Estos
días no ha importado mucho la lectura de los datos macro, ni la invasión de las
fuerzas armadas rusas en Siria, ni las elecciones de Portugal. La mayoría de
índices bursátiles se han movido al son que ha marcado el S&P500. El
viernes pasado por ejemplo, las bolsas europeas subían con fuerza y a partir de
las 14 horas, el futuro del S&P500 se giró a la baja presagiando que los
datos de empleo podrían ser malos, y puso a todos los índices mundiales en
terreno negativo. Sin embargo tras el cierre europeo, los americanos
entendieron que el mal dato de empleo (si entendemos que crear empleo durante
60 meses consecutivos y tener la tasa de paro en el 5,1% es malo) era malo para
el dólar y alejaba la posibilidad de que la FED suba tipos, y se pusieron a
subir para dejar al S&P500 en máximos de la semana. Desde el punto de vista
técnico el S&P500 en vela semanal dibujó una vela alcista en clara zona de
soporte (martillo), que puede marcar el inicio de un tramo alcista justo en la
base del canal iniciado en marzo del 2009.
Este
es el gráfico de largo plazo. Pero a corto, mientras no haya un cierre (o dos)
por encima de la zona de 2.000 puntos, el escenario sigue siendo el lateral que
venimos comentando desde final de agosto. El lateral se aprecia mejor con velas
diarias, ya que se ve claramente que ayer el S&P500 se quedó justo a las
puertas de los citados 2.000 puntos.
Tras
las fuertes subidas de los últimos días y ante la clara zona de resistencia de
corto plazo del S&P500, es normal que hoy las bolsas estén dubitativas.
Todo el mundo está esperando a ver si hay suficiente fuerza cómo para derribar
esta barrera. Si los resultados empresariales que comienzan a publicarse esta
misma semana (Alcoa el jueves) superan expectativas, la bolsa americana puede
superarlo sin problema y llevarse consigo al resto de mercados.
La
volatilidad está jugando a favor del suelo. Estas semanas venimos comentando
que con las tasas de volatilidad tan altas no conviene tomar decisiones de
vender. Es mejor esperar a que se reduzca y que se iría reduciendo conforme
avanzáramos en el movimiento lateral. Pues al igual que ocurrió en 2.011 y
2.010, el VIX (volatilidad implícita del S&P500, se está estabilizando por
debajo del 25%. Si se mantiene en estos rangos, aumenta considerablemente la
posibilidad de suelo e inicio de un tramo alcista como los que hemos vivido
mientras el VIX ha estado por debajo del 25%.
Y
por último el dólar se está debilitando frente al resto de monedas, sobre todo
emergentes, cómo se aprecia en el gráfico que venimos actualizando
periódicamente.
Ya
comentamos hace algunas claves del día que el dólar podría ser clave para el
devenir futuro de los mercados. Tras el Tapering el dólar comenzó a
fortalecerse provocando fuertes devaluaciones de las monedas emergentes. En
cuanto los inversores aprecien que puede haber un cambio de tendencia puesto
que quizás no haya una subida de tipos tan rápido cómo se descontaba, el dinero
puede volver a las divisas tan depreciadas, beneficiando en general a los
activos de riesgo. Y a día de hoy, el mercado descuenta que quizás no haya
subida de tipos hasta incluso el primer trimestre de 2016. En el siguiente
pantallazo de bloomberg se aprecian los pronósticos de los futuros de la FED
para la reunión del 16 de marzo del 2016. Dan un 43.3% de probabilidad de que
sigan en el 0%-0.25% actual cuando hace 2 meses sólo había un 10% de
probabilidad. A principios de año lo más probable era que los tipos estuviesen
en el 0.75-1% y ese es ahora el escenario menos probable.
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