Nuevamente
hemos tenido una semana con bastante volatilidad en los mercados. A las
apuestas sobre el QE europeo y las implicaciones de las elecciones en Grecia se
le ha añadido la decisión del Banco de suiza de dejar de intervenir en el
mercado de divisas.
Además, otra
fuente de volatilidad ha sido el inicio de la temporada de resultados
empresariales. Las bolsas americanas no ayudan ya que se están corrigiendo
desde los máximos históricos y el S&P500 encadena cinco jornadas de
correcciones. De momento, sólo han publicado 15 de las 100 grandes compañías
americanas y aunque las ventas han crecido en promedio un 2.13% los beneficios
han caído nada menos que un 11.17%. Sin duda, lo que venimos comentando en los
últimos meses de que la fortaleza del dólar debe pasarle factura a los
resultados de las compañías americanas empieza a notarse. En el siguiente
gráfico se aprecia la evolución del crecimiento de las ventas y beneficios del
OEX (S&P100 americano) en los últimos trimestres.
Es pronto para
saber si esta será la tónica general de los beneficios de las compañías
americanas. De ser así, las correcciones seguirían en Estados Unidos y habrá
que estar atentos a los resultados en Europa ya que si estamos en lo correcto y
la debilidad del euro nos beneficia, la renta variable comenzaría a ganar
atractivo frente a la americana. De momento, en Europa hasta la semana que
viene no comienzan a publicar las grandes compañías.
Además, la
semana que viene, no sólo los resultados en Europa serán clave. Tenemos la
reunión del BCE (22 de enero) y las elecciones en Grecia. Seguirá la
volatilidad, pero tras la semana que viene puede asentarse la situación y
comenzar a ver el horizonte con más optimismo. Si finalmente hay QE y el
Gobierno heleno comulga con las directrices europeas (la izquierda Syriza es
cada vez menos radical en su discurso), se reducirá la incertidumbre actual y
podremos ver amagos de rotación de activos refugio a activos de riesgo.
Si nos
centramos en Europa, tenemos dos tipos de activos, tal y como comentábamos hace
unos días. Los más castigados siguen siendo el sector bancario y las industrias
derivadas del petróleo y materias primas mientras que los sectores más
beneficiados por la debilidad del euro y rebaja de precios de materias primas
están muy fuertes. De ahí que tengamos al DAX 30 alemán en máximos del año a
punto de superar la zona de 10.000 puntos y al IBEX y MIB 30 (afectados por
sector bancario y riesgo Grecia) en zona de soporte.
Evolución del
DAX. Ataca la misma zona de resistencia que intentó superar sin éxito el verano
y final del año pasado.
Evolución del
IBEX 35. En las últimas sesiones ha vuelto a tocar la media de 500 sesiones y
zona de mínimos de todo el 2014.
Evolución MIB
30 Italiano. Similar al Ibex. Este inicio de año ha vuelto a apoyarse en los
mínimos del año pasado y estos días intenta superar la media de 500 sesiones.
Así pues,
tenemos a los periféricos europeos en soporte y al mercado alemán en
resistencia. Del comportamiento de los próximos días dependerá si es el momento
clave para apostar definitivamente por la bolsa europea en general o de nuevo
lo seguiremos haciendo peor que los Estados Unidos. Si los datos de la semana
que viene acompañan (resultados, BCE y elecciones), el DAX romperá resistencias
y periféricos confirmarán suelo, por lo que la renta variable europea en
general será el mejor activo para estar los próximos meses. De lo contrario, la
resistencia del DAX volverá a funcionar y los soportes de los periféricos se
perderán y habrá que esperar un mejor momento.
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