martes, 31 de enero de 2017

La banca italiana de nuevo en la palestra

El año pasado vimos que el sectorial bancario llegó a cotizar al 50% del valor en libros y comentábamos que podría ser una buena oportunidad para apostar por la banca. Ver un sector cotizando con tanto descuento tiene sentido cuando lo que se está cotizando en precio es alta probabilidad de quiebra y no una caída en los beneficios. En 2009 y 2012 la banca también cotizó con descuentos similares y, entonces, sí que había más probabilidad de quiebra. Los balances no estaban tan saneados y la economía europea estaba en clara recesión. Sin embargo, las presiones del Banco Central Europeo están generando que los bancos tengan coeficientes de capital mucho más altos que los que habían hace unos años.
 
Sucesivas ampliaciones de capital, omisión de reparto de dividendos, emisión de bonos convertibles e híbridos financieros perseguían este objetivo de reforzar balances. Así pues, estamos ante unos bancos menos rentables, pero no ante una banca insolvente. Y ya este trimestre estamos viendo que las pérdidas de algunos bancos se deben sólo a provisiones. Las tasas de morosidad están más controladas y el precio del ladrillo empieza a dar señales de recuperación, por lo que no parece que haya que seguir dotando provisiones para depreciación de estos activos. Cuando parecía que ya todo estaba provisionado, llegó la sentencia de las cláusulas suelo. Sea por lo que fuere, tras las cláusulas suelo parece que ya están todos los escenarios negativos descontados. Desde este punto de partida, todo apunta a que veremos un ritmo creciente en los beneficios por acción de la banca. Y esto, lo vimos la semana pasada, es fundamental para pensar que el PER estimado de 11,20x que presenta el sectorial bancario de la zona euro es barato. Este PER estimado es bastante atractivo, pero si los beneficios por acción siguen corrigiendo, el PER es caro.
 
Así las cosas, entendemos que el sectorial bancario debería continuar la tendencia alcista iniciada tras el Brexit. En el gráfico vemos que el sectorial sigue en un lateral entre la media de 500 sesiones y la zona de máximos de marzo del año pasado que rompió al alza en diciembre.
 

Esta semana el índice hizo amago (apoyado en los resultados de los primeros bancos en publicar) de superar el lateral al alza, pero la situación de la banca italiana ha provocado de nuevo recortes en el precio. Y es que Unicredit corrigió más de un 6% ayer tras anunciar que no cumplirá con los requisitos de ratio de capital exigidos por el BCE a cierre de 2016. Esto era conocido, pero deja a las claras que el mayor banco de Italia se la está jugando con la ampliación de capital de 13.000 millones que anunció a final del año pasado y en la que está inmersa en estas fechas. No en vano el banco, ha tenido que dotar nada menos que 12.200 millones para créditos dudosos y ha anunciado que para este año estima que arrojará unas pérdidas de 11.800 millones. Así pues, el mercado está nervioso ya que si se repite la historia de Monte dei Pashi Siena, y la ampliación de capital no tiene éxito, el dinero aprobado por el gobierno italiano para el rescate de la banca será escaso.
 
Aunque hoy las bolsas se están recuperando de las correcciones de las dos últimas sesiones (evidenciando que la tendencia es alcista), vemos que los mercados están muy pendientes de este factor. Los bonos italianos a 10 años ya cotizan al 2,30% frente al 2% al que cotizaban cuando la caída de Monte dei Pashi. Y la prima de riesgo italiana cotiza en 180 puntos. Es más, la prima de riesgo de Italia frente a España está en máximos de los últimos años. Hoy cotiza en 70 puntos básicos y en las últimas jornadas ha entrado en una espiral de subida libre, tal y como se aprecia en el gráfico siguiente. Arriba en blando la TIR del bono italiano y en naranja la TIR del español, y abajo el diferencial entre ambos.
 
 
Por tanto, aunque la tendencia previa de los bancos europeos, en particular, y de la renta variable, en general, es alcista, hay que estar muy atentos a la ruptura del lateral del último mes. Si rompemos al alza apoyados por los resultados empresariales (y se consigue la ampliación de capital de Unicredit), ganaremos en seguridad a la hora de apostar por un nuevo tramo alcista de las bolsas, y si rompemos a la baja por el miedo al contagio de una banca italiana insolvente y necesitada de un macro rescate, el lateral se romperá a la baja y necesitaremos buscar soportes inferiores. Habrá que estar atentos, por tanto, al lateral.
 
A modo de ejemplo, el lateral del Eurostoxx 600 está situado entre 360 y 370 puntos. Por abajo (si pierde el 360) el soporte lo situamos en 345-350 puntos. Y por arriba (caso de superar 370) buscaría objetivo en la zona de 380 puntos.
 
 
 
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.

viernes, 27 de enero de 2017

La rentabilidad de los bonos retoma la tendencia alcista

Tras un descanso en la tendencia, en las últimas sesiones estamos viendo cómo la TIR de los bonos vuelve a repuntar. Los vaivenes del dólar están generando movimientos en el resto de mercados. Y es que las declaraciones y medidas de Trump están provocando que el dólar vuelva a niveles previos a la subida de tipos de diciembre. En el gráfico del Dollar Index podemos ver cómo el billete verde está en fase correctiva en este mes de enero. La ruptura de acuerdos comerciales con Asia pacífico, así como la revisión de los acuerdos con sus países vecinos (Canadá y México sobre todo), está provocando la reciente debilidad del dólar.
 

Los principales beneficiados de esta debilidad están siendo las divisas emergentes y las materias primas. Un dólar más bajo tiende a hacer que las materias primas sean más asequibles, elevando la demanda y, por consiguiente, los precios. Además históricamente el dólar débil suele elevar el precio de las materias primas, ya que se necesitan más dólares para comprarlas. De esta forma, el precio del petróleo se mantiene en la zona de máximos anuales, a pesar de conocerse que la oferta de países no OPEP sigue aumentando, precisamente gracias a esta subida del precio del petróleo (aumenta el número de exploraciones que lo extraen con la técnica del Fracking que a estos precios son rentables).
 
 
Y claro, como dijimos hace unos días, el repunte del precio de la energía y resto de materias primas es una clara presión a los precios. Y, sin duda, esta presión a las expectativas de inflación aumenta a medida que el nuevo presidente de los Estados Unidos habla de aranceles a la importación. Dice el señor Trump que el muro lo pagarán los mejicanos, pero con aranceles superiores al 20%, todo apunta que serán los consumidores americanos los que terminarán pagando el muro a través de productos más caros. Pero lo importante es que todos estos fenómenos comentados se traducen en aumento de expectativa de inflación.

Y claro, si suben las expectativas de inflación, sigue la presión para los bonos. En Europa, por fin parece que empieza a cerrarse el gap que existe entre la rentabilidad del bono a 10 años (azul) y las expectativas de inflación tanto de corto como de largo plazo. El bono está de nuevo en el entorno del 0.5%, niveles que perdió a principios del año pasado. Mientras la inflación y expectativas se mantengan por encima del 1%, pensamos que la TIR del bono seguirá presionada al alza.



En Estados Unidos sí que los bonos ya están incluso en niveles superiores a las expectativas de inflación. El bono del tesoro a 10 años cotiza al 2,51% y el bono a 5 años cotiza cerca del 2%, mientras que las expectativas de inflación están 2,25%.
 
 
En definitiva, todos los acontecimientos apuntan a que en este inicio de año, los bonos de deuda de largo plazo van a seguir sufriendo, pero la presión es mayor para los europeos. Los de Estados Unidos ya han realizado gran parte o todo el movimiento. Y si los bonos están presionados, entendemos que la renta variable debería verse beneficiada. Y siguiendo la misma lógica, también está mejor la renta variable europea, si miramos la rentabilidad alternativa que ofrecen bonos y renta variable en una y otra zona geográfica.
 
 
 
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.

jueves, 26 de enero de 2017

Los principales índices rompen al alza el lateral del último mes


En las claves de ayer vimos que un cambio de sesgo en los resultados empresariales puede generar que las bolsas rompan al alza. Justificábamos que un mismo ratio PER puede pasar de ser caro, o neutral a ser barato sólo con el hecho de que los BPA pasen de ser decrecientes o estables a estables o crecientes respectivamente. Los bancos europeos fueron los que más y mejor recogieron el movimiento. Además, tras la apertura del mercado en Estados Unidos, el movimiento alcista se prolongó. El mercado empieza a tomarse en serio las promesas electorales de Trump y empieza a comprender que habrá bajada de impuestos a ciudadanos y empresas, así como importante gasto público y repatriación de compañías. No sabemos qué consecuencias podrá tener a largo plazo estas medidas, pero está claro que a corto plazo son positivas, y así lo están reflejando los mercados, y sobre todo los índices de confianza de empresarios, consumidores e inversores.
 
Así pues, ayer por fin los principales índices rompieron al alza el lateral que los tenía atrapados desde hace más de un mes. Hoy aprovecho para informarles que en el blog de Unicorp Patrimonio inauguramos ayer una sesión de análisis técnico de más corto plazo que iremos actualizando periódicamente. Se analizarán los principales índices de renta variable e iremos incorporando también análisis de valores que estén en una situación técnica interesante. Tendrá al menos una revisión semanal, pero nos comprometemos a actualizarlo siempre que haya alguna revisión de soportes y resistencias. Hoy, como ayer se produjo la ruptura, hemos actualizado el análisis de ayer.
 
Hoy, por tanto, merece la pena detenerse en ver el comportamiento de los índices de corto plazo para ver cuál es la situación actual. El Ibex en la sesión de ayer rompió al alza el lateral bajista, dejando un hueco de escape en la apertura. El índice mostró su fortaleza rompiendo incluso el movimiento lateral que venía marcando desde mediados de diciembre. Tras la ruptura, se mantuvo todo el día por encima de la resistencia que comentábamos ayer situada en 9.520 puntos. En la sesión de hoy tenemos esta cifra de 9.520 como nivel de soporte más cercano. El Ibex mantiene la tendencia alcista de base y mientras no se pierda esta resistencia, el mercado seguirá presionado al alza. No obstante, incluso habiendo un cierre por debajo, hay que estar muy pendientes al hueco dejado ayer, que pasa a ser el nivel de soporte más importante a corto plazo. Además, en ese hueco coinciden las medias de corto y medio plazo (zona de 9.375-9.400 puntos).
 

Eurostoxx 50. Sigue con el mismo comportamiento que el Ibex. Con menos virulencia pero también consiguió cerrar por encima del lateral en el que lleva moviéndose desde mediados de diciembre. Los inversores más cortoplacistas pueden tomar posiciones en los niveles actuales y situarse un stop de protección bien en los niveles del hueco dejado ayer (3.280 puntos) o la base del canal lateral del último mes (3.260). Tras la fuerza mostrada en el día de ayer, este nivel de 3.260 pasa a ser el soporte principal de corto plazo. Si continúa el apoyo de los resultados empresariales, no se descarta un tramo importante de subida desde los niveles actuales.
 
 
DAX 30. Tal y como vimos ayer, el DAX sigue siendo el índice europeo más fuerte. No sólo dejó un hueco alcista en la apertura, sino que ese hueco comenzó por encima del canal lateral del último mes. Ahora la resistencia de 11.680 puntos pasa a ser el soporte principal de corto plazo. Si estamos en lo correcto y la figura de los últimos meses es un banderín alcista, el índice puede desarrollar un movimiento alcista importante que puede llevar al índice a niveles superiores al 12.000. Soportes principales a corto plazo, además del 11.680, el nivel de 11.600 (hueco dejado ayer) y la zona de 11.400 puntos que es la base del canal lateral del último mes.


En Estados Unidos se repite el patrón. Aunque el estrellato se lo está llevando el Dow Jones por alcanzar los 20.000 puntos, todos presentan un dibujo similar. El S&P500 también ha roto al alza el lateral que duraba ya 29 sesiones. Lo hizo además con un minihueco en la zona de resistencia. Así pues, el nivel de 2.280 puntos pasa a ser ahora soporte, y mientras no lo pierda, mantenemos la posibilidad de que el próximo tramo del S&P500 sea alcista, pudiendo ser incluso de una amplitud similar a la que precedía al lateral. Este sería el objetivo desde el punto de vista técnico si consideramos que el lateral desde diciembre formaba parte de una figura de bandera, siendo el mástil, el tramo alcista desde las elecciones americanas. Lo que sí ocurre tras la fortaleza mostrada es que el nivel de 2.250 pasa a ser un soporte muy fuerte para el S&P500.
 
 
Evidentemente, las rupturas no siempre son fiables. En muchas ocasiones se trata de una trampa bajista. Eso no lo podemos saber a priori y sabiendo que son los resultados empresariales y declaraciones de Trump lo que está provocando la ruptura, sabemos en sólo una sesión o un tweet del nuevo presidente, la situación puede cambiar. Por eso, es importante ver cuáles serían los soportes de corto plazo a vigilar. Si en las próximas sesiones se pierde de nuevo los soportes comentados, entonces sí podríamos hablar de trampa bajista, y los riesgos que se han abierto estas jornadas, deberían deshacerse.
 
 
 
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.

miércoles, 25 de enero de 2017

Los resultados serán la clave para que las bolsas europeas recorten el gap con las americanas

Si bien los resultados de la banca americana no trascendieron en el mercado, hoy estamos viendo que la publicación de los resultados de Santander sí que está generando optimismo en el mercado. En Estados Unidos ya han publicado 16 de los 17 bancos que cotizan en el S&P500. En conjunto, han mejorado ingresos en un 1.28% y los beneficios han crecido nada menos que un 9.34%. Además, todos menos uno (Citigroup) han dado cifras mejores que el mismo trimestre del año anterior. Y no sólo han superado datos del trimestre anterior, sino que han superado expectativas de los analistas. Los beneficios han sido un 4.88% superiores a las estimaciones del consenso, con 14 compañías reportando mejor de lo esperado.
 
Así las cosas, los resultados de la banca americana han sido muy buenos y están generando optimismo en los inversores, sobre todo porque es más factible pensar que se cumplan los objetivos de crecimiento de los beneficios estimados para el conjunto del 2017. Hay que recordar que aunque la bolsa de Estados Unidos no está barata, si se cumplen las expectativas de crecimiento de beneficios, sí que cotiza a precios atractivos.
 
