·
Inversores de
corte muy especulativo que en cuanto un índice pierde un soporte de corto plazo
apuestan por correcciones. Estos seguirán vendiendo hasta que los índices no caigan
hasta otra zona de soporte o bien que se recupere el soporte perdido. Estos
inversores no están tan pendientes de si la situación macro es buena o mala.
Son apuestas de tendencias y como la tendencia ahora es bajista, se gana más
dinero a la baja que al alza.
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Inversores
también de corto especulativo que compraron en la corrección de enero apostando
por un rebote, y viendo que no se produce, deshacen posiciones para limitar las
pérdidas.
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Inversores Macro
que apuestan a que el escenario más probable al que nos estemos enfrentando es
a un nuevo 2008, es decir, que estamos en el comienzo de una recesión global y
la corrección no ha hecho más que empezar. Estos están vendiendo todo tipo de
activo de riesgo y comprando activos refugio a pesar de que la rentabilidad de
estos sea mínima o incluso negativa.
·
Por último,
aunque creo que es el caso de las últimas jornadas, tenemos a los inversores
que están vendiendo todo tipo de activo de riesgo porque no admiten ver caer su
patrimonio un céntimo más. La mayoría de estos inversores son de corte muy
conservador y empujados por los tipos en mínimos, han pasado de depósitos a
fondos de inversión mixtos, o incluso apostaron directamente por la renta
variable.
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Los inversores
especulativos que sabiendo que la tendencia de corto plazo es bajista, apuestan
a rebotes dentro de la misma por estar los índices en mínimos. Los cazagangas
que suelen comprar sólo tras fuertes correcciones del mercado.
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Los inversores Macro
que a sabiendas de que la situación macro ha cambiado y estamos ante una
ralentización de la economía mundial, consideran que el recorte es excesivo.
Después tenemos los inversores que no están comprando
ni vendiendo. Los que están sufriendo grandes correcciones, no están dispuestos
a consolidar las pérdidas a estos niveles y están esperando un rebote del
mercado para vender. Y los inversores de más largo plazo que compraron en la
corrección del verano pasado o en el arranque de este año pensando que estamos
en una situación similar a la de 2011, ahora se encuentran con ese plus de
riesgo asumido y aunque entiendan que la situación invita a comprar más, no
pueden hacerlo por tener ya consumido “su presupuesto de riesgo”.
Por tanto, la situación es muy sencilla. No habrá
cambio de tendencia hasta que no empiece a haber más compradores que
vendedores. Lo que nos ha llevado principalmente a la situación actual son los
siguientes factores:
·
Debilidad de la
economía de China. Finalmente los indicadores de producción industrial no
cayeron tanto cómo se esperaba el año pasado e incluso se están estabilizando.
Y el ISM de servicios y el sector consumo están compensando la caída de la
producción industrial. Las empresas de Europa y de Estados Unidos siguen incrementando
sus ventas en el país asiático. Además, el gobierno chino aún tiene
margen de actuación para intentar suavizar el aterrizaje de la economía de
China.
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Debilidad de
divisas emergentes. O fortaleza del dólar. Desde hace varias sesiones, la
situación parece que se están tranquilizando en este aspecto. Todo comenzó a
final de diciembre cuando miembros de la FED dijeron que este año preparaban
tres o cuatro subidas de tipos. Esto provocó fortísimas salidas de reservas de
países emergentes al dólar y ahora que el mercado tiene claro que la FED no
será tan agresiva, la tensión de las divisas emergentes debería tranquilizarse.
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Fortísimas caídas
del petróleo. El precio del petróleo ya ha dejado de corregir. Cada vez que se
acerca a 30 dólares los bajistas deshacen posiciones puesto que los países
productores comienzan a sacar rumores de una reunión de la OPEP para reducir la
producción.
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Debilidad del
sector financiero europeo. Los anteriores problemas parecen estar llegando a su
final. Sin embargo el problema de los bancos es el único que aún sigue en auge.
Imaginemos que estamos en liquidez y tenemos ese ahorro
que no nos va a hacer falta en los próximos tres años. Con la que está cayendo
lo primero que preguntamos a nuestro gestor es un producto que no tenga riesgo
para no perder el patrimonio que tanto nos ha costado ahorrar.
