Tras
un inicio dubitativo de las bolsas americanas en este arranque de año, estamos
viendo cómo estos días tanto el Dow Jones Industrial cómo el S&P500 están
marcando máximos históricos. En las claves de esta semana estamos haciendo
hincapié en la idea de que pueden venir correcciones pero no peligra la
tendencia alcista de largo plazo en la que estamos inmersos desde el año 2009.
Sin
embargo, la ruptura alcista no se está produciendo con apoyo de los datos macro
ni tampoco por el volumen comprador. Surgen por tanto las dudas sobre si puede
ser una trampa bajista.
El
S&P500 sí que rompió el lunes los máximos del año y se está manteniendo
durante toda la semana sobre la zona de resistencia rota sin apenas ponerla a
prueba.
Es
buena señal pero desde el punto de vista técnico hay que tener precaución. Un
cierre por debajo de los máximos rotos (zona de 2.110 puntos), puede ser la
señal de trampa bajista. Además, hay bastante debilidad en el resto de índices
de renta variable americana.
Incluso
el Dow Jones industrial que esta semana ha superado los máximos del año, ofrece
bastante debilidad y durante las últimas sesiones apenas se ha movido en un
rango de unos 50-60 puntos.
Y
para colmo, tenemos al Dow Jones Transportes, un índice mucho más ligado al
crecimiento de la economía norteamericana, bastante más débil que el aspecto de
los dos índices anteriores. No sólo no ha superado máximos sino que en la
sesión del miércoles tras la lectura de las actas de la FED, se puso en peligro
la zona de mínimos del año.
Así
pues, la evolución del Dow Jones Transportes cobra especial relevancia en las
próximas sesiones. Si el rebote que se produjo ayer en la zona de soporte tiene
continuidad, será más factible que el S&P500 y el Dow Jones Industrial
continúen el movimiento alcista tras la ruptura de los máximos del año. De lo
contrario (un cierre por debajo de 8.500 puntos), la trampa bajista sería el
escenario más probable.
No
obstante, aunque el escenario de que estemos en una trampa bajista en la
ruptura esta semana de los máximos en el S&P500, no parece que estemos ante
un techo relevante del mercado. Ayer se publicaron las encuestas de sentimiento
de los inversores de la AAII. Esta encuesta (AAII Investor Sentiment Survey) es
una de las más importantes en su área y mide el porcentaje de inversores
particulares cuya actitud hacia la bolsa es alcista, bajista o neutral
para los próximos seis meses. Históricamente cuando los inversores particulares
son muy alcistas suele producirse un techo de mercado y cuando son muy
pesimistas indican alta probabilidad de un suelo de mercado. Los seguidores de
la teoría de la opinión contraria le dan bastante importancia a este indicador.
Pues la lectura de ayer indica que sólo el 25% de los encuestados son alcistas.
Y esta lectura es más propia de un suelo de mercado que de un techo del mismo.
En el siguientes gráfico comparo el porcentaje de inversores alcistas frente a
la evolución del S&P500. En los 10 últimos años todas las lecturas entre
25% y 20% han sido suelos de mercado (de corto o de largo plazo) y sólo en el
verano del 2011 se produjo una corrección seria tras una lectura de alcistas en
torno al 25%. Y en ese caso se produjo una corrección pero no un cambio de
tendencia. Antes del techo de mercado de 2007 había más lecturas por encima del
50% que por debajo del 30%.
Tampoco
la curva de tipos nos avisa de un techo de mercado de la renta variable. Tanto
en los máximos del año 2000 como en los de 2007 los tipos estaban altos y la
curva totalmente plana. En esta ocasión los tipos de interés están en mínimos y
el movimiento de esta última semana de repunte de los tipos de largo plazo ha
empinado la curva por lo que la foto actual de las pendientes tanto de Estados
Unidos como las de Europa no cuadran con un techo de mercado. La línea amarilla
son los índices de renta variable (DAX arriba y S&P500 abajo) y en blanco
las pendientes de la curva entre 2 y 30 años de ambas zonas.
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