Entonces, ¿por qué los bancos de Estados Unidos no reaccionaron al alza tras la publicación de resultados trimestrales? Pues con gran probabilidad porque ya estaba descontado en precio estos mejores beneficios. Basta con ver la evolución de los dos últimos años del sector bancario del S&P500 y de la zona euro. En este primer gráfico vemos la evolución del S&P500 Banks y cómo se ha disparado al alza más de un 45% tras las elecciones de Estados Unidos. El sectorial también estaba en una tendencia bajista iniciada en el verano del 2015 que se ha superado este verano pasado. Lo que vemos en este sector en el último mes es un movimiento lateral para consolidar las fortísimas subidas. Para que rompa este lateral al alza no se necesita sólo unos buenos resultados trimestrales, sino que hay perspectivas de que el crecimiento de los beneficios sea sostenible en el tiempo.
 

En Europa, aunque la situación es similar en el sentido de que estaba en tendencia bajista desde verano del 2015 y esta tendencia se superó el verano pasado, vemos que las magnitudes del movimiento no son las mismas. La subida desde las elecciones es inferior al 20% y el sectorial bancario europeo está muy por debajo de máximos alcanzados en 2015 mientras que los bancos del S&P500 ya están muy por encima de estos máximos.
 
 
La clave del precio de una acción, un índice, o cualquier activo está actualizar los flujos a los que da derecho. Es el criterio base de cualquier análisis fundamental. También hay que tener en cuenta que uno de los principales ratios que se miran en bolsa para tratar de ver si un valor esta barato es el PER. El PER es el número de veces que está contenido en el precio los beneficios por acción. Es decir, que si un valor cotiza a un PER de 10x, significa que los beneficios de 10 años acumulados igualarán el precio pagado. La ratio Precio-Beneficio (PER) expresa lo que paga el mercado por cada unidad monetaria de beneficio.

Si los beneficios por acción de las compañías fuesen estables en el tiempo, sería muy sencillo averiguar qué compañías están más baratas. Simplemente comprando las empresas que cotizan a un PER más bajo tendríamos la ecuación resuelta. El problema es que los beneficios por acción son crecientes, decrecientes o estables, o se ven más o menos influidos por la situación económica (los valores cíclicos o defensivos). Ahí está la clave que explica que unas compañías coticen a PER más altos y sin embargo resulten más baratas que otras a un PER más bajo. Invertir en una compañía cotizando hoy a un PER de 20 pero con Beneficios por acción crecientes a tasas del 15%-25% resulta mucho más atractivo que comprar una compañía que cotiza a un PER de 14 con Beneficios por acción estables, o una compañía a un Per de 8 pero sus beneficios por acción son decrecientes.
 
Hoy, sin embargo en los bancos europeos la incógnita que se trata de resolver es si a partir de ahora los beneficios por acción pasarán de ser claramente decrecientes a unos beneficios por acción crecientes. Esto cambia radicalmente la ecuación del cálculo del valor actual. Siguiendo con el sector bancario. El sector bancario del s&P500 cotiza a un PER estimado de 15,60x frente al un PER estimado del sectorial bancario de la zona euro de 11.28x. Mismo sector y PER más barato nos haría inclinarnos evidentemente por los europeos. Para el mercado en general estamos en una situación similar ya que el PER estimado para el S&P500 hoy es de 17,54x frente a un Eurostoxx a 14,66x.

Esta diferencia a favor de las compañías norteamericanas se ha ido manteniendo a lo largo de los últimos años y sin embargo, el S&P500 se comporta mejor año a año. Sin duda la explicación viene de que los beneficios por acción (BPA) han sido crecientes en Estados Unidos, estables en Europa y decrecientes en la banca europea. Este trimestre nos podemos estar jugando que la tendencia de los beneficios por acción en Europa cambie. Si realmente cambiase esta tendencia, podemos decir que sí que las bolsas europeas estarían mucho más baratas que las de Estados Unidos.

En los siguientes gráficos podemos ver claramente lo comentado. Los BPA estimados a uno y dos años (línea morada y roja respectivamente) son estables desde el año 2010 para el Eurostoxx. En los gráficos aparece en dorado la línea del PER estimado.

 
Sin embargo son crecientes para el S&P500.

 
Y claramente de crecientes para el sector bancario europeo.

 
Hoy en la reacción de los bancos al beneficio de Santander podemos entender que el mercado puede estar apostando por ello. Los beneficios no son espectaculares ni tampoco han superado con creces las expectativas, pero el simple hecho de que haya realizado menos provisiones, que la tasa de morosidad esté muy controlada y que comenten que esperan que 2017 mejore los resultados de 2016, es suficiente para que el valor sea hoy más barato aunque cotice al mismo PER.  
 
Así pues, Europa se juega mucho en los resultados del cuarto trimestre del 2016 y en las estimaciones del mercado para el primer trimestre del 2017 se revisen al alza. De ser así, sí que las bolsas europeas pasarían a estar mucho más baratas que las de Estados Unidos, ya que los BPA pasarían a ser crecientes.

martes, 24 de enero de 2017

Ni siquiera Trump nos saca del lateral

29 sesiones son ya las que lleva moviéndose el S&P500 entre 2.250 y 2.280 puntos. Un rango inferior al 1,5% es algo muy poco habitual y más si estamos hablando de sesiones que incluyen el cierre y apertura de año. Ni siquiera la toma de posesión de Trump al frente del gobierno de los Estados Unidos, o el discurso de Theresa May abogando por el Brexit duro, han sido capaces de sacar las bolsas de una tremenda fase de letargo. En el siguiente gráfico podemos ver el lateral comentado y cómo coincide este con la mitad del rango del canal alcista iniciado en mínimos del año pasado.
 
Evolución del S&P500 en los 12 últimos meses. En el gráfico vemos por el RSI que este movimiento lateral, al menos, está sirviendo para reducir la fuerte sobrecompra alcanzada tras la fuerte subida de noviembre y diciembre.
 

En Europa la situación no difiere en exceso. El Eurostoxx 600 lleva 27 sesiones moviéndose entre 358 y 366 puntos, un rango del 2,2%, en torno a la media de 500 sesiones y la mitad del canal alcista iniciado en febrero del año pasado. Igualmente, el RSI está saliendo de la zona de sobrecompra, lo cual es positivo y abre la posibilidad de que se pueda estar formando las bases para un nuevo tramo alcista.
 
 
Mientras tanto, como finalmente el dólar no se ha disparado al alza, sino que está corrigiendo frente a la mayoría de divisas, la renta variable emergente está subiendo. Hasta el punto que está intentando superar la línea que une los máximos desde 2015, como podemos observar en el gráfico del MSCI Emerging Markets. Además, el índice cotiza claramente por encima de las medias de 50, 200 y 500 sesiones. De mantenerse la situación actual de lateral en Europa y Estados Unidos, junto a debilidad en el dólar, los emergentes pueden romper al alza, atrayendo a los inversores.

