Las bolsas europeas en
particular llevan moviéndose desde el 1 de marzo en un rango muy estrecho.
Concretamente el Eurostoxx está alternando días de subidas y bajadas en un
lateral entre 2.975 y 3.050 puntos, tal y cómo se aprecia en el gráfico
intradía (rodeado en morado) de la actual tendencia bajista de medio plazo
iniciada el año pasado.
Estos días, tenemos la
sensación de que los inversores no quieren estar fuera ante la posible ruptura
alcista de la resistencia de 3.050 tras anunciar Draghi medidas. Pero tampoco
se animan a estar dentro con todo el riesgo posible y permanecen a la espera
con liquidez, con cierto temor de que Draghi vuelva a defraudar a pesar de
tomar medidas. Así pues, una vez más nos encontramos ante una reunión de un
Banco Central en una situación crítica para los mercados. Esta vez nos
encontramos con las bolsas europeas frenadas ante una resistencia. El 3.050 fue
un freno clave para el Eurostoxx 50 a final de enero y estos niveles eran los
niveles de soporte el verano pasado. En la zona de 3.000 puntos fue donde se
frenaron las caídas de la corrección de agosto.
En el siguiente gráfico del
Eurostoxx he señalado las tres últimas reuniones del BCE. En la última reunión,
a final de enero Draghi a pesar de no tomar ninguna medida, provocó que el
Eurostoxx 50 rebotase justo en la base del canal sólo con decir que en la
próxima reunión (hoy) se iba a revisar la política monetaria. Esto provocó un
rebote que después no tuvo continuidad por culpa de las nuevas fuertes caídas
del petróleo. La situación técnica de hoy se asemeja bastante a la reunión del
20 de octubre. En aquel momento el Eurostoxx 50 se encontraba ante la zona de
resistencia de 3.300 puntos tras rebotar en agosto y septiembre fuertemente. El
aviso de que en diciembre anunciaría medidas provocó la clara ruptura de
resistencias del Eurostoxx y lo llevó hasta la parte superior del canal
alcista. Justo en esa resistencia, el mercado se quedó esperando a la reunión
clave de diciembre. Ahí, los inversores estaban en una situación similar a la
actual. Atentos a las medidas. Si superaban expectativas, las resistencias se
hubiesen roto al alza, pero como no las superó, se desplegó un fuerte tramo a
la baja.
Por tanto sí que está claro
que Draghi tiene capacidad de mover el mercado. O más bien podemos decir que el
mercado espera a Draghi para moverse. Al final esto es una ley de oferta y
demanda, y la demanda se frena claramente ante la resistencia y las dudas por
Draghi. Si no hubiese reunión de Draghi esta semana, estamos seguros que el
repunte del precio del petróleo habría provocado que el 3.050 se hubiese roto
al alza.
El mercado descuenta
claramente una nueva rebaja de los tipos de depósito hasta el -0.40% y
ampliación del programa de recompra de bonos hasta en 10.000 millones
mensuales. Lo que no sabemos es cómo reaccionará el mercado si toma mayores
medidas. Creemos que tomas estas medidas debería ser suficiente y el mercado
debería seguir con su tendencia alcista de muy corto plazo y llevar al
Eurostoxx de nuevo hasta la parte superior del canal bajista iniciado el año
pasado (zona de 3.300 puntos). Si no tomara ni tan siquiera estas medidas, lo
más probable es que el mercado corrigiese de nuevo. Y si tomase medidas
adicionales, el mercado podría reaccionar con subidas en primera instancia,
pero estas mayores medidas evidenciarían que el
BCE estima una situación
macro bastante peor que la realidad actual. Hoy tenemos a Europa creciendo
moderadamente y el repunte de materias primas y recuperación de divisas
emergentes debería alejar el miedo a la deflación.
Por tanto no vemos necesario
que el BCE ponga hoy toda la carne en el asador y guarde munición por si fuese
necesario en próximas reuniones. Tal y cómo hemos titulado en el asunto, tras
la reunión de Draghi se incrementará la volatilidad, pero con ello no queremos
decir que se incremente la incertidumbre. Lo que queremos decir es que tras
Draghi saldremos del lateral de 75 puntos del Eurostoxx de las últimas ocho
sesiones y las bolsas tomarán una nueva dirección más definida al alza o a la
baja. En el siguiente gráfico vemos que la volatilidad implícita se ha reducido
considerablemente desde los mínimos de febrero (se aprecia claramente que cada
mínimo del Eurostoxx ha coincidido con picos máximos de volatilidad). Si Draghi
defrauda y el mercado vuelve a la baja la volatilidad implícita volverá a subir
para tratar de buscar un nuevo suelo, y si rompemos al alza la resistencia, la
volatilidad seguirá corrigiendo, síntoma claro de una menor incertidumbre sobre
el futuro de la renta variable.
NOTA. La parte inferior del
gráfico muestra la volatilidad implícita. No es la volatilidad histórica que
mide las desviaciones de precios del Eurostoxx, sino que la volatilidad
implícita es una estimación de la volatilidad futura. En cierta manera, lo que
mide es la incertidumbre que tienen los intervinientes del mercado sobre la
evolución futura de los precios, de ahí que se considere que la volatilidad
implícita es una medida del miedo o pánico de los inversores. En el gráfico se
aprecia claramente que en cuanto la volatilidad implícita gira a la baja desde
puntos extremos, los mercados hacen suelo.
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