Hoy es el turno del BCE. En
los siguientes gráficos vemos que, a pesar de las extraordinarias medidas
tomadas en la reunión del mes pasado, los tipos de interés de los plazos cortos
no han conseguido romper los mínimos de los últimos meses a pesar de los débiles
datos de inflación y de llevar a los tipos de intervención a mínimos
históricos.
Evolución del SWAP a 1 año.
En las tres últimas semanas este activo está rebotando en la zona de mínimos de
2012 y 2013.
Evolución del SWAP a 5 años.
Exactamente igual que el plazo de 1 año.
Evolución del SWAP a 5 años.
Al contrario que los plazos más cortos, sí que reaccionó perforando los mínimos
de 2012-2013, pero esta semana ha reaccionado al alza.
Evolución del SWAP a 10
años. También ha rebotado esta semana en los mínimos del año pasado.
Evolución del SWAP a 15 años.
Otro que rebota en la zona de mínimos históricos.
En definitiva, a pesar de
las medidas extraordinarias del BCE anunciadas el mes pasado, la institución no
ha conseguido que los tipos a corto pierdan los mínimos históricos. Y es que,
en lo que llevamos de año, la pendiente de la curva 2-10 europea se estaba
aplanando peligrosamente, y con las medidas de junio, entendemos que lo que
pretendía era que volviera a empinarse. En el siguiente gráfico de la evolución
de la pendiente de la curva 2-10, identificamos que es la zona del 1% como zona
frontera. Por debajo del 1%, los inversores empiezan a entender que no se
justifica asumir riesgos y por encima, sí que se “obliga” a los inversores a
asumir riesgos.
Donde mejor se aprecia es en
el periodo de 2007, donde la pendiente de la curva era cero, o muy próxima.
Esta situación provocó que un inversor obtuviese exactamente la misma
rentabilidad a 2 que a 10 años. Con esas condiciones era evidente que los
inversores no iban a aumentar riesgos en general (tanto renta fija de largo
como renta variable) y se refugiarían en bonos de corto plazo. Curiosamente
también se perdió la zona del 1% en el año 2000 y justo en el verano de 2012 se
estaba perdiendo esta zona del 1% cuando obligó a Draghi a pronunciar su frase
de que haría lo necesario para salvar al euro. Creemos que ha sido la caída de
la pendiente de la curva 2-10 años desde principios de año, lo que obligó al
BCE a tomar las medidas de junio.
Esta pendiente sigue
estrechando, y es preocupante saber qué puede hacer el BCE para tratar de que
vuelva a rebotar (empinarse la curva). Los tipos a corto no consiguen que
perforen los mínimos ya que son mínimos históricos, y para que repunten los
tipos a 10 años sólo se me ocurre que haya expectativas de inflación y
crecimiento. Y para que el BCE consiga generar estas expectativas tiene que
conseguir que aumente el crédito a la economía. Así pues, es clave que en la
rueda de prensa de hoy, Draghi avance cómo y cuándo va a implantar el QE
europeo que demanda el mercado. Los datos macro de las últimas semanas en
Europa le están urgiendo.
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