 
A la vista de los dos primeros gráficos, da la sensación de que los inversores están en una situación similar a la que nos encontramos nosotros. Estar dentro del mercado y dejar algo de pólvora en la recámara por si hay recortes poder aumentar riesgos. Hay tanta liquidez en el mercado que al más mínimo recorte, el dinero vuelve a asumir riesgos. Pero tampoco hay argumentos como para justificar una ruptura del lateral alcista. Y como emergentes sí que corrigieron en diciembre, la liquidez ha buscado estos activos.
 
Otra explicación es que seguimos en el lateral con un comportamiento muy dispar según sectores. Los inversores siguen tratando de buscar las compañías que más se beneficien o perjudiquen por las futuras políticas del nuevo gobierno americano. Pues casi mejor es buscar compañías que nada o poco tengan que ver con Trump, ni para lo bueno ni para lo malo. Hemos visto que desde las elecciones han subido las compañías más cíclicas (bancos, energía, materias primas, industriales), subió fuertemente el Dólar, y corrigieron fuertemente los bonos y las compañías defensivas. Sin embargo a raíz de su primera rueda de prensa en la que enarboló el proteccionismo, el movimiento que se está produciendo es el contrario. Apostar a una u otra cara de la moneda tiene bastante riesgo. Creo que el proteccionismo a corto plazo beneficia a compañías americanas y perjudica sobre todo a emergentes. Europa no tendría que verse demasiado afectada. Pero a largo plazo, el proteccionismo es un problema para el país que lo defiende ya que encarece importaciones, acelera la inflación y presiona a su banco central para que suba tipos y sobre todo, hace que las compañías norteamericanas pierdan competitividad. Y las compañías cotizadas de Estados Unidos (sobre todo el S&P500 y Dow Jones Industrial) son multinacionales, por lo que la pérdida de competitividad futura puede penalizarlas en favor de las europeas.
 
Si ataca a China, Japón, Canadá etc…, estos mejorarán sus lazos comerciales con Europa. A pesar del Brexit, Reino Unido reitera que mantendrá relaciones comerciales con la Eurozona, por lo que entiendo que las compañías europeas presentan un binomio rentabilidad-riesgo más atractivo a medio plazo. La semana pasada vimos que por comportamiento relativo, Europa está a punto de dar una señal alcista, por lo que deberemos estar atentos al comportamiento de los mercados las próximas sesiones o semanas, ya que Trump podría hacer un gran favor a la renta variable Europea, o incluso emergente frente a lo que la mayoría opina.
 

viernes, 20 de enero de 2017

Este año, en renta variable será clave acertar con la zona geográfica

Últimamente se está hablando muchísimo sobre la gestión activa (compra de fondos que no replique un índice) frente a la pasiva (compra de ETFs o fondos réplica de índices). Sesudos estudios demostrando que comprar un índice es más eficiente que pagar a un gestor para que intente batirlo se están publicando por cientos de webs. Básicamente, vienen a decir que la mejor forma de canalizar el ahorro es invertir directamente en un ETF y sentarse a esperar los frutos. Pero, ¿un ETF del Ibex, del Eurostoxx 50, del S&P500, o nos vamos directamente a un ETF del MSCI World?
 
Si la lógica que usan estos estudios es que lo más eficiente es estar invertido en las mejores compañías que son las que forman parte de los índices, entonces la conclusión sería invertir en un ETF del MSCI World y mantenerlo a largo plazo. Por qué deberíamos apostar por las empresas americanas, europeas o de países emergentes, si ya tendrán un peso creciente o decreciente el en MSCI World según su comportamiento es la pregunta que nos debemos hacer si nos decidimos por la gestión pasiva.
 
Pero en la práctica vemos que, aunque a corto plazo nos pudiera parecer que la globalización provoque que todos los mercados se muevan al unísono, a medio y largo plazo no funciona así. Hoy en día, que estamos muy centrados en el corto plazo, vemos que si los índices de Estados Unidos cierran en positivo, los asiáticos copian el movimiento y los europeos tienen altísimas probabilidades de iniciar la sesión al alza. Es más, en el intradía europeo muchísimos inversores están pendiente de los futuros americanos pensando que la bolsa europea debería replicarlos, cuando debería ser al contrario puesto que los pobres americanos están de madrugada y es desde Europa desde donde se mueven los mismos.
 
A medio y largo plazo, el comportamiento de las distintas zonas geográficas es muy distinto. Las políticas monetarias, las divisas, los resultados empresariales, el precio de las materias primas, la confianza tanto empresarial como del consumidor y un largo etcétera provocan grandes diferencias en el comportamiento. En el siguiente gráfico podemos ver que en los últimos años, aunque hay clara correlación en los movimientos, el acumulado es muy distinto. Haber estado en el MSCI World habría generado rentabilidades del 52%, muy parecidas en el Eurostoxx 600, prácticamente el doble si hubiésemos invertido en el S&P500, mientras que en los mercados emergentes habríamos tenido pérdidas del 10%.
 

A más largo plazo, las conclusiones son similares. Haber invertido en el MSCI World nos habría alejado muchísimo de las rentabilidades del S&500, mientras que también serían cercanas a las del Eurostoxx 600. En Emergentes, sin embargo, la rentabilidad habría sido mayor, aunque también la volatilidad.
 
 
Viendo estos gráficos, la duda es evidente. ¿Apostar por el MSCI World, por Europa, por Estados Unidos, o por Emergentes? En los gráficos anteriores podemos ver en términos absolutos cómo se están comportando los mercados pero es complicado adivinar tendencias para ver cómo se están trasladando los flujos. El reto es complicado pero viendo el gráfico anterior, si somos capaces de estar en los mercados que mejor se están comportando en cada momento, las ganancias acumuladas serán mucho mayores a las de haber estado en cualquier activo de los estudiados. Evidentemente, estar en el mejor activo en cada momento es imposible, pero sí que tener mayor o menor exposición (infra o sobre ponderados) puede ser más fácil y se puede ganar al MSCI WORLD e incluso tener menos volatilidad.
 
Hay muchas formas de tratar de adivinar las tendencias futuras. Debemos tener la humildad suficiente para admitir que no sabemos lo suficiente y reconocer que los mercados son impredecibles. Eso es evidente. Y apostar hoy por Estados Unidos puede ser igual de desastroso (o satisfactorio) que invertir en emergentes. Quizás lo mejor, desde el punto de vista de largo plazo, sea seguir las tendencias en vez de tratar de adivinarlas. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución relativa de los tres principales mercados (Europa, Estados Unidos y Emergentes) frente al MSCI World.

 
Ahí se pueden trazar tendencias y se aprecia que la tendencia de los últimos años es alcista para el S&P500, bajista para el MSCI Emerging Markets y lateral en el Eurostoxx 600. Hoy, el relativo de Europa (en amarillo) está en una situación similar a la vivida a principios de 2015 y a final de 2012. En ambos casos estaba en la parte superior del canal lateral. Sin embargo, a final de 2012, mientras Europa estaba en resistencia, Estados Unidos estaba en soporte, y emergentes también estaba en resistencia. Ahí los inversores apostaron claramente por el soporte de Estados Unidos, que subió mientras corrigió Europa y Emergentes. A principios de 2015 pasó lo contrario. Europa también estaba en resistencia pero también había resistencia clara en Estados Unidos. Ahí, Europa rompió resistencias y se comportó mucho mejor que Estados Unidos en el inicio de año.
 
