lunes, 10 de noviembre de 2014

Análisis y estudio del rango lateral en las bolsas europeas

En las últimas jornadas, estamos viendo cómo el terreno lateral es el escenario más probable, sobre todo en la renta variable europea. Nos basamos para este escenario en dos motivos. Por arriba, los datos macro y resultados empresariales, no son malos pero no serían argumento suficiente como para que las bolsas rompan máximos de la primera parte del año. Y por abajo, hemos visto cómo los bancos centrales siguen dispuestos a no permitir que la situación empeore y mine la confianza de los inversores.

Por tanto, hoy vamos a tratar de determinar cuáles serán los rangos más probables en los que se pueden mover las bolsas europeas. El Ibex por arriba parece claro que es la zona de 10.500 la zona que actúa como resistencia. Lo vimos en las dos últimas semanas en las que no ha sido capaz de superar las medias de 200 y 50 sesiones. Por abajo, es muy relevante el nivel de 10.000 puntos, aunque no es descartable un nuevo paseo por la zona entre 9.500 y 9.700 puntos.



No obstante, cómo vimos hace unos meses, la evolución del precio del Ibex 35 en dólares se comporta bastante bien desde el punto de vista técnico. La caída se produjo justo cuando el Ibex perdió la directriz alcista iniciada en 2012 que pasaba por niveles de 13.400 dólares. Los mínimos de octubre coinciden a la perfección con la media de 200 semanas y el primer retroceso de Fibonacci de toda la subida desde los mínimos. Así pues, el lateral quedaría perfectamente delimitado entre 12.200 y 13.400 puntos del Ibex en dólares. Un rango aproximado de un 10% de recorrido



Algo similar ocurre con el Eurostoxx 50. En euros, por arriba la zona de las medias móviles situada en 3.150 puntos ha funcionado claramente como resistencia y por abajo entendemos que la zona entre 2.950 y 3.000 puntos debería funcionar como soporte.



Pero si lo miramos en dólares, ocurre exactamente lo mismo que en el Ibex. La pérdida de los 4000 puntos en dólares supuso el inicio de las fuertes correcciones de octubre y ahora es clara zona de resistencia. Y por abajo, la zona de 3.650 es el primer retroceso de Fibonacci de toda la subida desde mínimos de 2009 y la media de 200 semanas. Así pues el lateral lo situamos entre 3.650 y 4.000 puntos. También un rango aproximado de un 10% de recorrido.



Por tanto, a corto plazo, dentro de este rango cualquier cosa puede ocurrir, tal y como estamos viendo en las últimas jornadas. Un día bajamos un 2% y al día siguiente se recupera, o incluso se producen estos movimientos dentro de la misma sesión. Es lo que comúnmente se denomina movimiento de acumulación-distribución. Es una fase en la que los inversores se posicionan para el siguiente movimiento de las bolsas, que será al alza si rompemos el lateral por arriba o a la baja si lo rompemos por abajo. Los argumentos para justificar tal movimiento cuando se produzca, ya los encontraremos, como suele ser habitual en el caso de la mayoría de analistas.

De momento tenemos bastante con tenerlo identificado para así actuar en consecuencia. Es la única forma de poder ver posibles correcciones al rango inferior como oportunidad de compra o rebotes al rango superior como oportunidad de venta.

El resto de mercados sigue igual. A destacar que la renta fija sigue en zona de mínimos a pesar de que en Europa está repuntando las expectativas de inflación. En el siguiente gráfico se aprecia cierta divergencia en el bono alemán (baja la rentabilidad cuando las expectativas de inflación suben) que nos hace pensar que las últimas compras de bonos no descuentan empeoramiento de la situación macro sino expectativas de un QE europeo. Eso es positivo para los activos de riesgo.



Y en la renta variable de Estados Unidos, vemos que sigue subiendo y cotiza claramente en zonas de resistencias. En el gráfico semanal del S&P500 se aprecia que cotiza justo en la parte superior tanto del canal alcista iniciado en el 2.009 como en el canal que une los mínimos desde 2011.



Y de las materias primas destacar que el rebote del viernes se produjo justo en la zona de mínimos de 2012, claro indicativo de que aún sigue habiendo apetito por el riesgo. Si el CRY consiguiese recuperar la zona de 275 puntos, se abriría la posibilidad de un rebote en este activo que debería beneficiar al mercado de riesgo en general.





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