viernes, 3 de junio de 2016

El S&P500 espera en resistencia el dato de paro de EE.UU.

Hasta ahora estamos viviendo una semana de ligera recogida de beneficios en Europa, muy penalizada por las encuestas que aumentan la probabilidad del Brexit. Sin embargo, el S&P500 a falta de la jornada de hoy, se mantienen en la zona de máximos de abril, zona que coincide además con la línea que une los máximos desde el verano pasado.  
 

 
La pregunta evidente que debemos hacernos es si el S&P500 será capaz de superar esta resistencia o no. Hoy, a las 14h30, se espera con atención del dato de empleo de EE.UU. de mayo, una referencia clave en la política monetaria de la FED, que moverá el mercado de divisas y sobre todo, dará pistas sobre cuándo se producirá la siguiente subida de tipos de la FED. Esta semana ha venido muy cargada de datos macro y, en líneas generales, han ido saliendo mejor de lo esperado. En el gráfico de sorpresas positivas elaborado por Citi, podemos ver que se mantiene en líneas generales la tendencia de mejoría de la macro iniciada a mediados de febrero. Sobre todo en Japón y EE.UU, mientras que en Europa los resultados han ofrecido menos sorpresas positivas.
 

Así pues, la macro apoyaría la subida de tipos. Poco a poco nos vamos haciendo a la idea de que lo vivido en este arranque de año ha sido una sobrerreacción bajista de los mercados a los riesgos de una recesión global y deflación provocada por la caída de materias primas. Este escenario vuelve a ser muy poco probable, por lo que deberíamos volver a pensar en la posibilidad de que las bolsas acabasen el año en positivo. No es descabellado pensarlo porque la economía de los países desarrollados sigue creciendo y todo apunta a que lo hará a tasas similares o incluso superiores a las que se pensaba a principios de año. Ayer mismo, el BCE revisó al alza en dos décimas las expectativas de crecimiento de la eurozona. Los tipos siguen en mínimos y lo seguirán estando a pesar de que la FED suba otro cuarto de punto el precio del dinero. Y las empresas, sobre todo las europeas, se financiarán más barato que nunca ya que el BCE seguirá favoreciendo su financiación en los próximos meses con las nuevas medidas.

Además, ayer comentábamos que los inversores tenían miedo por lo que pudiera pasar en este mes de junio. Sin embargo, el principal indicador de miedo del mercado, el VIX (volatilidad implícita del S&P500) se mantiene en zona de mínimos. Por tanto, los inversores institucionales, no parecen tener miedo (cuando hay verdadera incertidumbre, suelen comprarse muchas opciones a modo de cobertura y esto provoca repunte de los precios de las mismas, incremento de la volatilidad implícita). En el siguiente gráfico comparo la evolución del S&P500 frente al VIX. En los últimos años, cada vez que el VIX se ha estabilizado por debajo del 20%, ha coincidido con tendencias alcistas y cuando lo ha superado con claridad es cuando el mercado ha entrado en fase correctiva.

 
Por tanto, con los siguientes datos no podemos descartar que veamos una ruptura al alza.

La macro no nos avisa de que podemos entrar en fase correctiva de la economía.
El precio del petróleo se va a estabilizar en los precios actuales, muy lejos de mínimos del año (más del 90%) y muy lejos de los máximos del año pasado (-53%), lo que no generará riesgos exagerados de deflación ni de alta inflación.
Los tipos de interés seguirán bajos, lo que provocará que los inversores deban asumir riesgos si quieren obtener rentabilidad.
Los inversores minoristas están refugiados en gran parte en liquidez, por los riesgos de corto plazo que se avecinan, y sobre todo porque los últimos veranos hemos vivido fases correctivas.

Así pues, consideramos que asumimos más riesgos estando fuera del mercado esperando correcciones para entrar, que estar ya dentro. Desde el punto de vista técnico y analizando los gráficos de largo plazo, el riesgo que asumimos estando dentro es que veamos una corrección antes de superar las resistencias claves (350 del Eurostoxx y máximos del S&P500). Pero si se produce esta corrección, la zona de mínimos del año debería funcionar claramente como soporte de largo plazo. Adjunto de nuevo el gráfico de largo plazo del Eurostoxx 600.  
 
 

 

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