viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Comienza la FASE II de la "Gran rotación de activos"?

El mensaje de Bernanke parece que está calando con optimismo en los mercados. Y es que la mejoría de los datos macro americanos, parece posibilita por fin que su economía pueda resurgir sin tener que depender de la dopamina de la liquidez de la FED. Desde su discurso el pasado 18 de diciembre, los mercados de renta variable se han girado al alza y todo apunta a que acabarán el año en zona de máximos anuales. No solo la bolsa americana, sino que también las bolsas europeas se están contagiando del optimismo.

Sin embargo, a pesar de los buenos datos macro en Estados Unidos (Crecimiento del PIB 3T anualizado del 4.1%,  ordenes de bienes duraderos +3.5% vs +2.0% estimado y fuerte incremento por encima de lo esperado de las ventas de viviendas nuevas), es el euro el que se está revalorizando respecto al dólar. La sorpresa para los mercados no parece que sea el tapering, sino más bien que en la eurozona se están tomando decisiones importantes.

Evolución del Euro frente al dólar. Ataca de nuevo los máximos anuales, dando clara muestra de que el mercado comienza a apostar de nuevo por Europa.



Estamos viviendo un movimiento similar al que se produjo entre agosto y septiembre. Los inversores están vendiendo renta fija y apostando de nuevo por la renta variable, en lo que denominábamos el comienzo de la gran rotación de activos. En aquellos momentos la renta variable europea y sobre todo de los países periféricos fue la que más subió, pensando que los beneficios empresariales superarían las estimaciones. A medida que a mediados de octubre no se cumplieron las expectativas y las empresas europeas volvieron a defraudar, el dinero se volvió a dirigir a Estados Unidos y a la renta fija. Desde hace unos meses venimos comentando que a medida que se produjera una bajada en las tires de la renta fija, o corrección en la renta variable, los inversores aprovecharían el movimiento para volver a incrementar riesgos en cartera, o por lo menos para reducir exposición a renta fija directa, puesto que en los meses de mayo a septiembre las pérdidas en estos activos habían sido muy altas.  En el siguiente gráfico se aprecia que de nuevo comienza a subir las tires del bono americano a 10 años. Y es que si el mercado descuenta mayor crecimiento de la economía americana, exige mayor rentabilidad a los bonos de largo plazo.

Evolución de la tir del bono americano a 10 años. Tras la espectacular subida de este verano se paró justo en el 3% de Tir. Después de este movimiento, se ha apoyado en el 2,5% y esta semana vuelve a atacar la zona del 3%.



En Europa ocurre lo mismo. Se están produciendo ventas del bono alemán a 10 años. Tras apoyarse en la zona de 1.60% vuelve a atacar la zona del 2%. Si los datos macro acompañaran en Europa, y continúan alejándose los temores a una crisis duradera en los periféricos, el mercado debería entender que el bono alemán volvería a medio plazo a moverse entre el 3% y 4% que es la zona en la que se movía antes de la crisis.



Así pues, si el bono americano supera el 3% y el alemán hace lo propio con el 2% facilitaría el camino a los que apostamos por la gran rotación de activos a los que venimos haciendo referencia desde principios de 2012. Si analizamos los bonos españoles, también están todos en clara zona de soporte (en Rentabilidad), lo que significa zonas de venta.

Evolución de la tir del bono a 2 años español. En el último trimestre del año hemos visto cómo ha alcanzado mínimos históricos, que coinciden con los mínimos de 2009, cuando la deuda española aún era considerada un activo refugio.




Evolución de la tir del bono a 5 años español. Al igual que el 2 años, se ha parado justo en la zona de mínimos históricos. En un contexto de tipos en mínimos históricos (ya no pueden bajar más) y posibilidad de ir mejorando el crecimiento del PIB, lo más lógico es pensar que esta zona no se perfore a la baja.



Evolución de la tir del 10 años español. A principios de año situábamos la zona del 3.5%-3.70% como zona objetivo para las rentabilidades del 10 años. Sin embargo el nivel del 4% ha servido por dos veces como importante soporte para la rentabilidad de nuestro bono de referencia. Al igual que hemos comentado para el 5 años, si se confirma la mejoría de los datos macro, el bono español debería moverse a medio plazo entre el 4%-4.5% con posibilidad de ver movimientos extremos que lo lleven al 3.5% o al 5% que serían oportunidades para vender o comprar respectivamente.



Y es que si antes veíamos que el euro se revaloriza frente al dólar, al analizarlo frente al YEN su fortaleza es aún más patente. Este mes ha roto los máximos de 2009 y se encamina hacia la zona en la que se movía antes de la crisis (entre 155 y 170 yenes por euro).



Así pues, parece que los inversores se están posicionando claramente en el cierre de ejercicio en los activos por los que apuestan de cara al año que entra. La renta variable se impone claramente a la renta fija, y dentro de esta, a pesar de que la renta variable americana sigue estando muy fuerte, parece que los inversores pueden volver a apostar por la europea. Al menos hasta que se comiencen a publicar los resultados empresariales del cuarto trimestre (a partir de la tercera quincena de enero). En ese momento pensamos que ocurrirá lo mismo que en octubre. Si los resultados empresariales acompañan (superan expectativas creadas) la renta variable europea seguirá creciendo y sin vuelven a defraudar, habrá que analizar el mercado y ver si los inversores se refugian en la renta fija o en la renta variable americana.

En cuanto a la renta variable de los mercados emergentes, parece que puede ser un buen momento si analizamos el comportamiento del precio de las materias primas. Tras un letargo que dura más de dos años en el que el índice general de materias primas (CRY index) se ha movido entre 280 y 300 puntos, estas últimas semanas está rebotando. En el mes sube aproximadamente un 3%. Si consiguiera superar la zona de 290-300 puntos, sería muy positivo para los mercados emergentes.



En el siguiente gráfico se aprecia la fuerte correlación entre el índice de materias primas (línea morada) y el MSCI Emerging Markets (línea dorada). Se aprecia que la línea verde (S&P500) se ha beneficiado de los precios baratos de las materias primas. Un repunte de las materias primas, entendemos que obligaría a que convergieran las líneas de emergentes y de RV americana. Además, en el gráfico hemos insertado una línea blanca con el Baltic Dry Index, que mide el precio de los fletes marítimos. A la vista de la subida de los precios se entiende que el transporte de materias primas vía marítima se está reactivando tras tres años de decadencia. Este es muy buen síntoma para la recuperación de la economía global.



Así pues, como conclusión de cara al año que viene, parece que la apuesta es Renta variable frente a renta fija, y al menos para el principio de año, la renta variable europea podría ser una apuesta hasta conocer los beneficios de nuestras empresas. La renta variable americana entendemos que debería seguir subiendo apoyada por sus beneficios empresariales y mejora macro, aunque entendemos que a medida que se vayan consolidando las expectativas de crecimiento de los mercados emergentes y si continúan subiendo los precios de las materias primas, conforme avance el año, lo más probable es que los inversores roten su exposición en renta variable hacia los mercados emergentes.


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