Desde el punto de vista técnico, lo más probable es
que este índice se mueva en un rango de un +- dos o tres por ciento desde los
niveles actuales. Sería una forma de consolidar el suelo vivido entre agosto y
septiembre e ir preparándose para el siguiente movimiento relevante de las
bolsas. Al alza si superamos resistencias o a la baja si perdemos los soportes
comentados.
Y lo mismo ocurre con el resto de principales índices
bursátiles. Comenzando con el S&P500 tenemos por arriba como resistencia la
zona de 2.050-2.060 puntos (soportes perdidos este verano y la media de 200
sesiones) y por abajo tenemos los cruces de las medias de corto plazo (20 y 40
sesiones) con la de 500 sesiones en la zona de 1.970 puntos. Este sería el
rango más probable para este índice a corto plazo. En medio de este rango
veremos vaivenes diarios en los que no nos debemos complicar la existencia para
tratar de buscar explicaciones.
Estarían dentro de lo normal en un movimiento de
consolidación de las subidas a la espera de datos macro, micro o decisiones de
los bancos centrales.
En Europa el índice que agrupa más compañías es el
Eurostoxx 600. Este ha rebotado este verano justo en la directriz alcista de
los últimos años. Ahora estamos también en terreno de nadie. No consigue
superar los máximos de septiembre pero su verdadera resistencia la encontramos
en la zona de 370-380 puntos (zona de mínimos de julio y la media de 200
sesiones). Y por abajo tenemos en 350 puntos la zona del cruce de medias de
corto plazo con la media de 500 sesiones y la zona que el año pasado fue clara
resistencia durante todo el verano.
Y en emergentes tenemos el MSCI emerging markets
corrigiendo gran parte de las fuertes correcciones pero aún a cierta distancia
de la verdadera resistencia de este índice.
Situamos la resistencia entre 880-900 puntos, que son
los soportes perdidos este verano (mínimos relevantes de 2011-2013 y 2014-2015
respectivamente). Por abajo el soporte quedaría situado entre 820-830 puntos
que es la zona de máximos de septiembre rota al alza este mes y por donde pasa
las medias de corto plazo.
En
definitiva, combinando la situación técnica y teniendo en cuenta que los datos
macro y micro menos catastróficos de lo esperado este verano, es muy posible
que hayamos visto suelo de largo plazo en las bolsas. Ahora los inversores que
se han quedado fuera y viendo la virulencia que pueden alcanzar los rebotes
como los vividos en la primera semana de octubre, aprovecharán cualquier recorte
para incrementar riesgos en cartera. La situación es idónea para hacerlo ya que
los mínimos de este verano no están muy lejos y son un claro soporte para los
mercados. Y los inversores tanto de largo plazo como de corto plazo están muy
atentos a estos soportes para comprar en caso de que nos acerquemos a ellos
pero con la firme idea de deshacer todo el riesgo asumido si estos soportes se
pierden puesto que significaría que la tendencia alcista de largo plazo se ha
perdido. Es decir, las pérdidas en caso de equivocarnos quedarían bien
delimitadas, y es esta situación la que posibilita la generación de suelos en
los mercados.
Fuera
del aspecto técnico, aunque hoy tenemos reunión del BCE, no esperamos grandes
acontecimientos ni reacciones de los mercados. Tras los últimos datos macro
europeos y globales, Draghi volverá a su discurso de que seguirán vigilantes de
la situación macro y si el mercado lo necesitara, tienen herramientas
suficientes como para tomar medidas adicionales.
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