viernes, 30 de septiembre de 2016

Los resultados empresariales del tercer trimestre nos deben sacar de la zona de indefinición

El verdadero motor de las bolsas son los resultados empresariales. Muy importante los resultados actuales pero mucho más lo son los resultados futuros. Tal y como venimos comentando, las bolsas europeas se están enfrentando sin éxito a la zona de resistencias que está funcionando desde el mes de abril. El día de la marmota que comentábamos esta semana, hoy vuelve a repetirse. Ayer parecía que teníamos de nuevo argumentos (subida del petróleo por acuerdo de la OPEP), y hoy, de nuevo, tenemos desplome de las bolsas europeas lideradas por el sector bancario.
 
Hoy vuelven los rumores sobre Deutsche Bank. Ayer corrigió más de un 7% en los ADR de Estados Unidos. El motivo es que apareció una noticia en Bloomberg según la cual varios hedge funds, de tamaño considerable que usaban al banco alemán como compensador de sus transacciones de derivados, estaban transfiriendo sus posiciones a otros bancos y retirando la liquidez depositada. Esto acelera el miedo a que el Deutsche no pueda afrontar la multa de las autoridades norteamericanas. La situación del Deutsche está arrastrando al resto del sector, que es el que más está corrigiendo en el día de hoy.
 
Mientras se aclara el panorama de los bancos, las bolsas europeas vuelven un poco a terreno de nadie. Actualizo el gráfico del Eurostoxx 50 desde 2011 en el que se aprecia que este año se ha rebotado hasta en dos ocasiones en la línea directriz alcista pero no puede claramente con la directriz bajista iniciada el año pasado. Hoy cotiza justo en medio de las dos zonas claves de soporte y resistencia (señaladas en el gráfico).
 

Tras las reuniones de los bancos centrales y de la OPEP de ayer, se suponía que había argumentos suficientes como para poder atacar a las resistencias y confirmar definitivamente el suelo en los mínimos del año. Sin embargo, volvemos a encontrarnos una incertidumbre de gran calado en el Deutsche Bank y el contagio a los bancos. Aunque surja en los próximos días alguna noticia o rumor que pueda despejar dudas (ayuda del estado alemán o una ampliación de capital del banco), entendemos que hasta que no empiecen a publicarse los resultados empresariales del tercer trimestre, no habrá alicientes para poder superar resistencias.
 
Será a partir de la segunda semana de octubre cuando comencemos a tener pistas. El consenso de analistas no es demasiado pesimista. Para el conjunto del S&P500 se espera una mejoría de ventas del 3.66% y del 3% en los beneficios. En el gráfico se aprecia cómo el mercado empieza a descontar que se deja atrás la tendencia de reducción de ventas y beneficios de los cuatro últimos trimestres (ya el trimestre pasado se empezó a ver la mejoría).
 
 
Sin embargo, para el conjunto de Europa, para el Eurostoxx 600 se espera crecimiento de ventas del 5.77% pero una leve reducción de los beneficios del 0.23%.


En ambas zonas se espera que se retome la inercia de beneficios y ventas crecientes tras varios trimestres de decrecimiento. Por tanto será clave ver si en los primeros resultados que se vayan publicando se podrá mantener estas expectativas. Si es así, no dudamos que las resistencias se podrán superar.
 
En el siguiente gráfico podemos ver que los beneficios por acción estimados a uno y dos años (línea morada y roja respectivamente) llevan estancados desde el año 2010. Con este estancamiento es normal que tras las subidas del precio desde 2012 hasta 2015, viniese una corrección. Con estos beneficios por acción, el PER estimado a dos años es de 12,8x. No es un PER caro, pero tampoco barato. Pero tal y como están los tipos de interés, un 12,8x de PER es una rentabilidad muy interesante. Evidentemente, es más interesante si por fin los Beneficios por Acción empiezan a repuntar.
 
 
En el S&P500, la tendencia de beneficios era muy alcista desde 2009 y en los dos últimos años se está estancando. El PER estimado es más alto (14.52X) y la rentabilidad de sus bonos es más alta, por lo que el diferencial a favor de la renta variable (prima de riesgo) es menor en Estados Unidos. Pero si es capaz de retomar tendencia alcista, igualmente el PER estimado de 14.52X es barato y posibilitaría subidas de la bolsa (puesto que su historial demuestra capacidad de crecimiento).

 
Y si los resultados empresariales vuelven a defraudar, las bolsas seguirán con la volatilidad actual e intentando prolongar la figura de suelo en mínimos del año. Los PER estimados no son excesivamente caros si los comparamos con la rentabilidad de los bonos a largo plazo, y esto es un gran soporte para los mercados. Simplemente se retrasará aún más la ruptura de resistencias claves.
 

jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Volverán aquellos tiempos en los que el crudo se movía en función de la demanda?

Cuando estudiábamos economía llegábamos a la conclusión de que un alza en los precios del crudo tenía implicaciones positivas para la economía, puesto que significaba aumento de la demanda o previsiones de aumento de la misma. Esto se producía bien porque la economía global estaba en fase de crecimiento, o se estaba saliendo de una época de recesión o desaceleración. La lógica era aplastante y positiva para las bolsas, puesto que los mercados de renta variable viven de expectativas futuras.
 
Sin embargo, en los últimos tiempos, y este año se ha visto más claramente, el precio del petróleo no se está moviendo por el comportamiento de la demanda (actual y futura), sino por el de la oferta. Y el problema es que gran parte de los inversores están confundiendo la evolución del precio del petróleo con expectativas de crecimiento (que era lo que se estudiaba en los libros de economía). De esta forma, los mercados de renta variable han tenido este año el peor arranque de las últimas décadas (en algunos índices el peor arranque de la historia) simplemente porque el precio del petróleo caía en picado y los analistas preveían que se iría por debajo de 20 dólares el barril. Pero quedó demostrado que la caída del precio no se produjo por caída de la demanda, sino por una sobreoferta.
 
Y si la demanda no corrigió (aunque seguía habiendo sobre oferta), la caída del petróleo era claramente una buena situación, en general, para los mercados y negativa para las compañías y países exportadores. En ello insistimos en los primeros meses del año. Ayer vimos que el precio del petróleo subió fuertemente (más de un 6%) tras la sorpresa de que en reunión de la OPEP hubo finalmente un acuerdo para reducir la producción del petróleo. Este acuerdo, al no estar descontado, generó la fuerte subida de los precios del petróleo. En el gráfico vemos que el rebote ha servido para llevar el precio del petróleo desde la zona de soporte a la zona de resistencia en la especie de figura de triángulo que se puede dibujar en la evolución del West Texas de los últimos meses.
 
