El jueves pasado en titulábamos las claves
“Preparándonos para un posible nuevo escenario en la renta variable”. El
gráfico del S&P500 había perdido la directriz alcista y decíamos que lo más
probable es que entrase en un movimiento lateral para consolidar las fuertes
subidas desde el año 2009. Así dado el aumento del riesgo de deflación y el
menor dinamismo de la economía mundial provocado por la ralentización de China
y la debilidad de las monedas emergentes entendemos que este escenario lateral
sería el más probable.
Gráfico del S&P500 en velas semanales desde la
corrección del 2007. Dada la situación actual de debilidad de la mayoría de
índices de renta variable y el pésimo arranque de año, pensamos que el
escenario optimista que planteábamos a principios de año pasa a ser el
escenario menos probable y el de movimiento lateral pasa a ser el más probable.
Así pues debemos preparar una estrategia acorde a este nuevo escenario. La zona
de 2.100-2.150 pasaría a ser el precio objetivo para este año y la zona de
1.780-1.850 sería el suelo del canal. Cómo ya hemos ido comentando en los últimos
días, tras las fuertes correcciones y aumento de volatilidad no es momento de
reducir riesgo, sobre todo porque estamos cotizando en zona de soporte.
Entonces, ¿habría que comprar ahora? Nosotros
gestionamos carteras en función del perfil de riesgo de los inversores. Ya
habíamos asumido mayor riesgo en la corrección del verano pasado apostando por
la continuidad de la tendencia alcista principal.
Ahora por tanto no es momento ni de aumentar más el
riesgo del que pueden asumir cada perfil de inversor, ni tampoco reducirlo
porque lo más probable es que una vez descontadas todas la noticias negativas,
estemos ante el inicio de un rebote. Habrá por tanto que esperar este rebote para
ir reduciendo riesgo en carteras e ir adaptándolas el nuevo escenario que
contempla precios objetivos para la mayoría de índices más bajos de los que
presentaba hace unas semanas.
Evolución del Eurostoxx 50 y estrategia operativa en
el mismo. En este índice planteemos el escenario que planteemos, no estamos en
zona para reducir riesgo. Tanto si planteamos un escenario lateral como
bajista, estamos en zona de soporte. El escenario lateral que podemos plantear
para el Eurostoxx 50 es un movimiento entre los mínimos de 2014 y máximos del
verano del 2013 (2.850-3.000 puntos) y la zona de máximos del 2014 y mínimos
previos a la corrección de agosto del 2015 (3.300 puntos). Al igual que en el
S&P500 estaríamos más en zona de compra que de venta. Cómo ya habíamos
asumido riesgo en el inicio de rebote en septiembre, ahora mantenemos la
cartera. Y adaptándonos a las nuevas circunstancias, en vez de situar el
objetivo del Eurostoxx en la zona de máximos de 2015 (parte superior del canal
alcista iniciado en 2012), ahora lo situamos en la zona de 3.300 puntos.
Pero es que incluso si en el Eurostoxx no estuviésemos
en un escenario lateral sino en un canal bajista (dibujado en azul) volvemos a
estar en una situación que recomienda más a tomar posiciones que a deshacerlas.
Para este primer trimestre aun moviéndonos en este canal bajista, se plantea un
peor escenario en la zona de 2.850-2.950 y el mejor escenario en 2.250-3.350
puntos. Con el Eurostoxx a 3.000 puntos hay más a ganar que a perder
(proporción de 3 a 1).
En situación parecida nos encontramos al IBEX 35. Es
indudable que la incertidumbre política afectó el año pasado al desempeño de nuestro
índice. Además, nuestro índice está muy castigado por la alta exposición al
sector bancario que sigue siendo de los sectores más débiles del Eurostoxx, y
sobre todo porque gran parte de los ingresos de las compañías españolas vienen
de Latinoamérica.
No se vislumbra que
ninguna de estas dos referencias (Bancos y Latinoamérica) cambie de tendencia.
Así pues para este primer trimestre lo más lógico es que el Ibex se mantenga en
el canal bajista iniciado el año pasado. Peor escenario para este primer
trimestre sería la zona entre 8.000 y 8.250 puntos y el mejor escenario se
situaría entre 9.300 y 9.650 puntos. Con este escenario el binomio rentabilidad
riesgo es atractivo para la renta variable española (500 puntos de posible
pérdida y 1.000 puntos de ganancia). Tras una corrección del 29% desde los
máximos del año pasado no parece que sea el momento de entrar en pánico y
ponerse a venderlo todo.
