miércoles, 30 de noviembre de 2016

¿Se puede encontrar rentabilidad en los bonos?

Ayer comentábamos que a pesar de las medidas de los principales bancos centrales en los últimos años, no se está consiguiendo que repunte la inflación. Así que, dudamos que la victoria de Trump lo consiga, o al menos no parece que nos vayamos a escenarios de altas tasas de inflación. En este sentido, sí que pudiera seguir la penalización de los bonos pero no parece que sea sostenible una venta masiva e indiscriminada de los mismos. Es verdad que muchos activos de deuda están ofreciendo rentabilidades negativas incluso a plazos superiores a cinco años pero también es verdad que las ventas del último mes, están provocando que a día de hoy empiecen a verse bonos que ofrecen rentabilidades interesantes, que lo serían aún más si finalmente no repunta la inflación.
 
En la siguiente tabla de Bloomberg podemos ver qué rentabilidad ofrecen los bonos de los principales gobiernos en plazo de dos años, ordenados de mayor a menor (la rentabilidad es la de la columna con las cifras en azul).
 
 
Mientras que los países europeos ofrecen rentabilidades negativas hasta incluso del -0.75% (Alemania), en Estados Unidos nos encontramos que su bono a dos años ya ofrece rentabilidades del 1%. Está claro que su bono ya está descontando claramente gran parte de las próximas subidas de tipos de la FED. Y en emisiones en dólares de países emergentes podemos encontrar rentabilidades entre el 2% y el 4%. Incluso países como la India que son uno de los que están mostrando mejores cifras macro en los últimos años, ofrecen una rentabilidad casi del 6% y su bono tiene el mismo rating que los bonos italianos.
 
Si nos vamos a duraciones de 5 años, mientras que los europeos siguen ofreciendo rentabilidades negativas en su mayoría, el bono de Estados Unidos ya ofrece rentabilidades cercanas al 2%. Y los de países emergentes emitidos en dólares ofrecen rentabilidades entre el 3% y el 5,5%. No aumenta mucho más la rentabilidad de los bonos de India y Sudáfrica respecto al plazo de dos años.
 


Evidentemente, cuanto más ampliemos el plazo mayores rentabilidades encontraremos, pero no pretendo en estas claves demostrar que es cuestión de plazo, sino que incluso manteniendo unas duraciones prudentes (entre 2 y 5 años) se pueden encontrar rentabilidades razonables. Incluso en bonos de gobierno, podemos encontrar un amplio abanico de rentabilidades, que se amplia aún más si en el filtro añadimos bonos corporativos.
 
En definitiva, que no toda la renta fija mundial es el bono alemán o el español. En la siguiente tabla expongo la rentabilidad y la duración que ofrecen a día de hoy los principales índices Barclays de las principales categorías de bonos mundiales. También ordenados de mayor a menor duración.
 
 
Es decir, que hoy en día podemos optar a un fondo o ETF con bonos High Yield de Estados Unidos que ofrece una Tir media de cartera del 6.6% con una duración media no excesivamente arriesgada de 4.13 años. Y desde ahí hasta un 0.32% con duración de 5.68 años que ofrecen los bonos de gobierno europeos, el abanico es amplio y variado.
 
Lo que queremos decir con lo expuesto en las claves de hoy, unido a lo que venimos comentando en las últimas semanas, es que aunque sí que pudiera haber una clara burbuja en los bonos de gobierno europeos (concretamente en el bono alemán), no tienen por qué haber una salida masiva de los bonos por parte de los inversores. No está tan claro la frase que muchos analistas, informes e incluso estudios y que es tan recurrente de "venden bonos y compran bolsa". No señor, entre el bono alemán y la renta variable hay muchísimos activos en el camino. Y si hoy los inversores del bono alemán pensaran que no le quedara más recorrido, estos no lo venderían para irse a liquidez o a renta variable. Estos buscarían rentabilidades dentro del mismo tipo de activo (renta fija) allá donde la rentabilidad compense el riesgo.
 
En las tablas que he incluido hoy en las claves se aprecia que sí que hay rentabilidades atractivas sin necesidad de asumir fuertes riesgos de duración. Lo que sí que está claro que hay que aumentar riesgo de crédito (peor calificación crediticia) e incluso riesgo de divisa. Pero estos riesgos se minimizan o incluso se pueden eliminar (clase cubierta) si optamos por una diversificación a través de fondos de inversión de las categorías comentadas.
 
 

martes, 29 de noviembre de 2016

Nadie nos asegura que Trump reactive la inflación

Esta mañana se ha publicado el dato de la tasa de paro de Japón. La tasa en Japón ha repetido la del mes anterior y se sitúa en el 3%, que es la tasa más baja en los últimos 20 años. Hay que remontarse a principios de los 90 para encontrar tasas más bajas. Algo similar ocurre con la tasa de paro de Estados Unidos, que esta semana publica el dato (próximo viernes) y en Alemania. Es decir, que las tres principales economías de los países desarrollados sí que están beneficiándose de la expansión de balances de los bancos centrales que han inundado el mundo de liquidez. La situación puede parecer idílica y con estos datos en la mano, todo apunta a que la inflación tendría que haber aparecido ya o, al menos, debería ser una amenaza.
 
En el siguiente gráfico comparo la evolución de la tasa de paro de Japón (en blanco), el IPC (amarillo) y la masa monetaria (verde). Se aprecia cómo ni la mejoría económica ni la inyección de dinero han conseguido que repunte la inflación en Japón. He introducido la evolución del precio del petróleo (morado) para ver que con este activo sí que hay una mayor correlación.
 
 
En definitiva, que los datos macro sí que están mejorando, así como las previsiones de crecimiento económico futuras. Alentadas claramente por la labor de los bancos centrales. Pero esto, de momento, no está sirviendo para generar la ansiada inflación. Una inflación que temen los inversores de bonos y ansían los inversores en renta variable. Pero lo que debemos tener en cuenta es que haya o no haya inflación, si la situación macro sigue mejorando, será bueno para las bolsas y malo para los bonos. En el siguiente gráfico podemos ver que los últimos datos macro siguen mejorando previsiones sobre todo en la eurozona (línea blanca) y mejorando en las últimas semanas en EE.UU. (línea amarilla).

