Hoy estamos ante el cierre
semanal de los mercados. En sólo unas sesiones hemos recuperado casi todo lo
perdido en la primera quincena de octubre. En las últimas claves venimos
comentando que tras las fuertes caídas del mercado desde final de septiembre,
se debería producir un rebote en el que los inversores adaptarían sus carteras
al nuevo escenario y es muy probable que en los niveles que estamos alcanzando
se frene el rebote y las ventas comiencen a superar a las compras. En los
gráficos de corto plazo, ayer el S&P500 alcanzó la media de 50 sesiones que
se perdió a principios de mes y ahí los inversores comenzaron a vender,
generando dudas en la apertura europea.
Hay que tener en cuenta que
desde los mínimos del pasado jueves, el S&P500 ha subido un 7.15%, el Ibex
un 10,20% y el Eurostoxx un 9%. Aunque seguimos pensando que el Ibex podría
expandir su rebote hasta la zona de 10.450-10600 (medias de 50 y 200 sesiones)
y el Eurostoxx a la zona de 3.150, al estar en el cierre semanal, puede
producirse un alto en el camino.
Básicamente no hay ninguna
novedad en el escenario de corto plazo respecto a lo que venimos comentando en
las últimas jornadas. Precisamente por eso entiendo que es el mejor momento de
ver dónde estamos y posibles escenarios en el plano de más largo plazo. En las
últimas semanas estamos insistiendo que el escenario macro se está complicando
y los bancos centrales amagan con dejar de apoyar insistentemente al mercado
para obligar a los estad os a acometer reformas. En base a esto, consideramos
que aumenta la probabilidad de que los mercados de renta variable pierdan la
perpendicularidad del tramo alcista de medio plazo iniciado en el verano del
2012 y busquen un apoyo mucho más fuerte y solvente en la directriz principal
alcista iniciada en marzo del 2009.
No queremos decir con esto
que nuestro principal escenario sea que obligatoriamente los mercados tengan
que corregir hasta la base del canal iniciado en 2009. Si lo supiéramos,
evidentemente estaría ahora 100% en liquidez o apostaríamos a la baja en los
mercados. Tras el rebote en “V”, incluso es probable que nos vayamos de nuevo a
máximos anuales, de ahí que haya que seguir manteniendo riesgos en cartera. Lo
que ocurre es que es un escenario que hay que barajar. Este escenario a
principios de año era mucho más improbable ya que los organismos públicos y
privados estaban revisando al alza las expectativas de crecimiento y los
tipos de interés estaban en mínimos históricos. Sin embargo, por las razones
comentadas y por el aumento de la volatilidad vivida este mes, el escenario
ahora es más probable. En los siguientes gráficos de los principales índices
bursátiles analizaremos este escenario.
Evolución semanal del
S&P500. Sigue siendo claramente el índice más alcista. La semana pasada al
cierre recuperó la media de 50 semanas y los mínimos de la semana coinciden a
la perfección con la línea que une los mínimos desde 2011. ES un índice alcista
y ya sabemos el nivel que no debe perderse para seguir manteniendo el escenario
optimista y no pensar en el posibilidad de que haya caídas hasta la zona de
1.750 (línea que une los cierres mínimos desde 2009 y la zona de 1.600 que son
los máximos de 2007 y la línea que une los mínimos desde 2009 y la media de 200
semanas. Estos serían los escenarios más pesimistas en el escenario actual y
estamos seguros de que si los mercados se acercaran en los próximos meses a
estas zonas sería el momento idóneo para aumentar considerablemente los riesgos
en este mercado.
Evolución semanal del
Eurostoxx 600. Al igual que el S&P500, este índice salvó la semana pasada
la línea que une los mínimos desde 2011. Por abajo tenemos como peor escenario
la zona de 280-300 puntos. En estos niveles tenemos los máximos de 2.011, la
base del canal alcista iniciado en 2009 y las medias de 200 y 500 semanas. Si
el índice se acercara a esos niveles, habría que aumentar claramente riesgos en
la renta variable europea.
Evolución semanal del MSCI
Emerging markets. Más débil y distinta estructura que la que ofrecen los
índices de los mercados desarrollados. Su figura desde 2007 es una especie de
triángulo y dentro de este hay un claro movimiento lateral entre la zona de 900
y 1.100 puntos. Además en la zona de 930 puntos tenemos la media de 500 semanas
y en los niveles actuales tenemos la directriz que une los mínimos desde 2009.
Así pues, entre 900 y 930 puntos situaríamos el peor escenario para este
índice.
Y si miramos el MSCI WORLD,
debido precisamente a la debilidad de los emergentes, ha perdido la media de 50
semanas y la línea que une los mínimos desde 2012. La base del canal alcista
pasa por niveles de 1.500 puntos y en la zona de 1.400 puntos tenemos tanto la
media de 200 como los máximos de 2011.
Así, si nos olvidamos por un
momento de la tensión del corto plazo y ampliamos el horizonte, observamos que
el mercado evidentemente puede corregir y puede hacerlo incluso con mayor
intensidad de la que hemos vivido en octubre. Este ejercicio es imprescindible
hacerlo a menudo ya que es la mejor forma de comprender que la renta variable
es variable y que los precios oscilan con bastante más volatilidad de la que
hemos venido observando desde el verano del 2012. De esta forma, teniendo claro
los escenarios, es la mejor forma de poder contemplar hipotéticas correcciones
futuras más como una oportunidad de compra, que como un momento de pánico. Pero
para ello debemos adaptar las carteras y dejar algo de liquidez, o apuestas de
menor beta y volatilidad para estar en condiciones de incrementar riesgos si
hay correcciones.
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