martes, 13 de octubre de 2015

Nuevos recortes al llegar a las resistencias. Los resultados empresariales dirán a dónde vamos.

Tarde o temprano tenía que producirse una semana de fuerte rebote en las bolsas mundiales. La semana pasada fue la mejor de los últimos años para muchos índices (la mejor para el Ibex desde el verano del 2012), y vino motivada básicamente por el informe del FMI en el que rebajaba la previsión de crecimiento global para este ejercicio en sólo dos décimas (del 3,3% al 3,1%) y también rebajó la previsión global para 2016 de 3.6% frente a previsión anterior de 3.8%. La FED y los principales mandatarios europeos trasladan al mercado la idea de que la ralentización de China no afectará tanto al crecimiento de sus economías. Estas declaraciones, sin duda han servido para que los inversores entiendan que las correcciones de este verano había sido una clara sobre reacción a las posibles implicaciones de la desaceleración China.

Pero desaceleración hay y por tanto es complicado pensar en una recuperación en “V” de los mercados. Es verdad que la volatilidad está reduciéndose bastante, por lo que sí que el suelo en los mínimos de agosto y septiembre puede ser bastante fiable, pero superar los niveles de resistencia va a ser complicado y se necesita del apoyo de los resultados empresariales. Al fin y al cabo el verdadero motor de la renta variable son los resultados empresariales. Estos son los que demuestran si las bolsas están caras o baratas.

En el siguiente gráfico del S&P500 frente a su volatilidad implícita (VIX) vemos cómo esta última se ha reducido drásticamente. A pesar de las dudas del S&P500 durante tres sesiones sin superar los máximos de septiembre, la volatilidad implícita sigue en mínimos de las últimas semanas, realizando un dibujo similar al que se produjo en las recuperaciones de las correcciones de 2010 y 2011.



Si miramos la evolución del S&P500, vemos que efectivamente lleva tres sesiones justo en la zona de máximos del mes pasado. De momento los resultados empresariales publicados (muy pocos) no dan argumentos suficientes ni para un giro de mercado de nuevo a la baja ni tampoco para justificar la superación de esta resistencia.
Entiendo que ahora el S&P500 debería moverse a corto plazo entre la zona de 1.950-1.970 (medias de 500 sesiones y principales retrocesos de Fibonacci de toda la subida desde mínimos) y la zona de 2050 puntos (media de 200 sesiones y zona de mínimos de antes del verano).

 Este movimiento previsto sería lógico si pensamos en la posibilidad de un suelo de largo plazo y una recuperación del mercado no tan vertical cómo en otras grandes correcciones de mercado. Sería un periodo de consolidación de las subidas esperando a que las principales compañías del S&P500 presenten cuentas del tercer trimestre e incluso será más importante sus previsiones de cierre de ejercicio.

Hablando de resultados, si miramos la evolución del S&P500 (línea blanca) frente a la previsión de BPA para cada ejercicio (línea roja) y año siguiente (línea morada). La línea marrón es el PER estimado para el año en curso. Si miramos la línea roja, este año es el primero en el que los BPA estimados a esta altura de año están bastante por debajo de los que se preveían a principios de año. Es decir, que es la primera vez que se están revisando a la baja los BPA durante un ejercicio en el actual ciclo expansivo de la economía norteamericana. Concretamente hoy el mercado espera que el conjunto de las compañías del S&P500 genere un BPA de 118.10 puntos (PER estimado de 15.5x), mientras que a principios de año se estimaba que ganarían 124 puntos (PER estimado de 13.20x en ese momento). Así pues, a pesar de que el S&P500 está en negativo en el año, no está más barato en términos de PER estimado.



Por tanto será clave ver si finalmente los resultados empresariales no son tan malos como prevé el mercado y si las compañías revisan al alza sus previsiones futuras. Esto generaría nuevas revisiones al alza de los BPA de este año y de los siguientes que abaratarían la valoración actual de las bolsas y generarían confianza en que se seguirá la tendencia alcista de los mercados.

Esta misma gráfica del S&P500 si la usamos para Euro stoxx index (300 valores en vez de 50 del Eurostoxx 50) podemos llegar a dos conclusiones. La primera es que al igual que en el S&P500, también se está revisando a la baja los BPA estimados para este año y el PER estimado este año es hoy más alto que a principios de año. Pero la segunda conclusión es que en las empresas europeas, a diferencia de las del S&P500, todos los años se habían ido revisando a la baja los BPA a uno y dos años vista y a pesar de ello la bolsa europea ha seguido subiendo. Es más, este año es el que menos se ha revisado a la baja los BPA para el año en curso.    



Así pues, esperamos un nuevo movimiento lateral aunque menos volátil del que hemos vivido en los dos últimos meses, en forma de consolidación de niveles a la espera de resultados empresariales. Al igual que pasaba con los datos macro, sabemos que serán peor que trimestres anteriores, pero si no lo son tanto o incluso son iguales o mejores, serán suficientes como para mantener la tendencia alcista de los mercados.


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