 
Por tanto, todo apunta a un mundo en el que será muy complicado que la inflación se dispare. Si los precios de la energía es el principal factor que genera inflación, dudamos mucho que a largo plazo los precios se sitúen claramente por encima de los 50 dólares. Por mucho que esta semana los miembros de la OPEP decidan congelar o reducir la producción (el petróleo reaccionaría al alza), los precios a largo plazo no dependen de la oferta, sino de la demanda. Y ya hemos visto este mismo año que en cuanto el precio se acerca a 50 dólares, aumenta la producción de Estados Unidos a través de las compañías de Fracking. Pero la demanda, aunque aumente el crecimiento global, no aumentará en la misma producción. Las energías renovables están ganando terreno en las principales economías del mundo, por lo que cada vez hay menos necesidad del oro negro. Sin hablar de que la globalización también acarrea una presión a la baja de los precios. Las compañías tienen total facilidad para cambiar sus procesos productivos allá donde sea más eficiente.  
 
Así que, estamos en un mundo en el que los tipos de interés podrán subir, pero seguirán en niveles bajos. Y en este mundo hay que mantener renta variable, que será el activo más rentable a largo plazo, pero tampoco hay que huir de la renta fija. Es complicado pensar que la burbuja de la renta fija explote como algunos auguran (o incluso lo hemos pensado nosotros). Estamos pues, en un contexto que invita más que nunca a tener carteras muy diversificadas. Sean sectores cíclicos o defensivos, Estados Unidos o Europa, lo que hay que tener son buenas compañías en cartera en lo que respecta la renta variable. Y en renta fija hay que buscar dónde la rentabilidad compensa el riesgo. En deuda pública a corto plazo no hay rentabilidad y en deuda a largo plazo pensamos que el riesgo no compensa esa mayor rentabilidad. Los repuntes de Tir por muy leves que sean, en un bono a largo plazo suponen fuertes caídas del precio. Por tanto en renta fija, si pensamos que la situación económica será mejor, el binomio rentabilidad riesgo es el mejor en deuda corporativa (incluso High Yield) en tramos cortos de la curva.
 
Hoy salta la duda sobre qué pasará el próximo lunes en los mercados, cuando se conozca el resultado del referéndum italiano. Todo apunta a que saldrá no a las reformas constitucionales. Pero este año ya deberíamos estar acostumbrados tanto a no acertar en las encuestas y sobre todo a no acertar a la respuesta del mercado al resultado final. Este año se ha podido dar el caso de que un analista, gestor o inversor haya acertado las dos mayores sorpresas del año y tenga sus carteras con fuertes pérdidas. Si acertó el Brexit y la victoria de Trump, lo más probable es que los días previos redujera fuertemente el riesgo de las carteras y se refugiase en bonos de deuda pública. Pues dos de las principales rachas alcistas de los activos de más riesgo se produjeron tras el Brexit y tras la victoria de Trump.
 
¿Qué pasará el próximo lunes? Debemos admitir que no sabemos la reacción del mercado. Pero las buenas compañías si corrigen generarán una oportunidad de compra a largo plazo, estén cotizando donde sea.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Repaso a los sectoriales europeos

Estos días estamos insistiendo que la renta variable europea (salvo el Ibex que está en soporte) está en un movimiento muy cercano a resistencias de máximos anuales. Sin embargo, destacamos un comportamiento muy dispar según qué sector. Hoy vamos a realizar un repaso a los principales sectores del Eurostoxx 600 para ver en qué situación se encuentran. Comenzando por los que más han corregido en las últimas semanas y terminando por los que mejor se han comportado. En la siguiente tabla he ordenado de peor a mejor comportamiento en los tres últimos meses todos los sectores. La diferencia es sustancial, desde una corrección del 10% en Utilities hasta un rebote del 27% en recursos básicos.
 
 
Evolución del Sector Utilities. La corrección ha llevado al sector a mínimos no vistos desde 2013. Ha intentado estos días sin éxito el rebote, pero se mantiene en la línea que une los últimos mínimos dese 2014. El indicador de momento MACD está marcando niveles de sobreventa vistos sólo en los niveles previos a fuertes rebotes vividos estos últimos años.


Evolución del sectorial de consumo básico. La caída incluso ha llevado al sector a perder la fuerte tendencia alcista iniciada en 2011. He señalado fuertes soportes en niveles de 550 puntos, que es por donde pasa la zona de máximos y mínimos significativos de 2014 y 2015. También presenta una fuerte sobreventa en el MACD que indica que se puede estar generando un rebote.
 
 
Evolución del sector Telecomunicaciones. Continúa claramente en una tendencia bajista iniciada en 2015. El verdadero soporte lo encontramos en niveles cercanos a 250 puntos que es donde encontramos la línea que une los últimos mínimos significativos y la zona de máximos relevantes de 2011 a 2013. El MACD no está tan sobrevendido, por lo que aún no parece marcar el inicio de un rebote.

 
Evolución del sector Salud. Algo mejor que el resto. Los mínimos de este mes coinciden con los mínimos de febrero. Además, en la zona de 630 puntos tenemos otra zona de soporte significativa. Puede ser un buen nivel para iniciar rebote peor se necesita que de nuevo vuelva a situarse sobre la directriz alcista (en verde) para confirmar el suelo.

 
Evolución del Consumo discrecional. También está mejor que los primeros. Incluso se mantiene sobre la directriz alcista y mínimos del año. EL MACD marca sobreventa y se está cruzando al alza, por lo que también puede iniciar rebote al alza.


Evolución del sector Construcción. Cotiza en positivo en los tres últimos meses y empieza a parecerse al Eurostoxx 600. Está en un lateral desde agosto en zona de máximos de 2014. Este verano rompió al alza una cuña alcista, por lo que estimamos que si supera máximos se puede disparar al alza.
 
 
Evolución del sector industrial. Muy similar el comportamiento al DAX alemán. Este verano ha dejado atrás la línea que une los máximos desde principios de 2015. Justo el día de las elecciones americanas hizo el Pullback a la directriz superada y desde ahí está rebotando. Está a las puertas de superar máximos del año y la corrección de las últimas semanas ha servido para eliminar sobrecompra del MACD. Está por encima de las medias de largo plazo por lo que es probable que supere máximos anuales y continúe la tendencia alcista que se adivina desde mínimos de febrero.

