lunes, 24 de noviembre de 2014

De nuevo apetito por el riesgo generado sólo por los bancos centrales

Al final de la semana el Ibex consiguió cerrar por encima de 10.500 y el Eurostoxx hizo lo propio con la zona de 3.150. Superadas las resistencias justo en cierre semanal. Ahora estos niveles se convierten en soportes. Hay nuevos argumentos desde el punto de vista técnico para volver a asumir riesgo en la renta variable. Los inversores que siguen estas herramientas de análisis técnico, saben que ahora pueden comprar y limitar sus pérdidas si se pierde en nivel de 10500 o el 3.150 respectivamente.

Sin embargo los inversores de sesgo más fundamental están viendo que el único motivo para sustentar las subidas no es otro que la actuación de los bancos centrales. Draghi por un lado volvió a dejar claro el poder de la palabra. Tras su declaración del viernes, ya no es que pueda haber QE, que sigue nombrando expresamente, sino que además tiene prisa. Y esto es la primera vez que lo ha comentado. Esto ha disparado las especulaciones que una QE podría anunciarse incluso en diciembre. Bolsas disparadas, rentabilidad de bonos periféricos, incluido el español en mínimos históricos. Así cerró el viernes y así seguimos esta semana.

Y por si fuera poco va el banco central chino y bajó los tipos de interés por sorpresa. Así, una vez más, los mercados perciben que los bancos centrales siguen ahí y han vuelto a subir.

Así pues, repasamos hoy el cierre semanal del Ibex 35. Se aprecia que ninguna vela semanal ha cerrado por debajo de la línea que une los mínimos desde 2012. Y al cierre de la semana pasada se superó el nivel de 10.500 puntos y esta semana ya cotizamos por encima de la media de 500 semanas. Tras haber estado varias semanas moviéndonos entre 10.000 y 10.500 ahora entramos en un nuevo rango entre 10.500 y 11.000 puntos con posibilidad de que incluso se alcance la zona de 11.200 puntos.




Evolución semanal del Eurostoxx 50. Cerró la semana pasada por encima de la media de 50 semanas. El aspecto es de continuar hasta la zona de máximos del año en niveles de 3.300 puntos. Por abajo, los stops están claros. Un cierre semanal por debajo de 3.080-3.140 (zonas de medias de 50 y 500 semanas) significaría que lo vivido en las dos últimas sesiones es una trampa bajista y los que han comprado, volverían a reducir riesgos.



Mientras tanto, el sectorial bancario, a pesar de que hoy es el que más sube en Europa, se mantiene en un clarísimo terreno lateral. Mientras no sea capaz de superar la zona de 210 por arriba  o perforar a la baja el nivel de 180 puntos, no tendremos pistas del movimiento futuro de este sector tan clave para las bolsas europeas en general y de los países periféricos en particular.



El motivo sin duda de la mejoría de los bancos es la fuerte bajada de las rentabilidades de los bonos, sobre todo de los periféricos. Hoy el bono español a 10 años cotiza en mínimos históricos, por debajo del 2%. Aunque los plazos de más largo plazo no se están viendo afectados, sí que se aprecia claramente en los plazos cortos que el mercado descuenta actuación futura del BCE. La tir de los bonos entre 2 y 10 años baja muchísimo desde la mañana del viernes pasado. En el gráfico se aprecia la tir de los bonos españoles según plazo.



La prima de riesgo, por tanto se estrecha. Y no sólo en los bonos españoles sino en el resto de países periféricos, según se aprecia en el siguiente gráfico.




El BCE parece conseguir que haya mejoría de los principales activos europeos (tanto de renta variable como de renta fija). El viernes pasado en el titular de las claves dije que cuando habla Draghi sube el pan. No es del todo correcto. Draghi habla con la intención de que suba el pan, pero consigue que suban los activos financieros, pero no la cesta de la compra o los sueldos de los trabajadores en Europa. Inflación de activos y no inflación de bienes. De esta forma no se reactiva la economía. Sólo se consigue aumentar el patrimonio de los inversores y ahorradores, pero no se aumenta la demanda interna. Para aumentar la demanda interna el dinero inyectado por los bancos centrales debe terminar en la economía y de momento esto no se está consiguiendo. Vuelvo al gráfico de las expectativas de inflación y a pesar de que el mercado descuenta claramente que habrá QE, estas no se mueven de la zona de mínimos. Ni las de corto ni las de largo plazo.



Así pues, una vez más tenemos a los mercados muy optimistas de cara a una reunión del BCE (próximo 4 de diciembre). Para esta semana el mercado ya descuenta que hay gran probabilidad de que haya QE europeo y se anuncie ese mismo día, y ya se está comprando esa noticia. Lo más probable es que continúe la mejoría o por lo menos no haya corrección seria en los mercados hasta el día 4. Y si el 4 de diciembre la postura de Draghi sigue siendo la misma y no se toman medidas y sólo palabras, el mercado corregirá. Incluso si anuncia un QE, al estar descontado, es posible que no haya nuevas alzas en los activos de riesgo.

Draghi comienza a ser prisionero de sus palabras y lo peor, es que se vuelve a demostrar que la situación macro no es buena y obliga a los Bancos centrales a seguir imprimiendo billetes. Tal y como comentábamos la semana pasada, la labor de los bancos centrales está posibilitando que se superen resistencias, pero para que la subida sea sostenible se necesita que los próximos datos macro y micro sean bastante mejores de los que se están conociendo en las últimas semanas.




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