miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿Habrá Mecanismo Único de Resolución Bancaria (MUR)?

A eso de las 11 de la noche acabó la reunión del EcoFin en la que finalmente no hubo acuerdo definitivo sobre el Mecanismo de Resolución Único. Probablemente se tendrá que realizar una nueva reunión antes de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del próximo 19 y 20 de diciembre para decidir. En definitiva, Europa vuelve a tropezar con la misma piedra, dejar las decisiones importantes para el último momento.

No obstante, los mercados tras tropezar ayer con las resistencias que comentábamos (3.000 del Eurostoxx y 9.570 del Ibex), hoy al menos no están continuando con los recortes. El simple rumor de preacuerdo otorga algo de esperanza para cumplir con el calendario previsto. Según el mismo, Alemania podría acceder a la utilización del ESM para la recapitalización de entidades con problemas, eso sí, como último instrumento, con la autorización previa de los países miembros y con límites establecidos. Además, accedería a que la decisión de liquidar la entidad corriese a cargo de la C.E y una autoridad independiente, cubriendo todas las entidades financieras europeas. Es decir, que aún hay esperanzas de que en la última reunión del año, nuestros dirigentes políticos se vayan de vacaciones navideñas con los deberes hechos.  "No tenemos un acuerdo definitivo (...) pero hemos dado un salto enorme para lograrlo", señaló el ministro lituano de Economía y presidente semestral del EcoFin, Rimantas Sadzius, al término de la reunión.



Por tanto en el mercado se abre una nueva apuesta por parte de los inversores. Tenemos a aquellos que aprovechan los recortes para compra a la espera de que al término de la semana que viene haya acuerdo para la supervisión única bancaria, mientras que los que creen que Europa no cumplirá con el calendario previsto para el mecanismo de supervisión y de resolución bancaria. Si miramos los mercados, nos encontramos a la renta variable corrigiendo, temiendo que finalmente no haya acuerdo, mientras que los mercados de renta fija, sí que parece que son más optimistas. Mientras el Eurostoxx, el Ibex y el sectorial bancario europeo corrigen, estamos apreciando que los spreads de la deuda corporativa, sobre todo la bancaria, continúan estrechando. Es decir, que los inversores de renta fija aprecian menos riesgo de insolvencia en la banca.

Evolución del diferencial de deuda exigido a la banca europea senior frente al SWAP a 5 años. Cotiza en mínimos del año, afianzándose por debajo de los 100 p.b.




Evolución del sectorial bancario europeo del Eurostoxx 600. A diferencia del anterior, en esta última semana ha perdido la directriz alcista iniciada este verano, a la espera de una zona de rebote, que podría estar en la zona de 180 puntos.



En el siguiente gráfico comparamos la renta variable con el inverso de los diferenciales. Es como mejor se aprecia las divergencias ya que cuando mejora la percepción del riesgo, ambos deberían subir, mientras que si empeora, ambos deberían bajar. En la parte superior, comparamos la evolución del último año del Eurostoxx 50 frente al inverso del Itraxx crossover (diferenciales exigidos a la deuda europea de rating inferior a BBB-), mientras que en el inferior comparamos el sectorial bancario frente al diferencial exigido a ese sector en deuda a cinco años. El primero más o menos está correlacionados ambos movimientos, mientras que en el segundo, se aprecia claramente cómo la renta variable está en proceso correctivo desde mediados de octubre mientras que desde esa fecha los diferenciales de la renta fija de este sector siguen mejorando.



Así pues, aún hay esperanzas (o al menos las tienen los inversores de renta fija), de que Bruselas lance un mensaje claro. Un mensaje de que en el futuro, en caso de que las instituciones financieras vuelvan a tener problemas, eso no tendrá consecuencias sistémicas, ni provocará que los contribuyentes tengan que hacerse cargo de la cuenta. Qué autoridad decide cuando un banco debe cerrarse y quien pondrá el dinero para deshacer una entidad no viable son las preguntas que el acuerdo del Ecofín debe responder. A largo plazo habrá un fondo único de resolución que no dependerá de los estados, aunque en un periodo transitorio de al menos diez años (hasta que el sector se haga con esta reserva de capital) seguirán siendo los estados los que asumirán el coste, en una proporción decreciente. Aunque esto atrasa hasta más allá de 2025 la puesta en marcha completa de la unión bancaria, permite que el proceso empiece después de las pruebas de esfuerzo de los bancos que llevará a cabo el BCE el año que viene. En definitiva, que tras varios años de crisis en Europa, hay posibilidades de ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. El problema es que a la renta variable le desespera que las medidas no se tomen tan rápido cómo se quisiera.


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