Hoy a las 12h45 será el momento del discurso de Theresa May. Es esa la hora marcada en la agenda del día de la primera ministra británica para dejar claro cómo pretende ejecutar su plan para el BREXIT. Poco a poco se van filtrando fragmentos de su discurso y todo apunta a que no quiere un Brexit a medias. Todo lo contrario, el Reino Unido pretende un control total de sus fronteras aunque ello suponga la renuncia al mercado único y la unión aduanera. Tal y como ha comentado estos días, eso no la frenará. "Nuestro voto para salir de la UE no supone un rechazo a los valores que compartimos. Seguiremos siendo socios fiables, aliados y amigos. Seguiremos comprando vuestros productos, vendiendo los nuestros y negociando tan libremente como sea posible".
Sea como fuere, la incertidumbre sobre qué consecuencias traerá el Brexit ya se está dejando notar en el mercado de divisas. La libra corrige frente al euro un 5% desde los máximos de diciembre y sigue claramente en un canal bajista que se aceleró a mediados del año pasado cuando se produjo el referéndum para votar el Brexit. En el gráfico podemos ver que el rebote que se generó en noviembre no ha tenido la fuerza suficiente como para superar la zona de 1.2 que es la directriz alcista de 2009 que se perforó a la baja con el Brexit, y que es la parte superior del canal bajista iniciado en 2015. La zona en la que se encuentra ahora el par de divisas pudiera ser un soporte intermedio, aunque parece que es la zona de 1.10 el nivel que deberíamos marcar como soporte clave.
Y es que, aunque sigamos teniendo claro que los datos macro y los resultados empresariales este año van a funcionar como soporte a los activos de riesgo, está claro que hay que estar muy pendientes a la agenda política. Sólo en Europa tenemos las siguientes fechas claves.
Y fuera de Europa tenemos justo esta semana la cumbre de Davos y la toma de posesión de Trump al frente del gobierno de los Estados Unidos. Una buena muestra de la incertidumbre que puede provocar Trump como presidente la tenemos en el informe ayer del FMI sobre previsiones económicas. Mejoró las de España, pero resaltó que no tiene capacidad de predecir el impacto que tendrá el gobierno de Trump en la evolución de la economía americana. A falta de sólo dos días para ocupar el cargo, lejos queda el mensaje conciliador que lanzó en la noche electoral. Hoy parece que su discurso ha vuelto a ser el radical de la campaña electoral. Trump promete aranceles a las compañías que produzcan fuera de las fronteras americanas, asegura que construirá el muro en la frontera con México, amenaza con romper las bases de sólidas organizaciones como la OTAN y se muestra sin temor a revolucionar las relaciones de EE.UU. con grandes potencias como China.
Además, simpatiza con la órbita rusa, asegura sentirse encantado con la salida de Reino Unido de la Unión Europea (proceso conocido como Brexit) y augura nuevas crisis en la zona euro, ya que asegura que otros países deberían copiar a Reino Unido. Al igual que ocurre con la libra, el dólar también se está debilitando por razones políticas. En el siguiente gráfico del dólar contra el euro podemos ver que ha vuelto a fallar en el ataque a la paridad contra el euro. El cambio euro dólar vuelve a situarse en el rango lateral en el que se viene moviendo en los dos últimos años.
Pero no sólo frente al Euro, sino que frente al YEN, el dólar está recortando gran parte de las fuertes ganancias que ha vivido desde la victoria de Trump. Justo el giro se ha producido al acercarse a la zona de 118 yenes por dólar, que era la zona de mínimos de 2015 y la línea que une los últimos máximos de este par.
En las claves de hoy, no pretendo adivinar ni apostar si el movimiento correctivo del Dólar o de la Libra iniciado estas últimas jornadas tendrá continuidad o si, por el contrario, en cuanto pase la incertidumbre actual, en sólo unas jornadas, recuperarán el rebote iniciado a mediados de noviembre. Lo que quiero reflejar es que la incertidumbre política está afectando, y lo seguirá haciendo, a los mercados de divisas. Y cuando hay volatilidad en los mercados de divisas, el resto de activos de riesgo se ve afectado.
Lo estamos viendo esta semana en las bolsas, que se han frenado e incluso se están produciendo recortes. Y en los bonos, hoy se están produciendo fuertes compras. La rentabilidad del bono alemán a 10 años vuelve a situarse por debajo del 0.3%, corrigiendo 9 p.b. respecto a los máximos alcanzados el viernes pasado. Hace unos días ya vimos que los inversores volvían a comprar bonos del tesoro americano. La rentabilidad del 10 años, que alcanzó el 2.64% hace justo un mes, hoy cotiza al 2.33%.
Así pues, debemos estar muy atentos a la agenda política, puesto que ya vimos el año pasado que fueron los acontecimientos que provocaron los recortes que los inversores más avispados y metódicos aprovecharon para "cazar gangas" o simplemente asumir algo de riesgo en renta variable. Y todo apunta a que este año seguiremos yendo por el mismo camino. Habrá que estar atentos a las correcciones que genere la agenda política para incrementar riesgos en cartera y reducirlos cuando la volatilidad se reduzca considerablemente. Reiteramos la estrategia comentada la semana pasada sobre la posibilidad de oportunidades este año.
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