martes, 4 de febrero de 2014

¿Se ha precipitado la Fed adelantando la retirada de estímulos?

Los datos macro publicados ayer en Estados Unidos sentaron muy mal a los mercados. Tras varias sesiones en las que el S&P500 se movía dentro del lateral que venimos comentando desde hace días, los pobres datos del ISM manufacturero americano fueron la excusa perfecta para hacer saltar los soportes a la baja. Y es que se esperaba una cifra de 56 y el publicado fue sólo 51.30 puntos, volviendo a niveles muy similares a los que ya cotizaba en el verano de 2012 y de 2013. Cundió el pánico entre los inversores ya que se preguntan si la FED se está precipitando a la hora de seguir rebajando la cuantía del programa de recompra de activos. A pesar de las caídas, seguimos pensando que es bueno para el mercado que se mantenga la retirada de estímulos.

Evolución del ISM Manufacturero de Estados Unidos.



Sólo faltaba en este inicio de año que se añada a la crisis de las divisas de algunos países emergentes, síntomas de debilidad de la principal economía del mundo. No obstante, parece que los malos datos de este inicio de año se deben al duro invierno que está atravesando gran parte del país, uno de los peores eneros de las últimas décadas. No obstante, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico de sorpresas macro elaborado por Citi, ya llevamos varias semanas en las que los datos publicados se están quedando por debajo de las expectativas. En varias ocasiones en estas claves hemos comentado que cuando los datos precedentes son muy buenos, los agentes del mercado se crean expectativas más optimistas, y por tanto, es más fácil que los datos defrauden las expectativas creadas.



En Europa ocurre algo similar. Los agentes han mejorado expectativas y son varias las semanas en las que no se cumplen o están defraudando.



En ambos gráficos se aprecia que justo tras una serie de semanas o meses en los que los datos macro no superan expectativas, (zonas de mínimos) el mercado de renta variable reacciona al alza. La explicación es la misma. Con datos malos, los agentes revisan a la baja expectativas, y los datos futuros aunque sean malos, superarán expectativas y provocarán el rebote del mercado. Me detengo en explicar esto porque si miramos el índice de sorpresas macro para los mercados emergentes, se observa que es el único que está creciendo de forma consistente. Los datos macro de emergentes no es que estén siendo espectaculares, pero sí que están superando las expectativas pesimistas, por lo que podrían alentar que sus mercados pudieran atraer inversión.



En cuanto a los soportes de corto plazo perdidos, es el S&P500 el índice que más claramente lo ha perforado a la baja. En el gráfico de barras de 60 minutos se observa  que justo a las 16h00 al publicarse el comentado dato del ISM Manufacturero, se perdió el nivel de 1.770 puntos y rápidamente se ha ido a buscar la siguiente zona de soporte situada en la zona de 1.725 puntos.



Hay que tener cuidado, porque la volatilidad el S&P500 ha subido con muchísima fuerza y se ha colocado por encima de la peligrosa zona del 20%. Esta zona ya la alcanzó puntualmente durante el pasado año. El problema no es que se alcance de forma puntual niveles superiores al 20%, sino que se establezca la volatilidad por encima de este rango. En el siguiente gráfico se aprecia cómo están correlacionadas las altas volatilidades con fases bajistas de la bolsa (periodo 1.999-2.002 y 2.007-2.010) y las bajas volatilidades con fases alcistas (94-98; 2.003-2.006 y la fase actual iniciada en 2.012.



Es verdad que esta mayor volatilidad nos hace ser menos fiable a la hora de tratar de buscar un soporte. A priori deberíamos estar cerca, aunque es preferible esperar a que se forme una figura de suelo. Lo que sí parece más evidente es que el que ya esté dentro, no parece que sea momento de salir, tras las fuertes correcciones. Este mismo incremento de volatilidad puede provocar un repentino rebote en cualquier momento y vuelve a sacar del mercado a los pequeños inversores tal y como comentábamos ayer.

El Nikkei también ha corregido con mucha fuerza. Más de un 4%. Y es que el Yen se ha apreciado con fuerza respecto al dólar y al Euro. En el siguiente gráfico del Euro frente al Yen se aprecia que finalmente la divisa nipona no pudo mantener su racha alcista y ha perdido la zona que comentábamos de soporte en 138 yenes por euro. Se aprecia la zona de 130-132 yenes por euro como el siguiente nivel clave de soporte para este par de divisas. Ya sabemos lo correlacionado que está la fortaleza del yen con las caídas de los activos de riesgo y viceversa. Lo más probable es que de alcanzar esta zona, los inversores volverían a realizar el Carry trade con yenes para invertir en activos de riesgo y facilitarían el rebote de las bolsas.



Además, esta posible corrección del Euro frente al Yen coincidiría con los niveles de soporte de largo plazo de la mayoría de índices bursátiles. Para el Ibex sería la zona de 9.000-9.200 puntos.



Para el Eurostoxx 50, sería la zona de 2.750-2.850 puntos.



Para el S&P500 sería la zona de 1.600 puntos, máximos de 2007.



Y para los emergentes sería la zona de mínimos de los últimos años, situada en la zona de 900 puntos del MSCI Emerging Markets.



Con estos gráficos de largo plazo, se aprecia que aunque hay debilidad a corto plazo, estas correcciones serían oportunidades de entradas en los mercados de renta variable. Además, si miramos el gráfico intradiario del Ibex 35, se aprecia que de momento, a pesar de las fuertes correcciones de Estados Unidos y Asia, los mínimos de la semana pasada aún no se han perdido. Hoy nos hemos parado justo en la directriz alcista que une los mínimos de agosto y diciembre. Es por eso nuestro comentario de que la mayor volatilidad puede provocar o bien que nos vayamos a los soportes más relevantes de largo plazo, u hoy mismo se genere un rebote fuerte. Hay que tener mucho cuidado.



Además, no parece que sea el momento de comprar corriendo renta fija. Tanto el bono a 10 años alemán (1.65%) como el americano 2.60%) vuelven a estar en zona de mínimos de rentabilidad de los últimos meses. Lo más probable es que los inversores que estén vendiendo o hayan vendido renta variable, por miedo, precaución o realización de beneficios, vuelva a dedicar la liquidez de estas ventas a invertir de nuevo en renta variable. A pesar de que la FED compre diez mil millones de euros menos, sigue comprando 65 mil millones todos los meses. Además, mientras peor se comporte el mercado más tiempo mantendrá estímulos. Los bancos centrales seguirán estando ahí.


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