Los datos
macro que se están publicando en Europa esta semana certifican claramente las
palabras de Draghi el lunes ante el parlamento europeo. La recuperación de la economía de la zona del euro está
“perdiendo impulso” ya que “después de cierta expansión en los últimos
trimestres, el crecimiento de la zona euro y el PIB real llegaron a un punto
muerto en el segundo trimestre de este año”.
De entre todos los datos publicados, nos quedamos con los PMI de Francia
(servicios, Composite y manufacturero) todos por debajo de 50 (adelanto de
recesión), bajada del PMI manufacturero alemán muy cerca del nivel crítico de
50 (50.3 frente a 51.2). Hoy destaca la encuesta de la situación empresarial en
Alemania elaborado por el IFO (104.7 frente a 105.8 estimado) y sobre
expectativas (99.3 frente a 101.2 esperado), ambos peor de lo esperado y el
dato más bajo del año.
Evidentemente con este panorama, no hay argumentos suficientes para
apoyar la ruptura al alza de las claras resistencias a las que se enfrentaban
los índices europeos la semana pasada. Así pues, los inversores se decantan por
seguir apostando que Europa sigue en el lateral. Otra vez estamos en la
tesitura de esperar recortes para comprar, o bien a que se superen
resistencias, tal y como comentábamos en las claves de final de la semana
pasada. No es nada nuevo. Tal y como se aprecia en el siguiente gráfico del
Eurostoxx 50 en velas semanales, llevamos todo el año moviéndonos entre 3.000 y
3.300 puntos. En medio tenemos el soporte más cercano en la zona de 3.130
(media de 50 semanas y línea de resistencia y soportes este verano.
Y la bajada
de esta semana está poniendo en peligro la directriz alcista de los últimos
años en el Eurostoxx en dólares. Estamos justo ahí, aunque es verdad que aún
hay un claro soporte más abajo en la zona de 4.000 dólares. Un cierre esta
semana por debajo de 4.100 pondría en duda la tendencia y un cierre por debajo
de 4.000 confirmaría un techo claro en la renta variable europea.
Fuera de
Europa, nos quedamos con la evolución del MSCI WORLD. Entendemos que un cierre
por debajo de 1.675 generaría importantes dudas sobre la renta variable en
general ya que significaría perder la directriz alcista de 2.012, la media de
50 semanas y confirmaría que la ruptura este año de máximos históricos es una
trampa alcista. Un cierre semanal por debajo de 1.675 sería una señal
suficiente para reducir riesgos en la renta variable.
Además, en
los últimos meses, la fortaleza del dólar está afectando a los precios de las
materias primas. Suele estar correlacionado que cuando se deprecia el dólar el
precio sube y viceversa. Pues con las últimas bajadas, las principales materias
primas han sufrido fuertes correcciones. Esto evidentemente afecta a las
expectativas de inflación, pero además, si a estos precios no aumenta la
demanda, es preocupante. El mercado identifica rápidamente que no hay
expectativas clara de crecimiento económico futuro. Veamos la evolución de
algunos casos concretos.
Evolución del
Índice global de materias primas CRY. Ha caído este año justo a la zona de
mínimos de los veranos de 2.012 y 2.013. Curiosamente los rebotes de este
índice en esta zona los veranos comentados coincidió con los giros alcistas de
la renta variable.
Por partes,
destacan tanto las correcciones de los metales industriales como de los
agrícolas. Dentro de los industriales destaca la caída del cobre justo al nivel
de 300 dólares, mínimos de los últimos cuatro años.
El oro es
otra materia prima que corrige claramente y se ha parado justo en la zona de
mínimos del verano pasado.
En cuanto a
energía, también han corregido. El petróleo está justo en la directriz que une
los mínimos desde 2005. Línea sólo perforada en 2008 con la quiebra de Lehman.
Y dentro del
sector de agricultura destacamos el Trigo. Cotiza muy cerca de los mínimos de
2.007, 2008, 2009 y 2010.
Y también el
maíz. Casi calcado al anterior.
Respecto a
los bonos, está claro que con el precio de las materias primas y los datos
macro, los bonos refugio ganan atractivo, confirmando el posible techo de la
renta variable. En el siguiente gráfico de la tir del bono alemán a 30 años se
aprecia claramente cómo la zona del 2,10% ha funcionado como claro nivel de
compra.
Nos
enfrentamos pues en lo que queda de año a las materias primas atacando niveles
fuertes de soportes, a la renta variable con claros síntomas de agotamiento y
la renta fija ganando atractivo. Es señal por un lado de precaución. Por otro
lado es momento de estar muy atentos, ya que tal y como comentamos el lunes, lo
que acontece esta semana puede ser una clara presión para que los presupuestos
europeos apuestan por reformas estructurales y se decanten más por inversión
productiva que por austeridad. Tal y como se aprecia en los gráficos de las
materias primas, todos los rebotes de los últimos veranos han coincidido con
rotación de activos refugio a activos de riesgo.
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