martes, 2 de septiembre de 2014

Los índices europeos de nuevo atacando resistencias

Tal y como comentábamos la semana pasada, la zona de 10.850 del Ibex y 3.200 del Eurostoxx era la zona propicia para que los inversores tomara beneficios o redujesen exposición. Actualizo el gráfico del Ibex en velas de 60 minutos que usé la semana pasada en el que se aprecia cómo se ha girado de nuevo al alza al tocar la primera zona de soporte que comentábamos. Señalábamos  los niveles entre 10.450 y 10.650 puntos. En este mismo gráfico se aprecia que lo que antes era el 10.850 de resistencia hoy está situado en la zona actual de 10.820 puntos. Un cierre por encima podría abrir el camino hasta la zona de máximos anuales de 11.200 puntos.



Algo similar ocurre en el resto de plazas europeas. El Eurostoxx 50 vuelve a atacar a la zona de 3.200 puntos. En el gráfico de velas diarias se aprecia que la caída de la semana pasada se frenó justo en la media de 200 sesiones. Un cierre por encima de 3.200 abriría camino de nuevo a máximos del año.



El DAX 30 alemán también está atacando niveles claves. Máximos de la semana pasada, media de 50 y 200 sesiones. Un cierre por encima de los niveles actuales sería clave para que los inversores que han vuelto de vacaciones se decidieran por incrementar algo más los riesgos de sus carteras, o por lo menos no reducir los que mantuviesen.



El MIB 30 Italiano está exactamente igual. Atacando la media de 200 y 50 sesiones y la línea que los máximos desde junio. Es clave para que intente atacar máximos anuales un cierre sobre 20.600 puntos.



Además hoy, el Euro vuelve a perder posiciones frente al dólar, perdiendo la zona de mínimos del año pasado. Aunque en principio el nivel de 1.30 por ser nivel psicológico pudiera parecer que es un nivel de soporte, en el siguiente gráfico de velas semanales se aprecia que no hay un claro soporte hasta la zona de mínimos del año pasado situada entre 1.275 y  1.28 dólares por euro. Históricamente, la debilidad del euro no ha sido buena para la renta variable europea, pero en el contexto actual en el que la devaluación de nuestra moneda parece la única forma que tiene Europa de fomentar el crecimiento e inflación (ganar competitividad), esta depreciación debería pasar a ser positiva.



Seguirá siendo clave la actuación del BCE de pasado mañana. Pero reiteramos nuestra idea de los últimos días de las repercusiones de la debilidad del euro, apoyadas en un estudio del departamento de análisis de Ahorro Corporación con los siguientes efectos de la depreciación:

·         Crecimiento: La caída del euro tiene efectos positivos en el crecimiento económico: cada 10% de caída añadiría entre +0,2% y +0,7% al PIB de la Eurozona, observándose el máximo efecto entre cuatro y cinco trimestres después. Por sectores el más abierto a la competencia exterior es la industria, por lo que éste sería el más beneficiado.
·         Inflación: La caída del euro elevaría la inflación: cada 10% de caída del euro añadiría entre +0,1% y +0,4%. A igual variación del euro, el impacto es más rápido y mayor en crecimiento que en inflación.
Por tanto, no sabemos qué hará el BCE el jueves, pero a buen seguro que querrá mantener la debilidad actual del euro. Posiblemente no haga nada, pero lo más probable es que revise a la baja (por los malos datos de PMI de ayer) las expectativas de crecimiento e inflación, por lo que sí que el mercado descontará medidas adicionales en lo que queda de año. Hoy parte del mercado ya descuenta que no anuncie nada con repunte de las tires del bono alemán de 4 p .b (0.92% frente al 0.88% de ayer) e incluso también hay rebote de la tir del bono del Reino Unido (5.3 p.b.) y de Estados Unidos (4.2 p.b) debido a los buenos datos de estas dos economías. Sobre todo hoy se espera un muy buen dato del ISM y PMI Manufacturero de Estados Unidos que podría hacer pensar al mercado que no trascurrirá tanto tiempo desde que acabe al Tapering hasta que comience la subida de tipos en el mundo anglosajón.


En definitiva, la idea que venimos trasmitiendo en las últimas semanas se está trasladando al comportamiento de los mercados. La actuación de los bancos centrales en la curva de tipos obliga a los inversores a asumir riesgos y esto provoca lo que algunos llaman la PUT gratis, que hace que cada corrección sea aprovechada para incrementar riesgos. 

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