viernes, 24 de octubre de 2014

Dónde estamos y cuál es la tendencia principal de las bolsas


Hoy estamos ante el cierre semanal de los mercados. En sólo unas sesiones hemos recuperado casi todo lo perdido en la primera quincena de octubre. En las últimas claves venimos comentando que tras las fuertes caídas del mercado desde final de septiembre, se debería producir un rebote en el que los inversores adaptarían sus carteras al nuevo escenario y es muy probable que en los niveles que estamos alcanzando se frene el rebote y las ventas comiencen a superar a las compras. En los gráficos de corto plazo, ayer el S&P500 alcanzó la media de 50 sesiones que se perdió a principios de mes y ahí los inversores comenzaron a vender, generando dudas en la apertura europea.





Hay que tener en cuenta que desde los mínimos del pasado jueves, el S&P500 ha subido un 7.15%, el Ibex un 10,20% y el Eurostoxx un 9%. Aunque seguimos pensando que el Ibex podría expandir su rebote hasta la zona de 10.450-10600 (medias de 50 y 200 sesiones) y el Eurostoxx a la zona de 3.150, al estar en el cierre semanal, puede producirse un alto en el camino.



Básicamente no hay ninguna novedad en el escenario de corto plazo respecto a lo que venimos comentando en las últimas jornadas. Precisamente por eso entiendo que es el mejor momento de ver dónde estamos y posibles escenarios en el plano de más largo plazo. En las últimas semanas estamos insistiendo que el escenario macro se está complicando y los bancos centrales amagan con dejar de apoyar insistentemente al mercado para obligar a los estad os a acometer reformas. En base a esto, consideramos que aumenta la probabilidad de que los mercados de renta variable pierdan la perpendicularidad del tramo alcista de medio plazo iniciado en el verano del 2012 y busquen un apoyo mucho más fuerte y solvente en la directriz principal alcista iniciada en marzo del 2009.

No queremos decir con esto que nuestro principal escenario sea que obligatoriamente los mercados tengan que corregir hasta la base del canal iniciado en 2009. Si lo supiéramos, evidentemente estaría ahora 100% en liquidez o apostaríamos a la baja en los mercados. Tras el rebote en “V”, incluso es probable que nos vayamos de nuevo a máximos anuales, de ahí que haya que seguir manteniendo riesgos en cartera. Lo que ocurre es que es un escenario que hay que barajar. Este escenario a principios de año era mucho más improbable ya que los organismos públicos y privados estaban revisando al alza las expectativas de crecimiento y  los tipos de interés estaban en mínimos históricos. Sin embargo, por las razones comentadas y por el aumento de la volatilidad vivida este mes, el escenario ahora es más probable. En los siguientes gráficos de los principales índices bursátiles analizaremos este escenario.

Evolución semanal del S&P500. Sigue siendo claramente el índice más alcista. La semana pasada al cierre recuperó la media de 50 semanas y los mínimos de la semana coinciden a la perfección con la línea que une los mínimos desde 2011. ES un índice alcista y ya sabemos el nivel que no debe perderse para seguir manteniendo el escenario optimista y no pensar en el posibilidad de que haya caídas hasta la zona de 1.750 (línea que une los cierres mínimos desde 2009 y la zona de 1.600 que son los máximos de 2007 y la línea que une los mínimos desde 2009 y la media de 200 semanas. Estos serían los escenarios más pesimistas en el escenario actual y estamos seguros de que si los mercados se acercaran en los próximos meses a estas zonas sería el momento idóneo para aumentar considerablemente los riesgos en este mercado.



Evolución semanal del Eurostoxx 600. Al igual que el S&P500, este índice salvó la semana pasada la línea que une los mínimos desde 2011. Por abajo tenemos como peor escenario la zona de 280-300 puntos. En estos niveles tenemos los máximos de 2.011, la base del canal alcista iniciado en 2009 y las medias de 200 y 500 semanas. Si el índice se acercara a esos niveles, habría que aumentar claramente riesgos en la renta variable europea.




Evolución semanal del MSCI Emerging markets. Más débil y distinta estructura que la que ofrecen los índices de los mercados desarrollados. Su figura desde 2007 es una especie de triángulo y dentro de este hay un claro movimiento lateral entre la zona de 900 y 1.100 puntos. Además en la zona de 930 puntos tenemos la media de 500 semanas y en los niveles actuales tenemos la directriz que une los mínimos desde 2009. Así pues, entre 900 y 930 puntos situaríamos el peor escenario para este índice.




Y si miramos el MSCI WORLD, debido precisamente a la debilidad de los emergentes, ha perdido la media de 50 semanas y la línea que une los mínimos desde 2012. La base del canal alcista pasa por niveles de 1.500 puntos y en la zona de 1.400 puntos tenemos tanto la media de 200 como los máximos de 2011.



 Así, si nos olvidamos por un momento de la tensión del corto plazo y ampliamos el horizonte, observamos que el mercado evidentemente puede corregir y puede hacerlo incluso con mayor intensidad de la que hemos vivido en octubre. Este ejercicio es imprescindible hacerlo a menudo ya que es la mejor forma de comprender que la renta variable es variable y que los precios oscilan con bastante más volatilidad de la que hemos venido observando desde el verano del 2012. De esta forma, teniendo claro los escenarios, es la mejor forma de poder contemplar hipotéticas correcciones futuras más como una oportunidad de compra, que como un momento de pánico. Pero para ello debemos adaptar las carteras y dejar algo de liquidez, o apuestas de menor beta y volatilidad para estar en condiciones de incrementar riesgos si hay correcciones. 

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