Ayer
comentamos que en la apertura del mercado, a pesar de las fuertes caídas de las
bolsas asiáticas, las bolsas europeas consiguieron mantenerse por encima de los
mínimos del día 24 de agosto. Al igual que no había una razón específica para
justificar las correcciones desde el pasado 17 de septiembre, tampoco hay que
intentar buscarlas en el rebote de ayer y de hoy de las bolsas. Se puede decir
que los malos datos de inflación de Alemania y Japón provocarán que
irremediablemente los bancos centrales sigan con políticas monetarias muy
agresivas y por eso subimos.
Pero
sencillamente creemos que los movimientos siguen obedeciendo más a lo que
estamos reiterando desde hace justo un mes. Tras la fuerte caída de agosto,
tendríamos un movimiento lateral con alta volatilidad en el que los inversores
deberían aprovechar para adaptar sus carteras al nuevo entorno de menor
crecimiento e inflación. Reduciendo riesgos tras varios días de subidas y
aumentándolos tras varios días de bajadas. Mientras no salgamos de este terreno
lateral, ir mirando los movimientos intradía sólo nos traerá quebraderos de
cabeza y corremos el riesgo de tomar decisiones erróneas si vamos detrás del
mercado comprando pensando que el rebote es bueno o vendiendo si pensamos que
irremediablemente esto romperá por abajo.
El
gráfico del S&P500 sigue siendo clave en el movimiento de los mercados.
Ayer se acercó a la zona de 1.850 y hoy el futuro viene rebotando en esa zona,
por lo que anima a los inversores a pensar que se puede formar un rebote en la
zona de soporte.
Evolución
del futuro del S&P500.
Lo
mismo ocurre con el DAX alemán al tocar los mínimos de agosto. La línea roja
discontinua que aparece en el gráfico es la que une los mínimos de 2011 y 2014
(las dos últimas correcciones del DAX desde que se inició la actual tendencia
alcista en 2009) . Así que la bolsa alemana se encuentra claramente en soporte.
Si para el S&P500 el lateral está situado entre 1.850 y 2.000 puntos, para
el DAX lo situamos entre 9.300 y 10.500 puntos.
Para
el Eurostoxx 50 el rango se sitúa entre 3.000 y 3.300 puntos. En el gráfico se
aprecia claramente cómo ha funcionado la zona de 3.000 puntos de mínimos del 24
de agosto.
El
Ibex, afectado por el riesgo político, por Latinoamérica o sencillamente por la
composición sectorial (ayer vimos que hay sectores que siguen fuertes y de esos
tenemos pocos en el IBEX), ha perdido el lateral y lo que estamos es en un canal
bajista de corto plazo que situamos entre 9.000 y 10.000 puntos.
China
ofrece un aspecto similar a España, con un lateral bajista en vez de lateral
cómo el de Estados Unidos y Alemania. Situado ese lateral entre 20.300 y 22.000
puntos.
En
definitiva, el S&P500 sigue siendo el índice directriz de las bolsas
mundiales, y lo es más cuando la situación se vuelve más confusa. Si el
S&P500 rebota, el resto de mercados le acompañarán. Así pues, los
inversores que en los días de pánico no aguantaban más y estaban dispuestos a
realizar minusvalías, deben aprovechar estos días de mayor tranquilidad para
deshacer riesgos. Si mañana los datos de producción industrial de los
principales países no salen tan malos cómo está adelantando la bolsa desde
julio, el rebote continuará y posiblemente nos acerquemos de nuevo a las zonas
de resistencias comentadas.
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