Si
ayer hicimos un repaso a la situación de los índices de renta variable hoy toca
repasar la situación de los principales indicadores de renta fija. Tras la
aprobación del tercer rescate a Grecia, hemos vivido fuertes caídas de las
rentabilidades de los bonos periféricos y corrección de las bajadas de las
primas de riesgo tanto de la deuda de los estados periféricos cómo de los bonos
corporativos, especialmente los europeos. La pregunta obligada es si ya se ha
recogido toda la mejoría o si por el contrario, las rentabilidades de los bonos
(gobiernos y corporativos) pueden seguir corrigiendo.
Evidentemente,
aunque han corregido bastante, las rentabilidades de hoy distan bastante de los
niveles mínimos de este mismo año. El bono español a 10 años llegó a alcanzar
niveles del 1.15% y el alemán cruzó el 0.05%. En las claves diarias, cuando
veíamos estas rentabilidades tan bajas decíamos que era sostenible sólo por el
carácter especulativo de los inversores que apostaban por estos activos y que
no era sostenible ver rentabilidades tan bajas salvo que contemplásemos un
escenario de deflación en Europa. Así pues, el principal indicador que debemos
estudiar para ver el posible recorrido de los bonos es el de las expectativas
de inflación. En este sentido, los últimos datos macro apuntan a que, aunque
seguirá habiendo crecimiento global, será más débil de lo que se pronosticaba
hace unas semanas. El precio del petróleo y de materias, así como la fortaleza
del dólar son los primeros activos que están reflejando estas menores
expectativas de crecimiento.
En
el gráfico de las expectativas de inflación de Estados Unidos se aprecia cómo
las de más corto plazo (expectativas a un año en línea blanca) son las que
corrigen con más fuerza. Sin embargo las de 5 y 10 años aunque también han
corregido, se mantienen bastante más estables. Los bancos centrales se fijan
más en las expectativas a 5 años. No obstante se aprecia que la rentabilidad de
los bonos a 10 años del tesoro americano (línea roja) se mantiene en la zona de
máximos del año y por encima de las expectativas de inflación a 10 años, cuando
vemos que desde principios del año pasado siempre ha estado por debajo. Sin
duda el bono a 10 años ya está contemplando claramente que la FED subirá tipos
este año, por lo que en el momento que se produzca ya no debería subir más por
estar adelantado. Y si no se produce la subida de tipos o es menos agresiva aún
de lo que se prevé, pues la rentabilidad del bono americano a 10 años volverá a
situarse por debajo de las expectativas de inflación.
En
definitiva, vemos poco riesgo de repunte de tir del bono a 10 años americano
pero de corregir, sería complicado verlo cerca del 2%, salvo que las
expectativas de inflación siguiesen corrigiendo. Habrá que seguir la evolución
de las expectativas a medio plazo para ver los escenarios de los bonos
americanos.
En
Europa ocurre algo similar. Mayor corrección de las expectativas de inflación a
1 año y más estables (aunque también han corregido) las de plazos más largos.
El bono alemán a 10 años (línea azul sigue estando bastante por debajo de las
expectativas a 5 y 10 años, por lo que es complicado que la tir del bono alemán
ahora que se estabiliza la situación de Grecia, siga corrigiendo a la baja.
Debería estabilizarse entre 0.75% y 1%.
Viendo
la evolución de la tir del bono alemán a 10 años se aprecia que desde el punto
de vista técnico tendría sentido pensar en este lateral del bono entre el 0.70%
y 1%.
Todo
depende pues, de la evolución que tengamos en las próximas semanas de las
expectativas de inflación y de crecimiento. A corto plazo sí que se pueden
estar reduciendo las expectativas de inflación y crecimiento pero a medio plazo
no parece que el sufrimiento dure más de uno o de dos trimestres. Si vemos la
evolución de los índices de sorpresas macro elaborado por Citigroup se aprecia
que tanto en Europa como en Estados Unidos, los datos macro están sorprendiendo
positivamente, lo cual apoya la teoría de un primer trimestre malo en Estados
Unidos para acabar el año con crecimientos estables al igual que ocurrió el año
pasado.
Evolución
del índice de sorpresas macro en Estados Unidos y Europa.
Las
primas de riesgo también deberían estabilizarse en torno a los niveles
alcanzados puesto que ya se acercan a los mínimos vistos en el año. En el
gráfico de las primas de riesgo de los países periféricos vemos que España e
Italia están cerca de los 100 p.b., Irlanda cerca de 50 p.b., Portugal aún
lejos de 140 pero ha corregido bastante desde los 250 p.b. de este mismo mes y
Grecia vuelve a los 1.000 p.b. que ha sido su zona de “confort” durante todo el
año.
Conclusión
para las primas de riesgo similar a las de la rentabilidad de los bonos. Pueden
seguir mejorando pero el potencial empieza a ser limitado. En bonos
corporativos vuelve a pasar algo similar. Las noticias de Grecia provocaron
fuerte ampliación de los spreads de deuda tanto de los bonos senior como high
yield europeos pero tras la aprobación del tercer rescate, están volviendo a
sus niveles de partida, muy cerca de los mínimos de los últimos años. En el
siguiente gráfico comparo los spreads medios que el mercado exige a los bonos
senior grado de inversión (Itraxx genérico línea morada) y bonos high yield (línea
verde) se aprecia que ambos cotizan muy cerca de los mínimos alcanzados el año
pasado (50 p.b. para grado de inversión y 250 p.b. para high yield).
En
definitiva, para la parte de renta fija de las carteras, volvemos a estar en
una situación similar a la que nos enfrentábamos a mediados de abril ya que hay
poco margen de mejoría de los precios a corto plazo, aunque el riesgo de una caída
de los precios cómo la que hemos visto en estos últimos tres meses es muchísimo
más bajo. Ahora las expectativas de inflación y de crecimiento a corto plazo
vuelven a debilitarse, por lo que no se prevé un fuerte repunte de las
rentabilidades. Es un entorno apropiado por tanto para adaptar las carteras y
posicionarse en bonos más globales y en la zona media de la curva (entre 3 y 5
años).
Tal
y como comentábamos ayer, hay muchísima liquidez en las carteras de los
inversores particulares y profesionales, y cualquier repunte de rentabilidades
se aprovechará para incrementar riesgos también en la parte de renta fija. Y el
mejor sostén para mantener las rentabilidades en la zona de mínimos históricos
vuelve a ser la actuación de los bancos centrales. Y estos siguen inyectando
liquidez (BCE y BoJ) o no drenándola (FED) tal y como se aprecia en la
evolución del saldo de estos tres bancos centrales (valorado en dólares).
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