En
el S&P500 tras la caída del precio del petróleo volvieron las ventas con
bastante fuerza, corrigiendo algo más de un 3% desde la publicación del dato.
Así
pues, la tremenda volatilidad del precio del petróleo es la que está marcando
el devenir de los mercados en general. Está claro que con los países de la OPEP
produciendo más petróleo del que se demanda y con las reservas de petróleo en
máximos es muy difícil esperar que el precio del petróleo cambie de tendencia.
Hoy tenemos de nuevo a los principales índices bursátiles en la zona de mínimos
del verano pasado, dejando en nada el rebote que vivimos entre octubre y
noviembre.
Evolución
del S&P500. Justo el jueves comentamos que “Una vez perdido el soporte de
2.000 puntos, los inversores que apuestan a la baja o están en liquidez y
siguen el análisis técnico no tendrán argumentos para volver a comprar este
índice hasta que se alcance la zona de soporte más relevante (situada entre
1.850 y 1.880 puntos) o que se recupere el soporte perdido de 2.000 puntos”.
Vemos que el futuro del S&P500 ya ha alcanzado los niveles comentados.
En
Europa tenemos al Eurostoxx 50 también en la zona de 3.000 puntos que justo
coincide con la zona de mínimos no sólo de agosto del 2015 sino con los mínimos
relevantes del 2014. Así pues estamos en clara zona de control para la renta
variable europea.
Y el
DAX alemán vuelve a situarse en la línea que une los mínimos desde 2011.
Pero
los inversores de largo plazo están mirando las tendencias de más largo plazo.
Esta semana parecía que el S&P500 quería rebotar en la “perfecta” línea que
une los mínimos desde 2009 en velas semanales. Sin embargo, con el giro a la
baja de ayer del S&P500 esta línea se perdió. Falta la sesión de hoy y la
de mañana para acabar la semana y será el cierre semanal el que nos confirme la
ruptura o no de esta tendencia. En 2011 vemos que la línea llegó a perderse
“intrasemana” pero justo el cierre semanal sobre la línea provocó un fuerte
rebote. Esa semana en anuncio de la operación TWIST por parte de Bernanke no
sólo evitó que el S&P500 entrase en tendencia bajista sino que generó el
inicio de un fuerte tramo alcista que duró hasta el inicio del año pasado.
Viendo
este gráfico hay que recordar nuestras previsiones
para este ejercicio 2016 justo presentando este mismo gráfico. Decíamos que
el S&P500 se enfrentaba a dos posibles escenarios. El primero que
entendíamos más probable era que mantendría el movimiento lateral vivido los
dos últimos años entre 1.800 y 2.120 puntos. El más optimista sería que
mantuviésemos la tendencia alcista y pudiésemos ver al S&P500 en la zona de
2.300 puntos (parte superior del canal alcista). Si esta semana cerramos por
debajo de 1.900 puntos, el escenario optimista pasaría a ser un escenario muy poco
probable. El escenario más probable que contemplamos seguiría siendo el del
movimiento lateral, e incluso hoy es más probable que a principios de año. Y
para este escenario estamos muy cerca de soportes relevantes por lo que no
habría que dejarse llevar de nuevo por el pánico y ponerse a vender todo activo
de riesgo que tengamos en cartera. Lo único que hay que hacer es que
contemplamos el mejor escenario para la bolsa americana a un año vista la zona
de 2.100 en vez de 2.300 puntos. En función de esto, pues habrá que ser un poco
más agresivo al reducir riesgos en los rebotes que se vayan produciendo.
Hoy
conviene volver a recordad que en días como hoy de “pánico” vendedor, con la
mayoría de bolsas de países desarrollados cayendo entre un 2% y 3%, con un
acumulado ya en el año (sólo 7 u 8 sesiones) de pérdidas entre el 8% y 12% en
los índices de renta variable, no es el momento de tomar decisiones drásticas.
Es momento de analizar el comportamiento de los índices de volatilidad que nos
suelen marcar suelo de mercados. En el siguiente gráfico se ve cómo el
S&P500 (línea amarilla) ha rebotado cada vez que el VIX (volatilidad
implícita) se ha girado a la baja. Hasta ahora el que ha vendido en los
repuntes de volatilidad, se ha equivocado.
Conviene
esperar bajadas de volatilidad para reducir el riesgo, o al menos analizar de
nuevo la situación. La semana que viene tenemos publicación de resultados
empresariales y comenzarán a publicarse datos macro del último trimestre y
adelantados de este primer trimestre que nos deberían demostrar si la situación
macro invita a ser más o menos pesimistas. En el tercer trimestre vimos que las
economías desarrolladas no se vieron contagiadas de la desaceleración de China.
En diciembre los miembros de la FED insistían en tres o incluso cuatro subidas
de tipos en este 2016. Pero hoy hay presión deflacionista debido a la caída del
petróleo y apreciación del dólar.
A
principios de año la probabilidad de que hubiese dos subidas de tipos (línea
amarilla) hasta la reunión de junio era casi del 30%, superior a la de que no
hubiese ningún movimiento (línea marrón). Hoy los dos escenarios más probables
son que haya una sola subida o ninguna en los próximos seis meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario