martes, 7 de mayo de 2013

Acostumbrémonos a entornos de tipos bajos

Si la semana pasada fue el BCE el que bajó los tipos a cotas mínimas históricas, ayer lo hizo el Banco de Australia que rebajó en un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el nivel mínimo histórico del 2,75%, con el objetivo de frenar el fortalecimiento de su divisa y reactivar así las exportaciones y la economía australiana.
Cada vez es más evidente que estamos en un contexto de tipos a la baja y que durará más tiempo del previsto. La inflación de momento ni se le ve ni se le espera. Repetimos que es un contexto ideal para la renta variable. Se seguirán viendo episodios como los del final de la semana pasada en el que los inversores aún sigan comprando bonos de activos refugio descontando que puedan haber nuevas bajadas de tipos, pero el techo no puede estar muy lejos, ya que los tipos no pueden bajar del 0% y tampoco parece que el escenario más probable sea el de deflación o depresión económica.
Así, en cuanto los inversores estimen que ya no habrá más bajadas de tipos, e insisto, no haya más recorrido por definición en los bonos “AAA”, será obligatorio que estos inversores incrementen los riesgos en cartera. Con esta exposición queremos dejar claro que el repunte de la rentabilidad del bono español, se debe más a una recogida de beneficios, tal y como exponíamos ayer para la renta variable, que a aumento del riesgo. Si nos fijamos en el gráfico de la evolución de las primas de riesgo española por plazos vemos que ayer ampliaron 6 p.b. en promedio. Sin embargo los CDS (que miden el riesgo de impago) continuaron estrechando y ya está el CDS a 5 años muy próximo a los 250 p.b.

 Evolución de las primas de riesgo española por plazos.



Esto es muy positivo para nuestros bonos puesto que supone que un inversor puede hacer arbitraje y comprar un bono español al 4.09% (hoy) y cubrirse del impago pagando 255 p.b. obteniendo una rentabilidad libre de riesgo del 1.54%, bastante más alta que si compra un bono alemán (1.24%). No siempre ha estado así, puesto que en los momentos de máxima tensión incluso el CDS ha estado por encima de la prima de riesgo.

Otro aspecto a destacar y que apoya la teoría de que la situación continúa mejorando es el estrechamiento de los spreads de deuda corporativa. Cada vez el mercado exige diferenciales menores a la deuda de las empresas, por lo que la financiación continúa abaratándose para las compañías cotizadas tengan buen rating, como demuestra la evolución de ITraxx Generics a 5 años (deuda senior de grado de inversión), que está en mínimos anuales, por debajo de los 100 p.b. por primera vez desde que comenzó la crisis de Lehman. Además con la bajada del SWAP (0.78%) tenemos que una compañía europea con rating superior a BBB- en promedio  a cinco años al 1.71%, por lo que la bajada de los costes financieros a la fuerza mejorarán los márgenes en los futuras cuentas anuales.

 Evolución de ITraxx Generics a 5 años.



Esta misma conclusión la obtenemos para las empresas con peor rating. El ITraxx Cross-over mide la evolución de los Spreads del promedio de las empresas con rating inferior a BBB- (bonos basura). Cotiza también en mínimos históricos por debajo de 400 p.b. por primera vez desde Lehman. Una compañía con rating de bono basura puede obtener financiación en promedio a cinco años al 4.55% muy lejos de las tasas superiores al 10% de hace sólo un par de años.



Hasta tal punto han mejorado los spreads de crédito que en el siguiente gráfico en el que comparamos la evolución del Eurostoxx con el inverso de los dos anteriores gráficos, vemos que estos han roto con claridad los máximos del año, mientras que el Eurostoxx no lo ha hecho con la misma fortaleza. Hasta ahora el inverso de los ITraxx siempre ha ido adelantando los movimientos. Si se fijan en el gráfico, apreciarán que a final del Eurostoxx hizo nuevos máximos y los diferenciales empezaron a ampliar (bajar el inverso). Al final el Eurostoxx corrigió con fuerza. Lo mismo ocurrió en los mínimos de abril, ya que el Eurostoxx marcó nuevos mínimos anuales, frente a un ligero incremento de diferenciales de la deuda corporativa. Al final la deuda tuvo razón y provocó la fuerte subida del Eurostoxx.



Así pues, todo indica que el Eurostoxx debería superar los máximos anuales con mayor claridad de lo que estamos viendo esta semana. A la vista de todo lo comentado, si un inversor quiere obtener más de un 3%-4% por sus ahorros, debe asumir un riesgo bastante elevado. En deuda pública debe escoger un bono de país periférico. En deuda corporativa o elige duraciones superiores a 10 años si escoge una compañía con buen rating, o bien escoge un rating de bono basura y también una duración en torno a cinco años.

Se está o se ha ido acabando el recorrido en los bonos y el de la renta variable parece que aún tiene bastante recorrido. Es por eso por el que pensamos que las bolsas están muy bien soportadas y aunque podamos ver correcciones este verano, insistimos en la idea de que no apreciamos cambio de tendencia a la vista.

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