 
Hoy vemos que, tras la reacción de ayer está llegando una recogida de beneficios del mismo. A corto plazo sí que debemos seguir teniendo en cuenta que una subida del precio del petróleo afecta a los mercados favoreciendo a los activos de riesgo. Suben las expectativas de inflación y esto perjudica a la renta fija y favorece a la renta variable, sobre todo en el contexto actual en el que persiste el riesgo de deflación o de una inflación muy por debajo de los objetivos de los bancos centrales. En el siguiente gráfico se puede observar cómo estos días están subiendo las expectativas de inflación a un año (línea blanca) y cinco años (línea amarilla). La rentabilidad de los bonos (línea verde el cinco años y roja el 10 años) se está quedando atrás. Los datos son de Estados Unidos.


Si el desajuste entre expectativas de inflación y bonos es reseñable en Estados Unidos, resulta mucho más patente en la zona euro. Las expectativas de inflación a uno y cinco años se mantienen desde el verano en torno al 0.8%, mientras que la rentabilidad del bono a 10 años y dos años alemán se mantienen en mínimos históricos.
 
Volviendo a los precios del petróleo, hoy la recogida de beneficios, en parte, se está produciendo porque el acuerdo que se publicó ayer no es definitivo. Al parecer se debe refrendar en la reunión del próximo 30 de noviembre y esto nos asegura días de rumores por parte de los miembros de la OPEP que generará volatilidad en el precio del petróleo. No obstante, lo que tenemos que sacar en claro de la reunión es que por fin se vislumbra la posibilidad de que los productores lleguen a acuerdos y empiecen a dar por terminada la guerra de precios iniciada hace ya bastantes meses que tanto perjudicó a todo el mundo.
 
Por tanto, en este mes de septiembre se han eliminado bastantes incertidumbres para los inversores. El Banco de Japón, el BCE y la Reserva Federal empiezan a dar mensajes de que las medidas implantadas son suficientes y la economía empieza a no necesitar tanta respiración asistida. Esto deberíamos tomarlo como algo muy positivo. Y tras la reunión de ayer, podemos ir descartando una fuerte guerra de precios que lleve al petróleo de nuevo a mínimos del año. Esto reduce fuertemente la volatilidad, no sólo de los índices de renta variable, sino también en las divisas (sobre todo emergentes). Y ya sabemos que menor volatilidad siempre favorece a la tendencia alcista de los mercados.
 
Así pues, la noticia de ayer de la OPEP es positiva, pero para el devenir futuro de los mercados siempre es preferible que los precios del petróleo suban porque se está produciendo un aumento de la demanda. Los últimos datos de las agencias estatales de energía sí que van en esa línea. Este mismo mes de agosto la OPEP aumentó las previsiones de demanda de crudo: crecerá este año un 1,31% respecto a 2015 hasta situarse en 94.26 millones de barriles diarios. Por tanto, estamos en una situación idónea para que el precio del petróleo se estabilice entre 40 y 50 dólares el barril y deje de ser un factor de incertidumbre para los inversores.  

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Los bonos españoles de nuevo en mínimos históricos


Si en el día de ayer comentábamos que los bancos no pierden oportunidad de demostrar que están inmersos en una tendencia bajista, hoy podemos observar que el precio de los bonos refleja justo lo contrario. Cualquier corrección en precio la aprovechan los inversores para comprar bonos. Hoy, de nuevo, tenemos la rentabilidad de los bonos alemanes en zona de mínimos históricos, alcanzando el bono a 10 años la rentabilidad del -0.15%. En el gráfico podemos ver que tras el intento fallido de superar la resistencia del 0.07%, las rentabilidades se han ido de nuevo a mínimos históricos, acercándose hoy al nivel de mínimos del Brexit en el -0.20%.
 
Evolución de la Tir del bono alemán a 10 años.
 
 
Pero no sólo los inversores están comprando bonos alemanes, sino que todos los bonos de deuda pública se están beneficiando de las dudas en la renta variable (centradas sobre todo en el Deutsche Bank y resto del sector financiero). Si el bono alemán se ha ido a zona de mínimos históricos, el bono español lo está perforando en el día de hoy, tal y como se ve en el gráfico de la Tir del bono alemán a 10 años. Hasta hoy, los mínimos históricos eran del 0.9% y hoy se ha visto el 0.871%.


Pero no sólo el 10 años marca mínimos, sino que en el resto de plazos ocurre lo mismo. En la siguiente tabla de Bloomberg podemos ver la rentabilidad que ofrecen las principales referencias de bonos españoles. La cuarta columna es la de la rentabilidad de compra y venta de los bonos de referencia. Se observa que hay que ir a 15 años para obtener más de un 1% de rentabilidad y a 30 años para obtener el 2%.
 

La prima de riesgo española sin grandes cambios, ya que desde mediados de agosto se mueve entre 100 y 107 p.b.. Pero de todo el movimiento de bonos, hoy lo que más me gustaría destacar es el buen comportamiento de los bonos españoles frente a los italianos. Antes de las elecciones del 26 de junio la rentabilidad del bono español estaba entre 10 y 20 p.b. y, desde entonces, rápidamente los bonos españoles cotizan a rentabilidades más bajas que los italianos. Justo esta semana la prima de riesgo a favor de España está en máximos del último año.   
 
 
Esta buena evolución de nuestros bonos es un buen síntoma para nuestro mercado. Es la constatación de que desde fuera, los inversores entienden que el mayor crecimiento de nuestro país respecto al resto de Europa puede tener continuidad. Si unimos esto a que el Ibex ayer salvó los mínimos de la jornada previa y mínimos de septiembre (8.600 puntos), podríamos pensar que nuestro selectivo tiene posibilidad de mantener el estrecho canal alcista iniciado tras el Brexit e intentar ir poco a poco retomando una tendencia alcista que confirme el doble suelo en la zona de mínimos de este año.

 

martes, 27 de septiembre de 2016

El día o la semana de la marmota. De nuevo los bancos frenan los mercados

Cada vez que empezamos a ser optimistas con el devenir de los mercados de renta variable, el sectorial bancario se empecina en demostrar que aún sigue en una clara tendencia bajista. Empieza a parecerse el comportamiento de las bolsas a la película protagonizada por Bill Murray "atrapado en el tiempo". En ella, el protagonista, un meteorólogo que cubría el acontecimiento del "día de la marmota" se queda atrapado en el tiempo y repite cada día el acontecimiento de la salida de la marmota de la madriguera.  
 
Pues en los mercados ocurre algo similar. En el siguiente gráfico del Eurostoxx 600 podemos ver que desde abril se está enfrentando en varias ocasiones al nivel de 350 puntos sin éxito. El mismo jueves pasado, tras las reuniones del Banco de Japón y de la Reserva Federal, el principal índice europeo se enfrentaba de nuevo a la resistencia de 350 puntos en lo que parecía un fantástico cierre semanal (ver gráfico).
 
 
Sin embargo, el jueves por la tarde Draghi hizo unas declaraciones en las que insistía en la necesidad de que hubiese más fusiones (incluso transfronterizas) en la banca europea. Con el número actual de bancos es muy difícil que los mismos consigan ser rentables. Da la sensación de que el BCE no contaba con la fuerte reacción alcista de los bancos tras su reunión. En ella, el mercado entendió que al no haber más bajadas de tipos, mejorará la rentabilidad futura de los bancos y los inversores empezaron a tomar posiciones. Puede que el BCE quiera obligar a los bancos europeos a que reduzcan aún más los costes y mejoren sinergias a través de fusiones, y si el sector se dispara al alza, no lo acometerán. Es sólo una teoría para poder encontrar justificación a las palabras de Draghi, justo al poco tiempo de que la banca europea superase con buena nota los test de estrés de antes del verano.

Si el Eurostoxx 600 se ha frenado desde abril en la zona de máximos de 350 puntos, el sectorial bancario del Eurostoxx 600 hace lo propio con la línea que une los máximos desde marzo. Esta línea es incluso decreciente y está por debajo de la media móvil de 200 sesiones, demostrando la debilidad del sector bancario.


Pero, ¿realmente existe un problema de solvencia en la banca europea?. Si nos creemos los test de estrés, parece que no. El Capital Tier 1, que es la principal medida de fortaleza financiera de los bancos, no ha parado de subir desde la crisis del 2007. En el siguiente gráfico se puede ver la evolución del Tier 1 de los principales bancos europeos (incluyo Deutsche Bank y Unicredit que son los dos valores que más dudas de solvencia están generando). La tendencia es claramente alcista y casualmente (a pesar de la caída desde hace más de un año), el Deutsche Bank es el que posee un ratio mayor.
 

El problema de la banca, estamos insistiendo desde hace varios meses, no es la solvencia sino la rentabilidad. En el siguiente gráfico podemos ver que la previsión de beneficios por acción para el conjunto del sector a un año (línea morada) y dos años (línea roja) es claramente descendente. Esta tendencia a la baja de beneficios, por tanto, justifica claramente la tendencia bajista de los precios (línea negra), y hace que, aunque los precios están en niveles de 2012 y 2009, el sector cotice hoy más caro (línea naranja del PER estimado está más alta que en las citadas ocasiones).
 

Para que los precios de las acciones suban con consistencia, se necesita que los beneficios por acción estimados se recuperen (como pasó en el 2009) o que al menos se estabilicen (periodo 2012-2015). Pero si el mercado entiende que habrá de nuevo ampliaciones de capital para mejorar ratios o para realizar fusiones o adquisiciones, el beneficio de las compañías se repartirá entre más acciones, por lo que el BPA se reducirá. Esto encarecerá el PER estimado y hace que los inversores sigan pensando que no es el momento de entrar en el capital de los bancos.
 
Sin embargo, los inversores de renta fija, no están huyendo del sector. Los CDS del sector financiero, que son una especie de seguro contra impago, aunque han repuntado algo estos días, mantienen un comportamiento similar (línea blanca) a los CDS del conjunto de emisores europeos (línea verde) e incluso de los emisores High Yield (línea amarilla). En el gráfico se aprecia que en el año 2012, el repunte de los CDS del sector financiero fue mucho más abrupto, justificando en ese momento el mal comportamiento de los bancos que corrigieron a mínimos de 2009.
 


Estudiando el caso especial de los mismos bancos que hemos visto en el Tier 1, podemos ver que los CDS de Deutsche Bank y Unicredit sí que se están repuntando y el de Deutsche Bank alcanza niveles superiores a los vividos en 2012. BBVA, Santander y Societé Genarale están bastante más bajos que en la crisis del euro.
 
 
Por tanto, parece demostrado que el problema de la banca no es de solvencia, sino de rentabilidad. Ahora está por ver si un PER estimado de 8.5x que hemos visto es suficientemente atractivo como para que los inversores quieran entrar en el capital o si preferirán seguir estando como bonistas.  
 

viernes, 23 de septiembre de 2016

La visión de largo plazo de la renta variable es optimista

Ayer veíamos que la menor incertidumbre en torno a los bancos centrales permitió que los mercados recuperasen gran parte de las pérdidas de este mes de septiembre. Sin embargo, hoy las bolsas europeas vuelven a retroceder, siendo los bancos los que lideran las caídas. El día a día está siendo una auténtica locura en el comportamiento de las bolsas, sobre todo las europeas y es muy complicado adivinar las tendencias que se pueden estar dibujando.
 
Así pues, recuerdo que este verano adjunté un gráfico en velas semanales del Eurostoxx 600 y decíamos que entre el nivel de 300 y 350 puntos podría pasar cualquier cosa. Es un rango nada menos que del 16% y, evidentemente, decir que un índice se puede mover en un rango del 16% no dice mucho a favor del analista. Pero es que hay momentos y situaciones del mercado en las que si no se tiene claro, es mejor abstenerse de intentar adivinar cada día la tendencia. Lo que sí debemos tener claro es que en este rango las caídas no deben hacernos entrar en pánico y terminar vendiendo cerca del soporte, ni tampoco las subidas deben generarnos una euforia desmedida que nos provoque comprar o incrementar riesgos justo en la resistencia.
 
En el día de hoy vuelvo a actualizar el gráfico del Eurostoxx 600 en base semanal. A priori, podemos decir que es más probable que la ruptura sea al alza y acabe superándose el nivel de 350 puntos. Por tanto, hay que tener riesgo de renta variable europea y tener claro que habría que incrementar riesgos si se rompe al alza el nivel de 350 puntos o si volvemos a corregir de nuevo a la zona de mínimos del año. Decimos que hay más probabilidad de una ruptura al alza porque se ha superado en agosto la directriz bajista y estamos por encima de las medias de 200 y 500 semanas.
 
Pero hay que tener precaución, puesto que en tanto no se supere el nivel de 350 puntos, sigue vigente la posibilidad de una figura de Hombro-Cabeza-Hombro, que tiene implicaciones bajistas, ya que sería una figura de vuelta y podría estar avisando del final de la tendencia alcista iniciada en 2009. Evidentemente estamos, por tanto, en un nivel en el que hay una clara lucha entre inversores que apuestan por las subidas o bajadas futuras de la renta variable. Esto explica los bandazos sin una tendencia clara que nos estamos encontrando en las últimas semanas e incluso meses.
 
Fuera de la renta variable europea, tenemos como más significativo el estudio de la evolución del MSCI World. También este verano comentábamos que un cierre por debajo de 1.600 podría marcar una tendencia bajista (se volvería a meter en el canal bajista iniciado el año pasado) y un cierre por encima de 1.700 tendría implicaciones muy alcistas, puesto que se volvería a meter dentro del canal alcista iniciado en 2009. Pues a la vista del gráfico, aunque está por encima del 1.700, aún no se ha metido el precio dentro del canal alcista. Por supuesto se debe a que han pasado varias semanas y el rango inferior del canal es hoy más alto que en mayo que era cuando hicimos el análisis.  


A la vista del gráfico, al igual que el Eurostoxx 600, el MSCI World tiene más sensaciones alcistas que bajistas. Si termina dentro del canal alcista, se abriría una ventana alcista desde el punto de vista del análisis técnico.
En cuanto a Emergentes, el MSCI Emerging Markets esta semana está superando la zona de 900 puntos al alza. Este era el nivel que desde 2013 a 2015 funcionó como soporte y su pérdida el verano pasado por la devaluación del Yuan, provocó fuertes caídas hasta la base del canal bajista de los últimos 6 años que se dibuja en azul. Este verano decíamos que el MSCI Emerging Markets estaba dibujando una figura de suelo en forma de H-C-H invertido y que en agosto había superado la línea clavicular. El objetivo lo situábamos en nivel de 1.000 - 1.050 puntos. Tras frenarse en la resistencia comentada, parece que los emergentes se dirigen a cumplir el objetivo.
 

De los mercados de Estados Unidos no hay muchas novedades. El S&P500 sigue siendo claramente alcista, tal y como viene siéndolo desde 2009. Salvo la perforación este año que rápidamente corrigió volviendo al canal alcista, el S&P500 está respetando a la perfección el canal y continúa con su sucesión de máximos y mínimos crecientes. Sólo un cierre por debajo de 2.000 puntos en velas semanal pondría en duda la tendencia alcista.
 
Por tanto, aunque hay que mantener la precaución por estar las bolsas en zona de máximos anuales, está claro a la vista de los gráficos que la renta variable aún tiene recorrido y sigue siendo alcista. Es más, zonas geográficas como emergentes acaban de dar una señal alcista y la renta variable europea de momento no la ha dado, pero hay que estar atentos porque podría darla en las próximas sesiones.
 

jueves, 22 de septiembre de 2016

TRANQUILIDAD

Tranquilidad es la que perciben los inversores en el día de hoy tras la incertidumbre de las últimas jornadas por la reunión de ayer del Banco de Japón y la Reserva Federal. El miedo no era tanto por la decisión de los mismos, sino por la reacción de los mercados. Prácticamente, estaba descontado que ninguno de los Bancos centrales tomaría ninguna decisión sobre los tipos, pero había miedo sobre el mensaje que darían las autoridades o a que hubiese una sorpresa negativa.
 
Pero el Banco de Japón, aunque no tomó una medida especial, sí que anunció que seguirá interviniendo en el mercado y mantendrá el programa de recompra de activos. Y la FED, aunque no subió tipos, lanzó un claro mensaje de que habrá subida muy posiblemente en el mes de diciembre (es muy complicado que lo haga en noviembre, días antes de las elecciones). Ayer no subió tipos, pero dejan claro que la situación macro de Estados Unidos es lo suficientemente solvente como para justificarlo. Era el escenario idílico que plantábamos ayer.
 
Pero el mejor activo para reflejar que vuelve la tranquilidad al mercado es la evolución de la volatilidad implícita del S&P500 (VIX Index). El pasado día 9 de septiembre se disparó al alza justo el día en el que el presidente de la FED de Boston (uno de los tres miembros que ha votado a favor de la subida de tipos), dijo que habría más de una subida de tipos y que la primera subida sería en septiembre.
 
Evolución del VIX.
 

Viendo ese disparo al alza de la volatilidad justo ese día, estaba claro que lo que preocupaba al mercado era que la FED se precipitara subiendo tipos antes de analizar si la recuperación económica es sostenible y sobre todo, si la economía americana es inmune a las incertidumbres que genera el contexto internacional. Ayer vimos cómo el VIX corrigió con fuerza y vuelve a situarse en zona de mínimos de los últimos meses y se aleja del nivel del 20%. En la gráfica anterior, vemos que los últimos repuntes del VIX han marcado las épocas de más incertidumbre del último año, y cómo al ir desapareciendo, los mercados han retomado la tendencia alcista. En agosto del año pasado fue la devaluación del Yuan y revisiones a la baja de crecimiento económico, en enero ha sido la caída del petróleo, en junio ha sido el Brexit y este mes ha sido la reunión de la FED.
 
Actualizo el gráfico en el que comparamos la evolución del VIX con el S&P500 y vemos que en cuanto el VIX se ha relajado, se aprecia que la corrección ha sido puntual y mantenemos la tendencia alcista. Claramente las fases alcistas se producen con el VIX por debajo del 20% y las laterales y bajistas tienen el VIX por encima de ese 20%.
 

En Europa es pronto para adelantarse, pero la volatilidad del Eurostoxx 50 está en mínimos del año, alejándose de los máximos alcanzados con el Brexit. En Europa, a diferencia del S&P500, en las fases alcistas la volatilidad implícita suele repuntar hasta el 25%. Desde el Brexit la volatilidad se mueve por debajo del 25% por lo que podemos estar en el inicio de una fase alcista que se puede aventurar desde el punto de vista técnico. Actualizo el mismo gráfico para la renta variable europea.
 
 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Lo que el Banco de Japón nos da, que la FED no nos lo quite

Apertura alcista en las bolsas europeas tras un cierre bastante alcista en las asiáticas alimentan la esperanza de que la corrección de las últimas jornadas haya acabado. La excusa no es otra que de nuevo la intervención en los mercados de un banco central. El Banco de Japón no ha ampliado su programa de recompra de activos ni tampoco ha bajado los tipos de interés, pero sí que ha declarado que el país ya no está en deflación. Además, el BoJ decidió reorientar su política monetaria ultraflexible con el objetivo de "controlar la curva de rendimiento" de las obligaciones. Entendemos que el objetivo no es otro que intentar mantener la pendiente de la curva lo más positiva posible a fin de generar apetito por el riesgo.
 
Y es que la curva de tipos japonesa lleva ya más de 10 años aplanándose. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución de la pendiente entre el 2 y 10 años de Japón. Este verano se ha alcanzado los niveles más bajos de las últimas décadas. Así, aunque el 2 años ofrece rentabilidad negativa, nadie tiene interés en asumir riesgo de invertir a 10 años si la rentabilidad es sólo un 0.10% o 0.2% mayor.
 

En la siguiente tabla podemos ver que todos los bonos hasta 10 años ofrecen rentabilidad negativa en Japón.
 
Viendo la reacción del mercado, con fuertes subidas del sector bancario japonés, parece evidente que el mercado estaba preocupado por una nueva bajada de tipos por parte del BoJ (actual en el -0.1%). Estos tipos en negativo están penalizando bastante al sector que será el que más se beneficie del final de ciclo de bajadas de tipos. Y si empieza a verse un suelo definitivo en los tipos de interés, el mercado puede ir adelantándose a estos movimientos y por fin veamos ventas en los activos de renta fija más segura y que el dinero fluya hasta el riesgo.

En Europa el sector bancario se está contagiando ligeramente del comportamiento de los japoneses. De momento al menos ha frenado la tendencia correctiva iniciada la primera semana de este mes y se está girando al alza.
 

 
El nivel para intentar el rebote es bueno, pero no parece que haya mucha confianza en la continuidad del mismo en tanto no se conozca la decisión de tipos por parte de la FED y la posterior rueda de prensa de Yellen. El resto de índices europeos está en situación similar. El ligero rebote de esta semana al menos está sirviendo para que se respete la primera zona de soportes que advertíamos la semana pasada. El Eurostoxx está rebotando en la zona de los últimos mínimos relevantes de agosto y hoy está intentando recuperar la zona de medias móviles más relevantes.

 
A la vista de este gráfico, las bolsas en general esperan a la reunión de la FED un poco en terreno de nadie. Lejos de las resistencias de máximos de agosto y con un rebote falto de confianza desde mínimos de la semana pasada. Para que el rebote continúe entendemos que el mensaje de la FED debería ser algo similar al de Japón. Menos preocupación por la situación macro nacional, pero sin grandes medidas de política monetaria que sorprendan al mercado. En el caso particular de la Reserva Federal, no debería subir tipos pero seguir manteniendo el discurso de que la economía de Estados Unidos está lo suficientemente fuerte como para respaldar una subida en lo que queda de año. Dejar la puerta abierta a una subida en noviembre o diciembre y dejar próximas subidas para el 2017 en función de la coyuntura internacional sería lo más positivo.
 
Subirlos hoy, aunque la excusa sea apoyado por los datos del sector inmobiliario, consumo, desempleo y datos de inflación, entendemos que a corto plazo generaría correcciones en los mercados. Quizás estas correcciones puedan ser una oportunidad de compra, pero con la volatilidad que generan las decisiones de la FED inesperadas sobre todo en el mercado de divisas, es complicado aventurarse a ver en plena corrección el factor positivo a largo plazo que tendría una subida de tipos en un contexto de bonanza económica de Estados Unidos y ralentización o estancamiento económico en el resto de zonas geográficas.

viernes, 16 de septiembre de 2016

El sector bancario vuelve a meter presión bajista

A pesar del cierre muy positivo de las bolsas de Estados Unidos aupadas por el sector tecnológico gracias al buen comportamiento de Apple, hoy tenemos una apertura bajista en Europa. Y es una apertura bajista poniendo en peligro los primeros soportes que apuntábamos el miércoles. El motivo no es otro que la fuerte caída de Deutsche Bank que está arrastrando al sector bancario.
 
El Departamento de Justicia de Estados Unidos se está preparando para asestar un duro revés contra Deutsche Bank, por haber desempeñado un papel crucial en el empaquetado de deuda con créditos hipotecarios insolventes. Washington busca que el grupo financiero alemán pague 14.000 millones de dólares (12.400 millones de euros). Si finalmente esta multa fuese definitiva (los abogados del banco han comunicado que podría reducirse a 4.000 millones), podría desencadenar fortísimas correcciones en el valor. Hay que recordar que ya en los últimos meses hay bastantes dudas sobre la solvencia del principal banco alemán y los rumores de fusión con Commerzbank de hace unas semanas vienen a ratificarlos

Parece bastante probable que el Deutsche Bank asuma finalmente una multa ejemplar.  Bank of America tuvo que pagar 16.650 millones hace dos años para poder desprenderse de todos los expedientes legales que heredó con la compra de Merrill Lynch y de la hipotecaria Countrywide en pleno terremoto financiero. JPMorgan Chase, el mayor banco por activos de EE.UU., fue sancionado por su parte con 13.000 millones. Goldman Sachs pactó el pasado abril 5.100 millones son los ejemplos más relevantes. Así pues si hace unas semanas comentábamos que la ruptura alcista del sector bancario europeo podría ser un claro apoyo a las bolsas europeas. Hoy, si miramos el gráfico del sectorial bancario de la eurozona, vemos que cotiza justo en zona de soporte. El nivel actual era la resistencia de máximos de julio y agosto.
 
 
Aún está lejos de volver a entrar en el canal bajista, pero si los bancos mantienen la debilidad actual, se complica el rebote en el soporte de 320 puntos del Eurostoxx (valores de la zona euro del Eurostoxx 600). En el gráfico vemos que justo está en el soporte que comentamos esta semana. En soporte no se vende, pero si hoy se perfora el 320 el siguiente soporte se sitúa un 2.4% más abajo en nivel de 310 puntos.

 
Mientras tanto, vemos que ligeramente vuelven las compras de bonos refugio. La rentabilidad del bono alemán ha bajado 7 p.b. desde el 0.07% al 0% de hoy (eso es una subida del 0.75% en precio).  Si miramos el gráfico de la rentabilidad del bono a 10 años, se aprecia que justo ese 0.07% era la zona de soporte del año pasado y mínimos de antes del Brexit. Ahora se ha convertido en resistencia.

 
Por tanto, las compras de bonos refugio restan probabilidad al rebote de las bolsas en los niveles actuales. Preferimos entonces ser más prudentes, y esperar a ver si la renta variable europea rebota en los niveles actuales antes de decidir aumentar exposición a renta variable.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Soportes a vigilar en la renta variable

Ayer comentábamos en las claves del día que las correcciones de las últimas sesiones, en principio debemos tomarlas como una simple recogida de beneficios. No obstante, como el recorte se está produciendo en zona de importantes resistencias, debemos tener precaución ya que evidentemente todas las grandes correcciones se han iniciado con una recogida de beneficios.
 
Así pues, en el día de hoy vamos a analizar la situación técnica de los principales índices de renta variable. Volvemos a ver al DAX alemán como indicador adelantado. Este superó la tendencia bajista en agosto y, de momento, a pesar de las correcciones se mantiene por encima de este canal bajista, por lo que seguimos contemplando la tendencia alcista como el principal escenario. Además, el DAX está por encima de las principales medias de largo plazo, por lo que entendemos las correcciones como oportunidad de compra. Sólo una caída por debajo de 10.200 puntos podría considerarse como una trampa bajista, tal y como comentamos en claves de hace varias semanas. En el RSI podemos ver que se ha reducido considerablemente la sobrecompra de agosto.
 
 
Siguiendo Europa, tenemos como más significativo el movimiento del Eurostoxx (valores de la eurozona del Eurostoxx 600). El índice se ha frenado justo en la zona que une los máximos desde marzo del año pasado. Además, el nivel coincide con los máximos de abril, por lo que claramente puede ser una zona en la que la renta variable europea inicie una tendencia bajista de corto plazo. En el gráfico he insertado el RSI donde se aprecia que el recorte está sirviendo para eliminar la sobrecompra tras las fuertes subidas que se han producido desde el Brexit. A priori, marcamos la zona actual (mínimos de final de agosto) y la zona de 310 puntos como niveles de soporte en los que debería volver a entrar dinero en la renta variable europea.

 
Los inversores que estén ya dentro de la renta variable europea, de momento deben mantener exposición. Si tienen una posición muy agresiva y operan en corto plazo entonces un cierre por debajo de 320 puntos debería reducir algo y esperar al 310. Ahí, si rebota se vuelve a aumentar y se pierde este soporte, se reduce más la posición. Y para los inversores que estén fuera se puede tomar a los precios actuales una primera posición y si corrigiese hasta la zona de 310 aumentarla.

Ibex 35. También rompió en agosto el canal bajista. Ahora esté en un canal alcista y se mantiene en él mientras no pierda el 8.600. En el Ibex, desde el punto de vista de medio plazo, deberíamos ver las correcciones incluso hasta el 8.200 como una oportunidad de compra. Lo preocupante es, sin duda, que vuelva a meterse en el canal bajista.  
 
 
Sectorial bancario europeo. Dibujo similar al Ibex. Roto el canal bajista, debemos ver las caídas como una corrección dentro de la nueva tendencia alcista. Lo preocupante desde el punto de vista técnico es que vuelve al canal bajista iniciado el año pasado, es decir, que pierda los 88 puntos.


Fuera de Europa, el S&P500 tiene varios niveles de soporte relevantes. En primer lugar, la zona de 2.100-2.130 puntos es soporte psicológico y niveles de máximos relevantes de 2015 y 2016. En 2090 tenemos la media de 200 sesiones, por lo que recortes hasta estos niveles se deben tomar como oportunidad de compra. En el RSI se aprecia que la corrección está sirviendo para eliminar claramente la sobrecompra producida tras la ruptura.
 
 

martes, 13 de septiembre de 2016

Todo apunta a una simple recogida de beneficios

Al parecer la fuerte corrección de los índices de renta variable de Estados Unidos se debió a unas declaraciones del presidente de la FED de Boston, Rosengren, diciendo que había que subir tipos de interés en septiembre o se podía "recalentar" la economía. Los inversores rápidamente recordaron el comportamiento del mercado en este inicio de año y decidieron reducir rápidamente riesgos en cartera. Y es que debemos recordar que este año hemos vivido el peor arranque para las bolsas en las últimas décadas y el detonante fue también declaraciones de un miembro de la FED, apostando a que habría 3 o 4 subidas de tipos en este ejercicio. Un mercado tan dependiente de las macro inyecciones de efectivo por parte de los bancos centrales, no parece estar preparado aún para que estos empiecen a acometer políticas menos expansivas.
 
Cuando todo el mundo tenía claro, a la vista de los últimos datos macro más débiles de lo esperado, que en septiembre no habría subidas, las palabras de Rosengren han desconcertado al mercado. A ello se une las declaraciones del jueves de Draghi en las que dejó claro que el BCE también está llegando al límite máximo de intervención de los mercados. No parece que anuncie más medidas de las que ya hay sobre la mesa (que a toda vista son claramente suficientes). La primera reacción evidente fue la de vender, y estas ventas se aceleraron porque desde el punto de vista técnico el S&P500 perforó a la baja el tremendo lateral en zona de resistencias que duraba ya 40 sesiones. En el siguiente gráfico podemos ver la tremenda vela bajista del viernes así como la fuerte recuperación de la sesión de ayer en la que, tras una apertura bajista del -0,4%, acabó en zona de máximos con un repunte del 1,32%.  


En el gráfico se aprecia que en el primer soporte que encontró el S&P500 se produjo el rebote. La zona de máximos de 2015-2016 que este verano ha roto al alza (2115-2130), ayer se convirtió en soporte. Pero el rebote no se produjo por puro técnico, sino porque otro miembro de la FED también hizo declaraciones en el día de ayer. La gobernadora de la Fed, Lael Brainard, una persona cercana a la presidenta del banco central estadounidense, Janet Yellen y, por tanto, una de las voces a las que más atentamente escuchan los mercados, enfrió este lunes la posibilidad de una subida de los tipos de interés en EE.UU.. Lael Brainard no se refirió expresamente a las tasas, pero señaló que una retirada demasiado rápida de los estímulos por parte de la Reserva Federal supondría un riesgo para el mercado laboral de EE.UU., que considera que todavía no se encuentra del todo restablecido y podría provocar mayor inestabilidad en las economías internacionales.
 
Es una opinión mía, pero está claro que la FED ha utilizado a Rosengren para ver cómo de preparado está el mercado para la subida de tipos. Y está claro que aún no está preparado por lo que rápidamente se han desdicho. La reacción de vender no sólo se produjo en la renta variable, sino que también se produjo en la renta fija. Incluso más en la europea que en la de Estados Unidos por las declaraciones que hemos comentado del BCE. Al igual que el S&P500 ha roto a la baja el lateral en zona máximos históricos, la rentabilidad del bono alemán a 10 años ha roto al alza el lateral en zona de mínimos históricos.
 

Sin embargo, ni el dólar ni los futuros de los fondos federales reaccionaron a las palabras de Rosengren ni a las de ayer de Brainard. El Dollar Index en las tres últimas sesiones apenas se ha movido de la zona de mínimos de año. Si realmente el mercado se creyese que la FED será muy agresiva, el dólar se habría revalorizado con bastante fuerza.


Los futuros de los fondos federales otorgan sólo un 22% de probabilidad a que haya subida de tipos el próximo 21 de septiembre sin que se aprecie repunte tras la declaración de Rosengren.
 
 
Por tanto, es bastante improbable que la FED suba tipos. Los bancos centrales seguirán apoyando a la economía. Tal y como vimos la semana pasada, la FED mantiene su balance en máximos desde el QEIII, el BCE seguirá comprando bonos y sólo habrá una subida de tipos este año. Y esta será en noviembre o diciembre, en función de la situación macro. Si continúa la debilidad actual, incluso podemos acabar el año sin cambios, por lo que los mercados seguirán bastante soportados igual que los últimos años. Si la economía va bien le dará soporte y si la economía se debilita serán los bancos centrales los que hagan esta labor.
 
Quizás esto no sea suficiente como para que se rompan máximos y veamos fuertes revalorizaciones en la renta variable, pero sí que es suficiente como para pensar que no veremos fuertes correcciones que auguren un cambio de tendencia. Con estos parámetros, es factible que veamos una recogida de beneficios, pero los inversores no están cambiando de activos, sino que se han ido a liquidez y el dinero en liquidez volverá al mercado si hay correcciones.  
 
 

viernes, 9 de septiembre de 2016

El BCE no ve motivo para actuar y realiza un guiño a la banca

En la reunión de ayer, El BCE mantuvo el tipo repo en el 0%, depósitos en -0,40% y facilidad de crédito en el 0,25%. De la rueda de prensa posterior destacaríamos lo siguiente:
 
  • Crecimiento: Hace referencia a la resistencia de la economía de la UEM, aunque los riesgos siguen siendo a la baja. En todo caso, el crecimiento del tercer trimestre va a ser similar al del segundo. La previsión de crecimiento para 2016 la revisa desde 1,6% hasta 1,7%, mientras que para 2017 y 2018 las revisa a la baja, desde 1,7% a 1,6%.
  • Inflación: Permanecerá en niveles negativos en los próximos meses y repuntará a finales de año. Para 2016 mantiene su estimación en el 0,2% y para 2017 la baja desde el 1,3% hasta 1,2%. La estimación de 2018 no cambia, situándose en el 1,6%. Draghi expresa preocupación por las escasas presiones al alza sobre los precios.
  • Tipo de interés: Se mantendrán en su actual nivel, o en niveles inferiores, un extenso periodo de tiempo, incluso más allá del vencimiento de su programa QE.
  • QE: El programa de compras se mantiene hasta marzo de 2017, pero se podría extender si fuera necesario. Dice que están estudiando diferentes opciones para evitar posibles problemas en cuanto a los activos elegibles, aunque este tema no se ha discutido en esta reunión. El Consejo entiende que no son necesarios más estímulos por el momento.
  • Apoyo de otras políticas: Vuelve a insistir en que otras áreas de la política económica tienen que apoyar a la monetaria. Hace referencia a las reformas estructurales, que son necesarias en todos los países de la UEM.
     
En definitiva, no hubo sorpresas en el comunicado del BCE. El mercado reaccionó mal en un primer momento a las medidas puesto que descontaba que al menos ampliara el plazo de recompra de activos por unos tres meses más. Sin embargo,  en la rueda de prensa se ha visto un Draghi cómodo y satisfecho con las decisiones adoptadas, con el resultado obtenido y no se ve presionado para tomar nuevas medidas más allá de los ajustes técnicos que se consideran necesarios en el programa de compra de activos.
 
El guiño al sector bancario ha venido en el momento que hizo alusión a que es conocedor de que los tipos de interés negativos son un desafío para el sector bancario y pueden tener consecuencias. De esta alusión entendemos que la posibilidad de nuevas rebajas en los tipos es reducida, o nula, salvo un deterioro inesperado del crecimiento de la economía. Es más, esto provocó que los mercados volviesen a niveles previos al BCE y sobre todo que el sector bancario de la zona euro cerrase la sesión en zona de máximos con ganancias cercanas al 2%.
 
En el siguiente gráfico podemos ver que claramente en este inicio de septiembre se está confirmando la ruptura del canal bajista que se produjo a final de agosto.

 
Y si los bancos son los más beneficiados del mensaje de ayer de Draghi, evidentemente los índices que tienen más peso en este sector, están liderando las bolsas europeas. El Ibex 35 pudo cerrar claramente por encima de los 9.000 puntos (nivel que no era resistencia sino nivel psicológico) y también deja atrás la tendencia bajista iniciada en el segundo trimestre de 2015. En el gráfico se aprecia que no hay resistencia hasta la zona de 9.250-9.350 puntos. En esta zona es en la que el Ibex se podría tomar un descanso para consolidar la fuerte subida desde principios de julio.

 
El resto de bolsas europeas están bastante más cautas, quizás a la espera de ver por donde rompe el S&P500. Todos están esta semana en el rango de precios de la semana pasada, incluso el DAX y el Eurostoxx 600 están en negativo esta semana. El movimiento de los grandes índices empieza por tanto a parecerse al del S&P500 que ya lleva 40 sesiones moviéndose en un rango muy estrecho de sólo 33 puntos. Merece la pena ver el gráfico.  

 
Por último, la renta fija reaccionó con ventas al mensaje de Draghi. El mercado descuenta que ya no habrá más bajadas de tipos por parte del BCE. La tir de los bonos alemanes que los días previos habían bajado descontando alguna medida adicional, ayer repuntaron ligeramente. Tal y como hemos comentado en nuestra visión estratégica de hoy, aunque somos conscientes que hay una clara burbuja financiera en los bonos refugio europeos, esta no parece que vaya a explotar a corto plazo. Sí que se aprecia que la rentabilidad de los bonos debería normalizarse con leve repunte. Los bonos a corto plazo cotizan por debajo del -0.4% (tipo del depósito) y los de largo plazo muy por debajo de la inflación subyacente. Pero como dice Draghi, hay escasas presiones alcistas sobre los precios.


Simplemente toca ver si los gobiernos recogen el testigo que les quieren ceder los bancos centrales con mayores políticas fiscales incrementando el gasto para tratar de generar esa inflación. Si apostamos a que sí que lo harán, entonces decididamente tenemos que apostar por renta variable en las carteras. Los bancos centrales claramente están inundando la economía de liquidez. En el siguiente gráfico vemos la evolución de los balances de los tres principales bancos centrales (BCE en blanco, FED en amarillo y BoJ en verde). 

 
 
 
 
 
     

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Hoy el BCE seguirá apoyando a los bonos corporativos

Ayer de nuevo los datos macro de Estados Unidos volvieron a defraudar. El dato de ISM de servicios de EE.UU. de agosto bajó a 51,5 desde 55,5 de julio y por debajo del 54,9 esperado. Este dato, junto con el descenso del ISM manufacturero del mismo mes al 49,4, ha reducido la probabilidad de que la FED suba tipos en septiembre. Recordemos que son encuestas a empresarios del sector en las que claramente se muestra la incertidumbre de los mismos sobre las implicaciones del Brexit y los resultados de las elecciones de EE.UU..
 
En el siguiente gráfico, que indica las sorpresas macro, podemos ver que no sólo esta semana, sino que desde agosto, los datos macro están defraudando expectativas, tanto los de EE.UU. (línea amarilla) como los de la Zona Euro (línea blanca). Sin embargo, los datos de China sí que mantienen la senda positiva de los dos últimos meses. En parte, pueden tener cierta lógica. Los datos de julio sorprendieron fuertemente al alza debido a una fuerte rebaja de expectativas de los analistas tras el Brexit y, evidentemente, era pronto para que el Brexit se viese reflejado en la economía. Sin embargo, en agosto, ante el fuerte repunte de los mercados de julio, los analistas han mejorado expectativas y es cuando la macro empieza a reflejar (sobre todo las encuestas de sentimiento) el problema británico.
 

Sea por una cosa o por otra, lo que está claro es que estos datos alejan claramente la posibilidad de que la FED suba tipos este mes y le ha dado un impulso a los bonos, tanto de gobierno como corporativos, y tanto en EE.UU. como en Europa. Hoy los mercados estarán centrados en lo que diga el BCE, no sólo sobre el programa de compra de activos, sino sobre sus estimaciones de crecimiento de PIB y de inflación para la UEM. El mercado no espera cambios significativos en esta reunión, aunque cualquier guiño a la debilidad macro o implicaciones del Brexit dejarían claro que el BCE seguirá apoyando a los mercados.
 
Dentro de los bonos, el movimiento quizás más relevante es el del bono alemán. Hace unos días comentábamos que parecía que desde mínimos del Brexit, la rentabilidad podría estar dibujando una minitendencia alcista. Sin embargo, esto ya queda desmontado con un nuevo paseo de la rentabilidad del bono a 10 años por debajo del -0,10%. Hoy podemos ver en el gráfico del futuro del BUND que el precio se ha ido de nuevo a zona de máximos históricos.
 
 
De momento no ha roto el estrecho lateral en el que está inmerso desde final de junio y seguiría vigente la posibilidad de un techo de mercado para este activo. Pero si sigue la debilidad macro y los bancos centrales siguen mostrándose como los únicos valedores de la recuperación económica, no es descartable que el Bund rompa al alza esta resistencia.

Curiosamente, al igual que ocurrió el pasado viernes con el dato de empleo peor de lo esperado, el S&P500 reaccionó ayer al alza tras la publicación de los datos. El cierre se quedó de nuevo a las puertas de superar máximos históricos. Llama poderosamente la atención que su gráfico se asemeje al del Bund alemán. Ambos están en zona de máximos tras un lateral de unos dos meses de duración.
 
 
 
¿Podrían los dos índices (uno de renta fija y otro de renta variable) romper al alza al mismo tiempo las resistencias?

A la vista de que ambos están en tendencia alcista de corto plazo y tienen dibujo similar, evidentemente la respuesta es afirmativa. Pero sin duda, entendemos que sería más fiable y sostenible una ruptura al alza de la renta variable y que el precio de los bonos se girase a la baja, ya que esto se produciría por una mejoría de la situación macro que permitiera a los bancos centrales ser menos agresivos con su política monetaria. La ruptura de los dos activos sería consecuencia de más medidas de los bancos centrales (más dinero en el mercado), lo cual en los últimos años está claro que está funcionando perfectamente.

En definitiva, el dinero barato, regalado o incluso la posibilidad de ganar dinero al tomarlo prestado, seguirá siendo un factor clave a tener en cuenta durante bastante tiempo. Las grandes compañías de grado de inversión se están beneficiando claramente de ello hasta el punto de emitir bonos a rentabilidades negativas. Esto posibilita no sólo un importante ahorro de costes financieros, sino que alimentará próximas fusiones y adquisiciones que deberían dar soporte a una tendencia alcista de las bolsas.

Es en los siguientes gráficos como mejor se aprecia lo que está bajando el coste de financiación de las empresas europeas. En términos medios las empresas de grado de inversión consiguen financiación a cinco años en euros hoy por debajo del 0.5%, por primera vez en la historia. La tendencia a la baja del gráfico no ofrece dudas.

 
Y las de grado de especulación, igualmente están consiguiendo financiación en niveles de mínimos históricos.

 
Hoy se cumplen tres meses desde que el BCE empezara a comprar bonos corporativos y no se descarta que en el día de hoy anuncie que alarga el programa de recompra de activos. O incluso unas declaraciones en las que ponga énfasis a que vigila los efectos del Brexit a fin de alargar el programa en próximas reuniones, sería positivo para los bonos corporativos. La respuesta de la renta variable es más complicada de adivinar, pero si nos ceñimos a lo que ha pasado los últimos años, estamos seguros de que aplaudirán un mayor apoyo de los bancos centrales.