 
Evolución del sector Energía. Se está recuperando del catastrófico inicio del año, donde incluso rompió a la baja los mínimos de 2011. Este verano está dejando atrás las líneas que unen los máximos desde 2014 pero al igual que la mayoría de índices europeos se ha frenado en máximos de abril y agosto. Superar 300 puntos sería una señal muy alcista. Está por encima de las medias de largo plazo y el MACD se está cruzando al alza en un buen nivel que apoyaría un hipotético rebote.


Evolución del sectorial bancario. Este verano, cuando nadie quería posiciones en este sector, rebotó con fuerza en mínimos de 2011. Desde entonces, presenta clara tendencia alcista y ha dejado atrás el canal bajista iniciado el año pasado. Tras las elecciones se ha frenado en zona de máximos de marzo de este año. Está sobrecomprado por MACD por lo que podría desplegar un movimiento lateral o correctivo para eliminar la sobrecompra actual.
 

Evolución del sector de recursos básicos. Al igual que el anterior, al inicio del año perdió incluso el canal bajista iniciado en 2011. En el rebote ha dibujado un H-C-H invertido y ahora cotiza en la zona que une los máximos de los últimos años. Está sobrecomprado por MACD por lo que aunque le puede quedar recorrido hasta nivel de 450 marcado por el objetivo del H-C-H, la resistencia actual puede provocar que los inversores hagan caja en los niveles actuales.  
 
 
Por tanto, a la vista de los gráficos, podemos llegar a una conclusión evidente de que ha habido este año una tremenda rotación de activos acelerada en los tres últimos meses. La duda es si esta continuará a pesar de que los que han caído están en zonas de soporte y los que han subido están en resistencias. A corto plazo prefiero pensar que si los sectores que han corregido tiene buenos fundamentales, como es el caso, los inversores no deberían abandonarlos o incluso deberían incrementar posiciones. En cuanto a los que han subido, la lógica me hace pensar que es mejor hacer caja y esperar para comprar en mejor momento. Un momento que se producirá tanto si corrigen como si se superan las resistencias comentadas.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Ni el ascenso del populismo nos debe llevar a reducir todos los riesgos

Semana de transición en la mayoría de mercados. Es así como podemos definir la semana actual. Tras la tormenta provocada por las elecciones de Estados Unidos, está volviendo la calma y la mayoría de activos se está moviendo en un estrecho lateral en torno a los niveles alcanzados los días posteriores a la victoria de Trump.
 
Sí que vemos que los índices bursátiles de Estados Unidos y Japón, están confirmando su potencial alcista. Sin cambios significativos en la sesión de ayer, pero todos se mantienen en zona de máximos históricos sin presentar síntomas de agotamiento de la tendencia. Y el índice Nikkei de Japón, tras los buenos datos macro, está confirmando plenamente que ha dejado atrás la tendencia bajista iniciada el año pasado. En el siguiente gráfico podemos ver que ni siquiera la media de 500 sesiones ha frenado la subida vertical de este índice.
 
 
Emergentes aparte (muy penalizados por la volatilidad en las divisas provocada por las elecciones), lo más destacable es el freno en las resistencias de las bolsas europeas que vimos ayer. Dijimos que los inversores esperan los datos de este fin de semana de consumo minorista y también las elecciones en Italia. Pues a la vista del comportamiento de los bonos del tesoro europeos, tenemos la sensación de que lo que realmente preocupa a los inversores son las elecciones en Italia.

En el siguiente gráfico podemos ver cómo la prima de riesgo entre Italia y España se ha ido a máximos a favor de nuestra deuda. Antes del Brexit, el tesoro español se financiaba entre 10 y 20 p.b. más caro que el italiano. Sin embargo, tras el Brexit y las elecciones de junio españolas en las que no hubo el ascenso del populismo que tanto preocupa a los inversores, no sólo se redujo la prima de riesgo, sino que adelantamos al tesoro italiano. Hoy el bono español a 10 años cotiza a una rentabilidad un 0.5% inferior al italiano (zona de máximos anuales). En la parte superior del gráfico vemos la evolución de la tir del bono español e italiano y en la parte inferior el diferencial de rentabilidad entre ambos.
 


Pero no sólo está mejorando nuestra prima de riesgo frente a Italia, sino que lo está haciendo también frente a Francia. El mismo gráfico frente al bono francés a 10 años nos indica que antes del Brexit el tesoro español tenía que pagar entre un 1% y 1,2% más que el francés y estas últimas semanas lo hace entre un 0.7% y 0.85% más.
 
 
Sin duda, el mercado está de nuevo inquieto por el resultado de un referéndum. 2016 será recordado como el año de las sorpresas en los referéndums. En Italia, lo que realmente preocupa a los mercados es que la victoria del no provoque el abandono del cargo del primer ministro Renzi. Esto llevaría de nuevo a Italia a un periodo de transición política. Esto no es lo preocupante, puesto que no es nada nuevo para los inversores puesto que ha habido 63 gobiernos en 70 años de historia de la actual república. El problema es que los tres principales partidos de la oposición son partidarios de abandonar el Euro. El más grande y más importante es el Movimiento Cinco Estrellas, el segundo es Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi y el tercero es el separatista Lega Nord. Si el merado empieza descontar que Italia sigue los pasos del Reino Unido y abandonara en el futuro próximo la moneda única, los inversores reducirían claramente posiciones en los mercados europeos.

Por tanto, en Europa tenemos motivos para ser optimistas si pensamos que para evitar el ascenso del populismo, los actuales gobiernos abandonarán su actual política de austeridad o pesimistas si pensamos que tras las elecciones de Italia y próximas de Francia, tenderemos a la desaparición de la actual unión europea. No tendría sentido la misma si ya no cuenta con Reino Unido y saliesen o estuviesen dispuestos a salir Francia e Italia. Pero visto los visto, tampoco podemos hoy decir que si se produjese el peor de los escenarios que plantean los analistas, esto provocase un desplome de los mercados.
 
