante suelo en los mínimos de febrero y los índices de renta variable europeos intentando superar la tendencia bajista del último año. Aunque pueda parecer que las bolsas han subido mucho desde mínimos del año, hay que recordar que  todos los índices están cotizando con importantes pérdidas en el acumulado del año (salvo el DAX que cae sólo un 1%). Y desde máximos del año pasado la corrección es aún más severa. Sin embargo, tenemos a la bolsa de Estados Unidos en máximos históricos, por lo que si la ruptura es fiable, aún le quedaría mucho recorrido a la bolsa europea. Además, tal y como hemos venido señalando estos días, los bonos refugio empiezan a tener menos atractivo en un entorno de datos macro mejor de lo esperado meses atrás.
 
En el siguiente gráfico vemos un clarísimo techo en el futuro del Bund (precio del bono alemán a 10 años).
 
 
Se aprecia que la tendencia alcista del bono ha coincidido con la bajista de las bolsas. Así que, bonos en resistencia y bolsas confirmando el suelo puede indicarnos que es un buen momento para asumir riesgos en cartera. Si los bonos superan máximos de julio y agosto y las bolsas vuelven dentro de las resistencias superadas, asumimos el error y volvemos a reducir riesgos. No se me ocurre otra forma de operar en momentos tan cruciales como estos.
 

martes, 30 de agosto de 2016

Habrá subida de tipos pero no tan agresivas. OJO a los bancos

A la vista de las declaraciones de Yellen en Jackson Hole, todo apunta a que la Reserva Federal no esperará mucho para subir tipos. El organismo prevé "un crecimiento moderado del PIB real, fortalecimiento adicional del mercado laboral y la inflación subiendo por encima del 2% en los próximos años". Incluso Yellen dijo "Creo que las condiciones para un incremento de los tipos de interés se han reforzado en los últimos meses".
 
Pero la verdadera reacción al cierre de la semana de los mercados vino por declaraciones del Vicepresidente de la FED, Fischer, en las que volvió a mostrar su vertiente más "dura" monetariamente, al comentar que la FED va por detrás del ciclo económico, y que podría haber varias subidas de tipos de interés este año. Incluso aventuró a pronosticar que la primera podría ser en septiembre (día 21). No obstante, hay que relativizar las palabras de Fischer, ya que a principios de año, el vicepresidente declaró que la FED podría subir los tipos hasta en cuatro ocasiones a lo largo de 2016. Declaraciones que generaron gran volatilidad y correcciones en los activos de riesgo e hipótesis, que un mes después se mostraba absolutamente imposible de cumplirse.
 
Los futuros sobre fondos federales han aumentado considerablemente la probabilidad de que en septiembre haya subidas de tipos e incluso de que haya dos subidas en lo que queda de año, pero de momento no son las opciones más probables. El mercado prefiere, de momento, ser más prudente y quedarse con la idea que tiene la FED de seguir mirando el panorama económico global. Y en este aspecto, a la vista de los últimos datos macro está claro que el Brexit empieza a dejarse notar en los mismos (sobre todo en los datos de confianza empresarial e indicadores adelantados.
 
En este sentido, creemos que los datos que se van a publicar esta semana son un argumento más fiable para pronosticar subidas de tipos en septiembre que las palabras de Fischer. Datos del mercado de vivienda y confianza del consumidor pero, sobre todo, los datos de PMI manufacturero de la mayoría de zonas geográficas (jueves) y datos de empleo y órdenes de bienes duraderos de EE.UU. (viernes), serán claves para tener más pistas sobre la economía global y de Estados Unidos. Si los datos son buenos, aumentará claramente la probabilidad de subir tipos, pero si muestran debilidad, se aplazará a noviembre (día 2) la incertidumbre actual.
 
De momento, los futuros de fondos federales otorgan más probabilidad a mantener tipos en septiembre (sólo un 36% de probabilidad), y sólo una subida en lo que queda de año, que sería en diciembre. En el siguiente gráfico vemos la evolución de las distintas probabilidades para la reunión de diciembre. En la última semana ha aumentado la probabilidad de dos subidas de tipos hasta el 15%.
 


A la vista de la reacción de los mercados el año pasado por una sola subida de tipos y las declaraciones de Fischer de que habría hasta cuatro subidas, entendemos que tendría que mejorar mucho la situación macro, para poder respaldar dos subidas este año. Por tanto, la FED será acomodaticia y no pondrá en peligro la recuperación de los mercados. El escenario que mejor iría a los activos de riesgo sería una sola subida de tipos respaldada, por supuesto, por una buena evolución de la situación económica. Este escenario sería bueno para las bolsas, bueno para el dólar y malo para la renta fija. El euro y monedas emergentes perderían algo frente al dólar, pero mientras la FED no sea muy agresiva entendemos que no se produciría gran volatilidad en las divisas, fenómeno que sí que podría ir en detrimento de las bolsas fuera de Estados Unidos.
 
De momento, la evolución de la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos y de Alemania al menos ha dejado de caer y empieza a mostrar cierta estabilidad en zona de mínimos (incluso leve inercia alcista desde el Brexit). Los bonos alemanes a corto plazo están por debajo de los tipos de depósito del BCE (entre -0.5% y -0.60%) y los de largo plazo (10 y 30 años) están claramente por debajo de la inflación subyacente de la zona euro (0.9%). Además ningún plazo cotiza a rentabilidades previas al Brexit.
 
 
La lógica nos hace pensar que a menos que mejore la situación macro, los bonos alemanes deberían repuntar hasta los niveles comentados. En los bonos de Estados Unidos nos encontramos una situación similar.



Tras la fuerte caída de las rentabilidades tras el Brexit, en todos los plazos la rentabilidad está repuntando, aunque no se ha recuperado los niveles previos al Brexit. Así pues, la curva de tipos de EE.UU. no parece tener tan claro que se vaya a producir una subida inminente de tipos.
 
Sin embargo, uno de los sectores que empieza a verse beneficiado de que el mercado empiece a descontar una o dos subidas de tipos, es el bancario. El S&P500 Banks esta semana está superando la directriz bajista iniciada el verano pasado.
 
 
Evidentemente, todo este periodo de tipos en nivel cero, o incluso en negativo, está lastrando los resultados del sector. Como el precio actual es el descuento de los ingresos futuros, en cuanto el mercado entienda que los tipos estarán en un futuro a niveles algo más alto que los actuales, el precio teórico actual sobre todo para este sector se eleva considerablemente. Hoy, los bancos europeos se están contagiando del movimiento de los bancos de Estados Unidos. El sectorial de Eurostoxx vuelve a cotizar ligeramente por encima de la directriz bajista.

 
Así pues, a pesar de la monotonía de los movimientos de las últimas jornadas, todo apunta a que volvemos a estar ante una semana clave para los mercados. Si los datos macro acompañan, por fin, pueden romper al alza los mercados de renta variable.
 

viernes, 26 de agosto de 2016

Resumen de las propuestas económicas de los candidatos de EE.UU.


Para nada soy un especialista en política ni pretendo serlo. Pero ante la lateralidad de los mercados que comentamos en el día de ayer y la cercanía de las elecciones de Estados Unidos, en el día de hoy vamos a dar un repaso a las principales líneas del programa económico de los candidatos. La idea es ver las principales implicaciones que podría tener para los mercados.
 
El programa de la favorita según encuestas Hilary Clinton podemos resumirlo en 5 líneas principales:
  • Recuperación de la economía: implementación de un programa de inversión en infraestructuras (transporte, energía y red de Internet) de 275.000 millones de dólares en 5 años (en la práctica está considerando un conjunto de fondos públicos alrededor de 25.000 millones que le permitiría apalancar diez veces por el sector privado a través de un banco de infraestructuras); inversión de 10.000 millones para financiar el renacimiento de la manufactura estadounidense ("Make it America") y la repatriación de ciertas industrias deslocalizadas (a la inversa, impuestos para las empresas que trasladan sus sedes sociales fuera de EE.UU.);
  • Poder de compra: aumento del salario mínimo, ampliación del acceso a la seguridad social, limitación de los costes de cuidado del niño a 10% de los ingresos familiares, incentivar la igualdad salarial hombre-mujer, reforzar el papel de los sindicatos e incentivos fiscales a las empresas propiedad de los empleados;
  • Educación: cuota de inscripción gratuita a la universidad para la clase media y los más pobres; préstamos estudiantiles a tipos cero para todos; deducción fiscal para las empresas que financian programas de formación continua;
  • Política comercial: posible cuestionamiento del acuerdo comercial con Asia Pacífico (TPP: Trans-Pacific Partnership); nombramiento de un procurador de negocios comerciales para establecer aranceles en caso de competencia desleal (cita explícitamente a China);
  • Regulación: fortalecimiento de la regulación de la industria financiera; simplificación administrativa en las declaraciones de impuestos de las empresas.
Claramente el partido demócrata apuesta por la reactivación de la economía a partir de la demanda y apuesta claramente por el apoyo a la educación. Es verdad que la economía de Estados Unidos está prácticamente en pleno empleo pero el empleo es precario y no ha aumentado el poder adquisitivo. Con estas medidas podría solventarse este problema. También persigue la repatriación de compañías, lo que en cierta medida favorecerá el crecimiento del PIB.
 
Por su parte, las cinco principales líneas del programa económico del partido republicano (Donald Trump) serían las siguientes:
 
  •  Reducción de impuestos: bajada de impuestos de sociedades desde el 35% al 15%, bajada del impuesto sobre la renta (sobre todo a través de la deducción fiscal de los gastos por cuidado del niño), eliminación de los costes de sucesión (que ya no existe para patrimonios inferiores a 5.5M USD por individuo) y bajada de los ingresos repatriados desde el extranjero;
  • Desregulación y simplificación tributaria: reducción de 7 a 3 tramos fiscales con un tramo superior a 33% (frente a casi el 40% actualmente), moratoria sobre las últimas regulaciones;
  • Eliminar el Obamacare;
  • Renegociar los acuerdos comerciales: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN entre EE.UU., Canadá y México), retirada del Acuerdo de Asociación Transpacífica con Asia Pacífico, aranceles a los productos procedentes de países que practican dumping (D. Trump señaló claramente a China en su discurso de presentación del programa);
  • Liberación en el sector energético que implica un posible cuestionamiento de los compromisos de EE.UU. en la reunión del COP21 (fórum internacional sobre el cambio climático).
Claramente el candidato republicano busca apaciguar a la comunidad empresarial que financia su campaña. No está claro cómo D. Trump financiará los recortes de impuestos sabiendo que sugiere un posible aumento de los gastos militares e infraestructura. Claramente, este programa conduciría a priori a un aumento de la deuda pública.
 
Las encuestas de momento dan claro ganador a los demócratas. Hilary, por primera vez, supera el 50% en intención de voto. La encuesta, publicada ayer por la Universidad de Quinnipiac, muestra que Clinton llega al 51% de la intención de voto, contra 41% de su rival republicano Donald Trump. En el agregado de todas las últimas encuestas la ventaja de hilary está en 6 puntos, una ventaja menor pero hay que tener en cuenta que suma los votos a otros candidatos (Johnson, Sttein). En el siguiente gráfico de Bloomberg podemos ver la evolución de las encuestas a lo largo del año.
 
 
     
 D. Trump parece estabilizarse en el 40-42% y Hilary en el 48%. De seguir así, es muy poco probable que saltara una sorpresa en Estados Unidos similar a la producida en R. Unido con el Brexit.
 

Pero independientemente de la sorpresa y de la incertidumbre que pueda provocar en los mercados en las próximas semanas la evolución de las encuestas o incluso el resultado electoral, parece claro que las cotizadas de EE.UU. recogerían de buen agrado cualquier resultado. Si gana Hilary, el consumo interno se beneficiaría y serían las compañías menos globalizadas las más beneficiadas. Y si sale D. Trump, las fuertes ventajas fiscales a grandes compañías las recogería las bolsa por aumento de los márgenes. Sin embargo, el aumento de la deuda pública sí que podría ser un problema y la victoria de D. Trump sí que podría afectar a las compañías no americanas. Él mismo se autoproclama como Mr. Brexit, ya que apuesta claramente por el proteccionismo económico y el endurecimiento de las fronteras.
 
Estamos seguros que la volatilidad del mercado de divisas repuntaría fuertemente si ganase D. Trump, lo que evidentemente podría a corto plazo provocar fuertes correcciones en los mercados de riesgo en general. Así pues, parece claro que a corto plazo, los mercados aplaudirían una victoria de Hilary Clinton, aunque a más plazo no están tan claras las implicaciones. Basta con ver lo que ha pasado con el Brexit y observar que hoy casi todos los activos están ya en niveles pre-Brexit o por encima.
 
 
 
 

jueves, 25 de agosto de 2016

Con vaivenes pero los activos se mantienen en rangos laterales

Tal y como venimos haciendo esta semana, en este terreno de total indefinición, tenemos a favor de una ruptura alcista la situación macro (sobre todo de Estados Unidos) que a estas alturas de año está demostrando que no está tan mal como descontaban los mercados en el peor arranque de año de las últimas décadas. Estamos bien adentrados en el tercer trimestre del año y la economía global crecerá en torno al 3% que debería ser apoyo suficiente como para que al menos las bolsas aguantasen el tipo y no continuasen la tendencia bajista iniciada el año pasado.

En contra, insistimos que el principal problema que podemos encontrar en el camino es la situación de la banca italiana y el posible contagio fuera de sus fronteras. Con los datos que tenemos hoy sobre la mesa (puede aparecer algún cisne  negro evidentemente) estos son los parámetros que afectarán a la tendencia de los activos de riesgo. El resto de noticias generan volatilidad pero a priori no parecen argumentos suficientes como para generar un cambio de tendencia. Que la FED suba tipos en septiembre o lo deje para algunas de las siguientes reuniones, o si no hay acuerdo en la OPEP y bajan los precios del petróleo, o incluso si hay gobierno en España o terceras elecciones, llenará muchas páginas de periódicos pero no cambiará los mercados.
 
Si hay crecimiento económico y no peligran las tasas actuales del 3% (para la economía global), siempre habrá oportunidades en una cartera con exposición a renta variable (en función del perfil de riesgo) global y diversificada. Por tanto, salvo que el sector bancario vuelva a generar una crisis financiera en Europa, entendemos que lo más probable es que del escenario incierto de las últimas semanas, salgamos rompiendo al alza.
 
Si echamos un vistazo a los principales índices, podemos ver la indefinición de la que hablamos.
Ibex 35. A la vista del gráfico parece que estamos ante una ruptura de la tendencia bajista y la semana pasada se produjo una corrección hasta la zona de ruptura (Pull-Back) en la que volvió a rebotar. Pero realmente el Ibex está moviéndose desde el 11 de julio en un rango entre 8.250 y 8.725 puntos. En medio de este rango sólo estamos viendo movimientos sin tendencia como los vividos esta semana.
 
 
Eurostoxx 50. Al igual que el Ibex, desde mediados de julio se está moviendo entre 2.920 y 3.050 puntos. En este caso los máximos del día previo al Brexit (3.057 puntos) están siendo una resistencia infranqueable.

 
MIB 30 italiano. En tanto que es la banca italiana la que puede generar clara presión bajista, analizo la evolución del MIB 30. También está en un clarísimo lateral desde el pasado 8 de julio y que se sitúa entre 16.000 y 17.000 puntos. Este índice es el que se encuentra más alejado del cierre anterior al Brexit.


Eurostoxx 600. Aunque la figura pueda ser similar (con un movimiento también desde l 11 de julio entre 335 y 347 puntos), la resistencia en este índice es muy importante y su superación podría abrir una clarísima ventana alcista en la bolsa europea. En el nivel de 345-350 puntos, tenemos las medias de largo plazo (200 y 500 sesiones), la directriz bajista iniciada el año pasado, los máximos previos al Brexit y la zona de máximos de este 2016. Sin duda un cierre por encima de estos niveles significaría dejar atrás la tendencia bajista de medio plazo en las bolsas europeas.
 

El DAX alemán, es el único índice europeo que no presenta un lateral desde mediados de julio. Superó claramente el canal bajista y los máximos anteriores al Brexit. Esta mañana es de los índices que más corrige, puesto que ha presentado datos de la encuesta IFO peores de lo esperado (son datos de sentimiento empresarial que claramente empiezan a verse afectados por el Brexit). No obstante, tal y como comentamos hace varias jornadas, sigue siendo nuestro indicador adelantado. Mientras no vuelva a meterse dentro del canal bajista, mantenemos claras expectativas de que la bolsa europea terminará superando las resistencias comentadas. 
 
 
Pero no sólo hay indefinición en la renta variable. La renta fija se encuentra en una situación similar. La rentabilidad del bono alemán a 10 años lleva moviéndose sin tendencia desde el 12 de julio entre el 0% y el -0.12%.

 
El resto de plazos de bonos alemanes está igual y en el bono español se adivina cierta tendencia bajista desde el Brexit, pero lleva ya 13 sesiones moviéndose entre el 0.92% y el 1%. Los diferenciales de crédito de los bonos corporativos también están bastante estables en las últimas semanas y, dentro de la renta fija, el único hecho que merece la pena destacar es que continúa ampliando la prima de riesgo de Italia frente a España. En el siguiente gráfico comparo la evolución de la rentabilidad de los bonos a 10 años de España y de Italia (parte superior) y del diferencial entre ambos (prima de riesgo en parte inferior). En marzo, la rentabilidad de los bonos españoles era 20 p.b. más alta que los italianos y hoy ocurre lo contrario.
 
 
Justo el día del Brexit se cambió la evolución y los inversores prefieren comprar bonos españoles antes que italianos. Puede que el mercado entienda efectivamente que Italia tendrá problemas, pero es bastante positivo que los inversores piensan que España no tiene por qué verse contagiada. Prueba de ello es el gráfico anterior.

Por tanto, a la vista de los gráficos de hoy, hay que seguir teniendo paciencia y no dejarse llevar por uno, dos o tres días de subidas o bajadas. El movimiento relevante se producirá cuando salgamos de los rangos comentados.

miércoles, 24 de agosto de 2016

La economía de Estados Unidos parece esquivar la desaceleración pronosticada

Al cierre de las claves de ayer veíamos que la situación macro de Estados Unidos debería soportar sin problemas una subida de tipos.
 
  • La tasa de desempleo actual está por debajo del 5% (4,9%).
  • Ayer comentábamos que las compañías vuelven a aumentar su capacidad de utilización y se da la circunstancia de que podrían seguir aumentándola puesto que están lejos del nivel de 80%-85% en el que sería muy costoso para las compañías aumentar la producción.   
  • Ayer se publicó un magnífico dato de venta de viviendas nuevas. El dato de julio muestran que en el último año se han vendido 654.000 viviendas nuevas frente a las 592.000 estimadas. Es el dato más alto publicado desde 2007 y es la primera vez que la cifra supera las 600.000 viviendas. A la vista del gráfico, la senda es totalmente ascendente y encadena ya 9 meses con cifras superiores a las estimaciones del consenso.


El dato de viviendas sirvió, al menos, para que el dólar frenase el movimiento bajista frente a las principales divisas. Frente al Euro, podemos ver que estos días el dólar se sitúa en la zona de mínimos desde 2015.

Si los datos macro continúan mostrando que la economía de Estados Unidos mantiene un buen ritmo de crecimiento y aleja los temores de una desaceleración económica, el dólar tendrá que seguir recuperando posiciones. Además, esto provocará que la FED suba tipos. Quizás no lo haga en la reunión de septiembre, pero será muy probable que lo haga en la de octubre o en la de diciembre. Sólo la cercanía de las elecciones en EE.UU. podría provocar que la FED aplazara la subida, a la vista de los datos macro actuales.
 
En el siguiente gráfico podemos ver que hay clara correlación entre los datos macro publicados y la evolución del dólar. Si los datos publicados mejoran expectativas (línea amarilla es la evolución del índice de sorpresas positivas de la macro de EE.UU.), el dólar se revaloriza. Evidentemente, si es peor, el dólar se debilita.
 

Es verdad que el último dato de inflación publicado el pasado 16 de agosto salió una décima por debajo de lo esperado (0.9% frente al 0.8%) y bastante alejado del objetivo de la FED, pero es que la tasa subyacente (sin alimentos ni energía) está nada menos que al 2.2%. En cuanto se vaya incorporando a los datos de inflación la subida de los últimos meses de los precios de las materias primas, el IPC no tiene más remedio que subir. En el último año (de julio a julio) el precio del petróleo corrige un 12%, pero desde cierre de diciembre sube un 28% y desde cierre de enero y febrero de este año la subida es del 40%. Por tanto, a nada que se queden los precios de energía en niveles actuales, el IPC de diciembre, enero y febrero tendrán que ser más algos que el nivel actual.  

Así pues, tal y como decíamos ayer, a pesar de que hoy corrigen los precios del petróleo, las bolsas están recuperando las pérdidas de la semana pasada. Parece que los inversores empiezan a ser conscientes de que si la principal economía del mundo no se desacelera, las bolsas continuarán su tendencia alcista. Y las bolsas europeas deberán contagiarse, aunque sólo sea porque el euro se debilite (o que el dólar se fortalezca).
 
