jueves, 7 de enero de 2016

El pánico y situación técnica es lo que manda.


En los mercados si algo he podido aprender es que la tendencia siempre manda. Aunque la tendencia esté dominada por el pánico. Pensamos que el pánico se ha adueñado de los mercados ante la acumulación de potenciales riesgos negativos que cada día se encargan de recordarnos webs y diarios especializados. Y este pánico aunque insistamos que no es racional es el que está dominando la inercia de los precios y hay que admitirlo.


Es el análisis técnico el que explica muy bien el comportamiento de los principales índices. Decíamos el día 5 en las claves diarias que el Ibex presentaba claro soporte en la zona de 9.200 puntos pero “Evidentemente si hay un cierre por debajo de 9.200 puntos, se incrementa la posibilidad de que el Ibex se vaya al siguiente soporte relevante que lo situamos en la zona de 8.800-8.900 puntos”. Pues en sólo una sesión y media de no mucho volumen de negociación ya tenemos al Ibex muy cerca de los soportes comentados. Actualizo el gráfico del pasado martes en el que se aprecia que la zona de máximos relevantes (resistencia) del 2013 está situada en niveles de 8.750 puntos.

 


Los inversores que siguen el análisis técnico una vez que el Ibex perdió el nivel de 9.300 salen del mercado o se ponen cortos y no vuelven a comprar en tanto no haya figura de suelo o se recupere el nivel perdido de 9.300. Y eso mismo está pasando en la mayoría de mercados. En el Eurostoxx 50 esta semana se ha perdido la línea que une los mínimos desde 2012 y se ha producido la comentada salida del mercado de estos inversores que esperan en liquidez o apostando a la baja, un nuevo soporte para este índice. En el gráfico de velas semanales vemos que la zona entre 2.920 (mínimos relevantes desde final del 2013) y 2.980 (media de 200 semanas y mínimos del verano pasado) puede encontrarse este nivel de soporte en el que volverá a equilibrarse la oferta y demanda de títulos de renta variable.


 
En el DAX 30 alemán ocurre algo similar. Ha perdido la zona de mínimos de diciembre que coincide con la media de 500 sesiones, así como la zona de máximos relevantes del verano del 2014 (zona de 10.100 puntos) y directamente está cayendo en picado a la búsqueda del siguiente soporte. En 9.650 tenemos la línea que une los mínimos desde 2011 (línea roja discontínua) que debería funcionar como soporte para este índice. Pero en caso de que no se equilibrasen las fuerzas compradoras y vendedoras, no hay un soporte relevante para este índice hasta niveles de 9.300 puntos que son los mínimos de agosto y septiembre del año pasado.

 



En el S&P500 pasa más o menos lo mismo. Una vez perdido el soporte de 2.000 puntos, los inversores que apuestan a la baja o están en liquidez y siguen el análisis técnico no tendrán argumentos para volver a comprar este índice hasta que se alcance la zona de soporte más relevante (situada entre 1.850 y 1.880 puntos) o que se recupere el soporte perdido de 2.000 puntos.



La bolsa de China, que es la que se supone está generando el desaguisado en el resto de bolsas mundiales, presenta los mismos argumentos. Desde el punto de vista técnico el índice de la bolsa de Shanghai en diciembre no pudo superar los máximos de noviembre y en este arranque de año perdió la línea de tendencia alcista de corto plazo que unía los mínimos desde agosto (línea verde). Ahí los inversores vendieron o se pusieron cortos y estos no volverán a comprar hasta que no se caiga hasta niveles de mínimos de agosto (2.970-3.000 puntos) o se recupere la directriz alcista perdida.



 
Por último, el activo que mejor representa lo que es una tendencia bajista es el precio del petróleo. Vuelve a caer un 10% en lo que llevamos de año y vemos cómo en diciembre a pesar de estar en mínimos del año, cuando se perdió el nivel de 38 dólares los que apostaron a la baja al perder este soporte, están ganando dinero. Sólo arriesgaban a perder dinero si el petróleo recuperaba los 38 dólares.

 




Ahora pasa algo similar. Si vendes al perder los 35 dólares sólo pierdes cuando recupera esta cota y basta con comprar lo que has vendido para estar de nuevo fuera del mercado. Y es en esta situación en la que de pronto suelen producirse giros bruscos del mercado. De pronto, llega un nivel de precios en el que hay más compradores que vendedores:

 

·         Los inversores de largo plazo ven que la corrección genera oportunidades atractivas y aumentan su exposición a renta variable, o al menos no la reducen porque saben que las valoraciones son atractivas.

·         Los inversores de corto plazo en liquidez, aún conscientes de que la tendencia es bajista, comienzan a tomar posiciones en determinados valores o sectores que han tocado soportes importantes.

·         Los inversores que apostaban a corto plazo, ante las ganancias obtenidas, comienzan a realizarlas. Y la forma de hacerlo es comprando.


Por tanto no sabemos si el nivel de equilibrio entre compradores y vendedores se formará hoy, o quizás el lunes que viene cuando todos los inversores estén ya delante de las pantallas tras el periodo de vacaciones, pero sí somos conscientes de que este arranque de año está generando precios muy atractivos en determinados valores o sectores, que los inversores que apuestan a largo plazo deberían aprovechar. Insistimos en nuestra idea desde final del año pasado de que en este 2016 los activos que menos visibilidad tienen son los relacionados con materias primas, energía y mercados emergentes, pero seguimos pensando que la caída de materias primas ofrece más beneficios que perjuicios a la renta variable europea.

 

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