Antes de las elecciones de Estados Unidos todo el mundo descontaba caídas superiores al 10% si ganaba Trump y el movimiento ha sido al contrario. Nadie nos dice que si la zona euro se desmiembra las bolsas no puedan subir. La bolsa de Reino Unido se fue a máximos históricos tras el Brexit, y la victoria de Trump ha hecho lo propio con las bolsas USA. Vean los gráficos que dejo para la reflexión. Quizás el ascenso del populismo no sea tan malo para los mercados de renta variable. Recuerden que las dos salidas de la crisis de España más verticales se produjeron por la devaluación de la peseta. La depreciación de la libra ha llevado a mejorar sus datos macro y su mercado y evidentemente si Italia y Francia volviesen a la lira y al franco, sus monedas perderían bastante valor, lo mismo que pasaría con el euro si los países restantes decidieran mantenerlo.
 
Evolución del Ftse 100 inglés tras el Brexit.


Evolución del Russell 2000 tras la victoria de Trump.
 
 
Por tanto, teniendo los índices europeos en clara zona de resistencia, lo recomendable es tener una exposición reducida pero no dejarnos influir por las noticias que, a priori, puedan ser negativas. Si se superan las resistencias de máximos de abril – septiembre, hay que aumentar fuertemente los riesgos en renta variable europea.
 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los índices europeos de nuevo en zona clave

Ayer comentábamos que normalmente esta semana suele marcar el hipotético inicio del rally de fin de año en los mercados bursátiles. Las cifras de ventas que se publiquen del Black Friday y del cibermonday nos pueden dar una idea de la confianza del consumidor minorista y por ende, nos debería ratificar si hay optimismo en las futuras previsiones macros y micro. También hemos comentado que si el S&P500 supera y consolida máximos históricos, debería contagiar al resto de índices bursátiles.
 
En EE.UU., salvo el Nasdaq 100, todos los índices están en máximos históricos. Señal inequívoca de la fortaleza de sus índices. Necesita confirmarse en las próximas sesiones, de ahí que insistamos en la importancia de los datos de este fin de semana.
 

En Europa, de momento, ningún índice ha superado máximos del año, pero tenemos a casi todos en zonas de importantes resistencias. Empezando por el más amplio, Eurostoxx 600, ayer de nuevo se topó con la línea que une los máximos desde principios de septiembre.
 
 
El DAX alemán también se frenó tras la victoria de Trump en la zona de máximos de agosto-octubre. Desde entonces, lleva varias sesiones en un lateral cerca de estas resistencias. Todo apunta a que necesitamos un argumento adicional para poder superar esta resistencia. La debilidad del euro puede ser un argumento y las cifras de ventas de este fin de semana puede ser el siguiente.

 
Algo similar ocurrió con el Eurostoxx 50. Tras las elecciones se frenó justo en la línea que une máximos desde el año pasado. Y desde ese momento llevamos  ya 10 sesiones sin tendencia ninguna a la espera de algún acontecimiento que haga superar por fin este canal bajista o que de nuevo lleve a la baja a este índice. Cifras de ventas o el referéndum italiano podrían ser la excusa para uno u otro movimiento.  


Sólo el Ibex 35 está muy por debajo de su resistencia natural. Todo lo contrario. Tras la victoria de Trump, el Ibex está en zona de soporte. Lleva 11 sesiones lidiando con el soporte de 8.650 puntos.
 

Sin duda, el peor comportamiento del Ibex 35 se debe al lastre que suponen los ingresos de las principales empresas en Latinoamérica. En el siguiente gráfico vemos que el MSCI Latin America ha corregido un 15% desde el día antes de las elecciones. Evidentemente si el índice de emergentes continúa el rebote que se está produciendo al llegar a las medias de largo plazo, debería contagiar a nuestro Ibex 35.

 
Por tanto, euforia contenida por estar en zonas de resistencias, pero bastante optimismo porque sabemos que históricamente los índices de renta variable despliegan importantes subidas en cuanto superan resistencias.  
 

martes, 22 de noviembre de 2016

La liquidez está volviendo al mercado


Tras las elecciones lo más llamativo estaba siendo la fuerte rotación de activos. Eso es evidente y en toda la prensa especializada se ha ido reflejando a diario.
  •  En renta variable la rotación era de sectores defensivos a sectores cíclicos y de renta variable de países emergentes y de Europa a renta variable de Estados Unidos.
  • En divisas, la libra que estaba muy débil y sobre todo el dólar están siendo los principales activos ganadores estos días.
  • En materias primas, el oro ha sido el perjudicado y los metales industriales los beneficiados.
  • Pero en renta fija, la huida ha sido generalizada en todos los activos y plazos.
 
En los últimos días se ha vivido el mayor repunto de las tires de la mayoría de activos de renta fija, tanto en países desarrollados (Estados Unidos, Alemania y países periféricos europeos) como en países emergentes. Es decir, hemos visto rotación en casi todos los activos salvo en renta fija. Ahí sólo se han visto ventas. La duda que tenemos es si los inversores de renta fija que han hecho caja estos días, se han pasado o tienen pensado pasarse a renta variable o si se mantienen en liquidez a la espera de un mejor momento para entrar en renta fija.
 
Pues depende del tipo de inversor. El inversor conservador dudo que se pase de un tipo de activo a otro. Sí que los tenedores de bonos de largo plazo, que tienen volatilidad similar a la renta variable pueden pasarse de un activo a otro, pero visto el comportamiento de hoy de los mercados, nos da la impresión de que el dinero se había quedado en liquidez. Hoy están repuntando todos los tipos de activos. Está entrando el dinero tanto en renta fija como en renta variable.
 
Es más, si ayer habría que destacar que los cuatro principales índices de Estados Unidos cerraron en máximos históricos, hoy llama poderosamente la atención que la rentabilidad del bono alemán a 2 años se ha ido a mínimos históricos. Las palabras de Draghi del viernes y reiteradas ayer, dejan claro que el BCE va a seguir apoyando a los mercados de renta fija. Es decir, que aunque los tipos a largo puedan sufrir por la hipotética subida de las expectativas de inflación, los tipos a corto siguen muy controlados por el BCE. En el siguiente gráfico vemos cómo desde el viernes, vuelven a bajar las rentabilidades en todos los plazos del tesoro alemán destacando la circunstancia comentada de fuertes compras de bonos a corto plazo.
 
 
Y es que los inversores no suelen o pueden estar mucho tiempo en liquidez. Hoy compran bonos de Alemania, de periféricos y algo menos de bonos de Estados Unidos. El futuro del Bund vimos la semana pasada que había llegado a una zona de soporte clave. Y es ahí donde volvió a entrar el dinero de los inversores de este tipo de activos.