La conclusión podría ser que mientras Estados Unidos se mantengan en el canal alcista, hay que tener renta variable americana. Y Emergentes, tras muchos años en un canal bajista, parece estar haciendo suelo, por lo que se pueden tomar apuestas o incluso estar neutrales. Y sobre todo, este año lo que hay que vigilar es que si el relativo de emergentes supera el canal bajista y el Europa hace lo propio con el canal lateral, hay que cambiar el sesgo de la cartera hacia esas dos zonas geográficas.
 
Si lo podemos canalizar a través de fondos de inversión, ahorrándonos el peaje fiscal y comisiones de compra venta cada vez que reestructuremos la cartera, a largo plazo la apuesta debería ser la vencedora. Por tanto, aunque la moda nos lleva a pensarnos la gestión pasiva como una alternativa, lo que está de moda no tiene por qué ser la mejor alternativa.

jueves, 19 de enero de 2017

Encefalograma plano a la espera de las dos citas importantes de la semana

Sólo hay que ver el gráfico del S&P500 para darse cuenta de que los inversores no se atreven a tomar decididamente apuestas en el mercado. Son ya 25 sesiones moviéndose en 30 puntos.
 
 
Hoy tenemos reunión del BCE y mañana es la toma de posesión de Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Tras la rueda de prensa de hace unos días, el mercado está muy expectante sobre lo que podría decir el señor Trump mañana. Nadie se fía de vender ni tampoco de comprar a la espera de ver qué es lo que dice el señor Trump en su discurso de investidura. Si continúa empecinado en hablar del muro y aranceles a las compañías americanas que produzcan en México, así como los problemas de espionaje con Rusia y lucha contra el imperio chino, lo más probable es que el lateral se rompa a la baja. Pero si el discurso lo centra en la bajada de impuestos de sociedades y de personas físicas, así como en un ambicioso o creíble plan de mejora de infraestructuras, lo más probable es que el lateral se rompa al alza. No hay más.

En esta situación, no se puede hacer una apuesta previa, sino que es mejor mantenerse al margen y esperar a ver por dónde se produce la ruptura. Tal y como vimos ayer, la tendencia previa es alcista, por lo que, desde el punto de vista técnico, el movimiento más probable será el de ruptura al alza. Pero "Trump mediante", es complicado tomar este riesgo, es preferible comprar un poco más caro con la confirmación de la ruptura, o bien esperar a que haya una corrección si el mercado reacciona a la baja tras la toma de posesión. Insistimos, por tanto, en la estrategia que estamos recomendando para este inicio de ejercicio. Mantener riesgos de renta variable, con la intención de incrementarlos en las correcciones. En otras palabras, ahora que estamos en los rangos medios de los canales alcistas en la mayoría de índices estaríamos neutrales en renta variable, pero pasaríamos a sobreponderar si se acerca a las bases de los canales alcistas. En el S&P500, esas compras se recomendarían en niveles de 2.170-2.200 puntos. En Europa, el incremento de riesgo lo recomendaríamos en niveles de 340-350 puntos del Eurostoxx 600 (adjunto el gráfico).  


La otra cita importante de la semana (además del vencimiento de derivados que generará volatilidad) es la reunión del BCE. No se esperan grandes medidas, pero se mirará con mucho cuidado cualquier palabra de Mario Draghi, por las implicaciones que puedan tener a la hora de descontar qué pasará con el Tapering Europeo, y sobre futuras medidas del BCE, tanto convencionales como no convencionales. Hoy en los mercados de renta fija se están intensificando las ventas de bonos que comenzaron el martes por la mañana. La tir del bono alemán a 10 años ha pasado del 0.273% del martes al 0.396% de esta mañana. Tal y como se puede apreciar en el gráfico siguiente, desde inicio de año la rentabilidad de los bonos en todos los plazos está retomando la tendencia alcista, que parecía ponerse en duda en las últimas jornadas del 2016.
 
 
Así pues, si el BCE habla hoy del alza de la inflación y crecimiento estable o apuntando al alza, continuarán las ventas de bonos, sobre todo los de largo plazo. Y si, además, el señor Trump mañana habla sobre políticas de gasto encaminadas a fomentar el crecimiento e inflación (aunque sea para soluciones de corto plazo), podemos apostar por un buen cierre de semana y mejor comienzo de la siguiente en los índices de renta variable.
 
En definitiva, que se puede estar preparando el mercado para romper los laterales del último mes. No sabemos si al alza o la baja, depende de lo que quieran Draghi y el nuevo presidente de Estados Unidos. Pero pase lo que pase en las dos próximas sesiones, insistimos que la tendencia iniciada en los mínimos del año pasado no cambiará. De lo que estamos tratando hoy es del movimiento próximo a corto plazo que se puede traducir en aceleración de la tendencia o en retroceso en la misma. Y en renta fija pasará lo mismo. La tendencia de corto plazo de las rentabilidades seguirá siendo alcista, sólo que vemos una aceleración de la misma o un descanso en función de las palabras del BCE.

miércoles, 18 de enero de 2017

La volatilidad de los índices nos confirma la tendencia alcista del mercado

Desde los mínimos del año pasado en febrero, la mayoría de índices (con la salvedad de lo ocurrido en la semana del Brexit), están encadenando una clara tendencia alcista compuesta de tramos al alza seguidos de tramos de consolidación. Esta consolidación está siendo en forma de lateral o lateral bajista, sobre todo en los índices más fuertes. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución del último año del S&P500. Si nos fijamos, desde mínimos de febrero ha habido tres tramos alcistas: el primero desde mediados de febrero a mediados de abril; el segundo desde final de junio a final de julio; y el tercero desde las elecciones presidenciales (9 de noviembre hasta mediados de diciembre). En los dos primeros tramos, tras la subida inicial, le siguió un lateral de dos o tres meses de duración. Hoy vemos que el S&P500 ya lleva 25 sesiones moviéndose entre 2250 y 2280 puntos (sólo en la última sesión del año cerró por debajo).
 

Esta es la definición perfecta de una tendencia alcista. Los laterales sirven para consolidar niveles y eliminar la sobrecompra que anuncian los indicadores de momento (en el gráfico anterior inserté el indicador RSI). Además, con esta evolución de precios, la volatilidad tiende claramente a la baja. E históricamente siempre se ha vinculado las rachas de volatilidades bajas con periodos alcistas de bolsa y las volatilidades altas se relacionan con tendencia bajista de la bolsa.  En el siguiente gráfico del S&P500 (en amarillo en la parte superior) he insertado la evolución del VIX (volatilidad implícita del índice). Se puede apreciar claramente que en los últimos años, en los periodos alcistas la volatilidad ha estado moviéndose en promedio por debajo del 20% y en fases bajistas o correctivas, el VIX se ha situado ampliamente por encima del 20%. Hoy vemos que desde mínimos de febrero del año pasado el VIX se ha situado claramente por debajo del 20%, confirmando claramente la tendencia alcista del S&P500. Y todo ello con Brexit, elecciones americanas, yihadismo, China, petróleo, etc… de por medio.
 