Dentro del movimiento de las bolsas europeas, quiero destacar hoy que el sectorial bancario de la zona euro vuelve a atacar la directriz bajista. La corrección de la semana pasada ha sido considerada como una oportunidad de comprar. Si consigue cerrar por encima de los niveles actuales, el sector bancario se puede convertir en líder de las subidas de la bolsa europea.
 


martes, 23 de agosto de 2016

Un mes de agosto sin miedo por parte de los inversores

Prácticamente a una semana de que acabe el mes de agosto, tenemos a la mayoría de índices bursátiles en zona de máximos del año. Sólo la corrección de las últimas jornadas de las bolsas europeas, presionadas de nuevo por la banca italiana y la incertidumbre electoral en Estados Unidos, nos genera alguna duda sobre la fortaleza de la tendencia.

Pero lo que está claro es que a pesar de estar en máximos, estar en plena época de vacaciones y que todos los últimos veranos han sido convulsos en las bolsas, no se aprecia miedo por parte de los inversores. El índice VIX, que mide la volatilidad implícita del S&P500, está en zona de mínimos y, salvo el amago por el Brexit, lleva desde marzo de este año cotizando claramente por debajo del nivel crítico del 20%. Actualizo el gráfico que suelo adjuntar en el que comparo la evolución del S&P500 con el VIX. Se observa claramente que tendencias alcistas del S&P500 coinciden con un VIX lateral por debajo del 20% y los periodos bajistas o laterales del S&P500 coinciden con un VIX convulso y claramente por encima del 20%.


No sabemos si estamos en una situación similar a la de 2011 o no, pero de momento se asemeja bastante. En agosto del año pasado explicábamos las razones que nos hacían pensar que la crisis del año pasado era más parecida a la de 2011 que a la de 2007. El S&P500 está claramente instalado en su canal alcista que el verano pasado amagó con perder y este verano está rompiendo máximos históricos, lo que deja claro que la tendencia es alcista.
 
Sin embargo, en Europa la situación es distinta. Es verdad que la bolsa alemana está muy fuerte, pero el sector bancario está lastrando bastante a los índices. El Eurostoxx sigue inmerso en el canal bajista aunque la volatilidad implícita (v2X) del mismo, por fin, parece que se está situando en niveles que suelen aparejarse a una tendencia alcista del índice. En el gráfico podemos ver que históricamente la tendencia alcista del Eurostoxx viene acompañada por un V2x por debajo del nivel del 20%-25%.
 
 
Es verdad que estos días estamos leyendo u oyendo que el mercado está nervioso por la próxima reunión de la FED o la cumbre de Jackson Hole, o incluso por la próxima reunión de la OPEP. Volvemos a los discursos sobre si el mercado está o no preparado para una subida de tipos de interés, o incluso podrían caer fuertemente los precios del petróleo si no hay acuerdo de congelar la producción. Creo que esto es sólo para distraer la atención para generar inquietud en los inversores de corto plazo o los inversores minoristas, pero los indicadores analizados hoy, de momento, no nos avisan de que estemos en una situación complicada.

Debemos tener claro que si la FED sube tipos es porque la situación macro de Estados Unidos lo requiere y esto sería síntoma de que la principal economía del mundo está fuerte (donde está el problema). Y si no hay acuerdo en la OPEP y bajan los precios del petróleo tampoco habría problema puesto que supondría energía más barata para los países o empresas necesitadas de la misma (el problema estaría en los productores). En este caso sólo habría que esperar a que corrigiese para que los productores llegasen a acuerdos.
 
En lo referente al petróleo, este año deberíamos haber aprendido a que no hay que estar pendiente de la oferta sino de la demanda. Y todas las organizaciones están revisando al alza las cifras de demanda de petróleo para este año y el que viene y esto, sin duda, es sinónimo de crecimiento económico.  

Esta semana viene cargada de datos macro importantes que nos deberían dar una idea de la situación actual. Sobre todo los datos de PMI manufacturero, encuestas de sentimiento y datos del PIB. En este sentido (PIB de EE.UU. del segundo trimestre) la semana pasada se publicó el dato de la capacidad de utilización sobre el total en EE.UU. Tras varios meses de corrección, este indicador está repuntando, lo que anticipa buenos datos del PIB futuros. Si las empresas aumentan su capacidad de producción y la economía de EE.UU. rozando el pleno empleo, no tendríamos por qué preocuparnos demasiado por la evolución a corto plazo del PIB. En el siguiente gráfico comparo la evolución del PIB con la utilización de la capacidad de producción de EE.UU.  
 
 

miércoles, 17 de agosto de 2016

Recortes en renta variable. ¿Trampa alcista o pull-back?

Una trampa alcista podríamos denominarla como una situación en la que los inversores que compraron cerca del punto más alto de un ciclo al alza se quedan atrapados cuando el mercado se gira inesperadamente a la baja. Y el Pull-back se define muy bien en el siguiente enlace a la WEB de eleconomista.es.
 
En las claves del viernes concluíamos "Las bolsas pues, están en una situación en la que el binomio rentabilidad - riesgo es muy interesante. A pesar de las fuertes subidas desde mínimos anuales, a los inversores les basta con comprar ahora y marcarse un stop de pérdidas bastante limitado, sobre todo en las bolsas europeas. Si la ruptura es en falso, basta con asumir pérdidas y volver a reducir riesgo si los índices pierden los mínimos de la semana pasada (volver a los canales bajistas)". Básicamente en esta conclusión estábamos presuponiendo que podía surgir un movimiento como el que se está produciendo esta semana y que de momento puede considerarse un Pull-back a las resistencias rotas, pero hay que estar atentos, puesto que si la corrección es de mayor calado, sí que podría tratarse de una trampa alcista.
 
