martes, 26 de enero de 2016

Seguimos con total dependencia del petróleo hasta que nos rescate la FED

A pesar de que el rebote de la semana pasada lo podamos achacar a la intervención de Mario Draghi en la reunión del BCE, la verdad es que los índices de renta variable siguen calcando el comportamiento de  los precios del petróleo. Actualizo la evolución comparativa de este año del precio del West Texas con el futuro del S&P500 (ambos cotizan las mismas horas) para apreciar el perfecto paralelismo.

 


 Por tanto, mientras sigamos este paralelismo, en tanto no se produzca un cambio de tendencia del petróleo no podemos pensar en un giro alcista de las bolsas. En el siguiente gráfico analizo la situación técnica del WEST Texas. La tendencia bajista no ofrece duda alguna. Máximos y mínimos decrecientes desde junio del 2014. Y la tendencia bajista se ha acelerado a partir de noviembre cuando la OPEP no decidió reducir la producción de su cartel (canal bajista dibujado en azul). El rebote de la semana pasada se produjo por la excesiva sobreventa y stop de ventas que saltaron al perderse el citado canal bajista. Para pensar en un cambio de tendencia es imprescindible que el petróleo supere al alza la zona de 33 dólares el barril. En este nivel tenemos la parte superior del canal bajista comentado y la zona que era soporte clave a principios de año, que es la línea roja que une los mínimos relevantes desde enero del año pasado.  

 

 

Así pues, en tanto el petróleo no supere los 33 dólares el barril y se estabilice entre 35 y 45 dólares, no es factible que los índices de renta variable reboten a pesar de que los principales están en claros niveles de soporte de largo plazo que actualizo a continuación.

S&P500 en zona de mínimos de 2014 y 2015. Sigue siendo perfectamente viable el escenario de movimiento lateral entre mínimos y máximos de los dos últimos años para los próximos meses.
 



 Eurostoxx 600. También en zona de mínimos del 2014. La semana pasada rebotó justo al tocar la media de 200 semanas tras desplegar en enero una corrección similar a la de agosto del año pasado. Posible movimiento lateral a corto plazo entre 325 y 350 puntos a la espera de resultados empresariales y datos macro que justifiquen una salida de este lateral al alza o la baja (dependiendo de si se evita o no la recesión global respectivamente).
 



 MSCI emerging markets. También ha caída a una clarísima zona de soporte que venimos comentando desde hace semanas como peor escenario a corto plazo para este índice. Tras perder los mínimos del año pasado se frenó la semana pasada justo en la línea que une los mínimos desde 2003 y mínimos del canal bajista.

 

 
Los emergentes son los mercados que más han caído, los más débiles y el único argumento que podemos encontrar para que se giren al alza es que sus monedas dejen de debilitarse. Ya a final del año pasado decíamos que posiblemente las monedas de los mercados emergentes habrían hecho suelo y nos basábamos en la posibilidad de que la FED no fuese agresiva subiendo tipos de interés. El mercado descontaba hace más de un año que habría 3 o 4 subidas de tipos en 2015  y el dólar se adelantó subiendo con fuerza desde el verano del 2014 hasta el primer trimestre del 2015. Llegado el fin de ejercicio se demostró que esta fortaleza del dólar no estaba justificada puesto que sólo hubo una subida de tipos y pensábamos que el dólar tendría que haber corregido parte de la inercia alcista. Pero tras la reunión de diciembre el mercado volvió a generarse una expectativa de otras tres o cuatro subidas de tipos en este 2016 y esto provocó un nuevo tirón al alza del dólar frente al resto de divisas emergentes tal y cómo se aprecia en el siguiente gráfico comparativo.




 Y esta debilidad de las divisas emergentes o fortaleza del dólar provoca claros riesgos de deflación en Estados Unidos (abarata muchísimo las importaciones) y de menor crecimiento (reduce la competitividad de las compañías norteamericanas). Así pues, ante este panorama, lo más probable es que mañana Yellen deje claro que tendrán mucha precaución antes de subir de nuevo los tipos de interés y esto debería provocar debilidad en el dólar que entendemos debería beneficiar a los activos de riesgo. Divisas emergentes, materias primas, petróleo y renta variable más o menos por este orden serían los principales beneficiados del mensaje de Yellen.  Los bonos de Estados Unidos quizás estén adelantando estas medidas puesto que la rentabilidad en todos los tramos de la curva están bajando desde principios de año, sobre todo el tramo de 2 y 3 años que era el que más repuntó a final del año pasado descontando más agresividad por parte de la FED.  




 

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