Espacio dedicado a describir y comentar los mercados financieros desde una visión global para proporcionar las pistas más acertadas en las decisiones de inversión tanto a corto como a largo plazo
jueves, 25 de febrero de 2016
El bono alemán a 10 años vuelve a rozar mínimos históricos.
Los datos macro siguen defraudando al mercado.
Ayer en EE.UU., el PMI de servicios salió mucho peor de lo esperado pasando con
una lectura de 49.8 frente a 53.5 esperado y 53.2 de la lectura del mes
anterior. El problema de Estados Unidos ya no es sólo el sector industrial
penalizado por el subsector de energía, sino que también el sector servicios da
una lectura por debajo de 50 puntos lo que históricamente está correlacionado
con una contracción económica. Y no es sólo este el mal dato macro publicado, sino
que en general en las últimas semanas, a pesar de que las expectativas de los
analistas eran pobres, están primando más las sorpresas negativas que las
positivas en la publicación de datos macroeconómicos. En el siguiente gráfico
comparo la evolución del índice de sorpresas de los datos macro tanto de EE.UU,
como de Europa, Japón y China.
Por tanto, los inversores siguen decantándose
por las compras de renta fija de activos refugio. Los bonos soberanos y el oro
están siendo el activo que mejor se está comportando este año. El bono alemán a
10 años cotiza sólo a 8 p.b. de los mínimos del año pasado, justo antes de que
el BCE comenzara con el QE.
Eso el plazo de 10 años, pero es que los plazos
de 2, 3 y 5 años están muy por debajo de los mínimos alcanzados en abril del
año pasado. Ahora parece que sólo tiene sentido comprar bonos refugio porque es
lo que más está subiendo y porque la situación macro está empeorando y además,
como el BCE ampliará el QE, pues sabemos que las compras que hagamos ahora,
tendrán un nuevo comprador muy fuerte en el mercado al que poder colocarle
nuestro papel comprado. Pero si la ampliación del QE tiene sentido, es porque
generará o aumentará las expectativas de inflación. Y si esto ocurre, la
rentabilidad que se le exigirá a los bonos deberá ser mayor, por lo que las
pérdidas en los bonos comprados ahora serán muy abultadas. No hay que irse muy
lejos. El año pasado el repunte que se ve en el gráfico anterior del bono
alemán a 10 años (linea rosa) del 0.07% al 1% significó una corrección del
precio del bono a 10 años nada menos que del 9.11%, tal y cómo se aprecia en la
evolución del precio del bono del estado alemán que vence en febrero del 2015.
A cambio de una rentabilidad positiva del 0.07% los inversores asumían el
riesgo de una caida del 9% en sólo dos meses.
Hoy el precio del bono vuelve a estar en la
misma situación (este bono al ser ya menos de 10 años ofrece una TIR sólo del
0.035%). Entonces, si creemos que en los 10 próximos años vamos a vivir en
clara recesión económica y deflación y los bancos centrales no van a poder
hacer nada para evitarlo, pues a comprar bonos alemanes a rentabilidad negativa
o mantener la inversión 9 años para obtener rentabilidad cero y asumir la
posibilidad de tener fuertes pérdidas si nos hace falta el dinero antes.
Con las bolsas corrigiendo entre el 20% y 30%
desde los máximos del año pasado, evidentemente sigue habiendo la posibilidad
de que la corrección continúe otro 10% o 15% más desde los niveles actuales.
Pero entiendo que a 10 años el potencial de ganancias de la renta variable será
mucho mayor que este 0.03% del bono alemán. Y visto el comportamiento, el
riesgo a los niveles actuales es muy similar. Por tanto, tal y cómo venimos
comentando en las últimas semanas, podemos estar ante la posibilidad de un
suelo del mercado. La volatilidad de estas últimas sesiones demuestra los
nervios de los inversores, y lo difícil que es mantener la sangre fria. Pero si
mantenemos una visión a largo plazo y pensamos que la economía global está
pasando sólo por una ralentización más o menos profunda que servirá para que
los bancos centrales no retiren estímulos, debemos tener renta variable en
nuestras carteras. Independientemente del perfil de riesgo que tengamos.
Mientras tanto, seguimos con la ridícula
correlación perfecta con los precios del petróleo. Ayer corrigió un 8.64% desde
máximos de la sesión y esto provocó caidas del 3% de las bolsas europeas y hoy
que ha comenzado repuntando un 6% desde mínimos de ayer, provoca un fuerte
rebote de la mayoría de bolsas. Una volatilidad que hace imposible hacer
predicciones a corto plazo. Sí que, tal y cómo comentamos ayer, se empieza a
apreciar un canal alcista de corto plazo en los precios del West texas tras el
doble suelo. Ayer justo se giró al alza al tocar las medias de más largo plazo
y la base del canal. Por tanto, mientras el West texas no pierda la zona de
30.70 mantendremos volatilidad en los precios de las acciones, pero seguirá
vigente la posibilidad del suelo de las bolsas por el que venimos apostando las
últimas jornadas.
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