La semana que viene todos los inversores tienen
marcados en la agenda el 5 de junio como fecha clave. Hace dos días el ministro
de finanzas griego dijo que Grecia no iba a hacer frente al pago de 300
millones que tiene que devolverle al FMI. Y es que con las arcas públicas
prácticamente vacías, Grecia debe hacer frente en junio a gastos de al
menos 6.700 millones de euros (de los que 1.500 corresponden a
devoluciones al FMI).
La verdad es que hace un mes tampoco parecía que
Grecia tuviese liquidez para afrontar las obligaciones de mayo y ahí siguen con
sus negociaciones. Pero esta vez parece que sí que va en serio y estos pagos no
podrán realizarse, a no ser que anteriormente se hubiera cerrado un acuerdo de
ayuda financiera. Y tan en serio parece que vamos, que el bono griego a dos
años ya cotiza de nuevo a tasas de rentabilidad del 25% tras cerrar abril y
estar durante la primera quincena de mayo en torno al 20% de rentabilidad. La
rentabilidad del 10 años también está repuntando cotizando hoy en el 11.7%
acercándose ambos bonos a los máximos de abril. En el siguiente gráfico de la
evolución de la tir de ambos bonos se aprecia la clara tendencia alcista de las
mismas.
Y el
repunte de las tires de Grecia esta vez sí que está afectando a las primas de
riesgo de los bonos periféricos. Las primas de riesgo de España, Italia,
Portugal e Irlanda están en niveles similares a los vividos en los máximos de
abril, mientras que la propia prima de riesgo griega está casi 300 p.b. más
abajo.
En
el gráfico se aprecia que la prima de riesgo española e Italiana han seguido
las últimas semanas una evolución calcada, por lo que podemos aventurarnos a
decir que el aumento de la prima de riesgo española se debe más al temor a un
impago de Grecia que al resultado de las elecciones municipales y autonómicas.
Evolución
de las principales primas de riesgo de los países periféricos.
Hace
unas semanas comentábamos que el repunte de rentabilidad de los bonos en Europa
se debía a una recogida de beneficios más que a un cambio de tendencia.
Comentábamos que en cuanto el bono alemán tocase zonas de resistencia,
volverían las compras ya que el BCE seguirá ejerciendo una fuerte presión
compradora de estos activos. Así ha ocurrido con los bonos alemanes, pero no está
sucediendo en los periféricos precisamente por el temor al impago de Grecia y
las posibles consecuencias que pudiera traer al mercado. En el bono alemán a 30
años en cuanto ofreció rentabilidades cercanas al 1.5% tras un repunte desde el
0.5% han vuelto las compras. Tal y como se aprecia en el gráfico hoy la
rentabilidad está ya por debajo del 1.20%.
El
bono alemán a 10 años ha hecho lo propio al llegar la rentabilidad a la zona
del 0.8%. Ahora está cotizando en niveles cercanos al 0.50% retomando su
tendencia bajista.
Sin
embargo los inversores no terminan de atreverse a comprar el bono español a
pesar de estar en clara zona de compra situada cerca del 2%.
Ni
tampoco hay compras en el bono español a 30 años a pesar de estar en la zona
del 3%.
Los
bonos periféricos se enfrentan por tanto a zonas complejas ya que si se supera
el 2% a 10 años y el 3% a 30 años, se acelerarán las ventas y puede haber un
nuevo tramo alcista. Y la falta de acuerdo en Grecia puede desencadenar estos
nervios. En cuanto a la renta variable, apenas hay novedad en la renta variable
europea. Ayer el Ibex testeó la zona de 11.200 y rebotó aunque no con gran
fortaleza. Al menos mientras no se pierda en términos de cierre esta cifra, el
Ibex mantendría opciones alcistas. Recordemos que este nivel era la zona de
máximos del año pasado y ahora es zona de soporte.
Y
dentro de los índices europeos el Eurostoxx 600 sigue mostrando fortaleza.
Todos los índices no pudieron superar la media de 50 sesiones mientras que el
eurostoxx 600 sí que la superó y ahora es clara zona de soporte. Al igual que
para el Ibex mientras no haya un cierre por debajo del 11.200 no hay peligro,
lo mismo ocurre con la zona de 400 puntos para el Eurostoxx 600.
Así
pues tenemos tanto a la renta variable como a la renta fija de los paises
periféricos en zonas de soporte o de compra, pero no se produce el rebote por
el miedo a que Grecia no haga frente a sus pagos y sus socios europeos no le
presten asistencia financiera. En cuanto se produzca la noticia de que habrá un
préstamo de urgencia, que entendemos que es el escenario más probable, volverán
las compras. De lo contrario, si se pierden los soportes comentados o se
produce la misma semana que viene el impago griego, pues se profundizarán los
recortes tanto en la renta variable como en la renta fija.
Tampoco
los índices americanos están por echarnos una mano. La semana pasada
advertíamos que la ruptura de máximos históricos se produjo sin volumen y con
clara divergencia bajista con la evolución del Dow Jones Transportes. Todos
subían mientras que el Transportes, más vinculado a la economía de Estados
Unidos estaba en mínimos del año. Pues ayer el Transportes perdió los mínimos
que coinciden con una clara zona de soporte (máximos del año pasado y directriz
alcista de los dos últimos años). Siguiente zona de soporte es el nivel entre
7.800 y 8.000 puntos.
Así
pues, la situación a corto plazo es tensa, pero en solo unos minutos todo puede
virar al alza. Sólo es necesario que nos lleguen buenas noticias desde Grecia.
Mientras tanto, conviene ser prudentes y no asumir más riesgos de los
necesarios aunque veamos los activos más baratos que hace unos días.
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