 
Lo mismo está ocurriendo con el bono de Estados Unidos a 10 años. Comentábamos la semana pasada que estaba justo en la línea que unía (su rentabilidad) máximos desde 2008. De momento no hay fuertes compras, pero esta resistencia está sirviendo para frenar las ventas. Si se mantiene unas jornadas en este nivel es bastante probable que vuelvan las compras.

 
También en los bonos de países periféricos hay compras. Hoy bajan 10 p.b. las tires de bonos de España, Portugal e Italia a 10 años (eso es casi un 1% de subida del precio del bono). Por tanto, tal y como decíamos la semana pasada, donde unos ven riesgos, otros ven oportunidades.
 
¿Quiere esto decir que de nuevo hay que ir a comprar renta fija aprovechando el aumento de las rentabilidades? Pues no parece que sea lo más adecuado. Simplemente, viendo estos gráficos la idea que queremos trasladar es que hay que seguir teniendo carteras diversificadas. La renta fija a largo plazo seguirá sufriendo fuertes pérdidas si finalmente se consigue que repunten las expectativas de inflación, pero de momento es complicado que una tendencia alcista de 30 años se convierta de repente en una tendencia bajista. No hay que dejarse llevar por el pánico y sí que es recomendable reducir duración ante la posibilidad de que sí que haya repunte de inflación. Pero siempre debemos ser conscientes de que el dinero de los inversores de renta fija es muy complicado que pase en su totalidad a activos de renta variable. Lo más normal es que pase a liquidez y estando en liquidez aprovechar las caídas de precio para comprar. Si el Bund pierde el soporte y la rentabilidad del 10 años americano supera los máximos de la semana pasada, sí que se puede confirmar que peligra la tendencia alcista de los bonos.
 
Así pues, estamos en un momento en el que la liquidez está volviendo al mercado. La renta variable de Estados Unidos está siendo el activo más beneficiado, pero vemos que tras varias sesiones con muchas dudas, también los índices de renta variable europea están recibiendo esta liquidez. E incluso en emergentes se ha frenado la fuerte corrección iniciada tras las elecciones.
 
Esta semana es mucho más corta en Estados Unidos. El jueves es el día de acción de gracias y el viernes sólo hay media jornada. Las previsiones sobre las ventas minoristas en el Black Friday y el Cibermonday son muy optimistas. Habitualmente, estas fechas suelen marcar el punto de partida del rally de fin de año, por lo que si el S&P500 y resto de índices de Estados Unidos se mantienen en los niveles actuales al cierre de la semana, pueden dar un buen punto de apoyo a todos los mercados en general. Las grandes masas de liquidez que aún hay en el mercado tendrían bastantes activos a elegir y a corto plazo, las perspectivas de casi todos, son optimistas. La macro apoya y la psicología actual apoyan a los activos más arriesgados para una visión a largo plazo, pero el movimiento tan agresivo vendedor de los activos más defensivos está generando oportunidades de corto plazo en ellos.
 
 
 
 
 
 
 

     

    viernes, 18 de noviembre de 2016

    Vigilando si la gran rotación pueda tener continuidad

    En el comportamiento de los mercados de las últimas jornadas, se aprecian dudas sobre qué pueden hacer los mercados de renta variable. Está claro que ha habido gran rotación de activos entre sectores y entre zonas geográficas. El dinero ha cambiado rápidamente desde sectores defensivos a sectores cíclicos y desde mercados emergentes y europeos hacia la renta variable de Estados Unidos.
     
    En el siguiente gráfico de valor relativo del S&P500 (blanco), MSCI Europe (amarillo) y MSCI Emerging Markets (verde) frente al MSCI World (verde), vemos que el relativo de Estados Unidos se ha ido a máximos del año, mientras que la renta variable europea y emergente ha corregido hacia niveles de soporte intermedio.
     

    Ayer comentábamos que los valores defensivos estaban en soportes, así cómo el dólar en resistencia. No descartábamos que estos niveles se rompiesen y prosiguiese esta rotación tan salvaje, pero decíamos que el escenario más probable era que la rotación se tomase un respiro. Sin embargo, vemos que hoy continúa la rotación. El S&P500 ayer cerró en máximos de la sesión y apunta a que puede superar los máximos históricos.

     
    Hoy vemos que los inversores siguen vendiendo bonos a pesar de estar mucho más baratos que hace unos días. En el gráfico vemos que la rentabilidad se ha ido de nuevo a niveles de clara resistencia.

     
    Pero el que ha roto resistencia es el Dolar Index. Hoy está superando los máximos del año, contagiando cierto pánico a los inversores en otras zonas geográficas, por lo que corremos el riesgo de que el movimiento iniciado la semana pasada tenga continuidad en las próximas sesiones.

     
    Estaremos atentos pues, al comportamiento del S&P500 y del bono americano a 10 años. Si ambos superan los niveles en los que están hoy, aumentará bastante la probabilidad de que el movimiento tenga continuidad.
     
     
     

    jueves, 17 de noviembre de 2016

    Los activos defensivos están en clara zona de soporte

    Estas últimas jornadas estamos comentando que siempre es muy arriesgado dejarse llevar por la masa y comprar lo que más está subiendo. El mercado te empuja estos días a vender todo lo que suena a renta fija y a emergentes y comprar dólares, comprar renta variable de Estados Unidos y comprar renta variable de sectores cíclicos. De repente, parece que lo que no han conseguido los bancos centrales en los últimos años, lo va a conseguir Trump sin tomar de momento ninguna decisión. Con Trump llegará la tan ansiada inflación que necesitan los activos de riesgo. Eso es lo que está descontando el mercado, pero ya sabemos que el mercado no siempre tiene razón.
     
    Al igual que cuando hay una fase de pánico y los mercados corrigen en picado, no conviene vender el día de mayor caída, hoy pensamos que tras una subida frenética de los activos comentados, es mejor tener serenidad y esperar a que las aguas vuelvan a su cauce antes de tomar decisiones drásticas. Hoy por ejemplo, revisando los principales activos de corte defensivo, veo que muchos de ellos están en zona de soporte, por lo que en lugar de salir estrepitosamente de ellos, da la sensación de que están en buena zona para comprar. Veamos los principales.
     
