Tal
y como aventurábamos la semana pasada, las bolsas europeas parecen prepararse
para una semana clave. Los inversores están apostando por una reducción de las
incertidumbres que hace unas semanas oteaban en el horizonte:
·
Hoy tenemos bastante claro que habrá QE y que
esta maniobra favorecerá
al crecimiento de la Eurozona.
·
Las bajas expectativas de inflación por la
fuerte caída del petróleo y materias primas no son una evidente amenaza de
deflación persistente en la eurozona. La inflación subyacente de la eurozona
repuntó en diciembre hasta el +0.8%.
·
A medida que nos acercamos al desenlace de las
elecciones griegas, los inversores tienen claro que Grecia no saldrá del Euro y
no se trasladará el riesgo al resto de periféricos.
·
La debilidad del euro frente al dólar y la
semana pasada frente al franco, hace más competitivas a nuestras compañías.
La
divisa puede ser una de las claves que hace atractiva la inversión en la renta
variable europea. El viernes advertíamos que el DAX estaba a punto de romper
resistencias y los índices de los países periféricos en zona de soporte. Veamos
los gráficos.
El
DAX ha superado claramente el nivel de 10.000 puntos.
El
Ibex 35 ha vuelto a rebotar en la media de 500 sesiones tal y como sucedió en
el último trimestre del año pasado.
Lo
mismo ocurre con el MIB 30 Italiano.
Y el
CAC 40 hoy está superando la línea que une los máximos desde el verano pasado.
Prueba
de cómo ha afectado el euro para hacer más atractiva nuestra renta variable es
si vemos la evolución en dólares. Llama mucho la atención que el MIB 30
italiano cae un 31% desde los máximos del verano pasado.
Mientras
que el IBEX ha llegado a corregir un 27% en el mismo plazo.
Así
pues, podría estar justificado que los inversores extranjeros comiencen a ver
la renta variable europea como oportunidad de inversión.
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