En
las claves diarias de este año estamos haciendo bastante hincapié al efecto que
las depreciaciones de las divisas pueden generar en el ritmo de recuperación
económica de determinados países. En España sabemos por experiencia pasada que
la mejor forma de salir de las crisis era devaluando la moneda. Así lo hicimos
en décadas pasadas cuando teníamos moneda propia y un banco central que podía
hacerlo. En este inicio de año, se está viendo claro cómo la devaluación del
Euro desde los 1.40 dólares por euro de mayo pasado a los niveles actuales por
debajo de 1.10, está beneficiando sobre todo a las exportadoras europeas y
fomentando el consumo interno ya que encarece las importaciones. De ahí que la
renta variable europea lidere las alzas de la renta variable en el primer
trimestre del año.
También
los emergentes son los países que más han visto devaluarse sus monedas. Sus
revisiones a la baja de expectativas de crecimiento unidas a revisiones al alza
de las de Estados Unidos generaba evidentemente este movimiento de apreciación
del Dólar. Sin embargo la pregunta que estas semanas nos estamos haciendo es si
el dólar seguirá revalorizándose o si por el contrario ya ha realizado el
movimiento. Esta misma apreciación del dólar (y consecuentemente depreciación
del resto de divisas) propicia justo el movimiento contrario de las futuras
expectativas de crecimiento. Es decir, que lo mismo que está ocurriendo en
Europa, que esta mejora de competitividad está generando sorpresas positivas en
los datos macro, puede comenzar a suceder en el resto de países que han vivido
una devaluación de sus monedas.
En
el siguiente gráfico comparo la apreciación del dólar frente a las principales
divisas (euro y emergentes) desde el verano del 2011. El dólar se ha apreciado entre
un 50% y 100% frente a la lira turca, real brasileño, Rand sudafricano, y rublo
ruso. Y entre un 25% y 40% frente al euro, Rupia india y peso mejicano.
Frente
a todas, desde la última reunión de la fed hace justo un mes, parece que el
dólar se está girando a la baja. Es clave para los inversores saber si es una
parada en el camino o si por el contrario estamos en un contexto en el que el
dólar ya ha marcado techo. No hace falta que se gira a la baja, sino que el
simple hecho de saber que no hay motivos para pensar que el dólar no va a
seguir fortaleciéndose hará ganar un gran atractivo frente a Europa y a los países
emergentes.
Para
un inversor americano que tiene dólares, con un S&P500 en clarísima
tendencia alcista desde el 2009, y con el dólar apreciándose fuertemente frente
al resto de divisas en los tres últimos años, no tenía ningún sentido
plantearse buscar alternativas de inversión fuera de sus fronteras. No
obstante, en la siguiente gráfica planteamos la alternativa de inversión en
renta variable a la que se enfrenta un inversor americano.
La
línea amarilla es la evolución del S&P500 desde los mínimos de 2009. Ha
subido sin cesar un 174% y se presentan dudas sobre si su economía mantendrá el
fuerte ritmo de crecimiento de los últimos trimestres. Sin embargo en Europa se
están revisando las expectativas de crecimiento y el Eurostoxx 50 (línea verde)
ha subido “sólo” un 91%, pero gracias a la fortaleza del dólar, el Eurostoxx en
dólares sólo ha subido un 60% (línea blanca). La línea rosa representa la
evolución del MSCI Emerging markets en dólares. En las fases de sólida
recuperación (2009-2011) subió mucho más que el resto y ahora, tras más de tres
años en lateral parece recuperar atractivo tal y como comentábamos ayer.
Así
pues, el posible techo del dólar será clave para pensar que las bolsas europeas
y de mercados emergentes sigan ganando atractivo frente a las de Estados
Unidos. O al menos no tengan que contagiarse de la debilidad que se está
haciendo patente en sus bolsas. La lectura de las actas de la última reunión de
la FED de hoy puede darnos pistas, aunque me temo que se quedan ya bastante
anticuadas puesto que tras los malos datos macro de la semana pasada, todo el mundo
tiene claro que no habrá prisas por subir tipos, lo que favorecerá el techo del
dólar comentado.
En
el siguiente gráfico del euro frente al dólar se aprecia cómo el euro ha
entrado en una nueva fase lateral entre 1.05 y 1.10 similar a la vivida entre
1.12 y 1.15 de principios de año. Un cierre sobre el 1.10 confirmaría el suelo
del euro frente al dólar.
El
movimiento de las materias primas y petróleo empieza a posicionarse en el
sentido que venimos comentando. Siempre han estado muy correlacionados la
fortaleza del dólar con la debilidad de estas materias primas. Pues en estas
últimas sesiones tanto el petróleo como el índice CRY genérico de materias
primas están intentando dibujar un claro suelo.
Evolución
del futuro del West Texas americano. Está en claro lateral entre 45 y 55
dólares. Un cierre sobre 55 generaría la señal definitiva de suelo.
Evolución
del índice CRY genérico de materias primas. También están consolidando la señal
de triple suelo en la zona de 210 puntos. Ayer superó la media de 50 sesiones
que no la superaba desde junio del año pasado.
Por
último, confirmando los argumentos comentados ayer y hoy, hemos visto que a
pesar del mal cierre de las bolsas americanas (en mínimos de la sesión y lejos
de los máximos del inicio), tenemos a la bolsa de Hong Kong (Hang Seng) ha
subido esta madrugada nada menos que un 3.80% rompiendo claramente la
resistencia que comentábamos ayer. Sin duda parece que todos los analistas
técnicos estudian en la misma escuela.
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