    Uno de los activos que más han sufrido estos días han sido los bonos de Estados Unidos. Hay un 94% de probabilidad de que la FED suba tipos en diciembre. Casi es una certeza, pero es que antes de Trump ya todo el mercado contaba con ello por lo que no es una sorpresa. Sería una sorpresa si hubiesen subido muchísimo la probabilidad de una segunda subida de tipos en el primer trimestre de 2017. Apenas se ha movido en las últimas semanas y sigue anclado por debajo del 20%. Hay que irse a la reunión del 14 de junio del 2017 para ver un repunte de la probabilidad de subidas de tipos significativo. Desde las elecciones, la probabilidad de que haya una subida de tipos en el primer semestre ha pasado del 27% al 38%.
     
    En definitiva, es verdad que el mercado entiende que ha aumentado la probabilidad de que la FED sea más agresiva subiendo tipos, pero no tanto como para justificar las fuertes subidas de la rentabilidad de los bonos. Esta semana está justo en la parte superior que une los máximos desde que comenzara la crisis de crédito y los bancos centrales comenzaran a actuar en el mercado. Entre el nivel actual y el nivel del 2.5% tenemos importantes resistencias, e incluso en niveles de 2.75% tenemos la media de muy largo plazo (500 semanas). Entendemos que aún no se han disipado las dudas sobre el crecimiento global. El exceso de optimismo actual por lo que la victoria de Trump y sus políticas keynesianas puedan aportar a la economía se puede tornar en compras de deuda si se alcanzan los niveles comentados. Hay que estar muy vigilantes y expectantes y la renta fija no tiene por qué haber dicho la última palabra.
     
     
    Lo mismo ocurre con la rentabilidad del bono de EE.UU. a 30 años. Ayer justo tocó la media de 200 semanas, nivel que coincide con el nivel psicológico del 3% y con la línea que une los máximos de los últimos años.

     
    En los últimos meses, o incluso años, estamos advirtiendo que una de las principales razones de compra de la deuda pública era especular con el precio. Decíamos que con rentabilidades incluso negativas, sólo tenía sentido comprar deuda pública si pensabas en una desaceleración global y escenario de deflación o bien si comprabas caro especulando en venderlo un poco más caro. Pues bien, los inversores de corte más especulativo en renta fija tienen una oportunidad importante de comprar en zona de soporte los bonos de Estados Unidos a 10 y 30 años.

    El otro activo refugio por excelencia es el oro. Así lo ha sido en los últimos años. Tras la victoria de Trump el oro ha corregido con fuerza más de 100 dólares la onza. Si miramos el gráfico, vemos que este activo también ha llegado a clara zona de soporte. El nivel de 1.200 dólares la onza fue importante zona de soporte en 2013 y 2014, resistencia en 2015 y vuelve a ser zona de soporte. Ahora además en este nivel tenemos la media de 500 sesiones. Por tanto, el oro está también en zona de compra.

     
    En Europa tenemos el futuro del BUND, que es el precio del bono de 10 años, también en clara zona de soporte. Está justo en la zona que une los mínimos de los últimos años y en el nivel que el año pasado era resistencia. Además, ahí está la media de 500 sesiones. Por lo que mucho ojo con ponerse a vender en un activo en soporte y que es alcista en los últimos 30 años.


    En cuanto a la renta variable, hemos estado comentando estos días que los sectores más defensivos han corregido con fuerza. Uno de los más defensivos es el sector de consumo básico. En el gráfico del sectorial de consumo básico del MSCI World podemos ver que la caída ha sido vertical en las últimas jornadas. Ayer también se paró justo en la línea que une los mínimos desde el verano del 2013, por lo que claramente está en zona de soporte.


    Otro de los sectores muy castigados estos días es el sector de utilities. La excusa es que es un sector muy endeudado y se verá penalizado en un escenario de tipos de interés más altos. Una cosa es que los tipos de interés se vean presionados y otra distinta es que se vayan a ir directamente al 4%-5%. Creemos que seguiremos viendo tipos bajos en todos las zonas geográficas.
     

    En el gráfico se aprecia claramente que el sector también está en zona de soporte. Así pues, los valores o sectores defensivos están en soporte, y tenemos a los índices americanos en zona de resistencia. Es verdad que algunos índices de Estados Unidos han roto máximos anuales y se han ido a máximos históricos, pero vemos en el gráfico del S&P500 que está aún en la zona de resistencias de máximos de agosto y septiembre.
     
     
    A los máximos históricos de la bolsa de Estados Unidos le unimos el máximo de los dos últimos años del Dolar Index, tal y como se ve en el siguiente gráfico.

     
    Viendo estos dos últimos gráficos podemos llegar a la conclusión de que hoy es bastante arriesgado apostar decididamente por comprar renta variable de Estados Unidos. Si las resistencias de éstos funcionan, podemos a corto plazo sufrir pérdidas por la inversión en renta variable y por la divisa. He destacado lo de a corto plazo, porque sí que estamos convencidos de que estamos en un punto de inflexión y damos bastante probabilidad al escenario de que los índices de Estados Unidos rompan máximos históricos y sigan subiendo. Pero igualmente, viendo los valores defensivos tan claramente en zonas de soporte, pensamos que es bastante probable que los mercados aún no rompan y que estos días se cierre parte del gap que se ha producido entre valores arriesgados y defensivos. Es decir, los inversores harán caja de los valores más arriesgados y comprarán algo de renta fija y defensivos. Aunque sólo sea por el "simple" hecho de que los índices de renta variable americanos están en máximos históricos.   
     
    Tal y como comentamos ayer, seguimos estando en una situación que invita a tener carteras diversificadas. Precisamente los valores o sectores que peor se han comportado estos últimos meses pueden estar más en situación de compra que de venta. No parece el momento técnico más idóneo para salir de ellos.

    miércoles, 16 de noviembre de 2016

    Extraordinaria dicotomía en los posibles escenarios del mercado

    Siempre es muy complicado tomar decisiones de inversión a medio plazo en las carteras, pero el momento actual es uno de los más complicados. Normalmente, hay que tener en cartera una oportuna diversificación de activos, pero siempre hay que tener un sesgo hacia el movimiento más probable esperado. Podemos tener más sesgo a renta variable pero tener algo de renta fija a modo  de cobertura, o un sesgo mayor a una determinada zona geográfica, o a un sector, etc…, pero algún sesgo hay que tener.
     
