La subasta de letras del tesoro español hoy ha marcado
nuevos mínimos históricos de rentabilidad con la demanda superando la oferta
ampliamente. A 3 meses nuestro estado se financia al 0.04% y a 9 meses ha
conseguido casi 2.400 millones al 0.11%. Desde estos 9 meses hasta el plazo de
dos años la curva es totalmente plana con todos los bonos cotizando en torno al
0.10%.
Concretamente el bono de referencia a dos años vence
en abril de 2016 y nos rentaría hoy un 0.12% (OJO, sin incluir comisiones). Con
un ejemplo numérico se entiende mejor. Para un nominal de 10.000 euros hoy
pagaríamos 10.629.03 € (hoy cotiza al 105.21% más cupón corrido) y a cambio el
estado nos devolvería los siguientes dos pagos:
·
El 30 de abril de
2015 nos pagaría el cupón correspondiente que ascendería a 325 euros (brutos
sin incluir impuestos), ya que paga un cupón del 3.25%
·
y en abril
de 2015 (vencimiento) cobraríamos los mismos 325 euros de cupón (a descontar
retención) y los 10.000 euros del nominal.
En resumen, para una retención del 21%, el ahorrador
hoy invierte 10629.03 euros y cobraría neto en total 256.75+256.75+1000 euros=
1513.5 euros. Al final pierde dinero. Eso sí tendría unas retenciones en
Hacienda de 136.5 euros que con suerte se las pueden devolver al hacer la
declaración.
Así pues, un ahorrador europeo está que quiera obtener
rentas, está obligado a mirar otro tipo de activos. Los bonos corporativos
ofrecen rentabilidades similares. La rentabilidad por dividendos de las bolsas
europeas, aunque no están en máximos sí que ofrece un importante diferencial
respecto a los bonos. Evidentemente no queremos decir que un inversor de letras
pase el 100% de su patrimonio a la renta variable directa, pero si quiere
obtener rentabilidades recurrentes, está obligado a asumir riesgos e ir
introduciendo algo de renta variable en las carteras. En los siguientes
gráficos comparamos la evolución de los índices frente a la rentabilidad por
dividendos histórica de los mismos y el diferencial existente entre la rentabilidad
del bono y de los dividendos.
Históricamente, hasta la crisis de Lehman, la
rentabilidad por dividendos ha sido inferior a la de los bonos a 10 años, ya
que para siempre se ha supuesto que en un horizonte temporal de 10 años los
índices suelen revalorizarse. Sin embargo, en 2.008-2.009 con el bono español
al 4% y los dividendos en torno al 7% se aprecia que este diferencial del 3% a
favor de los dividendos fue la mayor oportunidad para comprar renta variable de
los últimos años. Este diferencial entre el 2%-3%a favor de los dividendos
volvió a producirse en las caídas de 2.012. En esos momentos el diferencial se
produjo más por caídas de la renta variable ya que también subió la
rentabilidad del bono. Y hoy volvemos a tener el diferencial por encima del
2.5%. El bono español a 10 años está al 2.17% mientras que la rentabilidad por
dividendo del Ibex es del 4.7%. El motivo no ha sido la corrección de la renta
variable sino la caída de la rentabilidad del bono, pero la oportunidad
financiera es la misma.
Algo similar ocurre con el resto de mercados de renta
variable. En el gráfico del Eurostoxx 50 frente al bono alemán se aprecia un
diferencial también que avisa sobre posible oportunidad financiera a favor de
la renta variable. Rentabilidad por dividendos del Eurostoxx del 3.6%
frente al 0.93% del bono alemán.
El índice alemán a pesar de tener menos peso en
valores con altos dividendos, ofrece hoy una rentabilidad por dividendos del
2.8% lo que hace que el diferencial a favor de los dividendos roce niveles
históricos de “señal de compra” para la renta variable.
Fuera de Europa si miramos al S&P500, se aprecia
que la rentabilidad del bono es superior a la de los dividendos. Algo que suele
ser normal en este índice. Los momentos de mayor oportunidad para la renta
variable se producen con los dividendos ofreciendo rentabilidades similares o
un 0.5% superiores a los bonos. No obstante, no ofrecen lecturas tan extremas
como las de 2007, 2.010 y 2.011 que fueron las que precedieron a las últimas
correcciones.
En definitiva, las rentas que ofrecen los dividendos
de la renta variable son una buena alternativa para los inversores en estos
momentos en los que la rentabilidad de los bonos está en mínimos históricos.
Este aspecto, es otro de los argumentos que le debería dar sostén a las bolsas
en caso de nuevas correcciones.
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