jueves, 10 de marzo de 2016

Draghi nos devolverá la volatilidad


Las bolsas europeas en particular llevan moviéndose desde el 1 de marzo en un rango muy estrecho. Concretamente el Eurostoxx está alternando días de subidas y bajadas en un lateral entre 2.975 y 3.050 puntos, tal y cómo se aprecia en el gráfico intradía (rodeado en morado) de la actual tendencia bajista de medio plazo iniciada el año pasado.  

 
Estos días, tenemos la sensación de que los inversores no quieren estar fuera ante la posible ruptura alcista de la resistencia de 3.050 tras anunciar Draghi medidas. Pero tampoco se animan a estar dentro con todo el riesgo posible y permanecen a la espera con liquidez, con cierto temor de que Draghi vuelva a defraudar a pesar de tomar medidas. Así pues, una vez más nos encontramos ante una reunión de un Banco Central en una situación crítica para los mercados. Esta vez nos encontramos con las bolsas europeas frenadas ante una resistencia. El 3.050 fue un freno clave para el Eurostoxx 50 a final de enero y estos niveles eran los niveles de soporte el verano pasado. En la zona de 3.000 puntos fue donde se frenaron las caídas de la corrección de agosto.
En el siguiente gráfico del Eurostoxx he señalado las tres últimas reuniones del BCE. En la última reunión, a final de enero Draghi a pesar de no tomar ninguna medida, provocó que el Eurostoxx 50 rebotase justo en la base del canal sólo con decir que en la próxima reunión (hoy) se iba a revisar la política monetaria. Esto provocó un rebote que después no tuvo continuidad por culpa de las nuevas fuertes caídas del petróleo. La situación técnica de hoy se asemeja bastante a la reunión del 20 de octubre. En aquel momento el Eurostoxx 50 se encontraba ante la zona de resistencia de 3.300 puntos tras rebotar en agosto y septiembre fuertemente. El aviso de que en diciembre anunciaría medidas provocó la clara ruptura de resistencias del Eurostoxx y lo llevó hasta la parte superior del canal alcista. Justo en esa resistencia, el mercado se quedó esperando a la reunión clave de diciembre. Ahí, los inversores estaban en una situación similar a la actual. Atentos a las medidas. Si superaban expectativas, las resistencias se hubiesen roto al alza, pero como no las superó, se desplegó un fuerte tramo a la baja.
 

Por tanto sí que está claro que Draghi tiene capacidad de mover el mercado. O más bien podemos decir que el mercado espera a Draghi para moverse. Al final esto es una ley de oferta y demanda, y la demanda se frena claramente ante la resistencia y las dudas por Draghi. Si no hubiese reunión de Draghi esta semana, estamos seguros que el repunte del precio del petróleo habría provocado que el 3.050 se hubiese roto al alza.

El mercado descuenta claramente una nueva rebaja de los tipos de depósito hasta el -0.40% y ampliación del programa de recompra de bonos hasta en 10.000 millones mensuales. Lo que no sabemos es cómo reaccionará el mercado si toma mayores medidas. Creemos que tomas estas medidas debería ser suficiente y el mercado debería seguir con su tendencia alcista de muy corto plazo y llevar al Eurostoxx de nuevo hasta la parte superior del canal bajista iniciado el año pasado (zona de 3.300 puntos). Si no tomara ni tan siquiera estas medidas, lo más probable es que el mercado corrigiese de nuevo. Y si tomase medidas adicionales, el mercado podría reaccionar con subidas en primera instancia, pero estas mayores medidas evidenciarían que el

BCE estima una situación macro bastante peor que la realidad actual. Hoy tenemos a Europa creciendo moderadamente y el repunte de materias primas y recuperación de divisas emergentes debería alejar el miedo a la deflación.

Por tanto no vemos necesario que el BCE ponga hoy toda la carne en el asador y guarde munición por si fuese necesario en próximas reuniones. Tal y cómo hemos titulado en el asunto, tras la reunión de Draghi se incrementará la volatilidad, pero con ello no queremos decir que se incremente la incertidumbre. Lo que queremos decir es que tras Draghi saldremos del lateral de 75 puntos del Eurostoxx de las últimas ocho sesiones y las bolsas tomarán una nueva dirección más definida al alza o a la baja. En el siguiente gráfico vemos que la volatilidad implícita se ha reducido considerablemente desde los mínimos de febrero (se aprecia claramente que cada mínimo del Eurostoxx ha coincidido con picos máximos de volatilidad). Si Draghi defrauda y el mercado vuelve a la baja la volatilidad implícita volverá a subir para tratar de buscar un nuevo suelo, y si rompemos al alza la resistencia, la volatilidad seguirá corrigiendo, síntoma claro de una menor incertidumbre sobre el futuro de la renta variable.


NOTA. La parte inferior del gráfico muestra la volatilidad implícita. No es la volatilidad histórica que mide las desviaciones de precios del Eurostoxx, sino que la volatilidad implícita es una estimación de la volatilidad futura. En cierta manera, lo que mide es la incertidumbre que tienen los intervinientes del mercado sobre la evolución futura de los precios, de ahí que se considere que la volatilidad implícita es una medida del miedo o pánico de los inversores. En el gráfico se aprecia claramente que en cuanto la volatilidad implícita gira a la baja desde puntos extremos, los mercados hacen suelo.

 

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