 
Pero no sólo se cumple en la bolsa de Estados Unidos. Si hacemos el mismo estudio en el Eurostoxx 50, podemos ver que las volatilidades son más altas, pero la conclusión es la misma. Cuando la volatilidad implícita del Eurostoxx 50 se sitúa en el rango del 20%-40% toca una fase correctiva, y cuando se sitúa en el rango 15%-25% la fase es claramente alcista. Vemos que al igual que ha ocurrido en el S&P500, desde principios del año pasado, la volatilidad se está estabilizando por debajo del 25%.  

 
Y lo que hay detrás de este fenómeno es que los inversores empiezan a tener claro, o al menos apuestan por ello, que las correcciones del mercado son oportunidad de compra. Así, tras las subidas del mercado, no se produce una salida masiva de los inversores recogiendo beneficios, ni tampoco los bajistas se ponen cortos. Esto se traduce en que los dientes de sierra habituales de la oscilación de los precios tienen una pendiente menor, sobre todo en las correcciones del mercado, que es lo que hemos visto en la evolución del S&P500 del último año.
 
Por tanto, la volatilidad nos ratifica lo que venimos comentando en las últimas claves del día. Estamos en tendencia alcista de renta variable y en ella hay que operar manteniendo siempre riesgos, y hay que ver los recortes (que los habrá) como una oportunidad de incrementar riesgos si aún no estamos en el mercado.

martes, 17 de enero de 2017

Los riesgos políticos de nuevo generan volatilidad en las divisas

Hoy a las 12h45 será el momento del discurso de Theresa May. Es esa la hora marcada en la agenda del día de la primera ministra británica para dejar claro cómo pretende ejecutar su plan para el BREXIT. Poco a poco se van filtrando fragmentos de su discurso y todo apunta a que no quiere un Brexit a medias. Todo lo contrario, el Reino Unido pretende un control total de sus fronteras  aunque ello suponga la renuncia al mercado único y la unión aduanera. Tal y como ha comentado estos días, eso no la frenará. "Nuestro voto para salir de la UE no supone un rechazo a los valores que compartimos. Seguiremos siendo socios fiables, aliados y amigos. Seguiremos comprando vuestros productos, vendiendo los nuestros y negociando tan libremente como sea posible".
 
Sea como fuere, la incertidumbre sobre qué consecuencias traerá el Brexit ya se está dejando notar en el mercado de divisas. La libra corrige frente al euro un 5% desde los máximos de diciembre y sigue claramente en un canal bajista que se aceleró a mediados del año pasado cuando se produjo el referéndum para votar el Brexit. En el gráfico podemos ver que el rebote que se generó en noviembre no ha tenido la fuerza suficiente como para superar la zona de 1.2 que es la directriz alcista de 2009 que se perforó a la baja con el Brexit, y que es la parte superior del canal bajista iniciado en 2015. La zona en la que se encuentra ahora el par de divisas pudiera ser un soporte intermedio, aunque parece que es la zona de 1.10 el nivel que deberíamos marcar como soporte clave.
 

Y es que, aunque sigamos teniendo claro que los datos macro y los resultados empresariales este año van a funcionar como soporte a los activos de riesgo, está claro que hay que estar muy pendientes a la agenda política. Sólo en Europa tenemos las siguientes fechas claves.
 

Y fuera de Europa tenemos justo esta semana la cumbre de Davos y la toma de posesión de Trump al frente del gobierno de los Estados Unidos. Una buena muestra de la incertidumbre que puede provocar Trump como presidente la tenemos en el informe ayer del FMI sobre previsiones económicas. Mejoró las de España, pero resaltó que no tiene capacidad de predecir el impacto que tendrá el gobierno de Trump en la evolución de la economía americana. A falta de sólo dos días para ocupar el cargo, lejos queda el mensaje conciliador que lanzó en la noche electoral. Hoy parece que su discurso ha vuelto a ser el radical de la campaña electoral. Trump promete aranceles a las compañías que produzcan fuera de las fronteras americanas, asegura que construirá el muro en la frontera con México, amenaza con romper las bases de sólidas organizaciones como la OTAN y se muestra sin temor a revolucionar las relaciones de EE.UU. con grandes potencias como China.
 
Además, simpatiza con la órbita rusa, asegura sentirse encantado con la salida de Reino Unido de la Unión Europea (proceso conocido como Brexit) y augura nuevas crisis en la zona euro, ya que asegura que otros países deberían copiar a Reino Unido. Al igual que ocurre con la libra, el dólar también se está debilitando por razones políticas. En el siguiente gráfico del dólar contra el euro podemos ver que ha vuelto a fallar en el ataque a la paridad contra el euro. El cambio euro dólar vuelve a situarse en el rango lateral en el que se viene moviendo en los dos últimos años.
 

Pero no sólo frente al Euro, sino que frente al YEN, el dólar está recortando gran parte de las fuertes ganancias que ha vivido desde la victoria de Trump. Justo el giro se ha producido al acercarse a la zona de 118 yenes por dólar, que era la zona de mínimos de 2015 y la línea que une los últimos máximos de este par.
 
En las claves de hoy, no pretendo adivinar ni apostar si el movimiento correctivo del Dólar o de la Libra iniciado estas últimas jornadas tendrá continuidad o si, por el contrario, en cuanto pase la incertidumbre actual, en sólo unas jornadas, recuperarán el rebote iniciado a mediados de noviembre. Lo que quiero reflejar es que la incertidumbre política está afectando, y lo seguirá haciendo, a los mercados de divisas. Y cuando hay volatilidad en los mercados de divisas, el resto de activos de riesgo se ve afectado.
 
Lo estamos viendo esta semana en las bolsas, que se han frenado e incluso se están produciendo recortes. Y en los bonos, hoy se están produciendo fuertes compras. La rentabilidad del bono alemán a 10 años vuelve a situarse por debajo del 0.3%, corrigiendo 9 p.b. respecto a los máximos alcanzados el viernes pasado. Hace unos días ya vimos que los inversores volvían a comprar bonos del tesoro americano. La rentabilidad del 10 años, que alcanzó el 2.64% hace justo un mes, hoy cotiza al 2.33%.
 
Así pues, debemos estar muy atentos a la agenda política, puesto que ya vimos el año pasado que fueron los acontecimientos que provocaron los recortes que los inversores más avispados y metódicos aprovecharon para "cazar gangas" o simplemente asumir algo de riesgo en renta variable. Y todo apunta a que este año seguiremos yendo por el mismo camino. Habrá que estar atentos a las correcciones que genere la agenda política para incrementar riesgos en cartera y reducirlos cuando la volatilidad se reduzca considerablemente. Reiteramos la estrategia comentada la semana pasada sobre la posibilidad de oportunidades este año.
 

viernes, 13 de enero de 2017

El año comienza bien para los mercados emergentes

Ayer veíamos que una de las principales reacciones del mercado a las declaraciones de Trump de esta semana y de la lectura de las actas de la FED hace varios días, es la corrección del dólar y de la rentabilidad de los bonos del tesoro americano. La victoria de Trump y la posibilidad de que este año haya hasta tres subidas de tipos provocaron una reacción muy alcista del dólar, de las bolsas de Estados Unidos y de la rentabilidad de los bonos y, conforme pasa el tiempo, se está produciendo el movimiento contrario.
 
