Por desgracia, cada vez estamos más acostumbrados a atentados terroristas. Cuando se producen fuera de los países occidentales apenas ocupan unos minutos en los telediarios y cuando nos tocan más de cerca, sí que llenan los noticieros, pero apenas influyen en los mercados. Descansen en paz las víctimas y esperemos que los de ayer en Berlín sean los últimos, pero mucho me temo que no será así. Y sobre todo, la muerte del embajador ruso en Turquía enturbiará aún más las tensas relaciones entre Rusia y Turquía y deseamos que todo quede en eso, una tensa relación, y no vaya a más.
En cuanto a los mercados, tenemos un cierre lejos de máximos en los índices de Estados Unidos, tras los atentados de ayer, y el dólar afianzando su fortaleza. Por un lado, el euro débil ayer tras los atentados y por otro, el dólar más fuerte por declaraciones ayer de Yellen al decir que el mercado laboral estaba fortísimo, más de lo que podría esperarse, y que los salarios iban a tener tendencia clara a subir. Esto generó más ventas de deuda y fortaleza del dólar. Y claro, la fortaleza del dólar está llevando al euro a niveles hoy por debajo de 1,04. Esto es positivo para las exportadoras europeas y ahí el índice más beneficiado siempre es el DAX alemán. Hoy, a pesar de todos los contratiempos (atentados y resistencias técnicas) cotiza en positivo y con ánimo de superar la resistencia que supone los máximos de noviembre del año pasado y la parte superior del canal alcista iniciado en febrero de este año.
Es verdad que la debilidad del euro favorece a las compañías europeas, pero entiendo que lo que de verdad podría dar un empujón adicional a los índices europeos es el comportamiento de la banca Italiana. El gobierno italiano podría aprobar este 22 de diciembre un paquete de medidas por valor de hasta 95.000 M euros para apoyar al saneamiento del sector bancario. Si el plan de recapitalización privada de Banca de Monte dei Paschi fracasa (ayer comenzó ampliación de 5.000 millones) el gobierno italiano tendría preparado un decreto - ley que cubriría a esta entidad junto a otras con problemas. También, hace unos días Unicrédito anunció una ampliación de capital por importe de 13.000 millones de euros que acometerá en enero y ya ha conseguido asegurar casi en su totalidad.
Estamos, pues, en una semana clave para la banca italiana. Hemos pasado de una fuerte incertidumbre sobre su solvencia hace unas semanas, ya que la no continuidad de Renze podría suponer que un nuevo gobierno más radical de izquierda podría dejar quebrar a los bancos insolventes, a tener un plan para evitar la quiebra del sistema. Si Monte dei Paschi consigue capital privado en la ampliación de capital evitará que sea nacionalizada. Con las leyes europeas en la mano, un rescate conllevaría pérdidas para los bonistas ‘junior’ de Monte dei Paschi, la mayor parte de los cuales son minoristas que compraron los títulos como un producto de ahorro. En concreto, se estima que hay unos 40.000 pequeños ahorradores atrapados en la deuda ‘junior’ de Monte dei Paschi a los que se les impondría una quita, tal y como ocurrió en España con las participaciones preferentes.
Hoy sí que está ampliándose la prima de riesgo italiana, quizás porque los atentados están haciendo que los inversores vuelvan a refugiarse en el bono alemán, pero en el último mes, la prima de riesgo italiana ha llegado a estrecharse más de 40 p.b.. Si el mercado entendiese que el estado italiano tendrá que rescatar a la banca, la prima de riesgo debería estar en zona de máximos. En el gráfico superior vemos que el bono a 10 años italiano se está estabilizando por debajo del 2% y la prima de riesgo se aleja considerablemente por debajo de 200 p.b.
Y si en Italia, su banca salva el Match ball, el resto de la banca europea se contagiará. Ya parece que hemos olvidado que a principios de octubre el Deutsche Bank parecía que iba a quebrar y hoy cotiza casi un 80% por encima de los mínimos de septiembre sin que haya habido ninguna noticia definitiva sobre su multa de Estados Unidos. En la mayoría de las ocasiones, el movimiento de los activos se debe a la confianza que muestran los inversores, y este año el sectorial bancario que ha llegado a cotizar al 50% del valor en libros, ha llegado a esos niveles más por la falta de confianza que por sus fundamentales. En definitiva, esta semana tenemos al sectorial bancario de la zona euro en niveles claves que no descartamos que puedan superarse. Ha subido con fuerza en las últimas semanas acelerando el rebote iniciado tras el Brexit. Justo lleva ocho sesiones moviéndose en torno a 120 puntos. En el nivel de 122 puntos tenemos la media de 500 sesiones y la zona que era soporte en 2014 (octubre) y final de 2015.
Si esta semana, tras la ampliación de capital de Monte dei Paschi, las resistencias comentadas se superan, tendríamos argumentos suficientes como para respaldar más subidas en la renta variable en las pocas sesiones que quedan del año. El Eurostoxx sí que ha roto la media de 500 sesiones demostrando la fortaleza del rebote y la superación del canal bajista está plenamente confirmada. Evidentemente, si el euro sigue débil y los bancos desplegasen un nuevo tramo alcista, tendremos subidas adicionales en el Eurostoxx. De lo contrario, tocará una recogida de beneficios pero vemos bastante improbable que el Eurostoxx vuelva a meterse dentro del canal bajista que ha dejado atrás este mes de diciembre. Es decir, que podremos ver correcciones, pero difícilmente la renta variable europea deje atrás la tendencia alcista de corto plazo iniciada con el Brexit.
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