Empecemos con el estudio del DAX alemán, que fue el índice que más claramente superó la tendencia bajista del último año. En el gráfico del pasado viernes en velas semanales decíamos que no se descartaba que pudiera corregir hasta la zona de 10.000 - 10.100 puntos y que mientras no se volviese a meter el precio dentro del canal bajista, habría que mantener posiciones de largo plazo. Actualizo el gráfico e introduzco una línea horizontal en la zona de máximos desde abril. Esta línea pasa por 10.350 puntos. Así que, siendo más conservadores, entendemos que para que la ruptura sea mucho más fiable el DAX no debería perder el nivel de 10.350 puntos en las próximas sesiones. Por tanto, cualquier recorte hasta esta zona deberíamos considerarlo como algo normal en el proceso alcista y una oportunidad de compra para los inversores que aún estén en liquidez.
 
 
Para mayor exactitud, en el siguiente gráfico de velas diarias podemos ver que por el nivel de 10.350 puntos pasa la línea que une los máximos desde abril del año pasado. Así pues, según este gráfico, desde el punto de vista técnico recortes hasta 10.350 puntos serían un Pull-back a la zona de resistencia superada. Igualmente vemos que en la zona de 10.000 - 10.100 tenemos los cruces de medias de corto y largo plazo. Así que, tanto desde el punto de vista de corto como de largo plazo, deberíamos ponernos el stop de pérdidas de las posiciones tomadas por debajo de 10.000 puntos. Otra opción más conservadora es situarlo en 10.350. Si lo pierde en cierre diario se reducen riesgos con la idea de volver a aumentarlos si cae a 10.000 - 10.100 o si vuelve a recuperar en cierre el 10.350.

 
Más claras quedan las zonas de resistencias superadas (ahora soportes) en el S&P500. Mientras el S&P500 no pierda la zona comprendida entre 2.115 y 2.135 puntos, podemos dar por buena la ruptura de máximos históricos producida en julio. Ese hipotético recorte de un 2% - 3% debemos considerarlo como un Pull-back a las resistencias superadas. Estas resistencias son los máximos de 2015 (2.135) y de los últimos meses (2.115 desde diciembre del año pasado).

 
Tal y como vimos la semana pasada, el resto de índices bursátiles no rompieron con la misma claridad las resistencias que hemos visto en estos dos índices adelantados. Por tanto, entendemos que será el DAX y el S&P500 los que nos dirán en las próximas sesiones si el movimiento de esta semana es un mero Pull - back o una trampa alcista.

viernes, 12 de agosto de 2016

A pesar de la subida, es momento idóneo para asumir riesgo renta variable (sobre todo europea)

Ayer comentábamos que la debilidad del petróleo podría pasar factura a la tendencia alcista de las bolsas. La corrección desde junio la veíamos como un proceso normal y no era preocupante mientras el precio del crudo no perdiese el nivel de 38 dólares el barril. Pero hay que estar atentos puesto que ya vimos a principio de año cómo una fuerte corrección en el petróleo puede afectar negativamente a todos los activos de riesgo. Es verdad que la corrección se produjo por un exceso de oferta y en ello incidimos bastante en su momento, pero el mercado reacciona primero y después se hace preguntas.
 
Pues bien, tras un inicio de sesión con caídas cercanas al 2%, el petróleo se giró fuertemente al alza para subir un 4%. El motivo no fue otro que la propuesta de Arabia Saudí de celebrar una reunión para hablar de reducir la producción en septiembre y a un informe de la Agencia Internacional de la Energía que asegura que el mercado del petróleo continuará reequilibrándose este año debido al aumento de demanda de las refinerías. Esta vuelta del mercado del petróleo posibilitó que las bolsas europeas cerrasen la sesión en positivo y máximos del día tras una apertura en negativo y claras dudas sobre si era posible superar resistencias. El mercado parece tener claro que finalmente habrá estabilidad en los precios del petróleo. Si hay correcciones, los productores echarán el freno en la extracción y si suben los precios la aumentarán equilibrando oferta y demanda. Así que, el precio del petróleo puede empezar a dejar de ser un motivo de incertidumbre para los inversores.
 
Evolución del precio del West Texas. El giro de ayer permite pensar que en los mínimos de agosto ligeramente por debajo de 40$ el barril ya se puede estar iniciando el rebote en el segundo hombro que comentábamos ayer.
 
 
Y este giro ayer de las bolsas permite confiar en la ruptura de resistencias que se puede estar produciendo esta semana. Precisamente si miramos la evolución de velas semanales del DAX, tras la corrección de la semana pasada, vemos que el DAX está confirmando esta semana la ruptura de la tendencia bajista del último año. En el gráfico de largo plazo, se puede apreciar que la corrección de los últimos meses ha sido sólo un recorte dentro de la tendencia alcista de largo plazo. Por el nivel donde se ha girado este año, así como por la composición de las medias móviles y el cruce del MACD semanal, le damos bastante fiabilidad a la ruptura alcista.



Evidentemente, no se puede descartar recortes a la zona de ruptura (10.000-10.100 puntos), pero entendemos que mientras no vuelva a meterse dentro del canal bajista, cualquier recorte debe considerarse como una oportunidad para subirse al carro de la nueva tendencia alcista de la bolsa alemana.
 
Las bolsas de EE.UU. siguen claramente alcistas. Prueba de ello es que ayer todos los principales índices marcaron nuevos máximos históricos. Es difícil saber si continuarán las subidas, si lo harán con más o menos fuerza, pero es innegable que la tendencia es alcista y, por tanto, hay que tener algo de riesgo en estos activos y cualquier corrección también debe considerarse oportunidad de incrementarlos.
 
