Tras
la comparecencia el viernes de Draghi en el simposio de Jackson Hole
patrocinado por la Fed de Kansas, el mercado rápidamente comienza a descontar
que los malos datos macro de Europa ejercerán una fuerte presión al BCE para
que actúe. Hay que decir que este año la temática de la cumbre no eran los
mercados financieros sino que se centraba en el mercado laboral (Reevaluando la
dinámica del mercado de trabajo).
En este sentido,
Yellen de la FED no hizo cambiar la dinámica del mercado, ya que persistió en
que habrá apoyos monetarios alegando que el mercado laboral (a pesar de estar
la tasa de paro en el 6.2%), no
envía claras señales de fortaleza. Es decir, sigue sin disipar dudas sobre
cuándo comenzará Estados Unidos a subir tipos una vez culminado el “Tapering”.
Sin embargo, Draghi sí
que dejó titulares para la prensa en su comparecencia ya con los mercados
europeos cerrados. Tal y como comentábamos la semana pasada está cómodo con la
reciente debilidad del euro. Tras el amago de rebote de nuestra divisa en la
zona de 1.325 esta semana el euro pierde esta zona de soporte y parece
dirigirse a la zona de 1.30 o incluso más abajo. Y es que como no podría ser de
otra forma (con una tasa de paro del 11.5% con países como España por encima
del doble de esa cifra), en la conferencia sugirió que la zona euro podría
estar girando el foco desde la política de austeridad y ajustes presupuestarios
hacia una nueva era de gasto público para estimular la economía ("fiscal
policy could play a greater role"). Palabras mágicas para el mercado que
están provocando que tengamos un inicio de semana positivo tanto para la renta
variable como para la renta fija europea.
Draghi insistió en el
permanente mensaje de los banqueros centrales que desde estas claves venimos
comentando que es el principal soporte para los mercados en los últimos años.
Los bancos centrales prefieren asumir el riesgo de “hacer demasiado” con sus
políticas monetarias, antes que “quedarse inactivos” ser los culpables de que
desempleo transitorio en una economía débil se convierta en estructural. Según
comentó Draghi, las consecuencias de “hacer demasiado” serían la subida de
salarios y la inflación, lo cual parece tolerable frente a la amenaza, mucho
más inquietante, de la deflación. Además volvió a indicar que el BCE no
descarta entrar en una expansión cuantitativa de balance comprando a gran
escala bonos privados o soberanos.
La apertura alcista tras un cierre de
semana de los índices europeos justo en las zonas de resistencias según veíamos
en las claves del viernes, abre la posibilidad a un nuevo tramo al alza de los
activos de riesgo. Sobre todo la renta variable europea. De estos, destacar el
Eurostoxx 50 que está atacando la resistencia de 3.128 puntos, que veíamos el
viernes que era el nivel clave y que hizo girar a la baja al mercado. Un cierre
por encima de estos niveles sería muy positivo y confirmaría que dejamos atrás
la tendencia bajista de corto plazo iniciada en junio.
Muy parecido está el sector bancario
del Eurostoxx 600. Se necesita un cierre por encima del 195-196 puntos para
confirmar el suelo en la zona de mínimos del año y poder pensar en un ataque
serio a la zona de doble techo del año situada en 210 puntos.
Pero lo más destacado
es sin duda la debilidad del euro. Draghi entiende que es fundamental para que
mejoren los datos macro de la zona euro. En los siguientes gráficos se aprecia
que en el día de hoy, nuestra moneda se ha debilitado entre un 5% y 10%
respecto a los principales exportadores de la eurozona.
Respecto al dólar, el
euro corrige un 5.8% desde el 8 de mayo, el día en el que Draghi se mostró
preocupado por ver el euro tocar niveles de 1,40 y decir que la fortaleza del
euro era preocupante para la recuperación económica (encarece exportaciones y
abarata importaciones). En el gráfico se observa que el siguiente nivel claro
de soporte se sitúa en la zona de 1.275, mínimos del año pasado. A priori,
entendemos que estos serían los niveles en los que el BCE se encontraría
cómodo, ya que las dos veces que ha perforado a la baja la zona de 1.25 dólares
por euro, obligó al Mario Draghi a actuar para defender a nuestra moneda.
Respecto al reino
unido el euro pierde un 5% desde la semana del 21 de marzo (máximos del año)
respecto a la libra esterlina.
En cuanto a
emergentes, el euro pierde un 10% respecto al real brasileño….
Un 6.5% frente al
Rublo ruso….
Un 8% respecto a la
rupia india….
Y un 6.5% respecto al
Renminbi chino.
Así pues, los datos de
inflación que se publicará esta semana (día 29) para el conjunto de la eurozona
serán claves para que el mercado se haga una composición de lugar de cuáles
serán las medidas que anunciará el BCE en la reunión mensual del próxima 4 de
septiembre. Si los analistas aciertan y el dato es del 0.3% (valor estimado hoy
para la inflación de agosto), tras las palabras del viernes de Draghi, el BCE
estará obligado a actuar. Así pues, lo más probable es que los mercados de hoy
al próximo día 4, continúen descontando la actuación de Draghi con mejoría
tanto de la renta variable como de la renta fija.
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