Y en Emergentes, tal y cómo comentábamos ayer con el
precio del petróleo, puede que todo o gran parte de los malos datos ya estén
descontados por el mercado. Hoy se ha publicado el peor dato de crecimiento de
China en los últimos 25 años (el PIB ha crecido “sólo” un 6.8% frente al 6.9%
esperado) y la bolsa de China ha subido con fuerza. El índice de Shanghai ha
subido un 3.22% y el Hang Seng ha subido un 2.07%. Resulta llamativo ver que el
índice de la bolsa de Shanghai se ha parado justo en la zona de mínimos de
agosto del año pasado y recuperando la media de 500 sesiones.
Si miramos el principal índice de referencia para los
mercados emergentes, el MSCI Emerging markets, vemos que evidentemente está en
tendencia bajista, pero cotiza en la zona que comentábamos a final del año
pasado que era el peor escenario. Base del canal bajista desde 2010 y base de
la directriz alcista que une los mínimos de las dos últimas grandes crisis
globales de renta variable (estallido de las punto com y crisis financiera del
2007). Ahora para este 2016 para este mercado se plantea un escenario con
soporte en 700 puntos y resistencia en 900 puntos.
Las bolsas europeas han abierto esta mañana con
subidas en torno al 2% tras el buen cierre de las bolsas asiáticas. La excusa
igual que vana que cuando hemos bajado. Resulta que cómo el dato de crecimiento
de China ha sido muy malo el mercado descuenta que las autoridades chinas
tomarán medidas para incentivar el crecimiento de su economía. Dicen algunos
analistas que si el gobierno chino ha sido capaz de reconocer este pobre dato
del 6.8% es porque será bastante más bajo y tendrán que hacer algo para
revertir la situación. Lo dicho, excusas para explicar un rebote que se tendría
que dar tarde o temprano tras la fuertes correcciones.
El Yuan entiendo que es un activo que atiende más a
los fundamentales que su bolsa, ha recuperado en las últimas jornadas casi toda
la depreciación de los primeros días del año. Es llamativo que todos los
diarios y analistas se encargaban de informarnos de la “terrible devaluación”
del Yuan frente al dólar de un 2.76% en las cuatro primeras sesiones del año,
ahora no nos dicen que el Yuan ha recuperado prácticamente todo lo perdido y
vuelve a estar en niveles de cierre del 2015.
Evolución del YUAN (Renminbi Chino) frente al dólar.
El rebote por tanto es por pura sobreventa y es lógico
que algún día se produzca, pero para que tenga continuidad, son tres las
noticias que se deben producir.
·
Los resultados
empresariales deben apoyar a las bolsas. Están las bolsas tan bajas que ni
siquiera hace falta que se publiquen resultados espectaculares. Basta que se
publiquen resultados en línea con las bajas previsiones y sobre todo que los
sectores no relacionados con materias primas y energía mantengan la inercia
positiva.
·
Los bancos
centrales deben seguir apoyando a los mercados. Hoy se apuesta a que China tome
medidas, pero es que el jueves hay reunión del BCE. No se esperan medidas por
parte de Draghi, pero un mensaje contundente diciendo que está preocupado por
las bajas tasas de inflación y que la entidad aún dispone de herramientas para
revertir la situación sería suficiente.
·
El precio del
petróleo que es el activo que ha arrastrado a la baja a los activos de riesgo,
debe superar la zona de 30 dólares el barril. Los bajistas siguen apostando a
que el precio del petróleo continuará bajando tras permitir a Irán que exporte.
Pero si tras la noticia publicada ayer, no ha seguido bajando y si el petróleo
consiguiese superar los 30 dólares, estos bajistas cerrarían posiciones
(comprando) y muchos inversores comenzarían a tomar posiciones alcistas tanto
con carácter especulativo cómo con carácter de inversión a largo plazo.
En el siguiente gráfico intradía vemos que la clara
resistencia está situada en 30 dólares. Ahí tenemos la parte superior del canal
bajista y la zona de mínimos de la semana pasada. Recuperarlo sería el inicio
de una tendencia alcista de corto plazo que sería suficiente apoyo para el
resto de activos de riesgo.
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