Sin duda, uno de los principales activos que más se está beneficiando de la corrección del dólar es la renta variable emergente. En nuestras claves del pasado día 28 de diciembre, comentábamos que el inicio del año sería clave para determinar si la corrección post-Trump era una oportunidad de compra o el inicio de una corrección más severa. Veíamos que el índice global MSCI Emerging Markets cerró el año en la zona de mínimos de noviembre, media de 50 semanas y en la prolongación de la línea clavicular del H-C-H que se aprecia en los mínimos del año pasado. Era un soporte clave, en el que gracias al apoyo de las divisas, el mercado está rebotando.   
 
Evolución del MSCI Emerging Markets en velas semanales. He añadido en el gráfico el indicador de momento MACD que está a punto de cruzarse al alza muy cerca de la zona de 0, lo que desde el punto de vista teórico sería una señal muy alcista.
 


Si ampliamos el gráfico, en velas diarias, podemos ver que el índice está cotizando en una zona clave. Está intentando atacar la línea que une los máximos desde 2015. Además, en el gráfico he dibujado las líneas de soporte y resistencia claves de este índice desde el año 2012. Desde entonces, el índice se ha movido entre 880 y 1.080 puntos. Este canal lateral lo perdió el verano del 2015 por temores de ralentización de China y tras recuperarlo, en noviembre lo volvió a perder "por culpa de Trump". Esta semana está recuperándolo.
 


Desde el punto de vista técnico, es muy importante que el índice se mantenga por encima del nivel comentado de 880 puntos. Así, se puede realizar una clara apuesta de que el movimiento más probable de los próximos meses sea el de mantenerse dentro del citado canal y, como estamos en la base, pues es momento de compra. Si nos hemos equivocado en la apuesta, basta con deshacer posiciones en cuanto haya un cierre por debajo de 880 puntos. El binomio rentabilidad-riesgo bajo estas premisas, es bastante atractivo.
 
Pero no sólo el técnico apoya. Ya hemos comentado que a priori no parece que las divisas emergentes se vayan a desfondar. Las expectativas de crecimiento global están mejorando. El precio del petróleo, a pesar de las dudas de esta semana, se mantiene claramente por encima de 50 dólares el barril. Las últimas filtraciones apuntan a que sí que productores tan importantes como Arabia Saudí y Rusia están cumpliendo el acuerdo de reducir la producción. Esto genera presión alcista en el precio del Brent, lo que es un apoyo a la mayoría de países emergentes (los productores, evidentemente).
 
Además, los datos macro de China están claramente indicando un buen momento para su economía. La semana pasada conocimos que tanto los PMI manufactureros de servicios (53.4) como manufacturero (51.9), así como el Composite (53.5) se sitúan claramente por encima del nivel de expansión de la economía (establecido en 50 puntos). Y, esta madrugada se ha dado a conocer el dato de balanza comercial. Si bien, el dato de exportaciones no ha sido bueno (-6.1% frente a -4% estimado), el dato de importaciones ha superado ampliamente expectativas (+10.8% frente a +4.2% estimado). Si podemos tomar el dato de importaciones como un indicador de la actividad económica dentro del país, claramente podemos decir que las actuaciones del gobierno chino están consiguiendo evitar la fuerte desaceleración económica que se preveía para este país hace ya algo más de un año.
 
En el siguiente gráfico de la evolución de las sorpresas macro podemos ver que tanto en Europa como en EE.UU., Japón y China, en este inicio de año, siguen primando las sorpresas positivas.
 
 
Sólo nos falta que los resultados de las compañías sean capaces de reflejar la mejoría macro. Justo hoy tenemos presentación entro otros, de JPMorgan, Wells Fargo y Bank of America, lo que nos dará pistas sobre si realmente se está trasladando.

jueves, 12 de enero de 2017

Paso atrás en la euforia desatada por Trump

Ayer había bastante expectación por lo que podría deparar la primera rueda de prensa de Trump desde que ganase las elecciones el pasado 8 de noviembre. Sin embargo, decepcionó claramente. El discurso se centró en defenderse de los conflictos de los últimos días con Rusia. Básicamente, los temas de hackeo informático del proceso electoral y rumores de informes de espías rusos con acusaciones graves contra el futuro presidente. De cuestiones económicas volvió a salir el Trump "populista", y prácticamente sólo habló del muro con México y que será este país el que lo financiará. También habló del desastre del "ObamaCare" y que trabajará para eliminarlo. Nada habló de la rebaja de impuestos ni de la inversión en infraestructuras.
 
En definitiva, ayer el mercado se quedó sin saber cuál va a ser su política fiscal y económica real. Y sí que dejó claro que será un presidente muy peculiar y que mantendrá una relación complicada con la prensa. Además, desde su elección parecía que la relación entre Rusia y Estados Unidos mejoraría, y no parece que los últimos acontecimientos vayan en este sentido. Así las cosas, aunque las bolsas en EE.UU. acabaron en positivo, la mayoría de activos empezaron a desandar el terreno iniciado tras las elecciones. Veámoslo.
 
Se producen compras de bonos del estado americano (bajada de rentabilidad) en todos los plazos. En el siguiente gráfico vemos cómo la rentabilidad vuelve a situarse por debajo de cotas importantes. El 5 años por debajo del 2%, el 10 años por debajo del 2,5% y el 30 años por debajo del 3%. El temido estallido de la burbuja de renta fija no está siendo tan grave y en cuanto los bonos han llegado a cotas altas, han vuelto las compras. Tal y como veníamos comentando a final del año pasado, será complicado que Trump consiga lo que no han conseguido los bancos centrales durante años de inyecciones de dinero en la economía. Crear altas tasas de inflación será bastante complicado. Estamos viendo que efectivamente han repuntado, pero como hemos comentado esta misma semana, este fenómeno se debe a la escalada del crudo y no a Trump.
 
Evolución de la Tir de los bonos americanos en distintos plazos.
 

Como vemos en el gráfico, el giro a la baja de la tir de los bonos no se produjo ayer, sino que se inició hace varias sesiones, cuando las lecturas de las actas de la FED recogieron en varias ocasiones la palabra incertidumbre al hablar de las previsiones económicas futuras. Además, no va a ser tan fácil que la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos rompa al alza una tendencia bajista que dura justo 30 años. En el siguiente gráfico podemos ver la tendencia de esos 30 años en la rentabilidad del bono americano a 10 años. Justo pasa la tendencia por la zona de máximos alcanzados a final de 2016. Ahí es donde se han producido las compras, al igual que ha venido sucediendo los últimos años cada vez que se ha llegado a la directriz bajista.
 
Evolución de la rentabilidad a 10 años.  
 
 
Y a 30 años, la directriz pasa por la zona del 3.20%, nivel al que se ha acercado la rentabilidad también de los bonos al cierre de 2016.


No estamos diciendo que no se pueda romper esta directriz bajista, pero parece evidente que tras venir del 1.40% y 2% respectivamente y llegar a la resistencia de forma vertical, es muy difícil que esta fortísima resistencia se supere al primer intento.
 
Otro activo que está reaccionando en contra de la euforia desatada tras las elecciones es el dólar. Salvo la Lira Turca y Peso mejicano, el dólar pierde posiciones en las últimas jornadas frente a las principales divisas emergentes.
 