Nuestro asesor nos mostrará la tabla de los bonos de
gobierno europeos a corto plazo (en azul las rentabilidades de los bonos a 2
años). No queremos riesgo de duración, ni riesgo de divisa, ni riesgo de
crédito (bonos de empresas). La rentabilidad a la que podemos aspirar es
negativa entre un -0.40% y -0.50% si optamos por gobiernos centrales de Europa.
El bono español a dos años está hoy al -0.01% ofreciendo nada menos que 50 p.b.
más de rentabilidad que el bono alemán.
Le diremos que al menos queremos tener rentabilidad
positiva. Entonces tenemos que asumir riesgo duración, o riesgo de crédito, o
riesgo divisa. Entonces optamos por lo más fácil, que es aumentar la duración
de la cartera. Si vemos la tabla de las rentabilidades a cinco años vemos que
tampoco mejora mucho la situación. Los bonos periféricos sí que ofrecen
rentabilidades positivas pero los de Europa central a este plazo también
ofrecen rentabilidades inferiores al -0.20%.
Pongamos que seguimos apostando por bonos refugio.
Tenemos que irnos a 12 años para obtener más de un 0.3%. Es decir, que tenemos
que estar seguros de mantener la inversión 10 o 12 años para obtener
rentabilidades positivas en un activo que no tenga riesgo de pérdida de capital
a vencimiento. Es importante tener esto en cuenta. Porque la volatilidad de un
bono de más de 10 años es muy alta y puede provocarnos fuertes pérdidas en
nuestro patrimonio si nos hace falta el dinero antes de esos 12 años. Basta con
ver la evolución del precio del bono alemán que vencen en enero del 2028.
Aunque la tendencia es alcista y ahora es el activo que mejor lo está haciendo
este año, este bono ha sufrido caídas entre el 10% y 20% en cortos plazos de
tiempo.
Ahora es cuando nuestro asesor nos debe preguntar si
estamos dispuestos a asumir esa volatilidad futura en nuestro patrimonio a
cambio de una rentabilidad segura del 0.30%. Evidentemente si pensamos que
estamos en una recesión global y los bancos centrales no evitarán la deflación,
pues adelante y a comprar bonos alemanes.
Pero si estamos dispuesto a ampliar nuestro horizonte
temporal para poder obtener rentabilidades positivas, una cartera diversificada
de múltiples activos será la mejor solución que le ofrezca su asesor. En la
siguiente tabla muestro las rentabilidades y volatilidades que ofrecen en la
actualidad los principales índices de bloomberg de renta fija así como los
índices de renta variable (medida la rentabilidad por el inverso del PER
estimado)
A estos niveles de precio de la renta fija y de la
renta variable, una cartera con un 40% de renta variable ofrece una
rentabilidad potencial diez veces superior a la del bono alemán comentado con
la misma volatilidad.
¿La renta variable puede caer más? Evidentemente esta
respuesta siempre hay que contestarla en positivo. La renta variable siempre
puede caer más, pero mientras más caídas acumuladas hay, menos probable es que
haya caídas superiores. Sobre todo si no hay recesión global. Nosotros hoy
pensamos que el escenario de recesión global es más probable que hace unos
meses, pero ni mucho menos es el escenario más probable. Por tanto, si
tuviésemos que hacer una cartera a un cliente que nos entra hoy por la puerta
tendríamos renta variable a través de fondos diversificados geográfica y
sectorialmente acorde a cada perfil de riesgo. Creemos que el mercado ya
descuenta claramente esta desaceleración global y conforme se vayan publicando
datos macro y resultados empresariales de este primer trimestre, se debería
recuperar gran parte de lo perdido en estos dos últimos meses.
Los peores escenarios quizás deberemos rebajarlos dada
la situación de pánico vendedor que estamos viviendo. Los dos índices que más
habían subido y han liderado los mercado alcista podrían caer a la zona de
máximos del 2007.
En el S&P500 seguimos pensando que el escenario
más probable es un lateral entre los mínimos y máximos desde 2014. Pero si
entrásemos en un canal bajista el soporte que vemos más claro lo situamos en
1.600 puntos que es la zona de máximos del 2007 y el 38.2% de recorte de todas
las subidas desde 2009.
En el caso de Alemania la zona de 8000 puntos tenemos
la línea que une los mínimos desde 2009 y la zona de máximos de 2007. Hoy
estamos en el 38.2% de recorte de toda la subida y en 8.000 puntos tenemos el
50% de toda la subida.
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