martes, 11 de febrero de 2014

Donde unos ven riesgos, otros ven oportunidades

Tras la tempestad de finales de enero provocada por las divisas de algunos países emergentes, parece que vuelve la calma a los mercados. Las menores recompras de activos por parte de la FED amenazaban han obligado a los países emergentes que no actuaron el verano pasado a devaluar sus monedas para combatir la galopante inflación y volver a intentar hacer sus economías más competitivas. La India y Turquía han subido tipos y parece que están logrando la estabilidad de sus monedas.

Como siempre, lo que algunos inversores es un riesgo, otros lo consideran una oportunidad de Inversión. En el siguiente gráfico de la evolución de la lira turca frente al euro se aprecia que la devaluación de la moneda de Turquía no es nada nuevo. Con la crisis de principio de año, incluso ha superado al alza el canal en el que está inmerso desde el año 2.000. La gráfica es de la revalorización del euro frente a la lira turca.



Tras este despegue alcista, puede ser que la lira vuelva a recuperar terreno e intente dirigirse de nuevo al canal. Si miramos el índice de la bolsa de Turquía, se aprecia la tendencia alcista de largo plazo (sucesión de máximos y mínimos crecientes) desde el año 2000, y cómo la corrección de los últimos meses es similar a las acontecidas en 2.008 y 2.011. El nivel de 60.000 puntos podría ser buen nivel de entrada para los inversores especulativos.



Divisa muy devaluada y correcciones en su bolsa, pues aumentan la posibilidad de éxito en la inversión en este país para los inversores extranjeros. Recordemos que cuando España podía devaluar su moneda, era la forma más rápida de salir de las crisis. En el gráfico de la bolsa de Estambul anterior, se observa que el índice ha pasado de 20.000 puntos en los máximos del 2.000 a los 60.000 actuales. Ha multiplicado por tres mientras que la mayoría de bolsas europeas aún están por debajo de los niveles del año 2.000. Sin embargo, en el siguiente gráfico vamos a ver el índice desde el punto de vista de un inversor de la zona euro. Es decir, vamos a pasar el índice a euros. Curiosamente la pérdida por los movimientos de la divisa se come todos los beneficios y el Índice que estaría en 35.000 euros en los máximos del 2.000, ahora está cotizando en 21.400 euros. Por tanto hay que tener muy en cuenta las divisas a la hora de analizar las fuertes subidas de una bolsa que no está en nuestra moneda.



Sin embargo, en este mismo gráfico se observa lo que hemos comentado. Las correcciones de la bolsa turca y la devaluación de su moneda han llevado al índice en euros a una zona donde merece la pena asumir riesgos para un inversor extranjero. El RSI marca niveles de sobreventa similares a los de 2.009 y 2.002 por lo que se puede generar un importante rebote. Además, al estar el soporte de 20.000 tan claro, basta con salir si este nivel se pierde en cierres mensuales.
           
Con esta exposición no queremos decir que haya que vender renta variable europea y apostarlo todo a la lira. Lo que queremos decir, es que la crisis de las divisas emergentes que dio un primer aviso en mayo del año pasado y ha vuelto en este inicio de año, no debe entenderse como un riesgo, sino como una oportunidad a futuro. Algo similar ocurrió en 2.010 con el Euro cuando comenzaron los problemas de solvencia de Grecia. El euro pasó de 1.50 dólares por euro a sólo 1.20 en seis meses. Y muchos analistas del mercado se aventuraban a decir que era el final de la moneda única. Sin embargo esta presión del mercado sirvió para que la clase política se pusiera las pilas y sólo dos años y medio más tarde, tengamos una moneda única mucho más fuerte y se hayan disipado las dudas. Algo similar ocurrirá con las divisas emergentes. Tras la devaluación ganarán competitividad y aprenderán de los errores. Países como China ya llevan meses con políticas restrictivas de crédito para enfriar las burbujas inmobiliarias y evitar el alto crecimiento del endeudamiento privado. Quizás no sigan creciendo a tasas del 10%, pero lo están haciendo a tasas superiores al 7% con una inflación de sólo 2.5%. En términos netos es un crecimiento mucho mayor y más sano.

Tras el análisis de hoy, tenemos un argumento más a favor de la capitulación de los mercados emergentes que comentábamos hace varios días. De momento, aunque no se aprecia fuerte entrada de dinero, al menos los principales índices se han parado en zonas clave. El MSCI Emerging Markets se ha parado en la zona de 900 puntos que comentábamos como clave y esta semana intenta meterse nuevamente en el canal alcista iniciado en 2.009, con el RSI en clara zona de sobreventa.



Y si miramos el Hang Seng de Hong Kong, se aprecia de forma más clara cómo se ha  respetado nuevamente la directriz alcista iniciada en 2.009



Por tanto, tal y como hemos comentado días atrás, la semana pasada se salvó una importante bola de partido y ahora estamos en disposición de retomar la tendencia alcista en las bolsas en particular, aunque diríamos que en los activos de riesgo en general.



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