A día de hoy
seguimos sin tener claro qué ocurrirá con Grecia, ni tampoco la reunión de ayer
de la FED sirvió para despejar las dudas sobre cómo y cuándo comenzará la FED a
subir tipos. Los griegos a pesar de cambiar de interlocutor siguen sin
presentar las reformas que sus acreedores le están exigiendo. Parece que antes
de que acabe el fin de semana se tendrían que cerrar negociaciones o bien
romperlas definitivamente. Pero después de 3 meses de negociaciones, es muy
difícil pronosticar cuando se les acaba la paciencia a los acreedores del país
heleno.
En cuanto a la
reunión de ayer de la FED, el mensaje fue bastante confuso. No me termina de
quedar claro si subirán los tipos en la próxima reunión o si por el contrario
lo retrasarán hasta diciembre. Hasta ayer, el mercado descontaba que era
probable que la primera subida fuese en septiembre. Los malos datos del PIB del
primer trimestre de Estados unidos (ha crecido sólo el 0.2% frente al 1%
estimado) provocaron ayer una fuerte caída del dólar e hizo pensar a los
analistas que la FED retrasará la subida de tipos. Sin embargo, Yellen en su
discurso dejó claro que la actividad económica se ha ralentizado durante los
meses de invierno, en parte reflejando factores transitorios. Al igual que
ocurrió el año pasado, le echan la culpa al frio invierno. El año pasado
estuvieron en lo cierto puesto que el PIB corrigió en el primer trimestre nada
menos que un 2.9% para después subir un 4.60% y 5% en los dos siguientes
trimestres (todo en términos anualizados).
Si La FED está
en lo cierto no podemos descartar subidas de tipos en septiembre o incluso en junio.
Han eliminado de su discurso la frase célebre “es improbable una subida de
tipos en la próxima reunión” y sigue esperando que, con la política monetaria
adecuada, el crecimiento económico avance a un ritmo moderado y que las
condiciones del mercado laboral sigan moviéndose hacia niveles que se
consideran acordes con su mandato. Los riesgos para las perspectivas económicas
y el mercado laboral están prácticamente equilibrados. El Comité espera que la
inflación se mantenga cerca de los bajos niveles actuales en el corto plazo,
pero que aumente gradualmente hacia el objetivo del 2% a medio plazo.
Efectivamente si miran el gráfico de expectativas de inflación que adjuntamos
ayer, no deberían retrasar mucho la subida de tipos.
Por tanto, no
tenemos nada claro. Lo único claro entonces sigue siendo la visión de largo
plazo que estamos teniendo desde hace meses:
· La
renta variable ofrece mejor binomio rentabilidad riesgo que la renta fija.
· Tras
varios años con mejor comportamiento de la renta variable de Estados Unidos,
los movimientos de las divisas hacen que ahora emergentes y Europa ofrezcan más
potencial.
· Hay
muchísima liquidez y más barata que nunca, por lo que los inversores
aprovecharán las correcciones para incrementar riesgos.
· El
dinero cambia de activos y de zonas geográficas más rápido que nunca.
Hoy por ejemplo
siguen vendiendo bonos del estado alemán, y la rentabilidad del 10 años ya
cotiza en el 0.33%. Hace poco más de una semana estaba al 0.05%. Y la mejoría
macro de Europa frente a los malos datos de Estados unidos confirman que la
paridad del euro frente al dólar que muchos analistas pronosticaban de momento
debe esperar, y al igual que ocurrió con el petróleo, se está formando un claro
suelo en el cruce del euro frente al dólar.
En el gráfico
se aprecia cómo se ha superado la zona de 1.10 tras varios intentos sin
resultado.
La bolsa
alemana es la que más está sufriendo por la recuperación del euro. La teoría es
que las empresas exportadoras ganarán menos. Pero si lo miramos desde una
visión global, entiendo que es preferible para Europa un euro estable entre
1.05 y 1.15 que verlo caer en picado cómo estaba sucediendo desde inicio del
verano pasado. Además la recuperación del euro es un claro síntoma de que los
inversores no están obsesionados con el posible impago de Grecia. Por tanto,
seguimos insistiendo que lo que está sucediendo en la renta variable, sobre
todo la europea, es una corrección dentro de la tendencia alcista. Si miramos
por ejemplo el Ibex 35 vemos que los mínimos de hoy coinciden con la zona de
máximos del año pasado. Es decir, el nivel de 11.250 que antes era resistencia
ahora es nivel de soporte.
Si ampliamos el
horizonte del Ibex, con velas semanales, es como mejor se aprecia la situación
del mismo. En el año 2013 se dejó atrás la tendencia bajista iniciada en el
2007 y desde entonces estamos en un claro canal alcista con base en la zona de
10.500-10.700 y la parte superior se sitúa en torno a 13.000 puntos.
Y ahora que
hemos hecho referencia a cómo puede afectar el movimiento de divisas al
potencial de los distintos activos, si vemos este mismo gráfico del Ibex
valorado en dólares, vemos cómo el suelo del dólar ha provocado que aquellos
inversores de Estados Unidos, no sólo no hayan sufrido pérdidas en la última
corrección del Ibex, sino que están ganando y desde el punto de vista técnico,
el Ibex está dejando atrás la tendencia bajista de corto plazo iniciada el
verano pasado, por lo que ofrece buen atractivo para los inversores con dólares
en sus bolsillos.
El momento de
incrementar riesgos de renta variable no sé si es ahora o esperar a que pase el
fin de semana y se sepa algo más acerca de Grecia, pero si miramos el estudio
de volatilidad que hicimos hace unos días con el Eurostoxx, y lo hacemos
hoy para el DAX (el índice que más ha corregido), sí que parece que es buen
momento para ir incrementando para aquellos inversores que tengan exceso de
liquidez, y no parece que sea el momento de vender para aquellos que no hayan
hecho caja antes de las correcciones.
En el gráfico
de la evolución del DAX 30 frente a su volatilidad implícita (medido por el
índice VDAX) se aprecia claramente que los momentos de repuntes de volatilidad
no han sido los mejores momentos para vender, sino todo lo contrario. La línea
blanca marca la volatilidad y la amarilla la evolución del DAX. La situación
actual se asemeja a la corrección vivida en diciembre y agosto.
Si miramos el
gráfico del DAX, podríamos optimizar el momento de entrada simplificándolo de
la siguiente forma. O bien esperar a que se solucione la incertidumbre en torno
a Grecia, comprar una vez recuperado el soporte perdido en el día de ayer en
torno a 11.700 puntos, o bien esperamos al siguiente soporte situado en la zona
de 11.000 puntos.
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