Y también lo hace frente a las de países desarrollados.
 
 
Por tanto, se aprecia que toca corregir los excesos provocados por la victoria de Trump. Ni va a provocar una inflación galopante, ni tampoco va a generar que la economía de Estados Unidos crezca sosteniblemente por encima del 3%. Los futuros de la FED también están rebajando el optimismo sobre el número de subidas de tipos. Para el primer trimestre, la posibilidad de que haya una subida de tipos ha pasado del 32% al 26% esta semana. Y la de que haya tres o más subidas de tipos en el año hoy es sólo de un 30% frente al 42% de hace una semana.
 
Pero esto no quiere decir que los mercados de renta variable tengan que darse la vuelta. Los mercados de renta variable estarán pendientes las próximas jornadas de los resultados empresariales, que son el verdadero motor de las bolsas. Mañana es el turno de importantes bancos de Estados Unidos (JPMorgan, Wells Fargo, Bank of America), que marcarán el inicio de la temporada. Serán estos, y los que se produzcan la semana que viene, los que nos dirán si las bolsas necesitan un respiro o si por el contrario continuarán su tendencia alcista con la fuerza que mantienen desde mediados de noviembre.
 

miércoles, 11 de enero de 2017

Si te perdiste la subida de diciembre, estate atento a las oportunidades este año

Si algo debemos haber aprendido del comportamiento del mercado el año pasado es que no se puede ir contra la tendencia. En las bolsas de Estados Unidos, la tendencia ha sido claramente alcista desde marzo del año 2009, y en Europa la tendencia alcista se inició en 2011 o 2012 según qué mercado. A pesar de todos los acontecimientos negativos y amenazas de recesión o ralentización económica, en los índices de renta variable de Estados Unidos, cualquier corrección ha generado tremendas oportunidades de compra. Este año todo apunta a que el comportamiento debería continuar. Mientras continúe la tendencia hay que seguir siendo amigo (the Trend is your Friend) de la misma y no entrar en modo pánico en las correcciones, sino todo lo contrario. Hay que verlas como oportunidad de incrementar riesgos. Hay muchísima liquidez en el mercado esperando estas situaciones. 

Evolución del S&P500. La tendencia, o incluso el canal alcista, no ofrece duda alguna. Mientras no se pierda la línea que une mínimos crecientes hay que seguir acompañando al mercado. 



En Europa la situación no ha sido tan fácil. Tras las fuertes subidas desde 2011, el movimiento alcista se aceleró a final de 2014 con el anuncio del QE del BCE. Sin embargo desde máximos del 2015, en todos los índices europeos comenzó a dibujarse una tendencia claramente bajista que se aceleró con la pérdida del canal alcista de 2011-2015 (en azul). Sin embargo, justo al llegar a la zona de medias móviles de largo plazo (200 y 500 semanas) y la línea que une mínimos de 2009-2011, el mercado formó un suelo el año pasado. Hoy, tras la ruptura del canal bajista iniciado en el 2015, es bastante evidente que el Eurostoxx 600 continúa en la tendencia alcista de largo plazo (la iniciada en 2009 en verde), como una tendencia alcista de corto plazo (la iniciada tras los mínimos del Brexit). 

Evolución del Eurostoxx 600. 


Por tanto, una vez que hemos identificado cual es la tendencia, debemos tener preparada una estrategia. Cómo no se puede ir contra la tendencia, no deberíamos estar sin riesgo de renta variable y mucho menos, no deberíamos ponernos cortos de la misma. Es decir, no deberíamos apostar a que la renta variable se diese la vuelta y corrigiese. Evidentemente a lo largo del año habrá correcciones que serán más o menos relevantes según el grado que tenga la incertidumbre que la provoque. Pero mientras la tendencia sea alcista, insisto que debemos verla como una oportunidad de compra. 

Sé que sobre el papel es muy fácil decirlo y después cuando se producen las mismas, es complicado tomar la decisión de compra. Pero si tenemos la estrategia preconcebida e instaurada en nuestra mente, es bastante más fácil actuar. Si nos pilla de sorpresa, no actuaremos. Cuando corrige el mercado, siempre es por culpa de malas noticias. No podemos esperar que los mercados corrijan y todas las noticias sean tan positivas como para generarnos confianza en dar la orden de compra. Esto siempre ha funcionado así y así seguirá funcionando. 

Igual que siempre ha funcionado que si compramos en fases de euforia, lo más probable es que entremos en una fase de corrección. Y la pregunta que podemos hacernos hoy es si ya la renta variable, sobre todo la europea puede estar empezando una fase correctiva. La respuesta es que no podemos saberlo, pero como la tendencia previa es alcista, es muy arriesgado tomar apuestas a que sí que estamos en fase correctiva y tomar decisiones de venta.

¿Y cómo se puede operar en el mercado actual? Si vemos ampliado el gráfico del Eurostoxx 600, podemos empezar a vislumbrar la tendencia alcista iniciada en los mínimos del año pasado. Uniendo los mínimos desde el Brexit y máximos del año pasado se puede trazar un canal alcista. Curiosamente el precio del Eurostoxx 600 se encuentra en mitad de este hipotético canal. Teniendo pre-establecido este canal deberíamos ver correcciones a la base del canal como oportunidad de irnos al máximo de riesgo de renta variable que podamos permitirnos. Y así, estando en mitad del canal (situación actual) deberíamos estar con una exposición a bolsa europea neutra y si el Eurostoxx se va a la parte superior del canal, habría que infraponderar renta variable europea o incluso reducir fuertemente exposición. 


Hay infinitas formas de operar en mercados de renta variable, pero la estrategia que comento, es la que a priori considero más acertada si estamos invirtiendo a largo plazo y sobre todo, si lo hacemos a través de fondos de inversión. Tomar decisiones mucho más drásticas, y con vocaciones de muy corto plazo nos lleva a aumentar la posibilidad de tener errores, y sobre todo, de ir detrás del mercado. Comprar en crestas del mercado y vender en momentos de pánico. Y de lo que se trata es de comprar o aumentar riesgos cuando hay rebajas y vender o reducir riesgos cuando los precios están inflados. 

En el gráfico anterior se aprecian dos claras zonas de soporte en el Eurostoxx 600. En 360 puntos tenemos los mínimos de las últimas jornadas de diciembre y la media de 500 sesiones. Y más abajo tenemos en la zona de 350 y 340 puntos la zona de máximos relevantes de 2016 (línea morada) que rompió con fuerza en diciembre, así como las medias de 50 y 200 sesiones y la directriz que une mínimos desde el Brexit. Son soportes muy importantes y podemos apostar a que con muchísima probabilidad, si hubiese una corrección hasta estos soportes, el dinero volvería a entrar de nuevo en la renta variable europea. 

En la bolsa de Estados Unidos la situación es similar. La tendencia de corto plazo es alcista y el canal es el que se puede dibujar desde los mínimos de marzo del año pasado. El canal es muy claro y el precio está también en mitad del mismo, por lo que habría que operar en consecuencia y conclusiones similares a las comentadas en el Eurostoxx 600. 

Evolución del S&P500. En velas diarias.