La promesa del
BCE de aumentar el balance hasta los 3 billones de euros está afectando al
mercado, pero más al de renta fija que al de renta variable. Es verdad que los inversores
no terminan de tener claro que esta actuación consiga que el dinero fluya a la
economía real y por ende, que se traduzca en mejoras de revisiones de
crecimiento en la zona euro. De ahí que la renta variable europea no se esté
comportando como la de Estados Unidos y la de Japón, que a cierre de octubre e
inicio de noviembre han superado los máximos del año.
Sin embargo, la
amenaza de que sí que es muy probable que haya un QE europeo, se está dejando
notar en la renta fija. El mercado hace sus cálculos. Según varios informes de
mercado, para que el BCE aumentase su balance en el billón “prometido”, tendría
que comprar deuda pública y deuda corporativa sin respaldo, además de los ABS y
covered bonds (cédulas) anunciados. Los cálculos son los siguientes:
·
El volumen de ABS y covered bonds que cumplen los criterios de
elegibilidad de los programas de compras del BCE asciende a 400.000Mn€ y
600.000Mn€, respectivamente, según ha confirmado M. Draghi, lo que sitúa la
liquidez máxima a través de estos programas en 1Bn€. Para llegar a este billón,
tendría que comprar todo lo que hay en el mercado.
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Esta liquidez será contrarrestada parcialmente por la amortización
de las dos LTRO a 3 años, que vencerán en diciembre de 2014 y febrero de 2015,
de las cuales los bancos europeos tienen pendiente de devolución 320.000Mn€, lo
que implica que el aumento de liquidez neta teniendo en cuenta los programas de
compras de activos sería de 680.000Mn€.
Así pues, lo más probable es que el BCE esperará hasta fin de año
antes de introducir nuevas medidas monetarias, para ver los resultados de las
TLTRO (la segunda TLTRO se realizará el 11 de diciembre) y de la puesta en
marcha del programa de compras de ABS (en noviembre). En adelante, si las
expectativas de inflación no mejoran, el BCE ampliará el programa de compras de
ABS y covered bonds a otros activos, como deuda corporativa cotizada o deuda
pública. Si quiere expandir el balance e inyectar 1 billón de euros al
mercado no le queda otra. A priori se descarta que sea tan agresivo cómo el
banco de Japón que también ha decidido comprar renta variable a través de ETFs.
El mercado ya se está preparando para ello, y como se muestra en
los gráficos, a pesar de que la situación macro no mejora, los inversores están
comprando tanto deuda pública refugio como deuda pública periférica y deuda
corporativa. Veamos los gráficos.
A pesar de que el panorama político español crea bastante
incertidumbre fuera de nuestras fronteras, la amenaza del QE europeo está
consiguiendo que las tires de los bonos españoles bajen, sobre todo en los
plazos más cortos, según se aprecia en el gráfico de la tir de los bonos a 2,
3, 5, 10 y 30 años.
Esto posibilita que las primas de riesgo vuelvan a estrechar. En
el siguiente gráfico se compara las primas de riesgo españolas y del resto de países
periféricos a 10 años, en las que se aprecia que todas se alejan
considerablemente de los máximos del año.
Y no sólo se estrechan los diferenciales de la deuda pública. Los
diferenciales de la deuda corporativa vuelven a estrecharse después del periodo
de estrés vivido en octubre. El Markit Itraxx europe que mide los diferenciales
medios que exige el mercado a la deuda corporativa sénior de grado de inversión
se encamina de nuevo a la zona de mínimos del año alejándose de los niveles
alcanzados a mediados de octubre.
Lo mismo ocurre con el Markit Itraxx crossover que mide los
diferenciales medios exigidos a la deuda corporativa europea calificada como
bono basura. A mediados de octubre, justo el día de la capitulación, este
índice (que algunos analistas consideran claro indicador del miedo) llegó a
cotizar intradía en niveles superiores a 430 puntos básicos. Hoy está 100 p.b.
más abajo
Es verdad que la renta variable necesita el empujón de los
resultados empresariales, tal y como comentábamos hace unos días, pero el hecho
de que las tires estrechen por el efecto de un QE, nos hace pensar se ampliará
el spread entre renta fija y renta variable. Este efecto, tarde o temprano
afectará a la renta variable europea y, dará soporte claro en caso de
correcciones, por lo que insistimos en nuestro escenario central de que aunque
veamos correcciones a corto plazo, y no parezca que haya alicientes para que la
renta variable europea rompa con claridad al alza, tampoco parece probable que
rompa a la baja. Así, seguimos viendo los posibles recortes como oportunidad de
incrementar riesgos en las carteras. En cuanto a la renta fija, seguirá estando
claramente soportada por la “amenaza” de actuación del BCE, así que no vemos peligro
real de un aumento fuerte de los tipos a corto plazo.
Buenas tardes, Miguel Ángel: Con respecto a la RF y la RV españolas, ¿crees que el factor Podemos está ya haciendo mella o todavía es pronto?
ResponderEliminarUn saludo