    Pero en la situación actual los inversores parecen encontrarse en una dicotomía como no recuerdo en muchísimo tiempo. Tras las elecciones, el mercado parece querer ofrecernos los siguientes escenarios más probables de la economía global:
     
    • La victoria de Trump podría desencadenar en una nueva desaceleración de la economía global motivada porque el proteccionismo del nuevo gobierno reducirá fuertemente el comercio internacional. Además, el mayor endeudamiento de las economías para aumentar el gasto público incremente aún más los riesgos actuales de una crisis de crédito similar a la ocurrida en el 2007.
    • La victoria de Trump pudiera evitar la desaceleración de la economía global que se estimaba hace unos meses. El aumento del gasto público y reducción de impuestos en Estados Unidos provocará incremento del consumo en Estados Unidos y mejoría del crecimiento del PIB de la principal economía mundial. Es verdad que el comercio mundial se vería lastrado pero, tal y como vimos ayer, las divisas juegan un papel importante para reducir este efecto. Las divisas emergentes corrigen rápidamente mejorando la competitividad. Además, los gobiernos de la Eurozona, para evitar el crecimiento del populismo, incrementarán sus políticas fiscales, por lo que también contribuirán al mayor crecimiento de la economía global.
    Vistos estos dos escenarios tan contrapuestos, Los inversores se encuentran ante esta dicotomía:
     
    • Apostar por el primer escenario y tener carteras muy defensivas. Los valores de sectores defensivos han corregido fuertemente estos días y la rentabilidad de los bonos también ha repuntado estos días. La cartera tendría que tener algo de renta variable con sesgo defensivo, algo de deuda y sobre todo, bastante liquidez.
    • Apostar por el segundo escenario las carteras y tener carteras muy agresivas. Sobreponderar valores de renta variable con sesgo a sectores ligados al ciclo económico, deuda corporativa a corto plazo, liquidez y cierto sesgo a países desarrollados.
    Parece más evidente que, tanto en uno como en otro escenario, los activos de renta fija a "largo plazo" serían los más perjudicados. Tanto si se cumple las expectativas de mayor crecimiento global con repunte de inflación y el incremento de la pendiente de la curva, como si pensamos que los países incrementarán su déficit y no conseguirán una aceleración de la economía global.
     
    Pero nunca deberíamos jugárnoslo todo a rojo o negro. Debe haber escala de grises. Tal y como vimos ayer, donde unos ven riesgos, otros ven oportunidades. Los valores defensivos han corregido tanto que ahí se pueden encontrar magníficas oportunidades. Hay que tener, por tanto, exposición a este tipo de activo de renta variable, sobre todo porque si finalmente se da el primer escenario, estos valores se comportarán mucho mejor que los índices. En el siguiente gráfico podemos ver el comportamiento desde el Brexit de las compañías del S&P500 de corte defensivo (en rojo las acciones de baja volatilidad) frente a las acciones más agresivas (en blanco las acciones de mayor beta).
     
     
    La diferencia del comportamiento de unos y otros valores se ha acelerado con la victoria de Trump, pero es un movimiento que se inició ya tras el Brexit, por lo que ya lleva mucho camino andado. Concretamente, hay casi un 30% de diferencial en el comportamiento de unos y otros valores. Si se cumple el segundo escenario, los valores más cíclicos y, por tanto, más arriesgados seguirán teniendo un mejor comportamiento con una gran probabilidad, aunque evidentemente en las fases de dudas (que las habrá) corrijan más. Pero en una cartera actual hay que tener también valores con sesgo al ciclo económico.
     
    En cuanto a zonas geográficas, a priori Estados Unidos será el principal beneficiado del cambio de sesgo en las carteras de los inversores. Ya se ha iniciado el movimiento llevando a los índices principales a máximos históricos, por lo que al igual que pasa con los sectores, quizás apostar sólo a Estados Unidos hoy es arriesgado. Debemos pensar que si Europa copia el modelo antes de que vengan nuevos gobiernos que lo terminarán copiando sí o sí, hay que adelantarse y apostar en nuestras carteras por renta variable europea. En cuanto a emergentes, muy castigados estos días y con sus divisas más baratas que hace unas semanas, y con mejores datos macro que a principios de año, todo apunta a que algo deberíamos tener en cartera.
     
    Por tanto, seguimos insistiendo en que lo mejor es siempre tener carteras muy diversificadas, incluso en un escenario tan dicotómico como el actual. Precisamente por ser posible el escenario negativo, habrá inversores sobre todo institucionales que aprovechen la corrección de las últimas semanas en los valores de sesgo defensivo y también en los bonos que más han corregido (incluso la deuda a largo plazo). Y los que acertaron con los valores más cíclicos y vendiendo deuda, en cuanto los mercados se frenen, harán caja en estos activos, por lo que en cualquier momento se pueden corregir momentáneamente las divergencias de las últimas semanas. Es verdad que la deuda pública a largo plazo parece el activo más perjudicado en el escenario actual y el mejor candidato a reducir en cartera, pero en el resto de activos es muy complicado ver un "claro perdedor" a corto plazo.
     
    Insistimos en el mensaje de ayer de tener precaución y no ir corriendo detrás del mercado y comprar el activo de moda, ya que puede llevarnos a entrar justo en el peor momento. Hay que ser conscientes de que la ecuación está cambiando, eso sí, pero hay que mantener prudencia y no cambiar radicalmente el sesgo de una cartera prudentemente diversificada.

    martes, 15 de noviembre de 2016

    Siempre, siempre donde unos ven riesgos otros ven oportunidades

    Decíamos el viernes pasado que era muy llamativo el movimiento tan agresivo de rotación desde sectores defensivos hacia sectores más arriesgados o puramente cíclicos. Da la impresión de que el mercado está totalmente convencido de que la elección de Trump generará un fuerte repunte del crecimiento de la economía de Estados Unidos y con ello se generará un fuerte repunte de la inflación. Y claro, puestos a asumir movimientos futuros, también este repunte de la inflación, provocará que la FED sea muy agresiva subiendo tipos. Y por supuesto, si ya descontamos que la FED va a subir tipos, pues entonces, tiene toda la lógica del mundo que el dólar se revalorice frente a las principales divisas mundiales.
     
