lunes, 22 de septiembre de 2014

El G20 nos da un baño de realidad. Presiona a los políticos de la Eurozona.‏

El G20 ha puesto en duda el objetivo de que la economía mundial crezca un 2 % adicional a las previsiones hasta 2018 -como se había propuesto el pasado febrero-, y ha rebajado esta cifra al 1,8 %, debido a una recuperación desigual y más débil de lo esperado, y al bajo ritmo de creación de empleo.

Y, ¿esto es bueno o malo? Evidentemente es lo suficientemente malo como para que las resistencias que comentábamos la semana pasada funcionen como techo. Pero siempre hay una parte positiva. Sin duda es una presión para que los bancos centrales y estamentos políticos asuman responsabilidades y tomen medidas para conseguir revertir la situación de desaceleración actual.

Me quedo con las palabras de el tesorero australiano, Joe Hockey, que destacó tras el encuentro que estas propuestas (900 medidas que los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G20 presentaron en la reunión) permitirán inyectar a la economía 2 billones de dólares (1,5 billones de euros) y crear millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años. "Hoy estamos al 90 por ciento de alcanzar nuestro objetivo de crecer un 2 por ciento adicional que nos fijamos (en febrero) en Sídney. Estamos comprometidos a reforzar y alcanzar el objetivo de crecimiento en la cumbre de líderes de Brisbane (en noviembre)", dijo Hockey.

En los siguientes pantallazos de Bloomberg se aprecian las previsiones macro para el conjunto de la economía. Son previsiones consenso de organismos privados (no oficiales como FMI, OCE o bancos centrales), que son los que finalmente se deciden a poner el dinero en aquellas zonas geográficas que estiman con más recorrido ajustado al riesgo.

Previsiones para Estados Unidos. Se aprecia que los analistas estiman un crecimiento cercano al 3% con objetivo de inflación del 2% y desempleo estabilizándose por debajo del 2%. 



Previsiones para la zona euro. Los analistas ya descuentan que tardaremos en crecer por encima del 1.5% y la inflación no será un problema. Además ya se descuenta que el paro en Europa se está convirtiendo en estructural. Muy lejos queda la cifra del 7.5% que se alcanzó en los años 2007-2008.  
 

En cuanto a los países emergentes, es verdad que el consenso estima que crecerán más que los países desarrollados. No obstante, conviene distinguir entre zonas geográficas. Así, son más optimistas respecto a Asia que el resto de emergentes.

PREVISIONES ASIA: Es verdad que ya se estima que no volverán a corto plazo a vivir crecimientos superiores al 7%, pero la menor demanda de los países desarrollados permite tener una inflación mucho más controlada en torno al 3.5%. La otra variable importante, el paro sí que parece se mantendrá en la zona óptima del 4%.
 
Previsiones Latinoamérica. Se aprecia que el problema que tienen estos países está claramente enfocado en la inflación. Crecimiento y desempleo parecen ir bien en cuanto a las previsiones pero las altas tasas de inflación esperada pueden hacer perder atractivo en estos mercados.


Previsiones EMEA (Europa del Este, oriente próximo y África). Crecimiento por debajo de las cifras alcanzadas a final del ciclo de 2007, Inflación acorde a su cifras históricas y desempleo también acorde a sus cifras históricas.


En definitiva, viendo las estimaciones de los analistas privados, no hay nada nuevo. Estados Unidos crecerá cerca de su potencial y la FED conseguirá el objetivo de inflación. Los emergentes tienen problemas de inflación (salvo Asia) y el crecimiento será por debajo del potencial. En cuanto a Europa, está claro que la salida de la crisis vía austeridad (controlar cuentas públicas y del sector financiero) ha lastrado las expectativas de crecimiento futuro, y a pesar de la reciente actuación del BCE, parece que no habrá problemas de inflación. Es más, hace sólo unas semanas el mercado entendía que Europa se enfrenta a problemas de deflación.

Tal y como he comentado, da la sensación de que gran parte de los intervinientes en el G20 tenían claro que es Europa la que debe cambiar radicalmente sus medidas. La situación de crecimiento lento, inflación baja y paro elevado que atraviesa la UE fue el centro de buena parte de las discusiones. El secretario del Tesoro estadounidense Jack Lew reveló que “entre los miembros del G20 hay una reclamación creciente a Europa para que estimule la demanda doméstica”. Así pues, será clave para los activos de riesgo en lo que queda de ejercicio, la presentación, este viernes, del proyecto de Presupuestos de 2015, permitirá calibrar hasta que punto esos planes se ven afectados por el estancamiento europeo.

Entre tanto, viendo los gráficos de los principales índices se aprecia cómo las resistencias han funcionado. El Ibex ha marcado triple techo en la zona de máximos anuales. Seguimos en el lateral


Lo mismo ocurre con el Eurostoxx 600. Doble techo en la zona de 350 puntos. Seguimos en el lateral de todo el año entre 320 y 350 puntos.
En cuanto a la renta fija, los inversores vuelven a comprar bonos refugio, sobre todo de Alemania. Curiosamente las compras han vuelto en cuanto se ha llegado a zonas de resistencia en TIR. Evolución del bono alemán a 10 años. Al acercarse a la directriz bajista del año ha vuelto a comprar bonos.


Evolución del bono alemán a 30 años. Justo al acercarse a la zona que este año era de soporte (2.10%) y parte superior del canal bajista han vuelto las compras en este activo.


Sin duda las compras de bonos apoyan al posible techo de los mercados de renta variable. Y es que las medidas del BCE aún no se reflejan en la economía y la baja cifra de peticiones de la Banca al Tltro ha provocado que de nuevo se rebajen las expectativas de inflación en la eurozona, tal y como refleja el gráfico de los SWAPS se inflación en la zona euro a 5, 10 y 30 años. Todos se han girado a la baja y vuelven a coquetear con importantes zonas como es el 1% para expectativas a 5 años, el 1.5% para expectativas a 10 años y el 2% para 30 años.

El mercado no lo tiene muy claro y lo que hace es presionar claramente a los políticos europeos para que actúen. Ya sabemos que sin presión por parte del mercado estos no toman decisiones radicales, y en los presupuestos de este viernes, tienen una clara oportunidad de contentar al mercado. De no hacerlo, se confirmaría el techo en la renta variable europea y el riesgo de contagio al resto de mercados de riesgo aumentaría.

Estaremos atentos pues a las noticias que se vayan filtrando sobre las medidas de los presupuestos de la Eurozona.

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