Pero
cómo los datos macro de Estados Unidos de este inicio de año están dejando
patente que la recuperación de la economía de Estados Unidos no es tan sólida,
el mercado empieza a dudar de que la FED suba tipos este año. Hace unos días
decíamos que para final de año lo más probable es que hubiese una sola subida
de tipos. Hoy el escenario más probable es que no haya subida de tipos en todo
el año. Justo los futuros de fondos FED descuenta un 51,5% de probabilidad de
que los tipos acaben 2016 en los mismos niveles de la actualidad.
La
TIR de los bonos de Estados Unidos también está descontando que no habrá
subidas de tipos y sobre todo los plazos cortos están volviendo a los niveles
de rentabilidad del verano pasado.
Pero
lo verdaderamente relevante es el comportamiento de las divisas emergentes,
sobre todo de la de los países productores de petróleo y materias primas. Tal y
cómo hemos comentado, por muy barato que coticen los índices de renta variable
de estos países, así como sus bonos, estos activos no resultan atractivos para
inversores extranjeros si la divisa sigue depreciándose. Es fundamental que se
frene la debilidad de las mismas para pensar que pudieran atraer capital
extranjero. Así, en el gráfico que comparamos la evolución del dólar frente a
estas divisas, vemos cómo desde los mínimos de las bolsas del pasado 21 de
enero, el dólar está debilitándose frente a las divisas de Brasil, Rusia,
Sudáfrica, Canadá y Australia.
Ese
día marcó mínimos el precio del petróleo y el índice general de materias
primas. Pero quizás en el gráfico que mejor se aprecia la importancia de los
mensajes de la FED es la evolución del Dólar frente al rublo ruso. Desde que
Bernanke avisó de la retirada de estímulos en sólo seis meses el Rublo pasó de
35 a más de 70 rublos por dólar. Es decir, una pérdida de poder adquisitivo del
50% para los ciudadanos rusos. Durante todo el año el rublo estuvo coqueteando
con la zona de máximos, a los que se fue de nuevo justo cuando la FED subió
tipos de interés. Pero fue en la última semana del año, cuando miembros de la
FED dijeron que en este 2016 podría haber hasta cuatro subidas de tipos de
interés por parte del Banco central norteamericano, cuando volvió a dispararse
al alza el dólar frente al rublo. Desde final de año hasta el 20 de enero el
rublo corrigió un 20%.
Por tanto, tal y como dijimos ayer, el rebote del precio del petróleo será fundamental para pensar en un suelo definitivo de las monedas emergentes. Y un suelo de estas monedas será fundamental para que los inversores reduzcan en sus escenarios, la probabilidad de que alguno de los principales países exportadores de materias primas y petróleo tenga problemas para pagar sus deudas. Cuanto menos probable sea esto último, menos probable será que la debilidad de la economía mundial de hoy se traduzca en recesión en unos meses.
Hoy
tenemos a los sectoriales de energía y materias primas liderando las subidas en
Europa. Y ayer las fortísimas correcciones de Europa justificadas por los
problemas de la banca italiana no parece que tuviesen mucho sentido. Si
realmente el mercado descontase que la banca italiana va a meter en problemas
serios de solvencia a Italia y al resto de países periféricos, no tiene sentido
que ese mismo día el euro rompiese al alza la directriz bajista iniciada
curiosamente en el verano del 2014 (cuando el dólar comenzó su revalorización
por el mensaje de Bernanke).
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