    ¿Pero el mercado siempre tiene la razón? Evidentemente no. Estos últimos años está lleno de ejemplos en los que se equivoca. Parece arrastrarnos a tomar decisiones que después, pasado el tiempo, se demuestra que eran las erróneas. En la siguiente tabla podemos ver el comportamiento de los principales sectores del Eurostoxx 600. Los he ordenado por la rentabilidad en los cinco últimos días de mayor o menor. Se ve claramente lo expuesto de que, son los sectores más cíclicos los que muestran mucho mejor comportamiento. Sólo se cuela por arriba el sector farmacia por el hecho de que estaba muy castigado descontando una victoria de Clinton que bajara sus márgenes de beneficios.
     
     
    Tiene lógica que los sectores defensivos no sólo no hayan subido, sino que hayan tenido fortísimas correcciones. No parece. Pero como la tendencia es nuestra amiga (eso dicen los manuales de análisis técnico), un movimiento sísmico como el de los últimos días siempre hace replantear a los inversores si está en el sitio correcto y aunque no se esté totalmente convencido, éstos toman por inercia posiciones en los activos "más enrachados". Por eso, tras la primera reacción del día 9, este movimiento ha seguido en los siguientes días.

    Pero el movimiento ha sido mucho más destacado en la renta fija. Comenzaron las ventas de deuda y éstas se han ido acelerando hasta media sesión de ayer. Incluso muchos informes nos hablan de un fuerte repunte de las expectativas de inflación desde la victoria de Trump que justifica el repunte de la rentabilidad de los bonos de gobierno. En el siguiente gráfico vemos que las expectativas de inflación a 1 (azul) y cinco años (azul) ya habían subido antes de las elecciones. Sí que estos días ha repuntado el Forward 5Y5Y sobre inflación, que se supone que es el indicador que sigue la FED para acometer su política monetaria (línea naranja). Pero este indicador está hoy al 0.76%, muy lejos del objetivo de inflación de la autoridad monetaria. En el gráfico se observa, por tanto, que las expectativas de inflación no han sufrido un fuerte repunte y se mantiene más o menos dentro de los rangos del año.
     
     
    En Europa ocurre algo similar. Las expectativas de inflación a 1 y 5 años se mantienen más o menos estables en torno al 1% en los últimos meses (línea roja y verde), así como la inflación subyacente actual (línea naranja). Lo que estamos viendo es un fuerte ajuste de los bonos alemanes para cerrar el GAP que estamos comentando desde hace semanas en estas claves. Pensamos que los bonos alemanes podrían seguir sufriendo y seguir cerrando el GAP entre su rentabilidad y las expectativas de inflación, tal y como ha sucedido con los bonos del estado de EE.UU.. Pero en Europa ya casi todos los bonos a 10 años han cerrado ese GAP. El SWAP a 10 años está hoy al 0.7%, y los bonos de gobierno europeos a 10 años ayer superaron con creces las expectativas de inflación comentadas. En el siguiente gráfico podemos ver que la rentabilidad del bono español ya está corrigiendo fuertemente desde ayer. La tir del bono ya corrige 20 p.b. desde los máximos alcanzados en el día de ayer (1.43% frente a 1.65%).

     
    Por tanto, una vez más los que ayer se dejaron llevar por la masa y vendieron deuda y compraron renta variable muy cíclica, hoy tienen fuertes pérdidas. La opción de ser contrarian ayer y comprar bonos de deuda pública a largo plazo, hoy tiene su recompensa.

    Evidentemente, no estamos diciendo que haya que comprar deuda a largo y sectores defensivos. La idea que queremos trasladar hoy es que la situación de la economía global no ha cambiado tan radical como está descontando el mercado. Los valores de renta variable de estilo Value, con ingresos recurrentes, beneficios por acción estables o crecientes y menos ligados al ciclo eran buenos valores y lo seguirán siendo a pesar de Trump. Incluso si hoy tienen un descuento en precio, puede que sean más atractivos. Y los valores cíclicos, es verdad que estaban muy penalizados por las dudas sobre la ralentización económica y si Estados Unidos consigue aumentar algunos puntos su crecimiento económico, se verán favorecidos.

    Pero en una cartera de largo plazo hay que mirar muchos factores y nunca es conveniente dejarse llevar por "euforias" ni por "pánicos". Tras la tormenta viene la calma y tras la fiesta la resaca. Trump aún no ha comenzado su legislatura y de momento los inversores ven los beneficios, pero los perjuicios no tardarán en comenzar a descontarse, por lo que hay que mantener carteras prudentes. No parece probable que los inversores que han vendido renta fija estos días y están en liquidez, dediquen toda la liquidez a renta variable agresiva. Hay pasos intermedios, y hoy que las rentabilidades de los bonos están más altas que hace una semana, empiezan a generar oportunidades como la del bono español a 10 años del gráfico anterior.
     
    Ir corriendo ahora hacia renta variable sería hacerlo de nuevo con el S&P500 en máximos históricos.


    Y el Eurostoxx 50 en la zona de resistencia. Hemos vuelto a la línea que une los máximos desde el año pasado y sigue en un lateral estrecho en las últimas semanas.  
     

    Evidentemente, son los mercados emergentes los que más han corregido. La posibilidad de que EE.UU. Imponga aranceles evidentemente penaliza muchísimo a estas economías. En el siguiente gráfico del MSCI Emerging Markets se aprecia que ha dejado atrás la tendencia alcista iniciada en enero.
     
     
    Pero incluso en los emergentes algunos inversores verán la corrección como oportunidad. Desde las elecciones de Estados Unidos el Dólar Index se revaloriza un 4.5%. Ayer tocó máximos de los últimos años y hoy se está girando a la baja.

     
    Si imaginamos que EE.UU. pone un arancel del 4,5%, este ya se compensa con la mejoría de competitividad vía divisa. La exportación de productos USA se encarece y caen los precios de las importaciones por el efecto divisa. Esto compensa aranceles y sobre todo, reduce riesgo de inflación. Por tanto, no es oro todo lo que reluce y, quizás no haya que tener en las carteras sólo renta variable de Estados Unidos con sesgo GROWTH (valores más cíclicos).