De los índices USA, selecciono el gráfico de largo plazo del S&P500, que muestra claramente la tendencia alcista y cómo este año se ha producido el rebote en clara zona de soporte y sigue respetando el canal alcista iniciado en el 2009.
 
Siguiendo con los gráficos semanales, quizás el Eurostoxx 600 es el que parece ofrecer más potencial alcista. Es el que está más cerca de mínimos de año y, al igual que el DAX, acaba de romper la línea que une los máximos del año pasado. Mientras no vuelva a meterse por debajo de esta línea, podemos decir que las bolsas europeas han dejado atrás su peor momento.
 
 
Por último, el más amplio índice de las bolsas mundiales, el MSCI World por fin parece que va a acabar superando en cierre semanal el nivel de 1.700 puntos. El 11 de mayo pasado, en nuestras claves del día, dijimos que el MSCI WORLD nos diría el próximo movimiento relevante de las bolsas. http://blog.unicorppatrimonio.es/2016/05/11/msci-world-nos-dira-breve-proximo-movimiento-relevante-las-bolsas/.

En esas claves decíamos que si era capaz de recuperar el canal alcista iniciado en 2009, el próximo tramo sería alcista. Pues a la vista del gráfico, parece que así lo está haciendo.

 
 
Las bolsas pues, están en una situación en la que el binomio rentabilidad - riesgo es muy interesante. A pesar de las fuertes subidas desde mínimos anuales, a los inversores les basta con comprar ahora y marcarse un stop de pérdidas bastante limitado, sobre todo en las bolsas europeas. Si la ruptura es en falso, basta con asumir pérdidas y volver a reducir riesgo si los índices pierden los mínimos de la semana pasada (volver a los canales bajistas). Si no nos echa el mercado, hemos entrado justo al inicio de la confirmación de una tendencia alcista de segundo orden en las bolsas.

jueves, 11 de agosto de 2016

El petróleo no debe perder los 38 dólares por barril

Ayer conocimos que la OPEP ha revisado al alza sus previsiones de demanda mundial de crudo este año un 1.31% más que en 2015. La demanda a final de año se situará en torno a 94.26 millones de barriles al día. Esta noticia debería haber contribuido a la subida de precios del crudo, sin embargo estos bajaron en el día de ayer y hoy continúan corrigiendo. Y es que ha pesado más la noticia de que Arabia Saudí ha aumentado la producción a niveles máximos históricos (10.67 millones de barriles diarios). En definitiva, aunque la demanda suba, todo apunta a que la oferta sigue subiendo (en julio la OPEP alcanzó producción récord). Y, aunque Venezuela vuelve a solicitar una cumbre para estabilizar el mercado, no hay demasiadas esperanzas en que esto se produzca antes de la próxima reunión de la OPEP (entre el 26 y 28 de septiembre).
 
Pues bien, mientras llega el momento de esta reunión, el precio del petróleo no termina de estabilizarse. En junio parecía dispuesto a superar los 50 dólares el barril y desde entonces está desplegando un importante tramo bajista que supone una corrección del más del 20%. En el siguiente gráfico podemos observar que esta corrección es lógica tras el fuerte repunte del precio del petróleo desde febrero hasta junio (subida casi del 100%). En el citado gráfico podemos observar que mientras el precio del petróleo (Futuro del West Texas) no pierda el nivel de 38$ el barril, mantenemos intacta la posibilidad de una clara figura de suelo en los precios del crudo. Concretamente podemos estar completando el segundo Hombro de una figura de Hombro - Cabeza - Hombro invertida.
 
 
Por tanto, los precios del petróleo que a principios de año eran el principal referente para todos los mercados mundiales, puede volver a serlo en las próximas semanas. Si pierde la línea de hombros, volverán las dudas en los mercados por las implicaciones que tendría para las expectativas de inflación. Y si continúa el rebote tras haber tocado el nivel de 40$ a principios de mes, será el aumento de demanda lo que primará en los inversores y esto sí que tendrá implicaciones alcistas para los activos de riesgo en general.

El resto de materias primas sigue una evolución similar. El índice genérico CRY Index, también está en clara tendencia bajista desde junio, tras un importante rebote entre febrero y junio. 

 
Si continúa la corrección del precio de materias primas, las expectativas de inflación seguirán débiles y esto favorece a los bonos y perjudica a las bolsas. Y si hay alguna bolsa que se puede ver perjudicada son las bolsas de los países emergentes. Los emergentes han recuperado con mucha fuerza desde mínimos del año y están ya en niveles de clara resistencia. El MSCI Emerging Markets ya ha recuperado la zona de soportes perdida el año pasado cuando se produjo la primera fuerte devaluación del YUAN. El nivel de 900 puntos antes era soporte y ahora es resistencia.

 
Es muy complicado que los emergentes rompan esta fuerte resistencia sin el apoyo de una subida del precio de las materias primas. Históricamente la evolución de ambos activos ha estado muy correlacionada, tal y como hemos visto en las correcciones de los últimos años.
 
Por tanto, tal y como hemos comentado en el título de las claves de hoy, es muy importante que el precio del petróleo al menos se mantenga en el rango entre 40 y 50 dólares el barril, ya que significará que se mantiene vigente la figura de vuelta de HCH invertida. Y un petróleo estable o alcista debido al aumento de la demanda siempre es positivo para la economía global, y de ello debería beneficiarse la renta variable.
 
