miércoles, 17 de febrero de 2016

Estudio del "Market Timing" mientras se clarifica el posible suelo de mercado.

Ayer comentábamos que el suelo de los mercados de renta variable se podría confirmar en las próximas sesiones dependiendo de si somos capaces de recuperar resistencias de corto plazo fundamentales. El petróleo sigue siendo el activo a mirar de reojo y este ayer volvió a corregir porque en la reunión entre Rusia, Venezuela y Arabia Saudí no decidieron reducir la producción sino mantenerla y esto no es lo que quería el mercado. El futuro del WEST Texas se volvió a girar en la línea que une los máximos desde noviembre del año pasado.

 


No obstante, a pesar de la debilidad del petróleo, el S&P500 terminó la sesión en máximos del día y hoy tenemos al futuro intentando superar la zona de resistencia que decíamos que confirmaría el suelo de las bolsas. Y es que, aunque sigue habiendo un GAP entre oferta y demanda de petróleo este no se va a seguir incrementando y el simple hecho de que por primera vez en muchos años se hayan reunido miembros de la OPEP y Rusia deja claro que están preocupados por la caída del petróleo. Ambos hechos nos tienen que hacer apostar a que posiblemente hayamos visto ya los mínimos del petróleo. Así, hoy tenemos al futuro del S&P500 justo en la zona de 1.900 puntos. Un cierre por encima de este nivel sería bastante positivo para la renta variable en general.
 



En Europa tenemos al DAX 30 alemán intentando superar el 9.300 que son los mínimos de enero. Al igual que el S&P500, si el DAX cierra por encima de los niveles actuales se puede decir que la ruptura bajista de enero ha sido en falso y se puede iniciar un tramo al alza dentro de la tendencia bajista iniciada el año pasado. Adjunto el canal comentando.

 

En el Eurostoxx, el nivel crítico es el 2.850 que son también los mínimos del año pasado.

 


Por tanto, los cierres de hoy o de las próximas sesione serán claves para la renta variable en general. Pero mientras se aclara el panorama a corto plazo quiero dejar claro que la importancia del Market timing o intentar acertar cual es el mejor momento de entrada no tiene tanta relevancia a largo plazo. Lo que hay que tratar es de invertir en un producto que sea alcista a largo plazo y el momento de entrada nos afectará a los primeros meses o incluso años, pero a medida que pasa el tiempo el momento de entrada apenas afecta a las rentabilidades anualizadas, siempre que se mantenga la inversión.

 He realizado un estudio con toda la serie histórica de que dispongo del S&P500. Tengo datos desde diciembre del 1.927, justo antes del Crack del 29. Pues bien, las rentabilidades acumuladas apenas varían entre el inversor que hiciera aportaciones trimestrales de 1000$ distinguiendo si ha sido capaz de acercar con el mínimo de cada trimestre, si ha sido un pésimo inversor invirtiendo esos 1.000$ en el máximo del trimestre o si, simplemente ha comprado al cierre de trimestre.

 
Han pasado 354 trimestres por lo que el ahorrador habría aportado 354.000 dólares. A día de hoy esas aportaciones valdrían 2.070.473$ si has sido capaz de acertar todos los mínimos de cada trimestre, pero valdría 1.932.347$ si simplificas comprando al cierre de trimestre y sólo bajaría a 1.823.460$ si has cometido la torpeza de comprar en máximos de cada trimestre. Si lo pasamos a una TIR media anualizada la diferencia es inapreciable siendo del 3.80%; 3.94% y 4.10% según la forma de entrada.

 
En el siguiente gráfico podemos ver la rentabilidad anualizada de cada aportación de 1.000$, manteniéndose hasta el cierre de ayer. Las rentabilidades son casi calcadas según si invierten en máximos (morada), azul (mínimos) o naranja (cierre de trimestre). Históricamente, salvo las aportaciones de antes del Crack del 29, todas las rentabilidades se han movido entre el 6% y el 8.5% anualizadas. Desde el año 95 las oscilaciones son mayores, pero simplemente porque el periodo de inversión baja de 20 años y esto provoca más volatilidad de los resultados finales.

 



Precisamente si acotamos la inversión a mantenerla durante 20 años, vemos que las oscilaciones de rentabilidad objetivo son mayores y estas oscilaciones bajan conforme aumentamos el plazo de inversión. Así a 20 años, en el 80% de los casos se ha obtenido una rentabilidad anualizada entre el 3.44% (percentil 10 de la muestra) y el 10.25% (percentil 90). O lo que es lo mismo; hay sólo un 10% de probabilidad de obtener rentabilidades superiores al 10.25% y un 10% de probabilidad de obtener rentabilidades inferiores al 3.44% en el S&P500 si mantenemos la inversión 20 años. La rentabilidad media es del 7.11%

 


Los datos son bastante mejores si el horizonte es de 25 años. En el 80% de los casos se han obtenido rentabilidades entre el 4.36% y el 9.99%. Casualmente la rentabilidad media es también del 7.11%
 



 Si aumentamos al plazo a 30 años la diferencia respecto a la media es bastante más baja. La media es del 6.90% y con un 80% de probabilidad se obtendrían rentabilidades entre el 5.45% y el 8.84%.

 

Es verdad que rentabilidades pasadas no suponen rentabilidades futuras, pero está claro que el momento de entrada no ha afectado a los resultados finales en horizontes temporales muy amplios y sobre todo, si escogemos un activo alcista y mantenemos la inversión, mientras más ampliemos el horizonte temporal, menos se desviará la rentabilidad final respecto a la media.  

 Lo que hay que buscar es un activo en el que poner a trabajar nuestros ahorros a largo plazo. Y el mejor activo es una cartera diversificada de fondos de inversión acorde a nuestro perfil de riesgo. El momento de entrada o de incrementar o reducir exposición no será tan importante si nuestro horizonte temporal es suficientemente amplio.

 

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