Finalmente hubo acuerdo
en la reunión de líderes europeos de la semana pasada. No se cumplieron las
expectativas más optimistas, puesto que habrá
que esperar hasta 2.026 para que haya un fondo único con recursos
suficientes y mutualización de la deuda. El acuerdo refleja claramente las
exigencias de Alemania, en el sentido de que da un mayor peso a los países
miembros, limita a los bancos sistémicos la decisión de resolución a nivel
europeo y dificulta el acceso al fondo común.
Por contra, Berlín ha aceptado por primera vez que haya una mutualización en 2026, un paso impensable hasta hace poco. El mecanismo único de resolución -compuesto por una autoridad de liquidación y un fondo común- comenzará a funcionar en 2016.
Y lo que más dudas suscita es que la autoridad única de resolución, formada por unos consejos ejecutivo y plenario en los que la CE sólo será observadora, tomará las decisiones en un complejo proceso en el que las instituciones europeas solo ejercerán un control posterior de las mismas. Tanto el comisario europeo de Mercado Interior y de Servicios, Michel Barnier, como el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y la Eurocámara, han criticado un sistema que, a su juicio, ralentiza las decisiones que requieren en sí rapidez. Barnier se mostró no obstante convencido de que en la negociación con el Parlamento Europeo (antes de que acabe la legislatura en mayo 2014) se podrá todavía simplificar el proceso, y aunque lamentó que la CE no sea finalmente la institución que "apriete el botón", calificó el acuerdo de "positivo y extremadamente importante" para la unión bancaria.
Por contra, Berlín ha aceptado por primera vez que haya una mutualización en 2026, un paso impensable hasta hace poco. El mecanismo único de resolución -compuesto por una autoridad de liquidación y un fondo común- comenzará a funcionar en 2016.
Y lo que más dudas suscita es que la autoridad única de resolución, formada por unos consejos ejecutivo y plenario en los que la CE sólo será observadora, tomará las decisiones en un complejo proceso en el que las instituciones europeas solo ejercerán un control posterior de las mismas. Tanto el comisario europeo de Mercado Interior y de Servicios, Michel Barnier, como el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y la Eurocámara, han criticado un sistema que, a su juicio, ralentiza las decisiones que requieren en sí rapidez. Barnier se mostró no obstante convencido de que en la negociación con el Parlamento Europeo (antes de que acabe la legislatura en mayo 2014) se podrá todavía simplificar el proceso, y aunque lamentó que la CE no sea finalmente la institución que "apriete el botón", calificó el acuerdo de "positivo y extremadamente importante" para la unión bancaria.
En definitiva, El mecanismo único de resolución cubrirá a
los 6.000 bancos de la eurozona vigilados por el supervisor bancario único
encabezado por el BCE, pero solo será responsable para la planificación y
fases de resolución de los bancos directamente supervisados por Fráncfort, es
decir los 130 más importantes y las entidades transfronterizas. Las autoridades
nacionales de resolución, en el caso de España el FROB, serán las responsables
de planificar y ejecutar las fases de resolución para los demás bancos.
El fondo de resolución se nutrirá de contribuciones anuales de 5.500 millones de euros a lo largo de diez años a cargo de la banca y hasta que esté lleno (unos 55.000 millones en 2026), estará dividido en compartimentos nacionales. España aportará en torno a 8.500 millones de euros, según fuentes comunitarias, es decir, un 15 %. En esta década transitoria en el caso de que haya que proceder a liquidar un banco, se recurrirá a los fondos del compartimento del país o los países en el que la entidad está basada, de modo que progresivamente se irá permitiendo el acceso al capital común a un ritmo del 10 % anual hasta la mutualización total del 100 % en 2026
Sin duda, es un paso positivo para la banca europea. No quiere decir que haya menos probabilidad de quiebra de un banco, pero sí que reduce al mínimo la posibilidad de que un problema en un banco arrastre a todo el sistema financiero y ponga en peligro la recuperación económica. Una vez más, al cumplirse lo que el mercado estaba descontando, la reacción de las bolsas no está siendo para nada alcista. Hay que tener en cuenta que la semana es semifestiva (mañana media sesión, y 25 y 26 estarán las bolsas cerradas), por lo que lo más probable es que los índices de renta variable se muevan hasta el cierre del año entre los soportes que se recuperaron la semana pasada y los máximos anuales.
El fondo de resolución se nutrirá de contribuciones anuales de 5.500 millones de euros a lo largo de diez años a cargo de la banca y hasta que esté lleno (unos 55.000 millones en 2026), estará dividido en compartimentos nacionales. España aportará en torno a 8.500 millones de euros, según fuentes comunitarias, es decir, un 15 %. En esta década transitoria en el caso de que haya que proceder a liquidar un banco, se recurrirá a los fondos del compartimento del país o los países en el que la entidad está basada, de modo que progresivamente se irá permitiendo el acceso al capital común a un ritmo del 10 % anual hasta la mutualización total del 100 % en 2026
Sin duda, es un paso positivo para la banca europea. No quiere decir que haya menos probabilidad de quiebra de un banco, pero sí que reduce al mínimo la posibilidad de que un problema en un banco arrastre a todo el sistema financiero y ponga en peligro la recuperación económica. Una vez más, al cumplirse lo que el mercado estaba descontando, la reacción de las bolsas no está siendo para nada alcista. Hay que tener en cuenta que la semana es semifestiva (mañana media sesión, y 25 y 26 estarán las bolsas cerradas), por lo que lo más probable es que los índices de renta variable se muevan hasta el cierre del año entre los soportes que se recuperaron la semana pasada y los máximos anuales.
Evolución del Eurostoxx 50. Ha vuelto a recuperar el
nivel perdido de 3.000 puntos. La caída ha servido para eliminar toda la
sobrecompra (MACD por debajo de cero), tras tocar los máximos de 2.011. Parece
posicionarse para atacar máximos en el inicio de ejercicio 2.014.
Evolución del Ibex 35. Igualmente ha eliminado toda
la sobrecompra tras la subida hasta 10000 puntos y parece que entraremos de
nuevo en un lateral entre 9.600 y 10.000 puntos a la espera de nuevos
acontecimientos.
Como se ha
visto, la reacción de las bolsas ya se produjo la semana pasada, en previsión
de que finalmente hubiera acuerdo. Sin embargo, los inversores de renta fija sí
que están apreciando menor riesgo en los activos europeos en general y el
sector bancario en particular. El diferencial que se le exige al sector
bancario senior ha bajado esta mañana a mínimos anuales, destacando el viernes
una de las mayores bajadas en un día de los últimos meses. Sin duda, a la vista
del gráfico, el mercado descuenta mucho menor riesgo de impago o quiebra en el
sector bancario europeo.
Este menor
riesgo se traslada al resto del mercado de renta fija. El diferencial exigido a la deuda senior de grado de inversión a cinco
años, sigue estrechándose, rompiendo la semana pasada los mínimos anuales.
Y el Itraxx Crossover que mide el
diferencial para los emisores de rating inferior a BBB- también ha perforado
claramente los mínimos anuales. Cotiza por debajo de 300 p.b por primera vez
desde octubre de 2007.
En base a la
evolución de los diferenciales de deuda de las empresas europeas, habría
argumentos suficientes para justificar que las bolsas terminasen rompiendo los
máximos de 2013 marcados en octubre. Si
más, aprovechamos este foro para desearos unas felices fiestas, salud, y que
tengáis ocasión de pasarlas junto a los amigos y familia.
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