 

miércoles, 10 de agosto de 2016

Los índices de renta variable siguen alcistas y con ánimo de superar resistencias

A día de hoy, la mayoría de índices ya ha conquistado o superado con creces los niveles previos al referéndum del Reino Unido. Esto es una señal clara de que la salida de Reino Unido de la Unión Europea no parece que sea tan catastrófica cómo empezó a descontar el mercado los días siguientes a la noticia. Desde el punto de vista técnico, recuperar y superar los niveles del Brexit y sobre todo ver que, tras el Brexit, todos los índices respetaron soportes importantes, nos indica que estamos ante una señal alcista.
 
Además, desde el punto de vista de la teoría de opinión contraria, también el comportamiento de las bolsas desde el Brexit nos puede indicar que se ha producido un suelo y estamos ante el inicio de un importante tramo alcista en los mercados. El Brexit pudo ser la excusa perfecta para "echar del mercado" a todos los pequeños inversores y llevar los precios a niveles en los que sólo las manos fuertes se atrevieron a comprar. Y la subida se está produciendo en los meses de julio y agosto, fechas en las que pocos inversores minoristas se están subiendo al carro.
 
No obstante, a pesar de las fuertes subidas de los últimos días, estamos en niveles próximos a los del cierre de julio. Recuerden que justo en esa última semana de julio insistíamos en que los mercados europeos de renta variable se enfrentaban a fuertes resistencias y que éstas se podrían romper en función de una serie de parámetros. Resultados empresariales, datos macro, reunión de la FED y Banco de Japón, así como los test de estrés a la banca podrían sentar las bases para una ruptura sólida de estas resistencias.
 
En general los datos sí que daban pie a que las resistencias se rompiesen, pero la primera semana de agosto contra todo pronóstico, las bolsas bajaron y las resistencias volvieron a funcionar. La caída fue contra pronóstico, puesto que el sector bancario que era el que nos debería dar el empujón definitivo, corrigió con fuerza. A pesar de haber superado los test de estrés con solvencia, los inversores se decantaron por las ventas de este sector y así es muy complicado que la ruptura de los índices europeos sea fiable. Sin embargo, hoy volvemos a tener al sector bancario de nuevo en la zona de máximos de la semana de los test de estrés. El sectorial corrigió nada menos que un 9.78% desde la apertura del lunes 1 de agosto al cierre del martes 2 de agosto. Ya hoy ha recuperado toda la subida y, al igual que hemos comentado sobre el Brexit, todo indica que la corrección y la pronta recuperación ha podido ser una barrida del mercado para echar de nuevo a los inversores más impacientes.
 
 
Si el sectorial bancario supera los niveles actuales, o la zona de 95 puntos que es por donde pasa la directriz bajista iniciada a mediados del año pasado, los bajistas en este sector desharán posiciones y los alcistas comprarán por lo que podrían acelerar una tendencia alcista futura.  

Pero de todos los índices europeos, el que más nos llama la atención es el DAX alemán. Beneficiado quizás por la debilidad del Euro frente a mayoría de cruces (salvo la Libra), y por el menor peso en el sector financiero, el Dax es el índice que está rompiendo los máximos de abril a julio con más claridad. En el gráfico podemos ver que ayer rompió claramente la resistencia de 10.500 puntos que era la zona de máximos comentada así como la línea que une los máximos desde abril del año pasado. A la vista del gráfico, podemos decir que el principal índice de la bolsa alemana está dejando atrás por fin la tendencia bajista del último año. Hay que observar en el gráfico que todas las medias (50, 200 y 500 sesiones) comienzan a tener pendiente positiva reafirmando la tendencia alcista.

 
Con algo más de retraso tenemos el CAC 40 francés, que hoy está justo en esa directriz bajista que además coincide con la media de 500 sesiones. Un cierre por encima de los niveles actuales confirmaría la ruptura también de la tendencia bajista iniciada el año pasado en este índice.

 
El Ibex 35 también está cotizando hoy por encima de la línea que une los máximos desde el año pasado. Pero a diferencia de los anteriores, nuestro selectivo está aún por debajo de las medias de más largo plazo. No obstante, un cierre por encima de los máximos de julio (8.720 puntos) también desencadenaría la señal alcista en nuestra bolsa.

 
Un poco en terreno de nadie tenemos al Eurostoxx 50. Ayer superó los máximos de julio y la línea que une los máximos desde abril. Mientras no pierda el nivel de 3.000 puntos, este índice tiene potencial a corto plazo para encaminarse a la zona de 3.200 puntos que es la línea que une los máximos desde abril del año pasado.

 
El último gráfico que incorporo para hacernos una idea de la importancia del nivel en el que se encuentra la bolsa europea, es el del Eurostoxx 600 desde mínimos del 2009. Claramente, esta semana el índice está intentando superar la línea que une los máximos desde el año pasado. Dejar atrás esta línea sería la confirmación del doble suelo en la zona que une los mínimos desde 2009. Si esto es así se confirmaría la tendencia alcista de largo plazo del Eurostoxx 600 y los inversores de largo plazo, así como los de corte más especulativo de corto plazo tomarán o incrementarán riesgo en la renta variable europea.

 
Por tanto, hay que mantener los riesgos en renta variable europea, y vigilar muy de cerca el sectorial bancario. Al igual que a principios de año nadie apostaba por la recuperación del sector de materias primas y energía (y están siendo los mejores sectores este año), quizás hoy hay que mirar al sector financiero que posiblemente ya haya descontado los peores escenarios en su precio. Y si el sector bancario repunta, el Eurostoxx 50 y sobre todo el Ibex, dejarán atrás, por fin, la tendencia bajista de medio plazo iniciada el año pasado.