Tras la tempestad de finales
de enero provocada por las divisas
de algunos países emergentes, parece que vuelve la calma a los mercados. Las
menores recompras de activos por parte de la FED amenazaban han obligado a los países
emergentes que no actuaron el verano pasado a devaluar sus monedas para
combatir la galopante inflación y volver a intentar hacer sus economías más
competitivas. La India y Turquía han subido tipos y parece que están logrando
la estabilidad de sus monedas.
Como siempre, lo que algunos
inversores es un riesgo, otros lo consideran una oportunidad de Inversión. En
el siguiente gráfico de la evolución de la lira
turca frente al euro se aprecia que la devaluación de la moneda de Turquía
no es nada nuevo. Con la crisis de principio de año, incluso ha superado al
alza el canal en el que está inmerso desde el año 2.000. La gráfica es de la
revalorización del euro frente a la lira turca.
Tras este despegue alcista,
puede ser que la lira vuelva a recuperar terreno e intente dirigirse de nuevo
al canal. Si miramos el índice de la
bolsa de Turquía, se aprecia la tendencia alcista de largo plazo (sucesión
de máximos y mínimos crecientes) desde el año 2000, y cómo la corrección de los
últimos meses es similar a las acontecidas en 2.008 y 2.011. El nivel de 60.000
puntos podría ser buen nivel de entrada para los inversores especulativos.
Divisa muy devaluada y
correcciones en su bolsa, pues aumentan la posibilidad de éxito en la inversión
en este país para los inversores extranjeros. Recordemos que cuando España
podía devaluar su moneda, era la forma más rápida de salir de las crisis. En el
gráfico de la bolsa de Estambul anterior, se observa que el índice ha pasado de
20.000 puntos en los máximos del 2.000 a los 60.000 actuales. Ha multiplicado
por tres mientras que la mayoría de bolsas europeas aún están por debajo de los
niveles del año 2.000. Sin embargo, en el siguiente gráfico vamos a ver el índice desde el punto de vista de un
inversor de la zona euro. Es decir, vamos a pasar el índice a euros.
Curiosamente la pérdida por los movimientos de la divisa se come todos los
beneficios y el Índice que estaría en 35.000 euros en los máximos del 2.000,
ahora está cotizando en 21.400 euros. Por tanto hay que tener muy en cuenta las
divisas a la hora de analizar las fuertes subidas de una bolsa que no está en
nuestra moneda.
Sin embargo, en este mismo
gráfico se observa lo que hemos comentado. Las correcciones de la bolsa turca y
la devaluación de su moneda han llevado al índice en euros a una zona donde
merece la pena asumir riesgos para un inversor extranjero. El RSI marca niveles
de sobreventa similares a los de 2.009 y 2.002 por lo que se puede generar un
importante rebote. Además, al estar el soporte de 20.000 tan claro, basta con
salir si este nivel se pierde en cierres mensuales.
Con esta exposición no
queremos decir que haya que vender renta variable europea y apostarlo todo a la
lira. Lo que queremos decir, es que la crisis
de las divisas emergentes que dio un primer aviso en mayo del año pasado y ha
vuelto en este inicio de año, no debe entenderse como un riesgo, sino como una
oportunidad a futuro. Algo similar ocurrió en 2.010 con el Euro cuando
comenzaron los problemas de solvencia de Grecia. El euro pasó de 1.50 dólares
por euro a sólo 1.20 en seis meses. Y muchos analistas del mercado se
aventuraban a decir que era el final de la moneda única. Sin embargo esta
presión del mercado sirvió para que la clase política se pusiera las pilas y
sólo dos años y medio más tarde, tengamos una moneda única mucho más fuerte y
se hayan disipado las dudas. Algo similar ocurrirá con las divisas emergentes.
Tras la devaluación ganarán competitividad y aprenderán de los errores. Países
como China ya llevan meses con políticas restrictivas de crédito para enfriar
las burbujas inmobiliarias y evitar el alto crecimiento del endeudamiento
privado. Quizás no sigan creciendo a tasas del 10%, pero lo están haciendo a
tasas superiores al 7% con una inflación de sólo 2.5%. En términos netos es un
crecimiento mucho mayor y más sano.
Tras el análisis de hoy,
tenemos un argumento más a favor de la capitulación de los mercados emergentes
que comentábamos hace varios días. De momento, aunque no se aprecia fuerte
entrada de dinero, al menos los principales índices se han parado en zonas clave.
El MSCI Emerging Markets se ha
parado en la zona de 900 puntos que comentábamos como clave y esta semana
intenta meterse nuevamente en el canal alcista iniciado en 2.009, con el RSI en
clara zona de sobreventa.
Y si miramos el Hang Seng de Hong Kong, se aprecia de
forma más clara cómo se ha respetado nuevamente la directriz alcista
iniciada en 2.009
Por tanto, tal y como hemos
comentado días atrás, la semana pasada se salvó una importante bola de partido
y ahora estamos en disposición de retomar la tendencia alcista en las bolsas en
particular, aunque diríamos que en los activos de riesgo en general.
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