A los miembros
del Eurogrupo se le agota la paciencia y al gobierno griego el dinero. Pero
estos últimos siguen sin presentar la lista de reformas exigidas por sus
principales proveedores (que ahora no quieren llamar Troika). Está claro que
Grecia es la principal fuente de incertidumbre hoy en Europa. Ayer fue un claro
lastre con todo tipo de comentarios sobre la posibilidad de declararse en
quiebra, o de pedir nuevas elecciones, hoy las cosas están más tranquilas, ya
el BCE vuelve a tranquilizar la situación y ha añadido otros 800 millones de
euros a la ayuda de emergencia bancaria hasta los 74.000 millones de euros.
El caso es que
ahora son dos las apuestas que hay que hacer en el mercado europeo para pensar
en la sostenibilidad de la fuerte tendencia alcista.
1. ¿Impagará las
deudas Grecia ya o habrá que esperar unos meses?; ¿Habrá otras elecciones?;
¿Saldrá Grecia del Euro?
2. ¿Mejorarán los
resultados empresariales del primer trimestre según las expectativas que se han
formado los inversores?
Lo que está
claro es que el mercado es bastante optimista tras ver que apenas se suceden
dos días seguidos de correcciones en la renta variable europea. Incluso me
atrevo a pensar que la salida de Grecia de la zona euro o que no pague sus
deudas está ya bastante descontado. Hace unos días comentaba que los bonos
griegos a más de 10 años cotizaban todos en torno al 50% de precio. Esto quiere
decir que si hoy mismo dice Grecia que tiene capacidad para pagar sólo el 50%
de la deuda, eso ya está descontado en precio. Va claramente implícito en la
prima de riesgo.
Por ejemplo, el
bono griego a 10 años vence en febrero del 2025, paga un cupón del 3% y se
puede comprar hoy al 52,4% de precio. Para una operación de 100.000 euros de
nominal, si Grecia pagase el 100% de su deuda a vencimiento los flujos para el
comprador serían los siguientes:
·
Paga hoy 52.400€
·
Cobra 10 cupones brutos de 3.000 euros cada 24 de febrero hasta el
vencimiento.
·
A vencimiento le devuelven 100.000 euros.
·
La rentabilidad anualizada de la operación es del 12%.
Con los tipos
al 0% en Europa, si todos los inversores tuviesen claro que Grecia puede pagar
lo que debe, evidentemente estos bonos no estarían cotizando a los precios
actuales. Estos mismos 52.000 euros invertidos en el bono alemán generarían los
siguientes flujos:
·
Pagaría hoy 52.800 euros si compro 51.000 euros nominales del bono
0.5% febrero 2025.
·
Cobraría 10 cupones brutos 255 euros de cupón hasta el vencimiento.
·
A vencimiento le devuelven 51.000 euros.
·
Rentabilidad de la operación 0.13%
Incluso pagando
Grecia la mitad de lo que debe, el que invierta hoy en un 10 años griego
tendría una rentabilidad mayor que el que invierta en un bono alemán. Con este
ejemplo evidentemente no estoy diciendo que haya que invertir en bonos griegos,
sino que claramente está descontado que Grecia no podrá pagar sus deudas. Lo
que quiero decir es que el que compre un bono griego tiene que tener el cuerpo
preparado para no recuperar el 100% del nominal invertido. Además, a diferencia
de la anterior quita de la deuda de Grecia en el momento actual, aparte de
estar descontado cómo hemos demostrado, no le va a “pillar” a los bancos
europeos. La banca europea ha tenido tiempo más que suficiente para deshacer
todas sus posiciones en deuda griega. Este mismo bono griego que hemos
comentado es fruto de la conversión de bonos que se hizo en la reestructuración
de la deuda en el año 2012. Llegaron a
cotizar por debajo del 13% de precio hasta más del 80% de precio del verano
pasado. Una subida de nada menos que el 563% en poco más de 2 años, tal y como
se aprecia en el gráfico. El que la banca europea no tenga posiciones es clave
para eliminar el contagio del probable default de la deuda griega.
Así pues, los
mercados siguen su clara tendencia. Es más, nos preocupa para la tendencia de
lago los resultados empresariales que los problemas de Grecia. Si vemos los
gráficos de los principales índices europeos no se aprecia agotamiento alguno.
Evidentemente el mejor comportamiento de Europa respecto a Estado Unidos
responde a que el mercado descuenta que la debilidad del dólar, la caída de las
materias primas y el diferencial de tipos de interés de la deuda corporativa a
favor de Europa se va a reflejar sí o sí en la evolución de los resultados
empresariales, con una subida de los BPA mucho mayor en Europa que en Estados
Unidos.
Si finalmente
no se cumple y vemos que en este primer trimestre las compañías europeas no
cumplen o superan expectativas, entonces sí que habrá de nuevo una recogida de
beneficios y tendremos techo en la renta variable de la zona euro. De lo
contrario, si la mejoría macro se traduce en mejores resultados empresariales,
seguiremos la tendencia claramente alcista.
Evolución del
Ibex 35. Sigue en clara tendencia alcista. Situamos el peor escenario a corto
plazo en la zona de 11.250 que es la resistencia que se superó el mes pasado.
Evolución del
DAX 30. Soportes en la zona de 11.550 (media de 50 sesiones) y peor escenario
en la zona de 11.000 puntos.
No tratamos de
ser adivinos, pero viendo que hay muchísimos inversores fuera del mercado, con
liquidez que hoy no se remunera, entiendo que si en los próximos días surgiese
la noticia de que Grecia no va a pagar la deuda o que salen del euro,
evidentemente habría volatilidad y los inversores harían caja por lo que la
renta variable europea sufriría. Pero creo que conforme los índices se
acercaran a los soportes que hemos comentado y señalado en rojo, los inversores
desviarían la liquidez hacia la renta variable tratando de aprovechar estos
recortes.
Precisamente la
semana pasada tratábamos de poner en valor la tendencia mirando la situación
desde una perspectiva de largo plazo. Y es que tengo la sensación de que el que
está invirtiendo hoy en el Ibex no está mirando si llegaremos esta semana o la
que viene al 12.000, sino que tiene bastante claro que es más probable que en
uno o dos año estemos más cerca de 13000 que de 11000. Y es que es así cómo
realmente hay que mirar la renta variable en nuestras carteras, al menos para la
posición estratégica de la cartera. Para apuestas tácticas sí que podemos ser
algo más flexibles y dejar algo de liquidez en cartera (o estar invertidos en
activos poco volátiles) para poder aprovechar los hipotéticos recortes que se
pudieran producir.
Así
pues, en respuesta al titular de las claves de hoy, creo que el mercado está
más pendiente de Grecia para comprar que para vender. Si esperamos a que Grecia
plantee reformas que gusten al Eurogrupo y estos prolonguen las ayudas, y
también esperamos a que los resultados empresariales europeos ratifiquen la
mejoría macro y de expectativas, entonces el mercado habrá subido tanto que no
nos atreveremos a entrar y si entramos sí que tendremos una alta probabilidad
de entrar en un techo de mercado.
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