viernes, 10 de enero de 2014

Sin correcciones a pesar de que Draghi no hizo nada

A pesar de las fuertes caídas de la inflación en Europa, Draghi no anunció ayer ninguna medida no convencional. Pensábamos que el mercado podría recortar con fuerza si no se tomaban medidas. Sin embargo seguimos con fuerza. Sin duda Draghi, a pesar de no tomar medidas sí que sabe medir sus palabras en los discursos y supo trasladar al mercado que actuará en cuanto sea necesario. El mercado se lo está tomando bien y mantenemos el tono alcista en todas las plazas europeas. 

Según las previsiones del Banco Central Europeo, la inflación podría caer hasta el 0,6% en 2014, lo que pronto obligará a Mario Draghi a sacar la artillería pesada si quiere ganar la batalla contra la deflación y proteger la frágil recuperación económica de Europa. Según un informe de JPMorgan estas serían las armas que podría usar el BCE para tratar de satisfacer al mercado:

·         En primer lugar, una buena política de comunicación o de gestión de expectativas (forward guídense) por parte del BCE podría contribuir a mejorar la confianza. El BCE podría seguir los pasos de la Reserva Federal estadounidense (Fed) y del Banco de Inglaterra (BoE) y vincular cualquier futura subida de los tipos de interés a un indicador económico concreto, como la tasa de desempleo. Draghi ha reiterado que mantendrá los tipos de interés bajos durante el tiempo que sea necesario pero sigue sin vincular las subidas de tipos a un indicador económico. Ofrecer más información sobre el camino que seguirá la política monetaria lanzaría una señal positiva al mercado y podría ser útil en la lucha contra la deflación.

·         En segundo lugar, el BCE podría llevar por primera vez los tipos de interés a territorio negativo, es decir, empezar a cobrar a los bancos por los fondos depositados en el BCE para estimular el crédito y generar inflación. Aunque el concepto de tipos de interés negativos se ha probado en países como Suiza o Dinamarca, ha sido a muy pequeña escala, por lo que no sabemos qué consecuencias podría tener esta medida relativamente novedosa contra la deflación.

·         Por último, el BCE podría poner en marcha un programa de expansión cuantitativa (QE) similar al del BoE o la Fed. Si bien la compra de bonos en el mercado abierto resultaría efectiva contra la deflación, la expansión cuantitativa se enfrentaría al rechazo político de países como Alemania, preocupados por la amenaza que puede llegar a suponer para los contribuyentes.

En definitiva, la decisión del BCE de esperar y no adoptar nuevas medidas contra la deflación no ha sorprendido a los mercados, pero la no actuación ha servido para que tanto el Ibex como el Eurostoxx se queden a las puertas de superar resistencias de largo plazo muy importantes.

A priori, si no se está produciendo una corrección y nos mantenemos con bastante probabilidad de que se superen las expectativas es porque el mercado puede estar muy pendiente de la publicación de resultados empresariales que comenzará a partir de la semana que viene. De momento la subida de estas semanas se debe a un incremento notable de las expectativas de crecimiento. En el siguiente gráfico comparamos la evolución del Ibex 35 con el PER y BPA estimados para el Índice a un año vista. La línea roja es la de los beneficios por acción estimados para el próximo ejercicio. Si miramos atrás, se aprecia que en todos los inicios de año se produce un salto similar, pero a medida que los resultados no cumplen expectativas, los beneficios estimados han continuado cayendo. Así, si este trimestre consiguiéramos que por primera vez desde 2009, los beneficios del Ibex superaran expectativas sería la excusa perfecta para que el Ibex rompiese la resistencia de 10.400 puntos.



En los siguientes gráficos semanales queremos dejar patente tanto la importancia de las resistencias actuales, como el potencial alcista del Ibex y del Eurostoxx si consigue superarlas al alza.

Evolución del Ibex 35. Tal y como comentábamos el martes pasado, superar la media de 500 sesiones nos marcaría un siguiente objetivo para el Ibex entre la zona de 11.000 y 12.000 puntos (retrocesos de Fibonacci marcados en el gráfico). En el verano de 2.009 se pasó directamente de 10.000 a 12.000 puntos.



Evolución del Eurostoxx 50. Esta semana está superando por primera vez desde 2.008 la media de 500 semanas. Además coincide con la zona de máximos de 2.010 y 2.011. Cómo hemos explicado en muchas ocasiones en estas claves del día, un cierre semanal por encima de estos niveles abre la puerta a un importante tramo alcista. A los inversores que siguen el análisis técnico, les da exactamente igual lo que haya sucedido meses atrás (si ha subido mucho o poco). Compran al romper una resistencia y saben que su riesgo es muy limitado. Les basta con volver a vender si la media se vuelve a perder ya que podría ser una trampa bajista. Pero si rompe, van con el mercado. El siguiente objetivo desde este punto de vista, se sitúa entre 3.600 (directriz bajista desde el año 2000) y 4.000 puntos (parte superior del canal alcista de los últimos años.



Así pues, una vez más van a ser claves la publicación de los resultados empresariales, que son el verdadero motor de las bolsas.


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