No. No me estoy dejando llevar por la euforia del
fuerte rebote de ayer de los índices americanos y la apertura en positivo de
los índices europeos. Soy totalmente consciente de que los mercados de renta
variable están muy tocados y estos movimientos pueden deberse al rebote del
gato muerto. En nuestros análisis, estudiar o tratar de analizar el
comportamiento diario o intradiario de los índices no es nuestro cometido.
Tratamos de tener una visión más global y una perspectiva más de medio plazo.
Y precisamente en esta visión más amplia, la pregunta
que debemos hacernos hoy es si la situación del mercado (precios de los
activos) es hoy mejor o peor que hace sólo un mes. Evidentemente los precios
están más bajos, pero ya hemos explicado en multitud de ocasiones que no es lo
mismo valor que precio. Los precios pueden estar más bajos pero ofrecer menos
potencial de revalorización. No obstante, en las últimas claves diarias estamos
dejando claro que hay que aprovechar los rebotes y bajada de volatilidad para
adaptar las carteras a un entorno de menor crecimiento global.
Pero tras el movimiento lateral que es el más probable
que estimamos ahora mismo, desde el aquietamiento
podemos entender que es bastante probable que tras esta consolidación, la renta
variable rompa incluso con fuerza al alza. En el gráfico del S&P500 podemos
ver que la vela de ayer dirigiendo el precio a la media de 500 sesiones es
también calcada a la que se produjo en el S&P500 en el verano del 2011. De
momento siguen las similitudes con la crisis del 2011 que comentamos ayer.
Y lo que provocó en septiembre de 2011 que el
S&P500 se decidiese a romper al alza el lateral comentado fue el anuncio el
21 de septiembre de la operación Twist (canjear bonos a corto plazo por bonos a
largo plazo) por parte de Bernanke (Reserva Federal). Con esta medida, los
bancos centrales conscientes de que la recuperación económica global aún no era
autónoma, dejaron claro que seguirían apoyando a la economía.
Quizás lo ocurrido este mes sirva para que de nuevo
los bancos centrales sigan apoyando al mercado. Sobre todo, tras una clara
señal de que la recuperación económica no será tan brillante y sobre todo, que
con la bajada de materias primas y fortaleza del dólar y del euro respecto a
emergentes, ambos bancos centrales van a tener muy complicado conseguir sus
objetivos de inflación. A lo largo de la semana ha habido declaraciones de
miembros del BCE dejando claro que el QE anunciado por Draghi este año no tiene
por qué finalizar en septiembre del 2016, y miembros de la FED dejando claro
que aún se puede esperar antes de la primera subida de tipos. Por tanto, el
menor crecimiento de emergentes, la fortaleza del euro y del dólar, la
devaluación del Yuan, pueden provocar que tanto la FED como el BCE sigan
apoyando al mercado con medidas no convencionales (convencionales ya no pueden
porque hace tiempo que tienen los tipos en el 0%.
En el siguiente pantallazo de bloomberg se recogen los
pronósticos de los analistas sobre la probabilidad de cambio de tipos de
interés en la reunión de diciembre de este año. Hace 6 meses, los futuros daban
una probabilidad del 90.4% de que para esta reunión hubiese movimiento en los
tipos de interés. Hoy la probabilidad es sólo del 51.8% y bajando puesto que
hace una semana era del 62.1% (segunda columna de la tabla). Incluso hace 6
meses había un 18.8% de probabilidades de que hubiese tres subidas de tipos en
el año (hasta el rango 0.75%-1%). Hoy esa probabilidad es de sólo un 0.8%.
Ahora mismo, el escenario más probable es que ni tan siquiera en diciembre haya
subida de tipos de interés (un 48.2% frente a un 40.4% de subida de un cuarto
de punto. Entendemos que tras la reunión de los banqueros centrales en Jackson
Hole, con rueda de prensa el sábado, podemos tener pistas en el inicio de la
semana que viene de la futura actuación de los bancos centrales.
Actualizo el gráfico semanal del S&P500 en el que
se monitorizan todas las actuaciones de la reserva federal y se observa que
esta semana se ha llegado a la base del canal alcista de medio plazo.
Y si la debilidad de las divisas emergentes se inició
en el momento que Bernanke anunció el tapering (mayo 2012) y los inversores
retiraron sus inversiones sobre todo de los mercados emergentes y lo
invirtieron en dólares, ahora podría corregirse gran parte de la sobrerreacción
puesto que se demuestra que la subida de tipos no va a ser ni tan pronto ni tan
agresiva cómo cabía esperar. Comentábamos la semana pasada que el dólar podría
estar haciendo techo frente a las principales divisas emergentes y vemos cómo
desde los máximos del lunes, ya pierde un 7% frente al rublo, y también pierde
posiciones respecto al resto de divisa salvo el Euro (también seguirá su banco
central apoyando a la economía) y real brasileño. Si vemos la evolución en su
conjunto observamos que todas las divisas emergentes ya se han depreciado
muchísimo frente al dólar desde las palabras de Bernanke.
No hace falta que cambien de tendencia. Basta que
corrijan parte de la fuerte apreciación para que parte del dinero que se
refugió en dólares vuelva a asumir riesgos en los países en los que hicieron
caja en aquel momento. Viendo este gráfico no parece que sea ahora el momento
de seguir apostando por una depreciación de las divisas emergentes puesto que
ya han hecho todo el recorrido (o quizás la mayoría del movimiento).
Así pues, sí que pudiésemos estar ante un muy buen
escenario para la renta variable. Habrá crecimiento, no hay riesgos de inflación
pero tampoco riesgos de deflación puesto que los bancos centrales seguirán
apoyando a la economía y las materias primas ya han corregido en torno al 50% y
los tipos de interés seguirán estando en mínimos más tiempo del que pensábamos.
Por tanto, las compañías seguirán financiándose más barato, los consumidores
tendrán más renta disponible al tener sobre todo precios baratos de la energía,
los márgenes empresariales no tienen por qué reducirse y los inversores con los
tipos en mínimos obligatoriamente deberán asumir algo de riesgo de renta
variable.
Incluso la bolsa de China da muestras de querer
rebotar en la media de 500 semanas. Tras las fuertes correcciones parece que
estamos entrando en una fase en la que hay más compradores que vendedores. Los
inversores son conscientes de que el Estado y Banco Central Chino tienen
poderosas armas para luchar contra la desaceleración de su economía y lograr
que el aterrizaje de la misma sea más suave de lo que se está descontando desde
hace unas jornadas. Y aunque China crezca un 6.8% en vez de un 7.4% estamos
hablando de menor crecimiento pero mejor crecimiento. A mediados de agosto el
FMI publicó una breve nota resumiendo su posición sobre la desaceleración
económica en China. De un crecimiento menor a un crecimiento mejor. A esto se
refiere también el Gobierno chino al hablar de la “nueva normalidad”. A esto
nos referimos cuando hablamos del cambio de modelo de crecimiento: del consumo
a la inversión, en el caso de la demanda doméstica; de la demanda exterior a la
doméstica. Y es esto lo que está pasando en China. Aunque crezca un punto
porcentual menos, si mantienen la senda actual de un crecimiento de la demanda
interna, las empresas exportadoras europeas y norteamericanas no tienen por qué
ver caer sus cifras de ventas en este país.
Evolución del Hang Seng en velas semanales. Figura de
vuelta justo al tocar la media de 500 semanas y mínimos del año pasado, que
además coincide con el 38.2% de toda la subida desde los mínimos del 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario