La semana pasada, tras la comparecencia de
Trump ante el senado, el S&P500 alcanzó la parte superior del canal alcista
iniciado en los mínimos del año pasado. La ruptura del lateral iniciado en
diciembre se produjo cuando Trump avisó que anunciaría rebajas de impuestos y
ambicioso plan de gastos. Pues bien, puede volver a producirse el fenómeno de
comprar con el rumor y vender con la noticia. En el gráfico podemos ver que
tras romper este lateral, que estaba en la parte intermedia del canal alcista,
el S&P500 se ha dirigido directamente a la parte superior del mismo, que
era el objetivo optimista que nos habíamos marcado en febrero cuando se rompió
al alza. En el gráfico he insertado el RSI ya que se aprecia que está en
niveles de sobrecompra, aunque no se aprecia divergencia bajista con el precio
(Hay máximos crecientes tanto en el precio como en el RSI).
Situación similar presenta el Dow Jones
Industrial. Está en la parte superior del canal alcista y marca sobrecompra en
el RSI. Incluso aquí se aprecia cierta divergencia bajista en el RSI (máximos
crecientes en precio y doble techo en RSI).
Así pues, da la sensación que los índices de
renta variable de Estados Unidos requieren un merecido descanso. No podemos
saber si se producirá desde los precios actuales o aún le queda recorrido a la
subida. E incluso si se produce el mismo, no podemos saber si este descanso se
producirá en forma de movimiento lateral o en forma de corrección. Amplio el
gráfico del último año del S&P500 en el que se aprecia que ha habido cuatro
subidas muy verticales, y tras ellas, los periodos de consolidación han sido en
forma de movimiento lateral. Sólo tras el repunte del Brexit, podríamos
calificar el movimiento previo a las elecciones de Estados Unidos como una fase
correctiva.
Por tanto, que hayamos alcanzado un objetivo
alcista desde el punto de vista técnico no quiere decir que el S&P500 no
pueda subir más, ni tampoco que necesariamente tenga que haber una corrección.
El escenario más probable a corto plazo vuelve a ser un terreno lateral para
consolidar las subidas previas. Este es el escenario más probable desde el
punto de vista técnico y también desde el fundamental. Ha acabado la temporada
de resultados empresariales, y en las próximas sesiones tenemos reunión del
Banco Central Europeo esta semana (jueves) y el próximo día 15 de marzo tenemos
las elecciones de Holanda y la reunión de la Fed en la que muy probablemente
(98% según los futuros de los fondos federales), subirá los tipos un cuarto de
punto.
Siempre es complicado aventurar cómo
reaccionará el mercado ante las medidas de la FED. Aunque está claro que la
situación macro (sobre todo por los datos de empleo, viviendas, consumo e
inflación), la economía de Estados Unidos necesita esta subida de tipos, no
sabemos si el dólar volverá a retomar la fuerte tendencia alcista tras esta
medida. Y ya tenemos experiencia en ver que si vuelve la volatilidad en el
mercado de divisas, y sobre todo, si el dólar se aprecia, los mercados
emergentes en particular y los activos de riesgo en general suelen sufrir.
El BCE por su parte tiene un papel difícil en
la próxima reunión de este jueves. Está muy presionado para subir tipos o, al
menos, lanzar un mensaje de que esta posibilidad empieza a manejarse. Esta
presión no sólo viene por los actuales datos de inflación (3% en España, 2,2%
en Alemania y 2% en la Eurozona), sino por la actuación de la propia FED y,
sobre todo, por la presión que está ejerciendo el Bundesbank a través de sus
últimos comunicados. Pero por otro lado, Draghi sabe que la inflación actual se
debe al fuerte repunte de los precios del petróleo y esta bajará a partir del segundo
trimestre. Además, la recuperación de la Eurozona no es tan vigorosa como la
del resto de zonas geográficas, y además hay que añadir las consecuencias para
nuestra economía del Brexit, así como de la incertidumbre política que generan
las elecciones presidenciales que tendremos a lo largo de todo el ejercicio.
Por tanto la rueda de prensa de Draghi de este
jueves se estudiará palabra a palabra y será complicado definir cual será la
reacción del mercado tras la misma. Y por último, tenemos el sector bancario
europeo que es de los pocos activos de renta variable que aún no ha salido del
lateral iniciado en diciembre. Las bolsas europeas, y sobre todo los índices de
España y de Italia, necesitan el apoyo de los bancos para poder continuar su
racha alcista. Ayer gran culpa de que las bolsas europeas acabasen en negativo
fue el anuncio de una ampliación de capital del 8.000 millones de Deutsche
Bank. Esta noticia provocó que el sectorial de la zona euro no pudiese superar
la media de 500 sesiones. En el gráfico podemos ver que aún cotiza por debajo
de los máximos de enero.
Aunque rebotó con fuerza en la base del canal
alcista, el sectorial sigue dentro del canal lateral iniciado a mediados de
diciembre. Si miramos el RSI, podemos ver que este lateral ha servido para
eliminar la fuerte sobrecompra que alcanzó en diciembre. Por supuesto, un
mensaje este jueves del BCE positivo para los bancos, podría provocar que este
rompa al alza y sea el apoyo definitivo a la tendencia alcista de las bolsas
europeas, pero mientras tanto, parece que no hay muchos argumentos para que las
bolsas sigan superando máximos y lo más probable es que antes, se vayan
consolidando los niveles actuales.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
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