Esta mañana la apertura de las bolsas europeas ha sido
plana. Tras la primera hora de negociación, con la excusa de que el S&P500
ha alcanzado los 2.000 puntos y puede frenarse en esa cota, además de los malos
datos de confianza del consumidor de Francia, Alemania e Italia, los inversores
se han decantado por hacer caja. Es en el gráfico intradiario del Ibex 35 donde
mejor se aprecia que, una vez alcanzados los 10.850 puntos puede darse el caso
de una recogida de beneficios a corto plazo.
Hemos subido casi 1.000 puntos en algo más de dos
semanas sin descanso y con bastante poco volumen. Los indicadores de momento
(Tanto MACD como RSI) muestran síntomas de sobrecompra. Lo más probable es que
antes de superar el 10.850 el Ibex se tome un respiro en forma de movimiento
lateral o corrección. Debido a las claras expectativas de una actuación por
parte del BCE la próxima semana, es bastante improbable que la corrección sea
severa. De ahí que haya señalado la zona más probable de soportes a corto plazo
para nuestro selectivo entre 10.450 y 10650 puntos. En estos niveles entiendo
que deberían volver a entrar dinero en nuestro índice.
El Eurostoxx 50, que superó el lunes la zona que
comentábamos la semana pasada de 3.125 puntos, hoy se ha frenado al tocar
niveles de 3.200. Es zona de máximos y mínimos relevantes desde marzo de este
año y le costará trabajo superarlo a las primeras de cambio. No obstante, por
las mismas razones que el Ibex, entendemos que aunque los inversores se
inclinen por recoger beneficios de la última subida o reducir riesgos aquellos
a los que la corrección desde junio les pillase muy expuestos, lo más probable
es que la zona entre 3.080 y 3.130 en las próximas sesiones funcione como
soporte y los inversores vean estos niveles como el sitio donde volver a
incrementar riesgos en cartera.
Y es que es normal que con el S&P500 en máximos
históricos tocando por primera vez en la historia el nivel de 2.000 puntos, los
inversores se pregunten si aún queda recorrido al alza para la renta variable.
Son muchos los argumentos que podríamos utilizar, pero como solemos decir, el
verdadero motor de la renta variable son los beneficios empresariales. En el
siguiente gráfico elaborado por JPMorgan, se aprecia que salvo en el primer
trimestre de este año (justificado por la FED por las condiciones
climatológicas del invierno), los beneficios trimestrales han batido
sistemáticamente records históricos desde el primer trimestre del año pasado.
Esto es sin duda lo que está dando apoyo a las continuas subidas del
S&P500.
En Europa aún estamos muy lejos de que el beneficio de
nuestras compañías alcance records históricos. No obstante una vez que han
publicado casi todas las empresas del Eurostoxx 50, se observa que en este
segundo trimestre del año los beneficios de las acciones han sido casi un 11%
superiores a lo que estimaba el mercado. Es el mejor dato de los últimos años.
A pesar de que los datos macro no están siendo buenos
en Europa, en el siguiente gráfico se observa que la publicación de
resultados ha servido para que las expectativas de beneficios futuros se
revisen al alza. La línea morada es la de los beneficios por acción estimados
para el IBEX 35 para 2016 y la gris es para 2015. Desde enero, debido a los
malos datos del primer trimestre (tanto macro como resultados empresariales),
las expectativas a uno y dos años no paraban de revisarse a la baja. Ahora la
situación es contraria y esto provoca lógicamente una revisión al alza de los
objetivos para los índices de renta variable a los plazos comentados. Si se
cumplen las expectativas y las empresas del Ibex consiguiesen beneficios por
acción de 963 puntos, estamos hablando de que el Ibex cotiza hoy a un PER
estimado (2016) de 12.53x. El Eurostoxx lo hace a 11.52x, el DAX a 10.92x,
mientras que el S&P500 cotiza en 13.6x. Los mercados emergentes siguen
siendo los más baratos con un PER estimado de 9.9x.
Así pues, la clave para pensar si sigue habiendo
recorrido para las bolsas está en si las cotizadas son capaces de hacer crecer
sus beneficios, y sobre todo si son capaces de superar expectativas cómo ha
ocurrido en este último trimestre. En el siguiente gráfico se aprecia cómo el
mercado es optimista para la renta variable europea con alzas esperadas de
beneficios para los próximos años entre el 8.5% y 13%
Y más optimistas son los analistas para el IBEX 35, ya
que se espera una tasa de crecimiento de beneficios para los dos próximos años
entre el 15% y 20%.
Así pues, aunque desde el punto de vista técnico de
corto plazo puede ser lógico que haya toma de beneficios, a largo plazo
seguimos pensando que la renta variable tiene recorrido. Soportado tanto por
beneficios empresariales, expectativas y por la actuación de los bancos centrales.
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